Capítulo 30 Final
SeokJin nunca se había sentido más realizado como en ese momento lo hacía.
¿Quién iba a decirlo? Estaba a solo dos años de terminar la universidad, su madre y Taehyung lo amaban, tenía un nuevo amigo, Jaehwan el cual siempre estaba cerca para apoyarlo, y también lo mejor de todo era que estaba felizmente comprometido con NamJoon quien cada día no dejaba de impresionarlo.
Justo en ese momento estaba comiendo una paleta de cereza mientras veía a lo lejos a Hani guardar sus cosas en una caja.
NamJoon la había despedido por ignorar las advertencias donde le decía que no debía meterse en la vida personal de él y SeokJin, cosa que había hecho una y otra vez hasta que había sido el colmo con Jieun, quien también al otro la do de la oficina le rogaba a NamJoon que la perdonara y que no volvería a ocurrir. Claro que SeokJin la miraba y chocaba miradas con ella las cuales decían, largo de aquí, ya he ganado la pelea.
Habían pasado dos días desde que NamJoon le había pedido matrimonio y se habían tomado el fin de semana libre para pasarla juntos solos en el departamento, y apenas regresaron, NamJoon se dedicó a hacer los papeleos para ambas mujeres las cuales estaban más que sorprendida cuando NamJoon dio aviso frente a todos sobre su compromiso con SeokJin.
Y había sido increíble, todos habían aplaudido y se habían sentido feliz por la pareja a pesar de la confusión por el hecho de que NamJoon volvería a casarse y –ahora- con un hombre, lo cual no era realmente común debido a la mente cerrada de su país. Pero a pesar de ello todos los habían felicitado y deseado lo mejor, menos dos mujeres las cuales se habían mirado entre ellas compartiendo el mismo sentimiento de repulsión hacia la pareja, cosa que realmente le importaba en lo más mínimo.
NamJoon vio como le entregaba una carpeta con papeles a Jieun y sin una sonrisa la despedía, diciéndole que le fuera bien y tratara de no meterse en problemas. NamJoon caminó a sus espaldas cuando ella salía del edificio y se cruzó al lado de SeokJin quien le sonreía contento al verla siendo desterrada del lugar.
—Se nota que estas disfrutando esto. —dijo NamJoon con una risa pasando uno de sus brazos por los hombros de SeokJin.
—Quería verlas irse, que solo me dijeras no era igual de satisfactorio que verlas irse con mis propios ojos. Espero hayan visto mi anillo de compromiso porque quiero que mueran de envidia. —dijo lo último en voz alta para que Hani lo escuchara, pero lo ignoró y abrazó su caja saliendo de allí lo más pronto posible.
—Bueno, chico envidia, ¿Iremos con tu madre? La cena con mis padres ya está agendada para el fin de semana. —SeokJin asintió y sacó la paleta de su boca.
—Primero quiero que me lleves a casa de un amigo, no creo que lo recuerdes pero se llama Wonho. —NamJoon frunció su ceño y tomó la mano de SeokJin mientras ambos salían del edificio hacia el estacionamiento.
—¿El guardia del burdel? Pensé que se habían visto el otro día en el supermercado.
—Sí pero quisiera llevarle el pastel que traje. Recuerda que son dos, uno para mamá y otro para ellos. Olvidé decírtelo, pero te prometo que no tardaré nada. —NamJoon le abrió la puerta a SeokJin y lo miró con ojos no muy convencidos—¡No miento! Seré rápido, solo quiero darles el pastel, y quiero decirle que estoy comprometido, estará feliz de saber que es contigo.
—Está bien, y si quieres quedarte más tiempo solo dime y puedo pasar por ti luego.
—Para nada, ya hicimos planes con mamá y se molestará si la dejamos plantada. —SeokJin le dio indicaciones de donde se ubicaba la casa de Wonho y miró el pastel sobre sus piernas.
Estaba ansioso de ir con él y contarle sobre NamJoon, sobre todo porque Wonho siempre le había dicho que NamJoon estaba loco por él y terminarían juntos, cosa que no había estado en lo incorrecto ya que ahora ambos tenían hermosos anillos de compromiso y SeokJin posaba su mano izquierda sobre el muslo de NamJoon mientras admiraba la vista desde la ventana.
—¿Qué te parece si voy a comprar algo para comer a parte el pastel, y así llevarlo a casa de tu madre y cuando termine regreso a buscarte? —SeokJin sacó el pequeño palito de la paleta y lo dejó a un lado.
—Perfecto, entonces espero tu llamada cuando estés aquí de nuevo. —respondió SeokJin quitando su cinturón de seguridad y saliendo del auto junto al pastel entre ambas manos.
