Capítulo 24

—Debes odiarme. —dijo NamJoon mirando a SeokJin con pena, observando cada uno de sus movimientos mientras emplataba el desayuno de JungKook y preparaba otro para que llevara a su primer día de universidad.

—¿Por qué? —se detuvo y se acercó a NamJoon, ayudándolo a ajustar su corbata y pasando sus manos por sus hombros—Pensé que ya habíamos hablado del tema.

—Sí pero realmente me siento mal, no puedo entender cómo estas tan tranquilo teniendo a JungKook con nosotros después de cómo te ha insultado y rechazado. O como lo tratas con tanta tranquilidad después de que nuestros planes de este fin de semana se cancelaron.

—JungKook no tiene la culpa. Esto es algo que pasará todos los fines de semana, él vendrá hasta que cumpla la mayoría de edad y no me molesta, sé que JungKook puede odiarme pero no lo hace a propósito, él solo está enojado por todo lo que ha pasado. —se devolvió al plato y antes de salir a dárselo a JungKook, depositó un casto beso sobre los labios de NamJoon—Quiero mucho a JungKook, no sé por qué debería dejar se hacerlo.

Y SeokJin salió de la cocina, viendo a JungKook agradeciendo con una sonrisa forzada.

—Bien entonces me voy, ya llegaron por mí. Nos vemos. —se despidió de ambos y salió del departamento, dejando solo a SeokJin con JungKook. JungKook dejó su tenedor a un lado y miró a SeokJin a penas las señales de NamJoon se disiparon.

—Taehyung irá también a la universidad donde estoy yo, solo que en una especialidad distinta. —dijo JungKook esperando una respuesta de SeokJin, la cual no recibió ya que SeokJin solo lo miró confundido—Ayer le mandé mensaje, le dije que quiero hablar con él y que me esperara en la entrada de la universidad, me dijo que lo hará.

—¿Crees que quiera volver a ser tu amigo?

—Nosotros nunca dejamos de ser amigos, él solo empezó a ignorarme. Es muy dramático pero le haré entender que nunca lo dejaría. Sí estuve enojado pero realmente creo que tú y mi papá no tienen nada que ver con nuestra amistad. —SeokJin bajó la mirada y asintió. —SeokJin hyung. —le llamó y el mayor sintió la mano de JungKook posarse sobre su bazo—Perdón. Creo que fui muy malo contigo estos dos días. Mamá me dijo muchas cosas antes de venir y realmente me convenció de que eras una mala persona, y me dejé llevar e ignoré al verdadero SeokJin que conozco desde hace años.

—Lo entiendo, tu madre y NamJoon se divorciaron posiblemente por mi culpa, pero eso no quiere decir que no haya pensado en ti y en Taehyung. Debí hablar contigo y con mi hermano antes de que NamJoon tomara esa decisión. Tuve muchos errores pero he aprendido la lección. Pero quiero decirte que realmente amo a NamJoon, puede que esto te enoje o al menos tengas la intención de comprenderme, pero quiero que pienses en esto. NamJoon y yo realmente nos queremos, y no pudimos evitarlo, y nos llegamos a mortificar por ello pero eso no quita le hecho de que los queremos con todo nuestro corazón.

JungKook suspiró hondo y devolvió su mirada su desayuno.

—Lo entiendo. No te diré que aún te tengo el mismo amor de antes porque te mentiría, hyung. Pero con el tiempo entenderé que lo que pasó no fue tan malo como mamá me lo pinta. Pero por ahora puedo asegurarte que hablaré con Taehyung y le diré que hable contigo.

Los ojos de SeokJin brillaron y sonrió—¿De verdad? —JungKook asintió.

—Lo haré. —se levantó y tomó el plato—Voy a lavarlo, no quiero llegar tarde a mi primer día de universidad, estoy muy ansioso. —SeokJin rió bajo al ver la emoción en las acciones de JungKook, con su sonrisa reluciente.

—No lo estarás cuando te dejes tanta tarea que llorarás por las madrugadas. —le respondió en cambio, tomando las llaves del auto y tomando el desayuno de JungKook.

El camino no había sido incomodo, la universidad estaba a tan solo cinco minutos del departamento, era una de las mejores universidades de la ciudad, donde aun recordaba como Taehyung estaba ilusionado por poder entrar junto a JungKook cuando empezaron a mirar las distintas universidades de la ciudad. Se habían hecho una promesa de ir juntos y poder así seguir en contacto. Claro que ambos habían ingresado sus papeles y realizado sus exámenes antes de que ocurriera el divorcio de los padres de JungKook, por lo cual aún se verían en la universidad aunque no fueran amigos.

