Hola!

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Seokjin era un chico solitario y ese fue el problema.

La soledad en si no está mal, al menos que te lleve a hacer cosas que no deberías hacer. A finales de preparatoria, los padres de Seokjin tuvieron un accidente automovilístico. Provocando el fallecimiento de ambos. Al principio Seokjin no podía creerlo. Parecía historia de película cliché donde los padres del protagonista mueren. Sin embargo, él no se sentía ningún protagonista.

Era hijo único, así que no tuvo alguien con quien compartir su dolor de hijo. Al ser menor, fue dejado bajo los cuidados de su tío, un solterón con problemas de adicción a la bebida. Por suerte, su tío era del tipo de borracho que se duerme, así que no tuvo que enfrentar mayor problema por eso. Pero en la vida, se necesita más que "no tener un problema" para poder ser feliz.

Seokjin tenía planes junto a sus padres y, la idea de cumplirlos, lo mantuvo a flote. Por eso, a pesar de haberlo perdido todo en tiempo record. Él aplicó a la universidad a la que sus padres querían que fuera y obtuvo una beca. Era complicado porque debía hacer horas de trabajo para la universidad, pero al menos éstos le daban materiales y estadía. Así pudo dejar a su tío, el borracho dormilón, y mudarse a la universidad.

No tardó en darse cuenta de que no tenía mucho tiempo para hacer amigos. Tenía que estudiar para mantener la beca y con las horas de trabajo que debía cumplir, no era muy sencillo. Podía ver a sus colegas y compañeros de clase hacer planes, mientras que él solamente tenía tiempo para hablar con algunos otros becados que tampoco tenían tiempo. Tenía que trabajar en decoraciones y ayudar en decanatura, a veces debía estar en la biblioteca o ayudando en alguna otra actividad. A veces hasta desvelarse para que cierta actividad pudiera realizarse sin problemas.

Era inicios del periodo universitario, cuando un chico alto y muy bonito entró a decanatura. Se mantuvo de pie, se miraba algo nervioso y Seokjin se preguntó si era su primer año y estaría nervioso de venir a hablar con el decano.

─ Hola, ¿puedo ayudarte?─ le dijo a lo que el chico negó con la cabeza.

Seokjin se sintió un poco confundido por aquello, pero aún así sonrió.

─ Soy Hoseok─ se presentó con voz nerviosa.

─ Oh, Seokjin, mucho gusto. El decano está ocupado, pero puedes esperarlo.

─ N-No venía a hablar con el decano─ le dijo con una sonrisa algo temblorosa. ─ Quería hablar contigo.

Seokjin volteó a ver a los demás estudiantes que esperaban turno y algunos otros becados, preguntados por qué ese chico quería hablar con él específicamente.

─ Claro, en qué puedo ayudarte.

Hoseok respiró aire y Seokjin sonrió, intentando que se calmara.

─ Podrá parecerte un poco extraño, pero me gustas─ confesó Hoseok─. Pienso que eres un chico muy inteligente para tener una beca y se nota que te esfuerzas mucho en decanatura.─ Las mejillas de Hoseok comenzaron a sonrojarse─. Además eres muy guapo y pues... Quería invitarte... tal vez a pasar un rato o a comer.

Seokjin se quedó con una expresión de sorpresa por la confesión del desconocido. Se aclaró la garganta y sonrió algo nervioso, sintiéndose un poco tímido. No solo por la confesión, si no porque había sido tan pública y él sabía que algunos estudiantes podían ser muy estúpidos y anticuados. Aún manteniendo esa crianza machista arraigada de que ser homosexual era malo o era alguna enfermedad. Alguna de esas estupideces.

Por otro lado, también pensó que ese chico, Hoseok, era muy bonito. Éste había dicho que pensaba que él era guapo, pero la verdad es que Seokjin pensaba que el guapo entre los dos era Hoseok. Tal vez no estaría mal salir con él.

Hoseok comenzó a ponerse notoriamente más nervioso porque Seokjin se tardaba en responder.

Entonces Seokjin negó con la cabeza, no tenía tiempo para ello. Aunque le gustaría, las clases sólo se irían complicando más y él tenía que cumplir con sus horas de beca.

