x2x
Frank se escribió por mensaje con Gerard un buen rato, a veces dejando escapar una sonrisa.
—¿Con quién tanto hablas?—
Preguntó Linda, su madre.
—Con el chico del que te conté—
Tuvo que dejar su celular de lado un momento. Miles pedía por un poco más de carne y aunque le diera asco tenía que cortársela.
—Gracias papi—dijo el pequeño, comenzando a picar los trozitos de carne con su tenedor.
—¿El que parece chica?—Indagó la mujer.—Frank, ¿no te parece un poco raro hablar con un desconocido?
—Si no puedo hablar con desconocidos, ¿cómo hago amigos?—Linda puso sus ojos en blanco, su hijo podía ser bastante molesto.—Ya soy un adulto mamá, no va a pasar nada malo.
—Está bien, pero no le vayas a dar tu dirección.
—Ya lo sé má.
—¿Tenés alguna foto de él?—Le causaba bastante intriga el dichoso jóven que cautivó la atención de su Frankie. Con una sola imagen de él podría darse cuenta si era el indicado.
Frank presionó en el ícono de Gerard, una niña aparecía en primer plano. La reconoció como Bandit, la pequeña que estaba con él en el local, salía sonriendo y estirando una de sus manitas hacia la cámara. A su lado estaba Gerard, también sonriendo, pero él miraba a su hija, la tenía cargando en sus brazos.
Admiró la pantalla por unos segundos, luego, se lo enseñó a su madre. Ella lo observó por un momento.
—No parece una mujer Frank—su rostro tenía una mueca graciosa.
—¡En persona es diferente!—se defendió, tal vez no tendría que haber contado eso.
Se quedaron en silencio. La mayor siguió examinando el probre ícono. Frank ayudó a Miles a comer.
—Creo que te está llamando.
—¿¡Qué!?—arrebató el teléfono de las manos de su madre en menos de un segundo, pero la llamada ya había sido finalizada.
Gerard: Bandit tenía mi celular, perdón por eso
Me reí un poco, Miles siempre agarraba su celular y llamaba hasta a números que ni conocía.
Frank: Jajajsja, Miles hace lo mismo. No te preocupes
Gerard: Creo que le llamó la atención tu foto de perfil
Frank: Aww, ¿le gustan los perritos?
Su foto era una imagen de Lois con Miles abrazandola cariñosamente por uno de sus costados.
Gerard: Yass, también los gatos pero yo soy alérgico
Frank: oh, qué mal. No vas a poder disfrutar esas bolas de pelo llenas de maldad
Gerard: Jajajaj, quizá pueda ponerme alguna inyección para eso, pero mientras pueda conformarla con un peluche está bien
Frank: Hay que aprovechar que al día siguiente de pedir algo ya no se acuerdan :p
Gerard: Ay Bandit se acuerda hasta de los vestidos que me pidió una vez en el centro comercial
Yo a su edad comía tierra ):<
—Hey, enano. Yo no voy a cuidar a mi nieto el sábado—Dejó de prestar atención en el artefacto al escuchar la declaración de Linda.
—¿Qué?, ¿Por qué?—El sábado estaba invitado a el cumpleaños de su mejor amigo Ray. Le venía rogando a su madre que cuidara al pequeño hacía semanas. Las fiestas de Raymond no solían ser muy apropiadas para menores, y si iba con uno, seguramente, se tendría que volver a su casa antes de la medianoche. Siempre fue muy responsable con el cuidado de Miles. Cuando Jamia decidió no hacerse cargo de su hijo, él tomó total responsabilidad y nunca había tenido problemas con ello ya que la niñera y Linda lo ayudaban bastante con eso, hasta ese momento.
—Tengo una cita—Declaró la mayor, intentaba sonar desinteresada.—Se llama Andrew, deberías conocerlo.
