Extra 1: Cayla
La vida nunca era fácil para nadie, Cayla era consciente de ello, pero ella mejor que nadie sabía la crueldad de que había en las personas, por lo que su carácter se hizo fuerte y terco, hasta cruel en algunas ocasiones.
***
Cayla conoció a Stefanía al ingresar a la universidad. Junto con Ariana hicieron un grupo al que rápidamente se integraron Katrina y Raven.
A pesar de las diferencias, y discusiones, que tenían Cayla les tenía un cariño profundo. En especial a Stefanía, quien la había aguantado más que ninguna sobre todo en una de las épocas más oscuras de su vida.
Cayla conocía a Alberto desde mucho antes que ingresará a la universidad, y lo que sus amigas nunca supieron fue que él fue su enamorado.
Sí, fue.
La historia de la amiga con la que habían jugado y hecho una apuesta no era de nadie más que la suya; sin embargo, el amor es ciego. O mejor dicho, una quiere ser ciega creyéndose algo que obviamente era una mentira.
Alberto era un buen chico ante los ojos del mundo. Correcto, educado, inteligente y florero.
Le cantó a Cayla las palabras más bonitas y le susurro las promesas más hermosas que existían para que ella cayera ante él, y lo hizo.
Cayla no puede culpar a nadie más que a ella misma, y a Alberto obviamente, de lo que pasó entre ellos.
Su relación fue bonita durante los primeros meses hasta que llegaron los celos por ende las discusiones.
Ella fue la primera en sospechar de él, y con justa razón porque luego de terminar descubrió que sí la había engañado, pero después de eso fue él el que empezó a celarla por todo.
Cayla, a pesar del carácter que tenía y del que muchas veces las personas temían, ignoro las señales dejó pasar los gritos y los insultos hasta que sus amigas le hicieron ver que ella estaba mal.
Katrina fue una de esas personas. Su amiga no tenía miedo de decirle lo que pensaba cuando creía que estaba mal y fue quien a punta de palabras crueles la hizo reaccionar; sin embargo, su motor principal para reaccionar fue Stefanía.
Stefanía tenía un carácter dulce y tímido, era honesta y la mayoría de veces le gustaba protegerla de la crueldad del mundo hasta que en una de sus discusiones con Alberto desfogo su irá con ella. Fue ahí en ese preciso momento donde la culpa y el remordimiento pudieron más y decidió acabar con su tortura.
No fue fácil.
Alberto era una persona que se creía indispensable y el dios del mundo. Creía que Cayla siempre estaría a sus pies e intento chantajearla, incluso la había cacheteado, pero ella ya había tomado su decisión y se mantuvo firme.
Cuando Alberto desapareció de su vida pudo empezar a respirar y recuperar una parte de quien había sido; sin embargo, había creado un escudo para todo aquel que se le acercara y tenía la manía de molestarse hasta por la cosa más pequeña que podía existir siempre reflejando su cólera al hablar con sus amigas.
Incluso a Cayla le sorprendía la paciencia que tuvo Stefanía con ella, por lo mismo no se sorprendió cuando su amiga tuvo esa y mucha más paciencia con Alejandro.
Hubo un momento en el que Cayla temió que Stefanía cediera ante Alejandro y se cambiará de turno, tal y como ella había cedido ante Alberto cuando volvió a hablarle. Pero no fue así y Cayla estuvo feliz por Stefanía.
Sin embargo, ella era otra historia.
Lo malo de conocer el lado bueno de una persona es que llegas pensar que puede volver a ser así, pero un golpe más le demostró que estaba equivocada.
No había sido tan tonta como para regresar como pareja con Alberto, no. Sin embargo, habían estado viéndose y su actitud de querer controlarla hizo que tomará distancia antes de tiempo. Pero un psicópata nunca entiende la palabra no y a la fuerza quería cumplir sus caprichos haciendo que Cayla tuviera miedo quedándose nuevamente en silencio.