NamJoon lo observó tocar el timbre y esperar un momento, aprovechó a revisar las distintas notificaciones de su móvil pero el movimiento enfrente de la puerta de la casa llamó su atención cuando salió un hombre apuesto y con un cuerpo que decía "vivo en el gimnasio y cuál es tu problema" cosa que probablemente si aquel hombre fuese más alto, NamJoon le tendría miedo, pero en vez de eso, sintió celos al ver como el hombre se inclinaba y abrazaba a SeokJin, acariciando su espalda y viéndolo con ojos de alegría.
Una puerta se cerró y SeokJin volteó y frunciendo su ceño al ver a NamJoon bajarse del auto y con el control del auto poner seguro a todas las puertas.
—Pensé que irías a comprar algo para mamá. —NamJoon le sonrió a Wonho y pasó su brazo por la cintura de SeokJin.
—Pensé que sería de mala educación no presentarme cuando es un amigo tuyo.
—Espero SeokJin te haya hablado de mí, soy Wonho, fui muy cercano a SeokJin cuando trabajaba en Bonne Nuit. —dijo Wonho haciéndose a un lado e invitándolos a pasar—No me conoces pero yo sí a ti, veías mucho a SeokJin en el burdel y pude notar cuanto se gustaban desde entones.
NamJoon observó los alrededores y lo primero que pudo notar fueron los distintos juguetes de bebé en el suelo, mantas y un biberón sobre el sofá junto a una muñeca impecable.
—¡No puedo creerlo! ¿Ya tienen hijos? —Wonho asintió y se disculpó retirando los juguetes del sofá haciendo espacio para que la pareja se sentara.
—Sí, viven con nosotros desde hace cuatro meses, es increíble, y aunque aún estamos en proceso de acostumbrarnos a tener más juguetes que muebles, estamos contentos por los resultados. —SeokJin apoyó el pastel sobre la mesa de centro y guardó silencio cuando una hermosa niña de alrededor de ocho años salió de una habitación y miró avergonzada al par.
—Yeri, por favor lleva el biberón al bebé mientras yo hago la cena. —SeokJin sonrió al ver a Hyungwon manchado de posiblemente vomito de bebé con una mirada seria mientras limpiaba el líquido sobre su camisa—¿SeokJin?
—Hola, ya veo que vine en un mal momento. —dijo el menor sin dejar de sonreír al ver a la pequeña niña acercarse y saludarlo con una inclinación. SeokJin no pudo evitar tomar su pequeña mano y decirle que era una niña muy linda, cosa que la había hecho agradecerle y abrazar el biberón entre sus brazos, yéndose de allí apenada.
NamJoon no pudo explicar lo que había sentido al ver a SeokJin con aquella niña. Había sentido una opresión en su pecho al verle tan cálido y amoroso, hablándole con dulzura a la menor y mirando con ojos de amor la situación.
Aquellos que él había tenido cuando JungKook había nacido, aquellos ojos que decían que tu corazón había sido invadido con el cálido amor de un hijo y del cariño de un pequeño ser que haría tus días tristes en felices y los cuales sanarían tu corazón cuando lo necesitaras.
O pudo ver cuando hablaba tan emocionado con Wonho y su esposo, hablando sobre como habían tenido cientos de problemas para poder adoptar al hermoso bebé y a la niña pequeña de ocho años los cuales casi fueron arrebatados de sus brazos sino fuera por las amenazas de demanda si no daban fin a la guerra ya que Yeri y su pequeño hermanito –los cuales habían sido abandonados en el orfanato- querían estar con Wonho y Hyungwon, y no con la otra pareja que estaba siendo de menos a la de Wonho por ser dos hombres y juzgar la educación que podrían darle al par de niños.
—... ¡Hasta nos ofrecieron dinero para que dejáramos a los niños! Nos dieron el contacto de una casa de adopción la cual no hacía exclusiones pero cuando fuimos realmente no pudimos pensar en otros niños que no fueran Yeri y el pequeño Minhyuk. —SeokJin no podía dejar de escuchar la historia que Wonho le contaba con admiración y con amor al ver como habían luchado por el par de hermanos desamparados.
—Me alegro que hayan podido arreglar todo esto, es increíble como lucharon por tener a los niños con ustedes. A mí me gustaría poder tener esa fuerza para defender a mis próximos hijos, claro, si llegamos a tener. —NamJoon sintió la mano de SeokJin acunar la suya sin mirarle a los ojos.
