-¿Cual vestido debería llevar?- Takemichi pregunta a su esposo con curiosidad, mientras estaban preparando el equipaje.

-Te vez bien en cualquier cosa- Haruchiyo responde con calma mientras revisa el tiempo que les quedaba.
Takemichi realmente no tenía el mejor sentido de la moda y en muchas ocasiones Haruchiyo la ayudaba a comprar o elegir vestimenta, pero en esta ocasión la vestimenta que iban a utilizar no era particularmente importante.

La pelinegra estaba bastante enternecida por el cumplido, pero el tiempo se les estaba agotando y pronto la pareja tuvo que dirigirse al vehículo que Sanzu había preparado para ir hacía Roppongi.
Takemichi conducía mientras que Haruchiyo se encargaba de darle algunas direcciones o instrucciones, esto porque Sanzu tenía que coordinar algunas cosas por su teléfono y no podía conducir en aquel momento.

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 La pareja tardo relativamente poco en llegar al distrito de Roppongi, repleto de brillantes luces, clubes y bares, a los que asistían locales y turistas de distintas partes del mundo.

-¿Ya llegamos?- Takemichi pregunta con curiosidad por la dirección del hotel donde se iban a quedar.

-Todavía no, avanza un poco más- Sanzu responde mientras se fijaba alrededor.
Por el momento la pareja durante su estancia en Roppongi se quedaría en uno de los hoteles administrados secretamente por Bonten, donde se organizarían varios importantes negocios de la organización.

-¡Hey mira, allí están Rindo y Ran!- Takemichi exclama alegremente, viendo como los mellizos Haitani parecían estar esperándolos frente al hotel.
Ran estaba quieto mientras que Rindo ya estaba saludando con un cartel que llamaba la atención de la familia Akashi/Sanzu.

-Atropéllalos- Sanzu ordena amargado.

-Haru, no puedo atropellarlos- Takemichi prontamente insiste, manteniendo una voz sorprendentemente calmada.

-No con esa actitud- El hombre de cabello largo prontamente insiste en su petición, pero su esposa simplemente aparco el vehículo de manera responsable.
Sanzu ya estaba mirando con disgusto como los mellizos Haitani se estaban acercando.

-¡Michi!- Rindo saluda emocionada al encontrarse de nuevo con la pelinegra, que prontamente saluda a Rindo como si fueran amigas desde hacía tiempo (y no como si se hubieran conocido apenas ayer).

-Bienvenidos a nuestro distrito- Ran saluda de forma mucho más educada, aunque sigue sintiendo como Sanzu no esta precisamente contentó con verle a él y a su hermana aquí.

Independientemente de la presencia de los mellizos Haitani, lo primero que hicieron Takemichi y Haruchiyo fue ordenar su habitación, colocando sus pertenencias para su estadía.
Cuando la pareja se quizo dar cuenta ya se estaba haciendo de noche -Los Haitani preguntan si quisieras que te enseñemos un poco el distrito- Sanzu menciona con cierta discreción, mientras leía los nuevos mensajes de los Haitani (principalmente de Rindo).

-¿No tienen todos ustedes asuntos que atender mañana?- Takemichi pregunta con calma, la pelinegra de ojos azules ya casi estaba lista para comer e irse a dormir, como era usualmente su rutina.

-Si, pero los Haitani son del tipo de persona que se matan a fiestas, bebida y comida antes de realizar los asuntos importantes. Ya les ha causado algunos problemas antes, pero ellos no aprenden- Sanzu menciona con indiferencia.
-Si no quieres, simplemente deja que les diga que no- Prontamente el hombre de cabello largo intenta convencer a su esposa, que simplemente no es una persona que frecuenta mucho los mismos lugares que visitan los mellizos Haitani (y si ella decía que no, Sanzu también se evitaba un dolor de cabeza).