Trataba de distraerse con la búsqueda del crush de Raven y las conversaciones que Sebastián, el cual era el nombre del amigo del crush de una de sus amigas, mantenía con Stefanía, y fue el mismo día en el que encontraron al chico que Alberto aprecio en su casa exigiendo hablar con ella para que le diera otra oportunidad, fue entonces cuando tomó el valor para contarle a Stefanía lo que pasaba.
No mucho tiempo después y luego de descubrir que Stefanía y Sebastián se estaban viendo, gracias a una foto que él había subido a su facebook, en la que aparecía Stefanía, que se sintió un poco traicionada de que su amiga no le contara al respecto, una luz apareció en su vida.
Katrina la había llamado citándola en un café al día siguiente.
— ¿Qué pasa, muchacha? — le preguntó apenas vio a su amiga.
Su llamada del día anterior la tenía en suspenso ya que Katrina había sido muy críptica.
—¿Por qué no me contaste lo de Alberto? —le preguntó.
Cayla se quedó congelada y supo que Stefanía tuvo que haberle dicho algo a su amiga.
—Él es mi problema —le respondió— No quiero que te metas —le advirtió a Katrina.
Nunca más vuelvo a confiar en ti Stefanía se dijo mentalmente inundada por la rabia de haber sido traicionada, aunque haya sido con las mejores intenciones.
—Bueno, lamento decirte que es muy tarde —le respondió Katrina— Ya me metí.
—¿Qué hiciste? —le preguntó Cayla a su amiga casi entrando en un ataque de pánico.
Ella conocía el nivel de crueldad de Alberto y no quería que sus amigas se vieran afectadas por sus decisiones.
Katrina no dijo nada por un largo rato hasta que suspiro y empezó a hablar.
—Primero que nada, prométeme que no le vas a decir a Stefanía —le exigió.
—Ella no tenía por qué contarte lo que le digo —le respondió Cayla.
—Ella — dijo Katrina resaltando el pronombre— Está preocupada por ti, y si quieres saber qué pasó con Alberto debes prometerme no enojarte con ella y no decirle nada de esto.
Cayla entrecerró los ojos hacia su amiga molesta.
El "No me interesa" picaba en sus labios por salir, pero sabía que era una mentira.
—No le reclamare nada — prometió Cayla.
Katrina dudo unos segundos, pero al final asintió.
—Alberto está en la cárcel —le informó antes de suspirar y continuar:— El psicópata de tu ex no sólo te tenía acosada a ti, hay tres chicas más, así que con ayuda de ellas pude meterlo preso —le dijo con un tono de rabia contenida.
—¿Hay algo más? ¿Qué es? —exigió saber Cayla.
—No es nada que te relacione con él —le respondió Katrina y antes que Cayla pudiera insistir dijo— Lo prometo —y así con esas dos palabras fuera de la boca de su amiga no insistió.
Cayla sintió un peso que se levantaba de sus hombros al saber que Alberto estaba preso.
—¿Cuánto tiempo? —le preguntó a Katrina.
—El suficiente para que terminemos la carrera y sigamos con nuestras vidas —le respondió su amiga.
Cayla lloro de la paz que esas palabras le traían, Katrina se acercó a ella y a pesar de no ser muy buena consolando, hizo todo lo posible por ella susurrándole palabras tranquilizantes.
***
Para Cayla su cuarto año en la universidad empezó con drama.
Lo que le había sucedido a Stefanía con Alejandro y Sebastián afecto a todo el grupo, por lo que decidió tomar las riendas del asunto, ya que, conociendo a su amiga sería difícil, sino es imposible, que ella diera el primer paso.
Junto a todas sus amigas fueron a Solé después del bochorno que las hicieron pasar Raven y Katrina, como sucedía cada vez que Danilo estaba cerca.
—No te lo voy a perdonar —le dijo Katrina a Rave y Cayla rodó los ojos.
—Ya la conoces, no sé ni para qué haces tanto drama — le dijo a su amiga.
—Al menos mis dramas no... —empezó a decir Katrina antes de callarse.
—¿No qué? —le preguntó Cayla a manera de reto.
