꒰🔥꒱ Capitulo 15.
PAVEL
Sólo a mí se me ocurre dejar todo para último momento.
Ahora me encuentro rodeado de proyectos para hacer, documentos que leer y presentaciones que planificar.
-Vaya, parece que un huracán pasó por aquí - Pooh salió de la habitación después de haberse dormido unas largas horas.
Ya eran las 4 de la mañana y yo intentaba no cerrar los ojos mientras le pagaba el techo a la mini casa que estaba realizando.
-A penas he dormido diez minutos, he comido sólo una barra de pan en todo el día y tengo que entregar esta maqueta mañana, así que te aconsejaría no meterte conmigo y aún menos después de que hayas intentado arrebatarme a mi novia- Respondí furioso e hice una rabieta cuando la maldita casa se niega a despegarse de mi mano- ¡No sé ni por donde empezar!
-¿Por qué no empiezas por respirar? -Pooh rió juguetón como siempre y me ayudó a despegarme el objeto.
Solté un suspiro que despeinó mi cabello ya despeinado.
-Sólo tú puedes respirar en esta época del año, ¿cómo lo haces?
Pooh barrió con el pie algunos cartones que estaban tirados y se acomodó junto a mí en el piso.
-Se llama mantener la calma, meditar y pagarle a alguien para que haga el trabajo.
-Eso es hacer trampa.
-¿Quieres que le pague a alguien por ti?
-¿Podrías?- Salté en mi lugar emocionado.
-No suena tan mal, ¿verdad?- Pooh pinchó mi nariz- Lo llamaré y todo estará listo en cinco horas.
-¡Cinco horas! -Entre en pánico -¡Debo entregar esto a las 7 a.m!
-Entonces, yo te ayudaré.
-Por favor, no sabes ni peinarte sin pagarle a alguien- Le reproché volviendo a lo mío.
Pooh levantó una ceja y revisó los papeles que estaban dispersos sobre la mesita frente a nosotros.
-¿Estos son los planos?
-Ajá- Respondí más concentrado en cortar correctamente los materiales.
-Te equivocaste en la medida, las paredes dice que miden 2,85 y estas miden aproximadamente 2,45- Señaló el papel- Y los bordes no quedaron lo suficientemente gruesos.
-¿Qué ahora eres experto en paredes? -Me burlé.
-No, pero sé leer, cosa que tú no- Me molestó y arrebató el cúter- Yo haré esto y tú corrige los planos.
Quise refutarle pero al ver la hora comprobé que no tenía mucho tiempo para pelear. Seguiría en otro momento.
-¿No puedes comprar materiales más caros?
-Tal vez esto te sorprenda, pero... -Me acerqué para susurrarle- Mi presupuesto es cero y debo conformarme con esto.
-¿Por qué no lo compras con el presupuesto de la comida? No me molesta mientras no me despiertes en la madrugada con tus balbuceos.
-Uy, si y para la cena habrá Carton al pegamento, ¿qué te parece?
-Me gusta, cariño.
Puse los ojos en blanco y él me revolvió el cabello.
Mientras modificaba los planos, mis ojos sin querer se desviaban a Pooh y la forma tan sexy en la que cortaba el cartón, como mordía su labio luciendo concentrado y la manera en la que el sudor bajaba por su frente
¿Qué? ¿Por qué lo miraba? ¿A caso tenía una obsesión con los cuchillos y sus venas marcadas cada vez que los sostenía? Me recordaba a otra cosa que sostiene muy bien...
Pooh se dió cuenta de que lo veía como un baboso y llevó su mano a mi pecho derecho. Como llevaba puesta una camiseta delgada su toque envió corrientes placenteras por todo mi cuerpo.
-¿Quieres hacer una pausa, cariño? -Pooh se acercó a mí y tan sólo su mirada bastó para endurecer mis pezones_.Mírate, ni siquiera te he tocado y te sientes ansioso porque lo haga- Sonrío y tomó mi pezon derecho entre las puntas de sus dedos.
-P-pooh, por favor...
-¿Qué estaba pidiendo exactamente?- ¿Qué cesara sus movimientos o continuara?
Ni yo lo sabía.
Sorprendentemente Pooh se separó y siguió colocándole cartulina a las paredes.
-Tranquilo, no quiero que pienses que te ayudo sólo para obtener algo a cambio.
Me quedé embobado unos segundos viéndolo trabajar arduamente por un proyecto que ni siquiera es de él cuando en este momento podría estar follándose como salvaje a tres chicos a la vez si lo deseaba.
Pero él estaba aquí... conmigo.
-Eso es lo más dulce que me has dicho hasta ahora- Le dije reteniendo una sonrisa.
-No te acostumbres o te decepcionarás- Me advirtió.
-No puede decepcionarte alguien del que no esperas nada- Formé una sonrisa de boca cerrada.
-Eso me gusta de ti.
-¿Qué cosa?
-Tú no esperas nada de mí, ni que sea perfecto, ni un rico presumido. No te importo para nada, sólo te importa mi dinero.
-Uy, si habló el ser moral-Río- ¿A caso tú ves más alla de lo que tengo entre las piernas?
Pooh también sonrió y apoyó su mejilla en su palma observándome fijamente.
-Creo que eres mucho más de lo que tú mismo aparentas. Eres impredecible, ¿dime quién más aparte de ti me prepararía mi desayuno con mucho amor y ese mismo día me haría una propuesta sexual? Eres divertido, inteligente y me gusta... me gusta estar contigo- Sus ojos brillaban mientras hablaba- Es aburrido estar solo aquí.
Tragué en seco ante sus sinceras palabras. No quería admitir que no me molestaba mucho estar aquí, de hecho, no me molestaba para nada.
-Vaya, me hubieras advertido que te ponías melancólico en la madrugada.
Pooh aproximó su rostro al mío, unos centímetros más y podríamos tocarnos.
-Y sé que haces bromas para esquivar el hecho de que a ti también te gusta estar conmigo.
Me perdí por unos segundos en aquellos ojos que se iluminaban tan claramente.
¿Cómo podían teñirse de luz cuando me hablaba tan dulcemente y volverse fuego cuando estaba sobre mí?
-No es cierto, no soy gay-Volteé mi cabeza ignorando cualquier pensamiento no hetero.
Pavel, imagina a actrices famosas, en su rostros delicados, piensa en sus labios y en sus cabellos largos y bonitos.
Pero Pooh también tenía todo eso, ¡mierda!
Y también tenía un enorme...
-¡Me voy al baño! -Grité y corrí a encerrarme al baño.
Pooh sólo sonreía y aumentaba mis ganas de hacerle cosas indebidas.
¿En qué me había convertido?
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