Extra 3: Raven
Raven tenía dos cosas bien claras en la vida.
La primera era no vivir del pasado para no arruinar su presente y la segunda no meterse en dramas innecesarios a menos que este directamente involucrada.
***
Empezar la universidad como para cualquier persona era un paso enorme en el sentido académico.
Raven estaba feliz de haber ingresado a universidad pública de su ciudad.
Claro, tenía miedo ¿Quién no lo tenía? Era un sitio desconocido, pero estaba decidida a dar lo mejor de sí.
El primer día fue algo lleno de risas y momentos vergonzosos por las presentaciones y preguntas bromistas de varios docentes.
La alegría de ser cachimbos.
Sin embargo, lo que más recuerda Raven de ese día fue cuando entró un chico a su salón ofreciendo clases de matemáticas y finanzas.
Muchas de sus compañeras empezaron a reírse o tratar de llamar la atención del chico que solo iba buscando un negocio.
Raven podía admitir a sí misma, que sí, que el chico le parecía simpático, pero no creía que fuera para tanto alboroto aunque se divirtiera viéndolo.
Las primeras semanas pasaron y varios grupos ya se habían formado.
Raven estaba con Katrina y Alissa, ambas habían acordado por Facebook ser grupo y así estuvieron juntas mezclándose con otros grupos durante su primer ciclo hasta que se separaron.
Raven y Katrina encontraron una extraña afinidad con Cayla, Ariana y Stefanía, porque para todos los cursos fueron grupo de estudios pronto extendiéndose a una amistad.
Fue ahí, cuando empezó su amistad con ellas que Raven volvió a ver al chico que entró el primer día a su salón.
Charles, como ya se había admitido, era simpático y bien parecido. Tenía el cabello negro azabache, ojos cafés risueños y aunque parecía rudo tenía una voz suave que hacía que todos confíen en él y le tomen atención en sus clases.
Raven no podía recordar el momento exacto en el que sus amigas, en especial Katrina, creyeron que tenía un crush con él.
¡Ella ni si quiera le daba un segundo pensamiento! A menos que estuvieran en una de sus clases.
— ¡Raven tu crush! —gritó un día Katrina cuando estaban sacando copias en un puesto cerca de su aula con sus demás amigas antes de girarse y hacerse la loca.
Ante el grito de Katrina, Charles había girado su rostro en su dirección y Raven se puso roja.
No podía decir que no había visto a Charles bajar por las escaleras que terminaban justo donde estaban, ya que Katrina se había encargado de avisarle; sin embargo, jamás pensó que su amiga lo gritaría.
—Creo que he tenido vergüenza ajena —dijo Cayla mirando mal a Katrina, que solo se encogió de hombros.
Cuando charles pasó por su lado, Raven se puso más nerviosa, pensando que quizá les diga algo. Por suerte no fue así y ella puso respirar más tranquila.
—Ella también me hace lo mismo —le recordó Katrina a Cayla que no dejaba su drama.
Y era cierto.
Su amiga tenía razón. No podía recordar exactamente porque fue, pero Raven había empezado a molestar a Katrina con un chico que era un año mayor que ellas.
El tiempo pasó y pronto los exámenes llegaron.
Varias personas del salón habían coordinado con Charles que les enseñará, y como no podía faltar su grupo también se apuntó.
Asistieron a varias reuniones de reforzamiento para sus exámenes juntas hasta que cierto día.
Ninguna de ellas pudo asistir y le rogaron a Raven que fuera sola para que les pase los apuntes.
Convenidas. Ok, no. Sin embargo, no podía decir que no estaba nerviosa después de que Katrina había gritado su broma en frente de Charles.
La clase transcurrió normal y sin incidentes por lo que Rave pensó que todo estaba olvidado, eso hasta que todos se fueron y ella se quedó con dos chicos más terminando de copiar.
Charles se acercó a ella poniéndola nerviosa.
—¿Entendiste todo? —le preguntó.