Sabía lo que su amiga había querido decir.
—Dime —demandó enojada.
—No me puedes obligar —le respondió Cayla sacándole la lengua.
—Eres tan infantil —se burló Ari riéndose de Katrina.
Y le gusta ponerme los nervios de punta pensó Cayla.
—Y esto que no has visto sus locuras cuando está en apuros —dijo Raven riéndose.
—¡Dijiste que no dirías nada! —exclamó Katrina mirándola mal.
—No he dicho nada —se defendió Rave.
—Más te vale —medio amenazó Katrina, pero todas sabíamos que aquello era algo vacío.
Los helados que pidieron llegaron y comenzaron a comer entre bromas por lo que Cayla espero el momento oportuno antes de tocar el tema por la que les había dicho que fueran ahí.
—¿Y has vuelto a intentar hablarle a Sebastián? — preguntó Cayla a Stefanía sin rodeos, pero con un tono suave.
—No, es que... —respondió su amiga antes de callarse a medio camino.
—¿Qué pasa? —preguntó Raven.
Miedo pensó Cayla y Stefania lo confirmó.
—Es que, no sé, me da miedo ¿y si no me responde?
—Eso no lo sabrás si no lo intentas —dijo Ariana y Cayla estaba de acuerdo con ella.
—Además... Él no es Alejandro dudo mucho que te haga eso —le señaló Katrina.
Justo en la herida pensó Cayla.
—Tiene razón —dijo Cayla apoyando a su amiga.
Stefanía tenía que superar lo sucedido con Alejandro y avanzar, de lo contrario se retraería aún más y se deprimiría. Eso era algo que ninguna quería.
—Pero como te conozco y sé que darás vueltas sin sentido al tema antes de hacerme algo... — dijo dejando el final en suspenso unos segundos antes de continuar— Se me ocurrió una idea para que hables con Sebastián y puedas disculparte Stefanía.
—Tenemos una idea —dijeron Raven y Katrina al unísono.
Cayla las miró como si les hubiera salido una cabeza adicional a cada una— Fue mi idea principalmente —les señaló.
—En eso tiene razón —dijo Ariana apoyándola.
—¿Y cuál es esa idea? —preguntó Stefanía con miedo.
No la culpaba, la mayoría de sus ideas eran locas y fuera de la zona de confort de su amiga.
—Reiniciar todo de nuevo —le dijo con una sonrisa.
—No entiendo —respondió Stefanía.
—Dame tu celular y tú solo confía en mí —le dijo Cayla con una sonrisa.
—En nosotras —dijeron Katrina y Raven, ganándose un suspiro por parte de Cayla.
Si Katrina sabía ponerla de los nervios, cuando estaba con Raven solo era diez veces peor.
Por suerte su atención se desvío a Stefanía quien le dio su celular.
Esa, como muchas otras, era una muestra de la confianza que tenía su amiga en ella y también de la ingenuidad de la que muchos se aprovechaban.
Sin perder el tiempo creo un grupo con todas sus amigas y Sebastián; sin embargo, su plan no empezaría hasta la noche.
Por lo que se auto invitó a la casa de Stefanía y después de cenar con Dayanne, empezó su plan.
Ambas se pusieron a mirar una película cuando Cayla empezó mandando el primer mensaje.
Cayla: Hola chicas
Cayla: Y chico
Aclaro.
Ariana: Holi
Katrina: Hi ~
Raven: Holis
Cayla: @sebastian no nos vas a saludar :c
—¡Cayla! — le grito Stefanía.
—Shhh tu sígueme la corriente — le dijo rodando los ojos.
Todo estaba planeado.
Sebastián: Quiénes son?
Preguntó Sebastián y Cayla se rio.
Ahora empieza lo bueno pensó.
Katrina: Me llamo Carla ;)
Cayla: Yo también me llamo Carla.
—Cay... No creo que eso sea buena idea —dijo Stefanía.
—Tú sígueme la corriente —le pidió.
—¿Pero qué digo?
—Espera.
Raven: Hola, soy Carla
Ariana: Soy Carla.
