POOH

-Vine tan rápido como pude- Nut anunció a penas se adentró a mi departamento.

Él era un compañero del último año de mi universidad y el más deseado por los estudiantes. No sólo tenía dinero y influencias, también era guapo y muy caliente.

Sin embargo, como su zona de los pechos no estaba tan marcada nunca me atrajo lo suficiente y por lo tanto nunca tuvimos sexo. Por eso era perfecto para lo que planeaba.

-Quítate la ropa y acuéstate en el sofá -Señalé el sitio.

-¿Qué? ¿Para qué? -Se cruzó de brazos- Dime que no es una broma porque juro que te asesinaré por llamarme a las cinco y media de la mañana, ni los pájaros están levantados a esta hora.

-Nos acostaremos aquí- Lo ignoré y tendí una manta sobre el sofá.

Sin más, me dispuse a abrir los condones que había comprado.

-Tal vez esto te sorprenda, pero un sujeto que usa pantalones con ositos para dormir no es mi tipo ideal- Miró con recelo mi pijama mientras yo tiraba los envoltorios al piso y el interior en el tacho de basura- Pooh, no soy la persona más promiscua del mundo, ¿pero no deberías quedarte con el condón y ponértelo ya sabes donde?

-No tendremos sexo.

-Uy, que alivio- Nut resopló y me dió una palmada en el hombro.

-Auch, ¿Y eso por qué fue?- Apreté la zona adolorida, Nut sí que tenía la mano pesada.

-¡Por tu culpa cancelé mi desayuno con con Benz!

-¿Sales con el profesor de Biología? -Le pregunté intrigado.

Nut abrió y cerró su boca vacilando.

-No, sólo vendría a casa a darme una mano.

-Oh, claro que te la daría- Reí.

No lo culpaba, el profesor estaba buenísimo.

-Ya cállate y dime que hago aquí -El chico de cabello rosa se exasperó.

Suspiré e intercalé la mirada entre Nut y la puerta de mi habitación.

Lo que menos deseaba era que Pavel se despertara antes de tiempo.

-Cometí un error y le dije al hermoso chico que vive conmigo que me gusta.

Nut elevó sus cejas con sorpresa.

-¿Y él como se lo tomó?

-Como si le hubiera dicho que me comí a su hermano vivo.

-Auch, eso debió doler- Siseó.

-Como sea, quiero que finjamos que tuvimos sexo así él pensara que ya lo superé y no se sentirá tan incómodo estando conmigo. Al menos hasta que pueda encontrarle un lugar seguro en el cual quedarse.

Nut hizo un puchero enternecido por mis palabras.

-Eso es muy lindo de tu parte, tú jamás harías algo así por alguien a menos que haya algo sexual de por medio.

¿Cómo decirle que pensar con lo de abajo había sido el principio de mis problemas y que había aprendido mi lección?

-Sólo quiero arreglar las cosas que yo mismo causé, ¿bien?

Nut meneó su cabeza afirmativamente.

-Bien.

Nos desvestimos y acostamos en el sofá conmigo entre sus piernas.

-¿No debería estar yo arriba?- Enarcó una ceja.

-En tus sueños.

-Vamos, bebé, seré cuidadoso- Nut en una maniobra me dió vuelta y se colocó sobre mí.

-¿Bebé?

-Me estoy metiendo en mi papel de amante.

-Sólo sígueme la corriente y mejor cambiemos de posición-Lo devolví a la posición original en contra de su voluntad.

-¡Que importa la posición!

-¡Se verá más creíble! -Argumenté.

-¡Hubieras pensado eso antes de arrojar más de diez empaques de condones al piso! -Acusó- ¿Qué eres? ¿Un semental?

-Cierra la boca y quédate abajo.

-¡Tú eres quien entrega!- Nut se removía.

-¡No, tú!- Lo sujeté.

-¡No, tú!

-¡Oh, ahí viene! -Susurré y cambié mi expresión por una sonrisa.

Justo en ese momento, Pavel avanzó por el pasillo y se topó en la sala con la imagen de nosotros dos mostrándonos amor de una manera demasiado cursi.

-Me gustas mucho, cariñito- Acaricié la nariz de Nut con la mía causándole cosquillas.

-Tú más a mí, chocolatito- Nut sonrió como si estuviera en un comercial de dientes y me besó la mejilla repetidas veces.

Pavel arrugó sus cejas y dió un paso atrás por la impresión de la escena.

-¿Pooh?