—Sí, todo está claro —respondió Raven, esperando que con esa respuesta él se marchará.
—¿Cuál es tu nombre?
En cualquier otra situación ella hubiera respondido sin dudar, pero después del roche que había tenido era imposible que hiciera eso.
—Raven —dijo finalmente después de varios segundos.
Charles le sonrió y se fue.
Raven respiro en paz en ese momento y copio lo más rápido que podía para que se fuera de ese lugar; sin embargo, el destino no estaba de su lado.
Al ser casi de noche y la única chica que se había quedado Charles se ofreció a acompañarla a tomar un carro, por lo que ambos salieron juntos de la casa del mayor.
Decir que estaba nerviosa era poco.
Ninguno dijo nada durante unos momentos, pero al final Charles rompió el silencio preguntándole acerca de los temas que habían repasado.
La incomodidad poco a poco se disipó y Rave se encontró riendo.
Cuando llegaron a la avenida Charles le dio su número y le dijo que le escribiera si tenía alguna duda.
— Gracias —le dijo Raven sinceramente.
Ese pequeño acto y un error suyo, al contarle a sus amigas que tenía su número, dio pasea muchas conversaciones que ya no eran sólo del tema académico.
Y quizá, sólo quizá, fue entre esas conversaciones que Raven empezó a sentir algo por él.
***
—Me gustas —Directo y sin anestesia. Charles era peor que Cayla o Katrina— Me gustas, Raven —volvió a decir y no supe que responderle.
No podía negar que le gustaba. En el tiempo que llevaban conversando se convirtió en lo que sus amigas tanto habían molestado.
Su crush, y se supone que un crush es un amor imposible ¿Entonces qué hacer cuando el sentimiento es correspondido?
—No es necesario que respondas —dijo con una sonrisa mientras tomaba su mano a través de la mesa.
Ambos habían estado reuniéndose en uno de los cafetines de la universidad de las facultades de ciencias.
Lejos de ojos indiscretos.
Lejos de los ojos de sus amigas.
—Yo...
—Está bien, Rave. No tienes que decir nada —repitió y tal como siempre hacía dirigió la conversación a otro tema— Por cierto, ¿qué tal tu examen?
El examen era un tema del que quería hablar tanto como su declaración, pero entre las opciones que se le presentaban prefirió el examen.
Por la noche al llegar a su casa, Raven, hizo algo que muy pocas veces hacía.
—Aló —contestó la voz del otro lado— ¿Y ese milagro que llamándome?
—Quería hablar contigo —respondió Raven pensando cómo abordar el tema de su cita y lo sucedido.
—¿Es sobre tu cita de hoy? —preguntó su amiga.
—Sí...
¿Acaso era tan obvia? Lo dudaba, pero Katrina la conocía mejor que cualquiera de su grupo.
—¿Qué pasó? —preguntó su amiga.
Charles dijo que le gustó pensó, pero no lo dijo.
—Raven, sólo dilo.
— Charles... Charles dijo que le gusto —le respondió y en cuestión de medio segundo tuvo que alejar el teléfono de su oído.
Maldición, Katrina sabía cómo romper un tímpano.
—Cuenta, cuenta todo con lujo de detalles y si puedes exagera —le pidió su amiga bastante emocionada.
—Solo lo dijo —le respondió Raven rodando los ojos— Un segundo estábamos hablando de acerca de la Uni y al siguiente me dijo que le gustaba.
— ¿Y? ¿Qué más pasó? —preguntó su amiga.
—Nada.
—¿Nada? ¿Cómo qué nada? —cuestionó Katrina— ¿Qué le dijiste tú?
— Nada, no le dije nada y él cambió de tema —respondió Rave.
— ¿Es enserio?
—Es muy enserio —confirmo Raven.
—¡Pero te gusta! —exclamó su amiga.
—Sí, pero no pude responderle —admitió y Katrina no dijo nada más.