-Oh vamos, podría ser divertido...- Takemichi murmura a su esposo, aunque quizás era más bien que Takemichi simplemente no podía decirle que no a los Haitani con tal propuesta...
Sanzu suspira mientras que su esposa se va a poner una chaqueta. El hombre de pelo largo responde afirmativamente a los Haitani, y pronto su esposa le estaba tomando del brazo mientras salían a encontrarse con los mellizos.

-¡Yay! Vámonos- Rindo exclama felizmente al encontrar a la pareja.
Para sorpresa de Sanzu, los mellizos actualmente eligieron lugares 'decentes' para llevar a su esposa a conocer el distrito de Roppongi.
Algún rascacielos, algún punto turistico medio famoso y finalmente unos restaurantes medianamente decentes. Los estándares de Sanzu y los Haitani eran diferentes, pero la comida italiana que servían en aquel restaurante no era tan mala...

Por supuesto, después de la comida llego el alcohol, porque los Haitani no podían contenerse.
Después de unos pocos vasos, la 'bienvenida' empezó a profundizarse un poco.
-Que hambre que tengo- Takemichi menciona por lo bajo, ella no estaba bebiendo mucho realmente, pero de todas formas la mujer de pelo negro tenía bastantes antojos.

-¿Quieres algún postre antes de irnos?- Haruchiyo pregunta con curiosidad, pero pronto se le escapa un pequeño hipo, que atrae la risa de los Haitani.
Rindo y Ran habían bebido demasiado, Sanzu había bebido un poco demás, y Takemichi no había bebido mucho porque no resistía muy bien el alcohol.

-No gracias, creo que preferiría algo ligero. Pero de todas formas, más me preocupa que si continúamos mucho aquí, ustedes van a continuar bebiendo- Takemichi responde con calma.

-Esto no es nada, no nos has visto en una de las grandes fiestas de Bonten- Rindo aseguró con orgullo, pero en realidad parecía a punto de caerse de su asiento.
-Recuerdo la última...hubo mucho vomito- Ran añade.
Sanzu no estaba interesado en hablar de las celebraciones organizadas por su Rey (generalmente él estaba demasiado asqueado o demasiado fuera de sí, como para recordar todo completamente...), pero ahora se estaba sintiendo algo mareado...

-Bueno, lo siento si no soy tan entretenida pero me preocupo por ustedes chicos- Takemichi prontamente insiste notando como estaba Haruchiyo.
La pelinegra se levanta y sorprende a los mellizos, en algún punto del consumo de alcohol estaba claro que Takemichi se había convertido en la 'cuidadora designada' del grupo (y ella tiene talento para esto).

-No quice decir que seas aburrida, eres ciertamente una brisa de aire fresco...- Rindo insiste, aunque poco a poco sus palabras estaban perdiendo cierto sentido.

-Muchas gracias- Takemichi menciona un poco nerviosa por el cumplido, pero lo importante en aquel momento era encargarse de la situación.
Pronto Takemichi llevo a su esposo y los Haitani hacía afuera del restaurante, donde varios subordinados de Bonten estaban para ayudarla a llevar a todos a casa.

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-Cuidénse mucho. Tomen un poco de medicina antes de dormir y después de dormir- Takemichi menciona mientras dejaba a los Haitani en el interior de su casa con mucho cuidado. Era una casa espaciosa, pero tenía algunos descuidos y se veía algo, solitaria.
Sanzu estaba recostado cerca de la puerta, observando como su esposa se encargaba de dejar a los mellizos de forma segura en uno de los sofas de la vivienda.
Ciertamente la mujer de ojos azules no era muy fuerte, pero hacía todo con un gran cuidado y cariño que había tomado por sorpresa a los Haitani.
-¡Tengan dulces sueños!- Takemichi se despide de los mellizos, con la promesa de que irían juntos de paseo en alguna otra ocasión.

La pareja Akashi pronto se fue del domicilio de los Haitani hacía su hotel, todavía les quedaban algunas horas de sueño antes de que Sanzu tuviera que ocuparse de los negocios de Bonten.

-...Damn, ella si que hace a uno sentirse especial- Ran menciona sorprendido.
-Si- Rindo exclama adormilada, con la alegría de una borracha.