—¿Y también decirle papá nuevo?—Desde que su padre, también llamado Frank Iero, falleció hace ya once años, su madre había tenido una pareja. Cuando eso pasó, él apenas tenía dieciocho, después de dos años se separaron y eso le pareció bien, el tipo le daba mala espina. De un tiempo para acá ella se decidió a encontrar el segundo amor de su vida, o algo así. Tuvo citas con más o menos cinco hombres y ninguno la logró converser para, al menos, tener una segunda cita.—Pensé que tendrías un poco más de consideración, te pregunté si podrías cuidarlo hace más de dos semanas.
—Es tu hijo, no el mío—Se le ocurrían más de mil adjetivos descalificativos para describir a su madre cuando decía frases tan hirientes.
Él sabía muy bien que Miles es su hijo, y siempre intentó ocuparse de él al cien por ciento pero había situaciones en las que necesitaba una ayuda. Pocas eran las veces que llamaba a su madre para pedirle cuidar a su nieto, estaba bastante orgulloso de eso. Nunca la llamó para que lo vigilase mientras trabajaba, ni siquiera cuando tenía algún festejo o algo así, siempre estaba la niñera; Hayley, una dulzura de persona.
Era sólo un día el que le pidió, sólo un par de horas. No deseaba arruinar la conquista de su madre, eso no le importaba en lo absoluto. Lo que pasaba es que Hayley no podía quedarse por la noche, lo que llevaba a ninguna otra opción más que Linda. No confiaría en una niñera cualquiera.
—A veces no te endiendo mamá, es tu nieto. ¿No lo quieres o algo así?—Realmente trató de que su voz no se quebrara hacia el final de la pregunta; pero no pudo evitarlo.
El pequeño observaba a sus familiares conversar, no entendía nada de lo que decían pero estaba prestando atención de sobra.
—No se trata de querer o no, Frank. Ya hablamos sobre esto. Si yo no estuviera para cuidarlo, ¿qué harías?.
—¿Si vos no estuvieras para cuidarlo?—Preguntó.—Como si lo cuidaras mucho, si digo que te quedaste con él más de diez veces en tu vida estaría mintiendo—Comenzaba a molestarse, se sentía triste por su hijo. Su propia abuela no deseaba cuidarlo.
—¿Por qué no le decís a la tonta que lo cuide?—Ese apodo tan característico iba dirijido a su ex-pareja; Jamia.—Ella sí que tiene responsabilidades por cumplir.
—Sabes de sobra que nunca la llamaría a ella. Gracias por toda tu ayuda—dijo irónicamente.—Vení bebé, vamos a casa—Le limpió la boca a Miles con una servilleta, ignorando la conversación que tenía hace unos segundos.
—¿Vas a enojarte?, ya madura.
Frank tomó a su hijo de la sillita alta, lo sostuvo contra su cuerpo con uno de sus brazos mientras con su mano desocupada tomó las bolsas de las compras.
Linda lo miraba sin una expresión en el rostro más que frialdad.
—¿Me abrirías la puerta?—La mujer caminó en silencio por el corto pasillo que conducía a la entrada, abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarlos pasar.—Adiós Linda, suerte.
—Gracias, igualmente.
—¡Chau, abu!—Se despidió el menor sacudiendo su manito cuando su padre lo estaba asegurando a su silla especial en el asiento trasero. El viejo Taunus rojo gritaba por ser tirado a un desarmadero cada vez que encendía, pero Frank lo usaría hasta que ya no tuviera arreglo. Ese auto había sido de su padre, y cuando su madre pudo comprarse uno nuevo, él no dudó en reclamarlo.
Recordó el mensaje que había leído antes de la conversación con su madre, lo había dejado en visto, se sintió un poco culpable por eso.
Frank: Yo comía hormigas 😯
Le respondió mientras esperaba en un semáforo en rojo. Eso siempre le resultó gracioso, ojalá a él también le diera gracia.
Gerard: Diu, qué canibal
Uh no, eso es de personas
Qué carnívoro
Frank no respondió nada, el semáforo ahora estaba en verde y Miles lo estaba llamando. Luego continuaría hablando con Gerard, ahora tenía que volver a la vida real.
* * *
Holi, FELIZ SAN VALENTÍIIIIIIIN!!❤💟💜💗💘
No sé por qué me emociono tanto si estoy re sola (":
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top