Al igual que Charles desvío el tema durante toda la conversación por lo que cuando se despidieron Raven se animó a preguntarle por qué.
—¿Por qué no me has dicho nada por no responderle a Charles?
—Porque eso es algo que solo puedes responderte tú —le dijo su amiga antes de despedirse y colgar.
Raven mentiría si dijera que esa noche, y las siguientes durante una semana, no le dio vueltas al tema.
—¿Estás bien? —le preguntó Charles y Raven asintió sin decir nada—¿Rave?
—Me gustas.
—¿Qué? —preguntó un Charles completamente atónito.
—Me gustas —repitió Raven mirándolo a los ojos— Me gustas, Charles.
Él se quedó mirándola con una sonrisa, pero sin decir nada, poniendo a Raven nerviosa.
¿Es qué no iba a decirle nada?
Casi le pregunta si no iba a decir algo cuando se suelta una risa ligera.
—Te gusto, te gusto, te gusto —repitió cómo un niño haciendo reír a Raven— Te gustó —volvió a decir, pero está vez acercándose a su rostro— Te gusto —susurró sobre sus labios— Te gusto —dijo en un suspiro mirando sus labios.
Rave sabía lo que pasaría si no se retiraba.
—Te gusto —le dijo a él con una sonrisa antes de sus labios fueran reclamados por el mayor.
Un beso que transmitía alegría y promesas de un futuro juntos.
Lástima que no durará tanto.
Después de aquella tarde donde Charles le pidió ser su enamorada vivieron unos meses bastantes tranquilos respecto a su relación.
Ser enamorados no había cambiado nada para ellos y Raven estaba bastante feliz por eso, pero como en toda relación los problemas llegaron y ellos no pudieron superarlos.
Charles había sido el enamorado ideal en ese momento para ella. Detallista, atento, cariñoso sin llegar a ser meloso, la persona ideal.
El tiempo pasaba entre ellos y Raven sentía el cambio que había surgido y no sabía qué hacer para cambiarlo; sin embargo, no todo es lo que parece y jamás espero que fuera Charles el que tomará un paso al frente, días antes de que cumplieran diez meses, y terminará con ella con una excusa barata.
—Lo siento, pero no creo que esto pueda continuar. No eres tú, soy yo.
Dolió. Dolió tanto en ese momento que pensó que sería como esas chicas de las novelas y se tiraría a llorar; sin embargo, no fue así.
Aceptó la decisión de Charles por lo que era, un fin para un inicio.
Katrina fue un buen apoyo ayudándola a distraerse y olvidar que alguna vez Charles existió.
Avanzando en su vida sin mirar atrás y extrañar el pasado.
***
Paso más de un año en que el drama volvió a llegar a la vida de Raven y no porque alguien se le declarará. No.
Fue porque sus amigas habían decidido encontrar a un supuesto crush suyo y habían convencido a Stefanía para eso.
Todo por haber dicho que parecía simpático.
Deberías aprender de mis errores resonó en su cabeza con una voz que sonaba como Katrina y sí, tenía razón, debería haber aprendido de los errores de su amiga, ya que ella había dicho lo mismo de Danilo, pero no.
Siendo sincera consigo misma no quería involucrarse más en el drama de Stefanía aunque parcialmente era su culpa, pero a diferencia de sus amigas a Raven no le gustaba meterse donde no la llamaban.
Eso no quería decir que no estuviera para sus amigas cuando la necesitarán. Sin embargo, todo eso cambio cuando el loco plan de Cayla y Katrina para que conociera al chico de economía, Winter, había dado resultado.
Winter: Hola...
Winter: Sabes quién soy?
Raven: Eres amigo de Sebastián
No había esperado que el chico le hablara, pero sin duda el que no le respondiera después de media hora indicaba que su respuesta no le había agradado.
Fue al día siguiente que encontró una respuesta.
Winter: Sí, soy amigo de Sebastián.
Winter: Espero que tengas un bonito día.