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-¿Seguro que no quieres tomar alguna aspirina o algo?- Takemichi pregunta con consideración.

-No estoy tan mal como los Haitani- Sanzu insiste con cierta confianza mientras entra a su habitación, agarrando el hombro de su esposa -Solo necesito dormir un rato- El hombre de cabello largo afirma.
Pronto Haruchiyo y Takemichi se acostaron en su cama a intentar dormir, pero por un momento la mente de Sanzu divagó entre pensamientos..
Sanzu entendíaque él realmente no tenía el mejor control, pero esto solo lo avergonzaba cuando ocurría delante de la mujer de ojos azules.

-Haru- Takemichi llama a su esposo, que pronto se fija en ella con interés -Dulces sueños- Takemichi exclama con felicidad extendiendo levemente sus brazos hacía el hombre de pelo largo.
-Dulces sueños- Haruchiyo definitivamente estaba más contento mientras tenía a su esposa entre brazos, este trato es algo que nadie que mirara a Takemichi además de él obtendría..

La feliz pareja se acurrucó debajo de las camas hasta que finalmente, Sanzu tuvo que irse a 'trabajar'.

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Los siguientes dos días fueron bastante normales, Sanzu se iba a trabajar temprano junto a los Haitani en los asuntos de Bonten y volvía unas cuantas horas después para pasar tiempo con Takemichi antes del evento de los Kawata.
Rindo y Ran ahora eran una peste constante, pero la verdad es que Takemichi lo hacía soportable...

Entonces llego el viernes, y la pareja se preparó para asistir al evento de los Kawata.

-¿Va a asistir Mikey?- Ran pregunta por casualidad.

-No sé, mi Rey no ha respondido a ninguna pregunta en un par de días. Solo me ha estado mandado instrucciones- Sanzu afirma con calma, bastante seguro conque su Rey estaba bien, aunque actuará de forma irracional de vez en cuando.
Ran murmura con calma ante esto, era un dolor en el culo cuando Mikey era así de poco claro en sus respuestas (un simple si o no seria suficiente).

-Oh, buenas noches Ran- Takemichi exclama saludando al mayor de los Haitani mientras ella sale del apartamento.
La mujer de cabello negro llevaba un vestido largo y simple de un color negro, pero con detalles rojos y blancos alrededor de su cuello, y lineas azules alrededor de la falda.

-Oy, buenas noches- Ran saluda en respuesta, tomado un poco por sorpresa por el sencillo vestido.
No solo que Takemichi se veía bien en el, pero también que Ran no estaba acostumbrado a una presencia o estilo similar.
Rindo era una chica extravagante y él mismo salía con chicas de un gusto caro y estilizado (y muchos de sus compañeros eran similar al traer a mujeres 'trofeo' a estos eventos).

-Te vez preciosa- Sanzu prontamente complemente a su esposa, que se agarra sonrojada de él mientras van al evento y Sanzu continúa susurrando cosas al oido de su esposa.
Ran no podía negar que por un momento, se sentía celoso de Sanzu -a quién Ran nunca había visto tan feliz, quizás Sanzu era incluso más feliz con Takemichi que con Mikey-, el hombre de cabello largo estaba por encima de su esposa en casi cada momento, con palabras o gestos dulces (que hace algunos días, Ran hubiera considerado impropios de Sanzu).

Pronto el trio baja hacía la calle, donde Rindo estaba esperando con el vehículo.
Una vez más Rindo esta bastante emocionada junto a Takemichi, pero el grupo no tiene mucho tiempo que perder, puesto que deben ir al evento de los hermanos Kawata.

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Takemichi estaba bastante sorprendida de ver el restaurante central del evento, por ahora reservado exclusivamente para un circulo de personas cercanas a Bonten.
El edificio tenía un estilo 'tradicional' que lo hacía parecer un santuario, pero estaba decorado con brillantes detalles y luces de color azul y rojo que formaban una especie de hermanos Oni, que atraían a la mujer de ojos azules como una polilla hacía la luz.
El grupo no eran los primeros en llegar, ya parecía haber varias personas dentro -Nosotros nos vamos a un sitio más privado- Sanzu afirma con calma, había acordado una sala separada para él con los Kawata hacía unos días.