Pero SeokJin podía ver aquel brillo alojado en los ojos de JungKook cuando había visto a Taehyung sentado afuera de la universidad, con su barbilla recargada en la palma de su mano, mirado a todos lados en busca de JungKook.

O cuando había visto como JungKook bajaba y corría hacia Taehyung, o cuando su hermano menor no había podido evitar lanzarse a los brazos de JungKook y cerrar sus ojos con fuerza, demostrándole cuanto lo había extrañado.

SeokJin en ese momento sintió tranquilidad en su pecho, porque supo que poco a poco las cosas se arreglarían y Taehyung podría volver con JungKook y perdonarlo por haber estado con NamJoon.

Así que se decidió por ir después de aquel mes a su casa, con la excusa de buscar algunas de sus cosas y por allí podría dejar dinero a su madre y dejar un regalo a su hermano. Rogó porque su madre no le impidiera pasar y tocó a la puerta mirando la bolsa donde tenía pan de Gyeongju el cual era el favorito de Taehyung y solían comprar siempre que iban de compras.

Suspiró hondo y sonrió no muy seguro cuando vio a su madre abrir la puerta con su rostro serio e impresionado al verlo luego de un mes entero de no hacerlo. SeokJin se sintió torpe por un instante.

—Hola madre. Vine a buscar algo de ropa y algunas cosas.

La mujer se hizo a un lado y vio a SeokJin asentar la bolsa con la comida sobre la mesita de la entrada mientras se deshacía de sus zapatos sucios por el lodo que la lluvia de la noche anterior había dejado.

—¿Por qué no entraste? Tienes llaves.

—Esta ya no es mi casa, eso sería de mala educación. —respondió con una sonrisa y tomando de nuevo la bolsa entre sus manos—Te traje algo de dinero para que pagues el tratamiento de Taehyung de tres meses adelantados. También hay algo extra por si quieren comprar comida o algo por el estilo.

La mujer lo miró sorprendida. SeokJin actuaba como si nada hubiera pasado, como si el trato que le hubiera dado no le hubiera importado, al contrario, veía una sonrisa y su rostro mejor que nunca. Podía notar como estaba descansado, tranquilo y feliz, a comparación a cuando solía trabajar y pagar los gastos de la casa, como lucia cansado en todo momento y no tenía tiempo de cuidar de sí mismo.

SeokJin era otra persona.

—Con permiso, iré arriba.

—SeokJin. —el menor se detuvo y se volteó a mirarla. Vio cómo su madre dejó el sobre sobre la mesa y se acercaba a él—¿Quieres tomar algo? Estaba haciendo té y podrías tomar conmigo si quieres.

SeokJin lo pensó bien. Quería decirle que estaba ocupado y no aceptar, recordando la manera en que lo había tratado, pero por otro lado se decía a sí mismo que él no era así, que no iba a odiar a su madre por un comportamiento que se justificaba con lo que había vivido años atrás con su padre.

—Está bien, supongo que una taza no estaría mal. —la mujer asintió y fue hacia la cocina con una leve sonrisa.

SeokJin subió a la habitación donde antes dormía con Taehyung y dejó la bolsa sobre su cama. Se sentó en ella y miró por un buen rato el lugar.

Estaba sucio, sabía que a Taehyung no le gustaba limpiar y siempre quien mantenía la limpieza era SeokJin, pero rió al ver restos de comida por el suelo y ropa sucia por doquier. Y mientras su madre preparaba el té, empezó a levantar las prendas y a acomodar la cama. Limpió y ordenó el closet de su hermano junto a sus libros que estaban regados por su antigua cama.

Y entonces SeokJin sintió un golpe de calidez cuando vio el retrato de la foto que tenía con Taehyung al lado de su cama, sobre la mesita de noche junto a la lámpara nocturna.

Aquel marco estaba en las sala de la casa, siempre estaba allí arrumbado y lleno de polvo, pero parecía que Taehyung lo había tomado para poder verlo siempre que entrara a su habitación y así pudiera recordar quien era su único hermano, y el único que nunca dejaría de amarlo pasase lo que pasase.