─ Hoseok, la verdad me sorprendiste─ le dijo y sintió sus mejillas sonrojarse─. En éste momento no puedo tener pareja porque estoy muy ocupado, tengo que estudiar para mantener la beca y la beca en sí me obliga a cumplir con horas de trabajo. No tengo mucho tiempo libre, así que no podría aceptar tu propuesta. Con el tiempo me iré poniendo más ocupado aún.

─ Oh─, en el rostro de Hoseok se notó la decepción por el rechazo. ─ Entiendo, si entiendo. Sé que debes estar muy ocupado, pero gracias por escucharme.

Seokjin asintió con una sonrisa y el chico se fue de decanatura. Suspiró porque la declaración lo había alegrado bastante, pero a la vez le había recordado lo sólo que estaba y cuánto extrañaba a sus padres. Empezó a escuchar que algunos idiotas que estaban en decanatura comenzaban a hablar de Hoseok. Negó con la cabeza y se acercó a ellos.

─ Oigan, dejen de hablar de lo que no les importa─ les dijo.

Uno de los chicos sonrió y se puso de pie.

─ Soy Alexander─ se presentó. Aquella presentación tan extraña confundió un poco a Seokjin.

─ Seokjin.

─ Lo sé, el asistente del decano, ¿no?

─ No lo soy, pero casi─ confesó porque el decano siempre le estaba pidiendo hacer un montón de mandados.

─ Pasas muy ocupado, ¿te sientes sólo?

Seokjin se quedó viendo al chico.

─ Si, un poco.

─ Debe ser muy cansado estudiar y trabajar así─ comenzó Alexander.

─ Lo es, emm tengo que seguir con estos papeles.

─ Continúa, yo puedo acompañarte.

Seokjin se sintió raro por aquello, pero dejó que el chico se mantuviera de pie a su lado mientras él revisaba unos papeles que el decano le había pedido ordenar.

─ ¿Hay algún motivo por el cual necesites una beca? ─ preguntó Alexander.

Un suspiro salió de su boca, porque no tenía mucho tiempo para hablar. Quería librarse de Alexander y no pensó muy bien qué tipo de información le estaba compartiendo. Simplemente respondió mientras intentaba concentrarse.

─ Mis padres murieron en un accidente y quería venir a ésta universidad, así que apliqué.

─ Lo lamento.

─ No hay problema, solamente que estoy algo ocupado.

─ Entiendo, ¿entonces vives sólo aquí en el campus y no tienes a nadie en casa?

Seokjin respiró profundo sintiéndose un poco molesto, pero no le gustaba tratar a la gente de forma pesada.

─ Solo un tío, pero no es la gran cosa.

─ Entonces sí debes estar muy sólo y triste.

─ Alexander, no quiero ser muy brusco, pero estoy algo ocupado. Necesito entregar ésto y luego ir a estudiar.

─ Entiendo, pero antes de irme quiero decirte que yo puedo ayudarte.

─ ¿Qué? No, no, esto es sencillo.

─ No me refiero a los papeles, me refiero a tus padres. ─ Seokjin se giró y miró a aquel chico, su rostro se puso serio, porque le pareció que éste se estaba burlando de él. ─ ¿Quieres volver a verlos? ¿Quieres hablar con ellos? Yo puedo ayudarte.

Seokjin se quedó mirando al tipo, de repente se sintió algo confundido por el rumbo que estaba tomando la conversación.

─ ¿Te sientes triste? Yo puedo ayudarte, solamente te pediría algo a cambio. Ya sabes, leyes de intercambio.

─ N-No tengo dinero─ dijo Seokjin. ─ Así que supongo que has perdido tu tiempo...

─ No me refiero a dinero, Seokjin.

Alexander colocó una mano sobre la de Seokjin, que se encontraba sobre los papeles. Él chico observó aquello y quitó su mano.

─ No tendré sexo contigo─ le dijo en un susurro molesto, pensando en si golpear al tipo.

─ No te estoy pidiendo eso─ dijo Alexander, colocando nuevamente su mano sobre la Seokjin─, podemos hablar en la noche. Te puedo explicar, para que puedas hablar con tus padres, es muy sencillo. Yo puedo ayudarte.

Seokjin tragó saliva, aquello sonaba a algo en lo que no quería meterse.

─ Te sientes triste y sólo, yo puedo ayudarte─ Insistió Alexander.

Entonces Seokjin aceptó.

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