Sebastián: Estoy seguro que no se llaman así
Sebastián: ¿Que quieren?
Estaba molesto, pero Cayla ya se había imaginado eso.
Cayla: ¿Cómo estás tan seguro?
Sebastián: Porque su amiga me dijo que se llamaba así
Sebastián: Y ese no es su nombre
—Respóndele —ordenó Cayla a Stefanía.
—¿Y qué le digo? —le preguntó su amiga.
Cayla la miró con una cara de ¿Es en serio? Y eso hizo que Stefanía escribiera.
Si había algo que Stefanía no podía era ir en contra de ella.
Stefanía: Lo siento por eso
Stefanía: De verdad
Escribió.
—No va a responder.
— Espera chica, sólo espera — le pidió Cayla
Sebastián: Por qué estoy en este grupo?
Katrina: Queríamos explicarte las cosas como son.
Sebastián: Qué quieres decir?
Ese era el momento. Stefanía nunca iba a decir algo en contra de ellas por lo que serían ellas quienes explicaran la situación.
Cayla: Nosotras fuimos quienes le aconsejamos a Steffi que no te dijera su nombre
Katrina: Bueno esa fue mi idea.
Sebastián: Y quién quería saber de Winter?
Katrina: Yo
Sebastián: Por qué?
Katrina: Creo que ya sabes por qué
Katrina: O te haces una idea.
Sebastián: Ok.
—¿Crees que es bueno o malo? —le preguntó Stefanía.
—La verdad no sé —le respondió Cayla, eso no había estado en su plan.
—Tengo miedo —confesó su amiga, pero antes de que pudiera responderle su teléfono sonó con una llamada entrante.
Sebastián.
—Es Sebastián —le dijo.
—Y qué esperas ¡Responde! —la animo.
—Aló —dijo— Sí, yo... Lo siento, no quise... —continuó casi con la voz quebrada por lo que Cayla le dijo que pusiera el alta voz.
—No tienes que disculparte pero me gustaría hablar contigo en persona —escuchó que dijo Sebastián y Cayla le hizo señas a Stefanía para que aceptará.
—Sí, claro —le respondió s amiga un poco más tranquila.
—¿Estás bien? —Preguntó Sebastián.
—Sí, sólo...
—Solo...
—Te extraño —confesó Stefanía sorprendiendo a Cayla.
Cuando Sebastián no respondió su amiga la miró y ella se encogió de hombros.
—Yo también te extraño, nos vemos mañana —le dijo y colgó.
Que orgulloso pensó Cayla, pero no dijo nada. Ella era igual o peor.
—Dijo que nos veremos mañana —le repitió Stefanía.
—Sí lo escuché —le respondió Cayla sonriendo antes que su amiga la abrazara llorando
—¿Crees que las cosas se solucionen? —Le preguntó.
—Solo sé honesta con él, ya no le ocultes nada —le aconsejó Cayla.
Su amiga tenía una segunda oportunidad para abrir su corazón después de Alejandro, solo esperaba no equivocarse y que terminará aún más dañada.
— Bueno, vamos a ver la película—dijo Cayla con una sonrisa.
Ambas necesitaban distraerse y eso las ayudaría, o al menos lo esperaba.
***
Todo salió bien y con el tiempo, y a pesar de las dudas y pruebas, Sebastián demostró ser una persona honesta y la indicada para Stefanía.
Cayla se dio cuenta de los cambios que había tenido su amiga desde que el chico había entrado a su vida, por lo que no le sorprendió cuando Stefanía le dijo que no quería que se molestara por su cambio.
— Ya era hora que hables por ti misma — le dijo Cayla con un tono serio fingido — Tienes que aprender a defenderte muchacha — le señaló.
En especial de mí pensó.
Cayla sabía que no era la misma que había sido, muchas veces estallaba por nada, pero era quien era en ese momento y aunque a veces hasta a ella misma le sorprendía no podía, ni hacía nada lata cambiarlo.
—Gracias —le respondió Stefanía.
