♪Distance disturbs me♪
Saludos cordiales.
No se imaginan cuantas veces pasé por el archivo del capítulo, lo miré, escribí media línea y lo volví a cerrar. Por alguna razón, cuando tengo que escribir sobre relaciones toxicas y amores no correspondidos, por obligación, las cosas no me salen bien.
Tuve muchas ideas, pedí ayuda y dejé descansar el documento a ver si algo bueno Salía, pero no fue sino hasta que me puse a hacer el ultimo dibujo que subí que no tuve una idea adecuada para esta canción. Entonces, permítanme explicar brevemente de que va.
Tenebrous es un AU de Villainous, que se centra en este grupo de cuatro, liderado por Madame Black, una bruja con mucho poder, de la que se dice que concede favores a quienes acuden a ella para esparcir la maldad por el mundo, lógicamente, a cambio de un precio.
Sus subordinado, Fierce y el doctor Grudge, son su perro guardián y su mano derecha respectivamente. Fierce es un demonio que, atraído por el poder y belleza de Madame Black, le entregó su alma y cuerpo en total devoción; está completamente loco y tiene una insaciable sed de sangre.
Grudge, por su lado, siempre ha sido el hombre de confianza y mano derecha de Madame, es un científico brillante, aunque también es un asesino sin corazón, y un buen necromancer. Fierce lo odia porque lo considera el favorito de Madame Black.
¿Por qué les explico, a medias, el AU? Pues porque voy a escribir sobre Fierce y quiero ponerlos en contexto. Él y Madame son un swap entre Black Hat y Demencia, por lo que ya se pueden imaginar qué clase de relación tienen. No puedo prometer que este short vaya a ser perfecto, porque las personalidades caóticas representan un reto para escribir, aun así, espero que les guste,
La imagen en multimedia pertenece a netamikatze en Tumblr.
⚠️Este capítulo contiene lenguaje ofensivo y Gore ligero. Lean con precaución⚠️
Por favor, disfruten la lectura.
Los profundos rasguños que dejaba a su paso serían un problema por el que se preocuparía después, la única cosa en su mente era la sonrisa de Madame Black y los halagos que le daría cuando recibiera el corazón que llevaba entre las manos. Estaba orgulloso de su cacería, había cumplido con la orden de la bruja a la perfección, ahora solo debía entregar la prueba y, sin duda, recibiría una linda recompensa de manos de su ama.
— Mi Lady— llamó entusiasta, entrando en la oficina de la bruja sin tocar o preocuparse por prestar un mínimo de atención a la conversación que venía del interior— Le tengo un regalo, mi señora.
Encontrar a la persona que aseguraba amar en una comprometedora posición con otra dama, posiblemente una cliente "especial" como la misma bruja las llamaba, fue una sorpresa poco grata para el demonio, que se congeló en el umbral de la puerta, paseando la mirada por la escena, aguardando a una orden.
— ¡Fierce! — reclamó la mujer de cabello bicolor, cubriendo a su compañera con la gabardina que normalmente utilizaba, acercándose al demonio con paso firme y expresión molesta— ¿Qué no te enseñaron a respetar la privacidad de una dama, perro sarnoso? ¡Lárgate de una vez! No quiero ver tu cara de idiota.
El eldritch normalmente se habría quedado hipnotizado por la belleza de la mujer, por el delicado encaje de su ropa interior y lo blanco de su piel, sin embargo, apenas y podía procesar esos detalles junto al hecho de que su señora, el amor de su vida, estaba en medio de un encuentro con otra mujer.
— ¿Qué no escuchaste? — el cabello de la mujer comenzó a cambiar conforme su tono de voz subía; las puntas adquirieron forma de serpiente y los colmillos, que normalmente sobresalían de su boca, se hicieron más largos. Fierce la había hecho enojar— ¡LARGO DE AQUÍ!
No era un idiota, aunque en ocasiones lo parecía, sabía que una orden no debía repetirse más de dos veces, por su bien; le entregó el corazón y se marchó, despidiéndose con un beso para aparentar normalidad, escuchando como la puerta golpeaba con fuerza el marco. Aquello había sido divertido, sin embargo, le dejó un mal sabor de boca.
Madame Black tenía muchos clientes especiales, eran criaturas que recurrían a ella en busca de beneficios que nadie más podía otorgar, los había visto desfilar por la mansión en numerosas ocasiones, pero nunca se había detenido a pensar en por qué todos esos clientes eran damas tan elegantes como ella... ¿A caso su adorada bruja solo sentía atracción por las mujeres?
No podría culparla, reconocía que la belleza femenina era mágica, atrayente, tenía un algo que atontaba y reducía a cualquiera que tuviese buen gusto; sin embargo, la idea de haber estado compitiendo contra eso, contra esa misma belleza que lo había llevado a dejar de ser él para volverse un devoto a su maligno encanto le dejaba un mal sabor de boca ¿Y si Madame Black no había sentido nuca nada por él?
Pateó con fuerza un pedestal que tenía al alcance, lanzando el jarrón que descansaba en la cima lo bastante lejos como para hacerlo estallar en pedazos, esparciendo fragmentos en todas direcciones. Rio orgulloso del desastre que había causado, avanzado por el pasillo para desperdigar los trozos tan lejos como fuera posible, imaginando el reproche que le esperaba cuando la bruja viera lo que había hecho. Adoraba causar problemas, así recibía más atención de su ama.
