꒰🔥꒱ Capitulo 3.
PAVEL
Lo odiaba.
Odiaba con toda mi alma a Pooh, no soportaba su cara y su arrogancia, pero sobre todo me asqueaba la forma en la que me miraba, como si estuviera a un segundo de desnudarme y besarme de pies a cabeza.
Y lo peor es que ahora no podría evitar tenerlo cerca.
¡Maldición!
-¡Ey, hermosura! ¿Quieres un aventón? -Alguien me llamó- ¿En qué edificio estás?
Reconocí a Pooh conduciendo un convertible rojo, se veía tan nuevo que la pintura brillaba y opacaba la luz del Sol.
Volteé hacía él con el peor humor del mundo, no sólo estaba cansado de él, también físicamente y eso no era una buena combinación. El uniforme del equipo se pegaba a mi cuerpo por el sudor que segregaba y aumentaba mis deseos de llegar y darme una más que merecida ducha.
-No, gracias, puedes meterte tu aventón ya sabes donde- Mascullé pateando una piedra del camino y siguiendo mi recorrido a pie.
Nos encontrábamos bastante lejos de la universidad y habíamos llegado al lugar de las residencias. Los estudiantes cruzaban junto a nosotros y algunos se sentaban sobre el césped disfrutando del hermoso día.
Pooh me observó a través de sus anteojos de Sol, traía puesta una camisa del mismo color de su auto que dejaba a relucir parte de su pecho y su cabello castaño peinado hacía atrás con unos mechones cayendo sobre su frente.
-Dulzura, te gusta hacerme suplicar por tu atención-Pooh chasqueó su lengua y girando su volante se acercó aún más a la zona por la que caminaba.
-Me pregunto si pensarás lo mismo cuando te denuncie por acoso- Meneé mi cabeza y sostuve mejor la mochila que colgaba de mi hombro.
-¿Sólo por querer llevarte? -Actuó inocente.
-Ojalá sólo quisieras llevarme.
-¿Siempre estás a la defensiva? -Me preguntó divertido tomando la palanca de cambio.
-Generalmente cuando tengo a un pervertido siguiéndome- Formé una sonrisa para luego hacer una mueca de hostilidad.
-Me encanta que te hagas el difícil, te vuelve aún más sexy- Pooh se atrevió a morder su labio inferior mirándome de arriba abajo.
Respiré profundo y cerré mis ojos conteniendo mi ira por que estaba a un acercamiento más de su parte de subirme a su auto y tirarlo del mismo.
-¿Por cuanto tiempo me seguirás?- Lo observé con fastidio.
-Hasta asegurarme de que llegues a salvo- Visualizó los alrededores para no chocar con nada, ni con nadie.
Únicamente faltaría que me culpen por ser la causa de un accidente del niño bonito.
-No necesito la protección de nadie y del único que me tengo que proteger es de ti.
-Auch, eso si dolió- Pooh se llevó la mano al pecho y detuvo el auto cuando mis pasos cesaron frente a un cartel de prohibido estacionar- ¿Aquí vives?
-No, aquí espero a que te vayas- Lo miré sin ninguna gracia cruzándome de brazos.
Pooh sonrió y apagó el automóvil segundos antes de bajarse y hacerme frente. Su mirada se detuvo en los músculos de mi pecho que se marcaban a través de la camiseta debido a lo mojada que se encontraba.
-No me moveré de aquí hasta que no me muestres tus pechos.
-¡Maldición, que no te mostraré nada, pervertido!- Formé puños con mis manos, pero esto no pareció intimidarlo ya que se limitó a sonreír como si mi enojo lo complaciera.
-Entonces, estare aquí un largo rato- Pooh se recostó contra su auto.
Mis labios se alzaron en una sonrisa cuando visualicé a un oficial de policía acercarse.
-No lo dudo-Reí indicando con mi cabeza al oficial.
Pooh abrió su ojos y solamente en ese momento se percató del cartel
-Mierda-Maldijo en voz baja.
El oficial se acercó y se dedicó a regañar a Pooh sobre su irresponsabilidad y que de seguro había bebido sólo por el hecho de ser universitario.
¿Y yo? Pues disfrutaba de la bendita justicia mientras me alejaba de la escena.
-¡Hasta luego, pervertido! -Me despedí dejando a Pooh junto al oficial.
-¡Esto no quedará así! -Me señaló.
Claro que estaba seguro de eso.
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