-¡Oh, Pavel!- Al levantar mi cabeza, fingí una expresión de sorpresa digna de un oscar- Perdona, olvidé que estabas aquí.

Siguiendo con la actuación, me aparté del cuerpo de Nut únicamente cubierto por su ropa interior y besé su mano.

-Lo siento, cariño, prometo que haremos la posición de helicóptero en otra ocasión.

-Está bien, mi dulce de miel- Nut me pellizcó la mejilla.

En serio, ¿de dónde sacó esos apodos tan cursis?

Pavel con sus cejas en una fina línea y cruzado de brazos contemplaba la escena de ambos volviendo a colocarnos la ropa.

Me despedí de Nut y para agregarle más drama, solté un gran suspiro al cerrarle la puerta.

-Estoy exhausto- Limpié el supuesto sudor de mi rostro y tomé asiento junto a Pavel en uno de los taburetes de la cocina.

-¿Quién era ese feo? -Inquirió con cierto tono irritado

¿Acababa de llamar feo al chico más hermoso de la escuela? ¿Qué tenía en los ojos?

-¿Nut? Oh, sólo, ya sabes... un chico con el que me enrollo- Expliqué desinteresado y me serví agua de la jarra.

-Pensé que habías terminado con eso.

-¿Qué? ¿En serio te lo creíste? Por favor, prefiero donar mi miembro antes que dejar el sexo- Meneé mi cabeza.

Pavel escuchó lo que dije en silencio y mientras bebía de mi agua sentí su mano deslizarse desde mi muñeca a mi brazo.

El inesperado toque causó revoltijos en mi interior.

Tenía que mantenerme fuerte.

-Pooh, siento lo que pasó anoche -Ví de reojo como agachaba la cabeza apenado- Sailub me contó todo. Fue mi culpa, no debí beber tanto.

-Está bien, Pavel- Dejé el vaso a un lado.

Cuando me dispuse a bajarme del taburete, Pavel se adelantó a bajarse del suyo y me abrazó desde atrás. Apoyó su cabeza en mi espalda y aspiró mi aroma.

-De verdad lo siento- Murmuró y mi corazón se entibió al oír la dulzura de su voz.

¿Era sincero? Pero, ¿cómo sabría que no estaba mintiendo?

Estaba seguro de que él podía oír el desequilibrio de mi respiración perfectamente. Su cercanía bastaba para que todo mi ser hiciera cortocircuito.

Pero no, no debía mostrarme afectado así que me enderecé y fingí que él ya no me atraía en lo más mínimo.

Con toda mi fuerza de voluntad reunida, deshice su abrazo y él me enfrentó con una expresión extrañada.

-No hace falta que hagas esto.

-¿De qué hablas?

-Creo que es hora de terminar con nuestro trato, después de tener sexo suelo perder el interés en la mayoría de las personas y sinceramente ya no me gustas tanto como pensé- No sé de donde salía la frialdad con la que hablaba, pero no me quejaba.

-¿Pero y tu declaración en la fiesta?

-Sólo estaba jugando, tú te crees todo -Me reí burlón.

Pavel no podía estar más confundido, evaluaba lo que decía como si hubiera sido engañado todo este tiempo.

Al comprobar que aún seguía en modo procesando, hablé sobre el asunto de mayor importancia.

-Y sobre el departamento, puedes quedarte al menos hasta que hablemos con mi madre sobre tu beca- Sonreí compresivo con los labios sellados.

Pavel abrió sus ojos y dió un brinco de felicidad.

-¿Me ayudarás? -Formó una gran sonrisa- ¡Gracias! ¡Eres el mejor!

Pavel me envolvió entre sus brazos y me apretó contra él. Tuve que luchar contra mi impulso de sostenerlo por la cintura y llevar mi rostro a sus pechos.

En ese instante, el teléfono de Pavel vibró en el mesón.

-¿No atenderás?

-Debe ser la chica con la que bailé anoche -Mordió su pulgar y me miró esperando algo de mí.

-No la pierdas- Apoyé mi mano en su hombro y lo dejé solo atendiendo la llamada.

La forma enérgica con la que hablaba a la chica me entristeció de repente porque sabía que aunque lo deseara Pavel jamas me vería de esa forma.

Pero estaba bien, quizás yo también podía conseguir a otro chico de bonitos pechos del cual enamorarme.

Por un lado amo a Nut y por el otro quiero llorar, Pooh es más de lo que Pavel se merece. 🤌🏻✨