Sus pasos lo llevaron al escondijo que Grudge llamaba laboratorio; era una mazmorra, un hoyo en el sótano que apestaba a sangre y muerte, pero lo bastante iluminado y ordenado para ser un área de trabajo aceptable. Deseaba distraerse, dejar de soñar con esa historia que no iba a tener con su señora, y que mejor modo de hacerlo que molestando al favorito de los dos.
— Hey Doctor— llamó entusiasta, deslizándose por el barandal hasta el suelo, salpicando la sangre que manchaba el pie de la escalera— parece que te estas divirtiendo ¿Puedo unirme?
— ¿No tienes nada mejor que hacer, Fierce? — interrogó el humano desde algún lugar entre las mesas y artefactos, recibiéndolo con la hostilidad reciproca con que solían tratarse— Si piensas quedarte, más te vale no interponerte, tengo trabajo que hacer.
— Eres un amargado, doc— burló sacando la lengua, subiendo a una de las planchas metálicas en las que, normalmente, habría un cuerpo, o las parte de uno, que le servían al humano como sujetos de prueba— Deberías aprender a relajarte, ¿No tienes más pasatiempos que el sacarle los ojos a las personas?
— Fierce ¿Qué es lo que quieres? — interrogó finalmente, dejando al cierra manual junto al cuerpo en que se encontraba trabajando, centrando su atención en el demonio, que se había recostado sin impórtale las manchas de sangre que había sobre la mesa— No vienes a menos que quieras algo o quieras molestar. Así que, o me dices que quieres, o te largas de una puta vez.
— ¿Sabes? Si no fueras tan amargado, a lo mejor tendrías novia— comentó ignorando las palabras del pelinegro, jugando con si lengua como si fuera lo más entretenido del mundo, salpicando saliva cada vez que la movía en una nueva dirección— como Madame, ella tiene un carácter tan encantador. Deberías aprender de ella, a lo mejor incluso te enseña a como vestir apropiadamente.
— ¿Te está ignorando de nuevo? — inquirió con burla, acercándose al eldritch y recargándose en la plancha en que estaba costado, observándolo con diversión malsana— ¿Acaso encontró, de nuevo, alguien más interesante que tú?
Fierce observó al muchacho con enojo, sintiendo que esas palabras se clavaban en él como puñales; Grudge disfrutaba de burlarse de él cuando Madame Black lo ignoraba, porque decía que se comportaba como un perro abandonado. Tenía razón, era igual que un perro faldero, un animal mendigando atención donde quisieran dársela.
No era su culpa, la distancia era molesta, era un castigo por sus ambiciones, y el único alivio era la idea de que algún día iba a poder estar más cerca de su amada bruja, aun si aquel consuelo era solo una fantasía, le gustaba soñar con ello.
— Necesito distraerme— confesó con vergüenza, huyendo de la mirada rojiza del doctor, que seguía burlándose cruelmente de él— o a lo mejor una nueva obsesión.
— Bueno, cualquiera es una buena idea cuando se trata de Madame Black— sin borrar la burla de su mirada, el doctor le acaricio la mejilla, aborreciendo esa compasión y comprensión que tenía por el demonio. Fierce no le agradaba, pero hasta él sabía lo cruel que podía llegar a ser un corazón obsesionado— pero, yo no voy a ser su reemplazo.
— Solo tengo un arrepentimiento— admitió volviendo a sentarse, tomando el cuello de la bata del humano para impedir su escape, acercándose de más a su rostro, lamiéndole la mejilla por diversión, limpiando la sangre que tenía en el rostro— no quiero añadir otro a esa lista.
Grudge lo empujó por el pecho, apartándolo y limpiándose la saliva del eldritch del rostro, asqueado por la viscosa sensación que aquella áspera lengua dejaba a su paso. Se alejó lo bastante como para que no pudiera volver a tomarle por la bata y, dándose media vuelta, regresó a su trabajo.
— Ya te distraje— murmuró molesto, ligeramente ofendido por ser considerado un posible arrepentimiento, incluso si su relación seguía siendo un desprecio mutuo— ahora vete ¿O quieres que añada tus ojos a mi colección?
Fierce obedeció sin comentar nada, sin soltar burlas o puyas para sacarle de quicio, sumido aun en sus pensamientos. En verdad solo tenía un arrepentimiento, pero no podía hacer nada para cambiar la vida que había elegido. Madame Black era la única cosa de la que se arrepentiría en la vida, la única criatura que deseaba no haber conocido, pero que adoraba haber encontrado en su camino.
— Es una lástima que no conectemos— lamentó antes de dejar el laboratorio, captando una última vez la atención del muchacho— estoy seguro que juntos podríamos tomar este mundo en nuestras manos.
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Bueno, bueno, realmente no sé qué escribí, pero me gusta. Hay implicaciones que me servirán para un proyecto en el que estoy trabajando ahora mismo.
Revisando el Tumblr del artista, me encontré con un dibujo de Madame Black seduciendo a Marceline, y eso refuerza el headcannon de que es lesbiana, así que ¿Por qué no?
Dejé algunas pistas de la letra de la canción en la historia, porque es una de mis canciones favoritas de Set It Off, y no podía escribir algo de ella sin incluir su letra. Espero les haya gustado.
Nos leemos luego :)
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