Sí, claro, bonito, pensó Raven mientras corría leyendo el mensaje de camino a su salón.
Cuando llegó le respondió un "Gracias. Igualmente ten un buen día".
Los días pasaron y la amistad, que Raven estaba segura se convertiría en una relación, entre Sebastián y Stefanía empezó a fortalecerse tanto como sus conversaciones con Winter.
Winter resultó ser un chico bastante agradable y chistoso por lo que Rave se divertía conversando con él, excepto cuando sacaba su vena dramática y que se hizo peor cuando Charles volvió a aparecerse en su vida.
Raven no pensaba volver a verlo, en especial cuando era obvio que él ya había acabado su carrera, pero un grito de Aysel le dijo que eso era un error.
—¡Raven tu crush! —gritó su amiga sin vergüenza alguna mirando a Charles.
Raven escuchó a Katrina maldecir a medida que Charles se acercaba a ellas.
— ¿Podemos hablar? —preguntó el recién llegado mirando a Raven.
Ni si quiera un saludo pensó la chica antes de que girar su vista a la entrada del cafetín donde estaban y ver a Sebastián con Winter parados observándolos.
Raven miro a Winter quien a su vez miro a Charls y de vuelta a ella con el ceño fruncido antes de irse.
¿En serio? Se cuestionó Raven con un suspiro antes de girarse a Charles y decirle— No tenemos nada que hablar —sentenció y salió de ahí.
Sabía que si se quedaba se armaría un alboroto y era lo que menos quería.
Sin darse cuenta se había dirigido en la misma dirección que Winter que se veía bastante alterado.
Raven sabía que el chico tenía sentimientos por ella aunque no se lo haya dicho directamente, era obvio. Por su parte, bueno, sí, a Raven le parecía simpático y le gustaba, pero dudaba que esa fuera una relación que llegará a algo más.
Había aprendido su lección con Charles y la historia era casi la misma por lo que no pensaba repetirla.
Estaba tan perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta que Charles venía tras de ella hasta que fue demasiado tarde.
—Raven, tenemos que hablar —dijo Charles casi con un tono de orden.
—Y yo te dije que no tenemos nada que hablar
¿Es que el tonto no entendía?
—Raven —llamó Charles tocándole el brazo y Raven se alejó de él girándose y mirándolo por fin— Por favor.
—¿Qué quieres, Charles? —preguntó Rave al chico frente a ella.
Charles se quedó en silencio unos segundos actuando perfectamente como un chico tímido.
Como si no lo conociera pensó.
—¿Qué quieres Charles? —volvió a preguntar Raven con más dureza en su voz.
—Quiero que volvamos a vernos, a hablar como antes —le respondió el chico, pero Raven entendió otra cosa.
Lo que ella entendió fue: Volvamos a vernos que necesito más clientes en mis clases.
No había sido tonta creyéndose la excusa de no eres tú, soy yo que le había dado para que terminarán, no.
Raven había pensado y analizado todo y se dio contra la pared cuando se dio cuenta que el chico solo había querido utilizarla, ya que luego de terminar con ella empezó a salir con una chica de primer año.
—Pero yo no quiero que volvamos a ser como antes —le respondió Raven— De hecho, no quiero que seamos nada en absoluto.
—Raven...
—Desparece de mi vida Charles, porque créeme, que así como soy de buena puedo ser mala —le dijo con un tono frío.
Era una mentira, pero fue una mentira que lo dejó sin palabras y le dio el tiempo suficiente para alejarse.
Esa tarde Katrina habló con ella y le preguntó cómo estaba y contarle lo que pasó en su ausencia en el cafetin.
Su amiga mejor nadie sabía lo que había pasado y lo que pasaba en su vida.
Fue la primera en saber acerca de su amistad con Winter y fue la primera que sin juzgarla, cuando le dijo que no sentía nada más que un cariño por él, le dijo que aclarara todo antes de que el chico se ilusione.
Muy tarde pensó Raven.
