Keith y Lance son mejores amigos, a pesar de que en un principio ni siquiera se soportaban, terminaron siendo mejores amigos, y es un hecho muy gracioso para todo su grupo de amigos.

Pero desde que ellos empezaron su rara e íntima amistad, las salidas entre ellos son más comunes, y una ocasional,dos por semana, pijamada en la casa de alguno de ellos no es nada raro.

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Keith se tumbó con toda confianza sobre la cama de Lance, estaba vestido con su sencilla pijama roja y traía puestas las curiosas pantuflas de León rojo que él moreno había hecho para él, en su regazo acomodó el cuenco de palomitas con mantequilla y miró al chico cubano.

-¿por qué haces eso?-

Observaba cómo Lance frente al espejo de su pequeño baño personal se colocaba una de sus usuales mascarillas raras.

-Ya te lo he dicho Mullet, no tiene nada de malo que quiera cuidar mi cara-

El chico siguió con su trabajo de llenar su cara con el producto, y respondió sin mirar al contrario.

-Eso lo sé- respondió de inmediato- No creo que sea malo, simplemente no sé porque lo haces, tú no lo necesitas-

Lance rió un poco, al menos lo poco que la mascarilla le permitía.

-¿De qué hablas?-

Se giró para verlo una vez había terminado su trabajo. A Keith le gustaba un poco, sólo un poco, como lucía Lance durante sus pijamadas, con una de sus delgadas pijamas bajo su bata azul y sus pantuflas a juego con las que le hizo a él, y el cabello sostenido por una de sus diademas para no estorbar en su cara.

-quiero decir, todas estas cosas dicen "para piel grasosa" o "para corregir las manchas" y yo simplemente no veo nada de eso en tu rostro-

Comió un par de palomitas mientras la confusión era visible en su rostro, Lance nunca admitiría que es adorable cuando usa esa expresión. En cambio el moreno sólo rodó los ojos y sonrió con diversión.

-Obvio no, porque las uso-

Keith arrugó su nariz, haciéndolo lucir aún más adorable, y negó con la cabeza.

-No creo que sea eso-

Comió un par de palomitas más en lo que, aparentemente, pensaba.

-Es sólo que tú... ya eres lindo, sin necesidad de todas estas cosas-

Lance sintió el calor inundar sus mejillas, y agradeció enormemente que la mascarilla no permitiera ver el enrojecimiento de estas.

-¿que dices? Eso es ridículo-

El moreno se sentó junto a su amigo y tomó su computadora dispuesto a poner cualquier película mala que hayan acordado ver.

-¿por qué ridículo? Es cierto, tú ya eres lindo-

Lance decidió ignorar los comentarios de su amigo y seguir con la noche, ellos acurrucados viendo una película mala sobre zombies alienígenas o algo así. Lance rechazaba las palomitas que Keith le ofrecía ya que su mascarilla no le permitía mover mucho la boca y Keith aprovechaba cualquier oportunidad para darle más cumplidos disimulados.

Sólo una pijamada más del par de amigos.