—Nada que gracias, eso es para tú bien — le dijo, luego pensó algo más.
—Pero como te conozco y sé que sigues teniendo un corazón de pollo —porque a pesar de tener un carácter un poco más fuerte Stefanía seguís manteniendo su esencia dijo—Te aviso de una vez: Recuerda que yo soy enojona por naturaleza tengas o no tengas carácter para enfrentarme igual me voy a enojar; así que, no lo vayas a tomar personal —advirtió Cayla y Stefanía asintió a sus palabras.
Las cosas después de ello parecían mejorar o eso pensó hasta que se dio a conocer la relación de Luis y Renata.
Cayla no era estúpida, sabía que algo pasaba.
Katrina había reaccionado de una manera muy distinta a la que se había imaginado, porque siendo Katrina quien era no tendría la mirada dolida por un simple crush. Además estaban las palabras de Rave y Stefanía que le daban la razón; sin embargo, ignoro todo y espero.
Bueno, espero más de lo que creyó en un principio.
Katrina se alejó y no fue hasta que Sebastián les pidió ayuda para declararse a Stefanía que volvieron a juntarse, pero su amiga se mantenía callada con una mirada de duda arraigada en ella.
Cayla conocía a la perfección esa mirada.
Traición.
Fue saber lo que era ese sentimiento que la hizo esperar, pero una desgracia llegó antes.
Alejandro se había aparecido ante ellas pidiendo hablar con Stefanía.
—Hola, Stefanía ¿Podemos hablar? —preguntó el idiota ignorándolas.
Con lo feliz que estábamos sin ti pensó Cayla y estaba a punto de recordarle modales al niño ese; sin embargo, Ari se encargó de detenerla tal como Raven estaba haciendo con Katrina.
—Está bien —aceptó Stefanía y Cayla gimió en desacuerdo.
—¿Estás segura? —le preguntó a su amiga con un tono de que no estaba de acuerdo con lo que hacía y que no lo hiciera.
—Estoy segura —le respondió por lo que a Cay no le quedó otra que aceptar e irse con las chicas a un lado.
No podía escuchar lo que hablaban pero en sus huesos sabía que era una mala idea.
Cayla: Stefanía te necesita.
Sebastián: ¿Qué pasó?
Sebastián: ¿Dónde están?
Cayla: Una persona que la abandono regresó
Cayla: En el parque de derecho
Le informó a Sebastián, que la dejó en visto.
Espero que sea porque estas corriendo hacia acá pensó Cayla y no se equivocó al pensar eso cuando vio a Sebastián aparecer.
No se arrepentía de haberle escrito al enamorado de su amiga, bueno, casi lo hace cuando vio a Alejandro y Stefanía abrazándose, pero ese sentimiento se esfumó cuando Alejandro se fue dejando a Stefanía llorando.
Maldito pensó Cayla y Katrina lo dijo en voz alta. Sin embargo, antes que cualquiera pudiera acercarse a consolar a su amiga Sebastián llegó a ella y la dejó llorar por el amigo que había perdido.
***
Un par de días después llegó el momento que Cayla ansiaba.
Katrina la había citado en Solé diciéndole que quería contarle algo y que necesitaba su ayuda.
—¿Qué sucedió con Luis? —preguntó Cayla directo a su amiga quien ni siquiera se sorprendió por su pregunta.
—Él estuvo saliendo conmigo cuando dijo que Renata era su enamorada —le respondió Katrina y Cayla sintió su sangre hervir.
Odiaba las infidelidades, odiaba lo que hacían en las personas que la sufrían, y odiaba la mirada cerrada que tenía Katrina.
Un negocio. Ella estaba tratando en ese momento su antigua relación como un negocio se dio cuenta Cayla.
—¿Cómo quieres que te ayude? — le preguntó a su amiga, dispuesta a ayudarle al Karma a que Luis pagara.
***
Y llegamos al primer extra 🤗
Como verán este extra revela la historia de Cayla antes y durante ciertos eventos de la historia desde como ella vivió y pensó acerca de todo.
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