Por primera vez en mucho tiempo se sentía fuera de base y sin saber que hacer por lo que acudió a la ayuda más discreta que podía.
Raven: Stefanía?
Raven: Estás?
Raven: Quiero preguntarte algo.
Pero su amiga no respondía por lo que una hora después, y recordando lo que Katrina le contó que paso cuando se fue, volvió a escribirle.
Raven: Por favor apenas leas los mensajes respóndeme.
Raven: Lo siento.
Raven: Katrina me acaba de contar lo que pasó luego que me fui.
Raven: Espero no haberte causado problemas con tu crush.
No pudo evitar escribir esa palabra para aligerar el ambiente.
Fueron tres horas después cuando por fin obtuvo una respuesta.
Stefanía: No te preocupes Rave.
Stefanía: Todo está bien entre Seb y yo.
Stefanía: Como estás tú?
Stefanía: En qué puedo ayudarte?
Siempre tan servicial.
Raven: Estoy bien, gracias.
Raven: Ya arregle lo que tenía que arreglar con Charla
Raven: Puedes ayudarme preguntándole a Sebastián si es prudente que le hablé a Winter ahora.
Raven: Me gustaría explicarle lo que pasó.
Bueno, más que explicarle quería aclarar de una vez las cosas con él.
Stefanía: Según Sebastián
Stefanía: Winter es terco y resentido
Stefanía: Pero le preguntaré
Reenviado.
Stefania: Mejor que hablen mañana
Stefania: Por lo que si la ve cuando hablen de lo que pasó
Sebastián: Él será más fácil al dar a torcer su drama con el que está ahora.
Rsven suspiró.
Raven: Gracias.
Stefanía: No te preocupes
Stefanía: Pero...
Stefanía: Puedo hacerte una pregunta?
Raven: Claro, dime.
Stefanía: Qué relación tienes con Charls?
Sí había visto venir esa pregunta, de hecho hubiera sudo rari que no la haga.
Raven: No tenemos ninguna relación.
Respondió. Andar xi Katrina tenía sus ventajas al aprender a evitar ciertas cosas.
Stefanía: Puedo hacerte otra pregunta?
Raven: Dime...
Stefanía: Tú y Charls... Fueron enamorados?
Y eso no sólo aplicaba para ella. Stefanía también había cambiado y era obvio que quería una respuesta real.
Raven: Sí, ambos fuimos pareja durante casi un año, pero acabo hace mucho.
Stefanía: Katrina lo sabe?
Raven: Sí.
Stefanía: Y tú sabes lo de Katrina?
Raven: Sí
Raven: Pero eso no es algo de lo que yo deba hablar
Raven: Lo que sí te puedo decir es que no van a durar.
Y por primera vez no lo decía en broma.
Stefanía: Por qué piensas eso?
Raven: Creo que Luis está engañando a Katrina.
Le respondió antes de enviarle un mensaje a Winter.
Raven: Te veo mañana a la salida. Tenemos que hablar.
Y esperaba por fin cerrar ese tema.
***
Por supuesto el universo no iba a estar de su lado.
Después de semanas de dudas y sin poder hablar con Katrina de ellas, la bomba de infidelidad de Luis salió a la luz y de la peor manera.
Raven sabía cuánto estaba doliéndole esa traición a su amiga por lo que no dudo en acompañarla a salida
—¿Qué harás? —le preguntó a su amiga mientras ambas estaban en una cafetería en el centro de la ciudad.
—Lo voy a matar —gruñó Katrina y Raven negó.
—Sabes que cuentas conmigo, ¿verdad?
Aunque eso no implicaba esconder un cuerpo, pero eso era algo que Katrina decía en el calor del momento.
—Lo sé — le respondió Katrina —Y te agradezco que estés conmigo en este momento.
—Nunca te dejaría sola.
Por la noche al llegar a su casa Raven cargo su celular que apago porque su batería se había bajado a 5% y vio todos los mensajes de Winter.