-Muchas gracias- Rindo intenta decir, pero es prontamente detenida por el hombre de pelo largo que se lleva a su esposa hacía la planta alta antes de que los Haitani puedan intervenir y estropear la cita que Sanzu había planeado.

La situación fue vista con cierta extrañeza por otros invitados, que en su mayoría desconocían a la mujer pelinegra que Sanzu había traído.
Solo Takeomi, Kokonoi, Ran y Rindo realmente sabían...quizás algún invitado había escuchado algunos rumores, pero eso es otro asunto.

Había pasado casi una hora desde la apertura, Nahoya (más conocido como Smiley) había estado hablando 'educadamente' y con una amplia sonrisa con sus invitados -arrastrando a su hermano menor a donde quiera que iba, puesto que Angry estaba bastante nervioso en este especial evento como para hablar correctamente-, con casi todos excepto uno en particular.
No es que a Smiley o Angry les importará como estaba Sanzu, pero era la única persona a la que podían preguntarle sobre Mikey (a quién los hermanos todavía no habían visto aparecer).

-Hermano, cuidado- Angry exclama por lo bajo, deteniendo a su hermano antes de que este entrará en la sala privada que Sanzu les había exigido -Escuché algunos rumores...-

-¿Que?¿Crees que ya se esta drogando en nuestro nuevo restaurante?- Smiley pregunta de forma imprudente y mal educada.

-No, eso no- Insiste un avergonzado Angry -Escuché que Sanzu trajo una mujer-

-Seguró que es un regalo para Mikey o algo así- Smiley menciona con indiferencia mientras abre la puerta, encontrando a Sanzu y una mujer de cabello negro y ojos azules disfrutando de su cena -¡Sanzu!- Nahoya saluda con un grito, que parece estremecer a Angry y la mujer que acompaña a Sanzu.

-¿Que quieres?- El hombre de cabello largo exclama, con su voz claramente amargada mientras que Smiley y Angry se acercaban.

-¿Donde mierda esta Mikey?- Smiley pregunta sonriente, ignorando bastante a la mujer junto a Sanzu que intentaba calmar al hombre de cabello largo, que estaba a punto de iniciar una discusión con el mayor de los Kawata.

-Disculpa a mi hermano mayor, es un mal educado pero es buena gente. Mi nombre es Souta Kawata, bienvenida- El menor de los hermanos exclama con un tono bastante suave, a pesar de su seño bastante intimidante.

-¿Oh?¿Este es su restaurante cierto? Mucho gusto, mi nombre es Takemichi- La mujer de cabello negro exclama con emoción, pero manteniendo una muy buena educación frente a Souta.
Angry y Takemichi parecían comunicarse de buena manera, mientras que Nahoya y Sanzu estaban discutiendo abiertamente acerca de la ausencia de Mikey.

-Un placer ¿Que te ha parecido la comida?- Angry pregunta a su invitada.

-Ha estado deliciosa- Takemichi afirma sonriente ante el hermano de cabello azul, que esta bastante satisfecho con la respuesta.
El gemelo de cabello azul parecía bastante emocionado por el cumplido, y Takemichi no pudo evitar expresarse -Eres adorable Souta-kun- Takemichi menciona palmeando el cabello revoltoso Angry, un poco sorprendido por el gesto, pero no de mala manera...

-Que no te engañe, ese enano es mayor que tú- Sanzu prontamente le menciona a Takemichi.
-¡Tú no puedes decirle enano a mi hermano!- Smiley prontamente exclama a punto de golpear al hombre de cabello largo.
-Tú también eres un enano- Sanzu le responde de forma cínica a Nahoya.