NamJoon sabía que Jin tenía miedo de que no aceptara la idea de adoptar niños ya que pesaba que JungKook era suficiente y no le gustaría criar algún niño con él, cosa en la que no estaba en lo correcto, pero SeokJin nunca le dejaba hablar del tema por el miedo a la respuesta de NamJoon.
—No digas nada, tenemos mucho tiempo para hablarlo. —le dijo SeokJin una noche saliendo de la ducha con una toalla sobre su cabeza, inclinándose hacia él y besando su mejilla.
—De verdad que agradecemos su visita, NamJoon espero lo hagas muy feliz porque SeokJin se merece todo el amor del mundo. —dijo Wonho abrazando a Hyungwon y caminado junto a ellos hacia la salida.
—Es lo que he estado haciendo desde que lo conocí. —SeokJin se subió al auto y a través de la ventana se despidió de la pequeña hija de la pareja quien lo veía abrazando un peluche—Oye, antes de que me vaya, quisiera que me dijeras el nombre de la casa hogar que te recomendaron. —dijo NamJoon siendo precavido de que SeokJin no lo notara.
—Claro, de todos modos puedo investigar el número telefónico y más información si gustas, prometo llamarte. —le dijo cuando NamJoon le entregó su tarjeta y le agradeció.
SeokJin bostezó y abrochó su cinturón de seguridad, mirando a NamJoon cuando entró al auto y tomó camino en silencio hacia la casa de la madre de SeokJin. No pudo evitar fruncir el ceño cuando NamJoon sonrió de repente y soltó una pequeña risa la cual le contagió al instante.
—¿Qué te da tanta risa? Me das miedo. —NamJoon lo miró cuando se detuvo en un semáforo y tomó su mano dándole un suave apretón.
—Solo estaba pensando en lo malo que serias cuidando a un bebé. Sería como un bebé cuidando a otro bebé, a penas y puedes encargarte de tí mismo.
—Eso no es cierto, pronto cumpliré veinte y soy demasiado maduro a mi edad a comparación de algunos compañeros de universidad. ¿Sabías que hacen fiestas con drogas, alcohol y desnudos, y a mí no me invitan porque dicen que soy un aguafiestas? —NamJoon soltó una carcajada.
—Debiste haber hecho amigos, no tenía solo que pensar en el trabajo y terminar la escuela, debes divertirte. —Jin se encogió de hombros—Ya no trabajas, puedes salir y hacer amigos si deseas.
—Tengo amigos, Wonho es uno de ellos y estabas celoso ¿Crees que no me di cuenta? Y él está casado ¿Te imaginas si tuviera amigos en la universidad? A penas puedes con Jaehwan en casa, no quiero saber cómo te pondrías con más chicos a mí alrededor.
—Eres apuesto, cualquiera puede querer arrebatarte de mi lado. —SeokJin rodó los ojos y le señaló el semáforo el cual acababa de colocarse en verde—A lo que quiero llegar, es que no me gustaría que te casaras conmigo y te dieras cuenta que no viviste correctamente tu juventud, SeokJin. No quiero que te arrepientas y pienses en que fue un error casarte conmigo tan pronto.
—Nos casaremos en dos años, NamJoon.
—Sabes a lo que me refiero, estamos comprometidos, eres joven y no has explorado a los alrededores. —SeokJin pudo ver el rostro serio de NamJoon, y entendió a lo que se refería, aquella idea de "Te estoy quitando tu juventud" la cual siempre atormentaba a NamJoon cuando lo veía interactuar con chicos de su edad y hablar con emoción sobre su universidad.
—Yo nunca tuve exactamente una juventud o una niñez adecuada, NamJoon. Cuando papá se fue yo tuve que cuidar de Taehyung y encargarme de mamá también, fui quien dio la cara y tomó el papel de "Hombre de la casa", mamá me necesitaba. Algunas personas no se divierten solo con fiestas, alcohol, drogas y sexo. Me crié diferente y me enorgullezco, porque sé que estoy tomando la mejor de decisión de mi vida al casarme contigo. —NamJoon suspiró hondo y lo miró de reojo.
SeokJin sabía que aquel era un tema que sería infinito, o al menos los sería hasta que se casaran y NamJoon viera que Jin había nacido para estar unido a él, creando una hermosa familia con la frente en alto y sin la gran importancia que algunos le daban a la extendida diferencia de edad que tenía la pareja.
—¿Entonces perros o niños? —SeokJin sonrió y se cruzó de brazos.
—Los perros me gustan, pero creo que los niños son más tentadores. —NamJoon se estacionó frente la casa de la madre de SeokJin y se volteó hacia él quien se preparaba para seguir con la conversación—Pensé que era muy temprano para hablar de ello, no creí que querrías adoptar.