Argh.
Recordó que lo había citado ese día para aclarar el tema inexistente entre ellos de una vez, pero no pudo por lo que había pasado.
Katrina estaba antes que él; sin embargo, debió acordarse y enviarle un mensaje diciendo que no podría ir.
En ese momento y después del día que había tenido Raven decidió no responder el mensaje. Estaba agotada y necesitaba algo de descanso antes de enfrentarse a otro drama.
***
Raven se tomó todo el fin de semana con su familia e ignoro su celular olímpicamente. Un grave error cuando vio que Winter había insistido en hablar con ella.
Por lo que no se sorprendió el día lunes cuando el chico la miraba como si fuera la peor persona del mundo.
Lo que más le preocupaba era que eso afectará la relación de Sebastián y Stefanía, pero pronto se dio cuenta que no era así, ya que el chico seguía siendo tan atento con su amiga como antes.
Raven sonrió ante ello y tomó una decisión, por lo que a la salida se excusó y fue a buscar a Winter a su salón.
Para suerte de ella aún no salían de clase, para su mala suerte la primera persona en verlo fue Sebastián, quien le aviso a su amigo de su presencia.
Winter se nota a reacio a acercarse pero aun así lo hizo.
—Hola —le dijo cuando llegó a donde estaba.
—Hola —respondió Raven— ¿Podemos hablar? —le preguntó y Winter la miró intensamente antes de sonreír de manera triste y asentir.
—Ven —le dijo y la guio a una zona del edificio alejada y que daba a la azotea.
Ambos llegaron a arriba en completo silencio y miraron hacia el primer piso durante un momento.
Raven no sabía cómo empezar esa conversación, no había planeado como hacerlo, pero ¿Cómo le dices a un buen chico que le gustas que no te gusta?
Esa era una pregunta que rondaba en su cabeza en ese momento.
—Winter, yo...
—¿No te gustó, verdad? —preguntó el chico sin mirarla y Raven hizo una mueca.
¿Era tan obvia?
—Sabes, era algo que me esperaba —admitió girándose y mirándola directamente— Tú no lo recuerdas, pero nosotros nos conocimos en primer año —le confesó y Raven se sorprendió.
—No, yo no lo recuerdo.
Raven no quería parecer cruel. Winter era un buen chico y bastante simpático.
—Lo sé, y de verdad pensé que podía conquistarte —le dijo con una mirada triste.
—Lo siento
¿Qué más podía decirle?
—¿Es por él? —le preguntó Winter y Raven arqueo una ceja a modo de pregunta— ¿Es por el chico con el que te encontraste en el cafetín esa vez?
—¡No! —exclamó Raven— Él y yo no tenemos nada —le dijo.
—Pero lo tuvieron —aseguró Winter y Raven estaba un poco harta de que se interesaran en eso.
—Sí, pero ya no.
Winter asintió y volvió a mirar al primer piso antes de señalar a dos personas a lo lejos.
A Raven no le costó mucho identificarlos. A diferencia de sus amigas tenía una muy buena visión.
Caminando de la mano iba Sebastián y Stefania, cualquiera que no los conociera pensarían que eran pareja, pero lastimosamente aún no lo eran.
Y ese aún estaba matando a todos.
—¿Crees que podamos ser amigos por ellos? —le preguntó Winter y Raven no necesito pensar su respuesta.
—Podemos ser amigos por nosotros —le dijo y la sonrisa que le dio el chico confirmo que había hecho lo correcto al decir aquellas palabras.
Todo iba cayendo en su lugar solo faltaba que sus amigos fueran oficialmente pareja y que Katrina cobrará venganza.
A Raven podía no gustarle el drama, pero como cualquiera en su situación desearía lo mismo.
***
UwU Ya tenemos el extra de Raven y la historia por la que se comenzó todo y que al final no estuvo con su crush xd
Apuesto a que no se esperaban que esto fuera lo que verdad pasaba con ella xd
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