-Haru, no inicies una pelea con los anfitriones- Takemichi le insiste a su esposo, mientras que Angry intentaba detener a su hermano mayor de iniciar una pelea con Sanzu.

-¿Y tú quién mierda eres?- Angry pregunta señalando hacía Takemichi de forma brusca, lo que obviamente molestó más a Sanzu.
-Mi esposa- Sanzu afirma prontamente, con una Takemichi todavía facilmente avergonzable.
-...¿Llevamos 12 años siendo amigos y me vas a mentir de esta forma?- Smiley exclama incrédulo, en realidad es que su cerebro no había comprendido completamente la respuesta del hombre de cabello largo.
-¿Nos hemos conocido por 12 años y en serio crees que somos amigos Nahoya?- Sanzu responde.
-Por lo menos te conozco lo suficiente, literalmente nunca te he visto interesado en mujeres o hombres, apostaba porque eras Mikey-sexual o algo así- Smiley le dice a su superior.

-¡Smiley!- Angry llama preocupado por los malos modales de su hermano mayor.
-Haru, por favor- Takemichi insiste sosteniendo la mano de Sanzu, que simplemente se calla por un momento, aunque con un ceño todavía molesto hacía Nahoya.
-...Lo lamento mucho- Angry prontamente se disculpa por la actitud de Smiley, que ahora también estaba callado (mantenía una sonrisa pero era obvio que estaba enojado).
-No te preocupes Souta-kun- Takemichi prontamente afirma ante el hermano de cabello azulado.
-Puedes llamarme Angry- Souta exclama con cierta confianza.

Angry no podía negarlo, estaba sorprendido porque Sanzu afirmará tan libremente estar casado...Era algo que el menor de los Kawata no se esperaba.
-Supongo que están un poco ocupados, así que voy a irme un momento- Takemichi menciona tímidamente retirándose de la mesa de forma educada, dejando simplemente a los Kawata y Sanzu.
El hombre de cabello largo en un principió estaba entristecido, pero pronto con su esposa abandonando la sala su tristeza se convirtió en ira, directamente dirigida hacía Smiley, que le sonreía y levantaba las manos.
-Smiley, lo que pienses de mi no importa, pero a mi Takemichi has insultado- Sanzu menciona lugubremente,
Ahora Angry era lo único que evitaba que se derramara sangre en el primer día del restaurante...

*******

*Centrándonos en Mikey.

Mikey entró sin llamar la atención, porque él así lo decidió, no había guardias y llevaba una vestimenta mucho más simple que cualquier invitado.
El jefe de Bonten incluso decidió entrar por un lugar mucho más discreto, intentando evitar llamar la atención. Saber que todo estaba bien era suficiente, él iba a dar un breve paseo y dar un par de saludos, e irse.
Era un plan relativamente sencillo, pero Mikey no estaba de humor para lidiar con muchos asuntos a la vez.

Se suponía que este era el día de Smiley y Angry, por lo que Mikey no quería realmente causar una escena.

Por esto Mikey había decidido entrar al baño unos momentos antes de ir a encontrar a sus viejos amigos...entonces él la encontró allí, la musa que no había encontrado en días.
La mujer de cabello negro estaba allí limpiando algunas lagrimas de sus ojos azules.

Mikey se encontró petrificado, y ella pronto lo noto.
Unos ojos negros no paraban de mirarla -¿Estas bien? Te ves enfermo- Ella preguntó preocupada, una respuesta natural al aspecto casi-moribundo que Mikey presentaba a veces.
¿Cual fue la primera respuesta del 'Invencible'?

Correr, naturalmente.

La mujer parecía avergonzada, pensando que había hecho una escena al ver a Mikey salir.
Pronto ella lo siguió afuera, Mikey tembló por un momento, sintiendo la presencia de aquella mujer en su espalda. Pero entonces una casualidad salvó a Mikey, y quizás también salvó a aquella mujer.

-¿Takemichi?- Una invitada de la celebración pregunta, como si hubiera recuperado una memoria nostálgica desde hace años...