Escuchó la voz de su madre llamarle, y bajó dejando el marco en su lugar.

Había pasado la mañana hablando con su madre, poco a poco empezando a sentirse más cómodo, riendo entre ratos la escucharla hablar de cómo Taehyung había ido a un curso de música y había reprobado por no participar debido a su timidez.

—Me alegró verte de nuevo hijo. —SeokJin se dejó hacer cuando su madre apartó el cabello que cubría sus ojos.

—Yo también me alegro de verte madre. Me tengo que ir, NamJoon no tardará en llegar y voy a cocinar algo para él. —la mujer tragó en seco al escuchar el nombre de NamJoon y apartó su mano de su hijo—Dile a Taehyung que lo quiero, y que vendré un día de estos a verle. —tomó las llaves del auto y miró por última vez a su madre—No tienes que forzarte a ser amable conmigo, sé que aún me tienes resentimiento y lo siento. Fue agradable platicar contigo.

—SeokJin, espera... —vio como se acercó a él y depositó un beso sobre su mejilla—Adiós.

SeokJin asintió y le dedico una última sonrisa, entrando al auto, apoyando sus manos en el volante y arrancando el auto para poder irse al departamento y cocinar algo para NamJoon quien posiblemente estaba de camino a casa.

Bostezó mientras saludaba a la recepcionista del edificio quien le saludó devuelta y devolvió su mirada a su computadora, anotando el registro del residente.

SeokJin estaba impresionado en como en ese edificio la seguridad era impecable, con cientas de cámaras en los pasillos y los trabajadores del lugar, tratando de que siempre el edificio fuera impecable y reconocido por ello.

Abrió la puerta y dejó las llaves a un lado, confuso al ver a NamJoon sentado en el sofá, con ropa casual y sin el traje formal que siempre usaba en el trabajo. Estaba descalzo, mirando una aburrida película que empezaba a provocarle sueño.

—Oh, ya llegaste. —le dijo y palmeó sus piernas. SeokJin fue hacia él y se sentó en su regazo con una dulce sonrisa en su rostro al verle tan tranquilo y cómodo—Pensé que estarías aquí cuando llegue pero no te vi.

—¿Tienes mucho que llegaste? —preguntó SeokJin y se sintió mal cuando NamJoon asintió.

—Algo, solo fui dos horas a la oficina y luego como vi que no había gran cosa que hacer me regresé. ¿Dónde estabas? —NamJoon lo ayudó y quitó la sudadera de SeokJin, así quedando solo en una camiseta blanca.

—Estaba con mamá, fui a darle algo de dinero y le dejé el pan favorito de Taehyung. Seguro se pondrá feliz cuando lo vea sobre su cama. —rió al sentir los labios del mayor sobre su cuello y se apartó golpeando juguetonamente su hombro—¿Tienes hambre? Tenía pensado hacer tallarines chinos.

—Tengo mucha hambre, no quise cocinar algo porque no sé hacer nada sin tu ayuda. —SeokJin asintió y se levantó para caminar hacia la cocina—¿Necesitas ayuda?

—No, tranquilo yo me encargo, son fáciles de hacer.

NamJoon no despegó la mirada de los movimientos de SeokJin y frunció su ceño—Por cierto, hace rato recordé que me habías dicho que tenías una sorpresa para mí. —SeokJin se volteó y lo miró divertido.

—¿De verdad? No recuerdo haberte dicho eso.

—SeokJin... —el mencionado soltó una carcajada y lo miró por última vez antes de entrar a la cocina.

—Los regalos solo se dan en los cumpleaños, así que realmente no tengo ningún regalo para ti por ahora. —NamJoon bufó y confundido se levantó hacia la cocina siguiendo a SeokJin.

—¿Entonces si tienes uno pero me lo darás en mi cumpleaños? —el menor se encogió de hombros y se apoyó a la barra—¡Jin! —se quejó cuando el mencionado lo ignoró y se rió de su insistencia.

Pero en vez de resolver sus dudas, solo se acercó y besó la nariz de NamJoon.

—Ese es mi regalo. —y se devolvió, ignorando una vez más al más alto quien bufó y regresó a la sala para terminar de ver la película. SeokJin solo pudo reír al verle actuar tan tierno e infantil al no haberle dicho la verdad.

Pero no podía decirle en verdad si quería que fuera una sorpresa. Bondage, posiblemente la mejor sorpresa que le hubieran dado en su vida. 

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