—¿Por qué no?
—Tú ya tuviste un hijo, ya tuviste una vida con Wendy y pensar en que tendrías que volver a hacerla conmigo... solo pensé que sería una gran carga para ti. Además no creo que le guste la idea a JungKook, si a penas y lograr aceptar que estamos saliendo, cuando se entere que vamos a casarnos espero que no se enoje con nosotros.
—Vamos no digas, eso. JungKook siempre quiso tener un hermano menor, o varios, solo que siempre me negaba ya que no quería tener más lazos con Wendy. Pero creo que ahora estará feliz de saber que por fin tendrá los hermanos que tanto quiso.
NamJoon acarició la mejilla de SeokJin y se inclinó para abrazarlo. SeokJin pasó sus brazos por su cuello y depositó un suave beso sobre el lunar que lo adornaba.
—Vamos a casarnos, vamos a adoptar un par de hermosos niños y un gran perro los cuales vivirán en nuestra nueva casa con ese gran patio que tanto deseas. Pero para poder tener todo eso tienes que terminar de estudiar, y sobre todo, tenemos que decirle a todos que estamos felizmente comprometidos. Vamos, seguro tu madre ha de estar ansiosa de saber la buena nueva.
Ambos bajaron y tocaron la puerta, con NamJoon cargando el pastel y Jin arreglando los cabellos desordenados de su pareja. Taehyung les abrió con una enorme sonrisa y los dejó pasar, gritando a su madre que habían llegado.
El resto de la tarde se había basado en risas, divertidas anécdotas de ambos y comer de aquel pastel que llevaban para la familia. Y entonces luego de que NamJoon y Jin se miraran cómplices, NamJoon tuvo la oportunidad para dar anuncio de su compromiso con SeokJin, y aunque la pareja había pensado que la reacción no sería tan buena, había sido todo lo contrario, con Taehyung feliz y corriendo por la casa buscando su celular para llamar a JungKook y contarle.
—¡Ahora voy a ser tu tío! —le gritó Taehyung a JungKook a través del teléfono, burlándose y corriendo a su habitación para seguir hablando con JungKook.
SeokJin no podía dejar de sonreír al ver a Taehyung feliz por él y por la idea de que JungKook y él serían familiares y tendría muchas más oportunidades de verse gracias a la unión de su hermano y su padre.
—De verdad me alegro por ustedes, sé que les irá muy bien. —dijo la madre de SeokJin, levantándose del sofá y acercándose a SeokJin, abrazándolo y diciéndole lo feliz que estaba por la noticia que a pareja le había dado.
SeokJin se sintió aceptado cuando vio cómo su madre amenazaba a NamJoon con hacer muy feliz a su hijo y cumplir cada una de sus promesas hacia el joven muchacho. Solo miró la escena, acariciando su anillo de compromiso y mirando el de NamJoon adornado su mano mientras abrazaba a su madre.
Si alguien le hubiera dicho a SeokJin un año atrás que entrar a aquel burdel sería la clave para su felicidad, entonces SeokJin no lo hubiera dudado tanto al momento de firmar aquel contrato, no hubiera llorado la primera vez que había tenido que servir a uno de los hombres del lugar y sobre todo, no hubiera encontrado a NamJoon aquella noche que lo vio, con su gran porte y dulce sonrisa.
SeokJin creía en el destino como cualquier otra persona, creía que NamJoon y él estaban destinados a estar juntos, sin importar las diferencias, la edad, las familias o las decisiones que los habían hecho que llegar el uno hacia el otro.
NamJoon y SeokJin estaban destinados a encontrarse y amarse hasta que la muerte los separase, hasta que ambos se dieran las buenas noches y la vida que ambos pasaron pasara por sus ojos, ilustrando cada uno de los momentos felices que pasaron juntos, ver a sus hijos crecer, verlos llegar a sus vidas luego de un largo proceso de adopción, verse a sí mismos en la boda diciendo el famoso acepto el uno al otro, todo hasta que se detuviera en aquella noche en Bonne Nuit donde ambos habían cruzado miradas por primera vez, donde todo había comenzado.
Llegando al punto inicial, aquel momento en el que SeokJin le habló con una coqueta sonrisa y observó la botella de su vino favorito frente al hombre—¿Puedo tomar asiento? —le había preguntado mientras NamJoon abría la botella y ambos tomaban su primera de cientas de copas de aquel delicioso Merlot.
Reviens vite, SeokJin. Eres el amor de mi vida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top