Capítulo XIV
—¿Estás segura que no es una cita en toda regla? —pregunto mi amiga por teléfono mientras me veía a través de la videollamada sacar otro conjunto de ropa.
—Estoy segura, sólo es una salida de amigos —le respondí aunque por dentro estaba emocionada y eso no tenía mucho sentido, bueno si lo tenía iba a salir con Sebastián.
Aunque solo éramos amigos, está era la primera vez oficial que nos veríamos y hablaríamos en persona además ¡Seguía siendo un chico! Y yo era un desastre tratando con chicos, Alejandro era la prueba de ello.
—Bueno para no ser una cita en toda regla lo parece —respondió Katrina.
—Pero no lo es...
—Yo creo que sí...
Me estaba arrepintiendo de haberla llamado para pedirle ayuda a elegir algo que vestir ese día.
—Sé lo que estás pensando —dijo riéndose— pero ya sabes que si no molesto no soy yo.
Cierto, además que ella era mi única opción a quién acudir ya que Cayla estaba desaparecida.
—¿Sabes algo de Cayla? —le pregunté dejando todo de lado y prestando atención a las reacciones de mi amiga.
—Ella está bien. Hablé con ella ayer.
Y yo también pero no me respondía desde el día anterior en la tarde.
—¿Desde qué hora no hablas con ella?
Katrina pareció pensar su respuesta— En realidad no habló con ella desde hoy en la madrugada.
Eso quiere decir que sólo a mí no me está hablando.
—Ella no me responde los mensajes.
Katrina me miro antes de suspirar y decir— Sabes cómo es Cayla, tú has estado con ella desde que empezó a hablarse con el idiota ese, seguro piensa que ya te tiene cansada —bueno eso sonaba tan Cayla.
—De todas maneras, me preocupo más cuando no me habla.
—Lo sé... Pero no arruinemos tu día, ¿vale?
—No es mi día —le respondí— Además sigo sin saber que ponerme.
— Bueno tienes que asistir con algo completamente tú, por lo que el jean azul sin rasgados, el polo blando y la polera negra serían lo ideal, sin embargo...
—¿Sin embargo?
—Creo que en lugar de la polera deberías llevar algo más liviano —me dijo.
—¿Pero y si hace frío para cuando regrese a casa? —le cuestioné y la mirada que gane no me dio buena espina.
—Pues él puede darte la casaca o lo que sea que lleve para que estés abrigada —dijo como si nada y de verdad no quería, pero la imagen se formó en mi mente antes que pudiera detenerla y la verdad me gustaba mucho pero no lo iba a admitir.
—Eso sólo pasa en las telenovelas —le dije.
— Y en los libros —me respondió riendo.
—Bueno sí, y en los libros, pero no en la vida real.
—De hecho sí pasa... —en la vida real no lo había dicho pero algo me dijo que eso era lo que iba a decir.
—¿Te paso alguna vez? —le pregunté curiosa.
—Hace mucho tiempo —me respondió pero no dijo nada más y por el tono en el que lo dijo no me daba ganas de preguntar parecía que aquello no le traía gratos recuerdos— Bueno ya no importa, pero hazme caso y no lleves polera.
—No sé...
***
Estaba en frente al cine central de Housong esperando a Sebastián, me había enviado un mensaje diciendo que demoraría a causa del tráfico de la zona donde vivía, y aunque no debía me envió una foto como prueba.
Sí era sincera el detalle me pareció lindo y me sentí un poquito mal de decirle la verdad. Yo no era una persona que se emocionará mucho por entrar en una sala de cine, era más de las que disfrutaba las películas caseras, debía admitir que era entretenido ver los trailers y el movimiento del cine.
Aquel día había muchas parejas, algunas chicas estaban con unos globos en su mano, otras con cajas de chocolates y rosas pero sin duda alguna lo más impactante fue ver a una pelinegra con un peluche casi de un metro comprando las entradas.
San Valentín parecía un gran día para disfrutar con la persona que amabas... O con un amigo como era mi caso.
Sonreí pensando en lo que dirían mis amigas. Raven probablemente sería más como yo un tanto emocionada e ilusionada por todos los detalles mientras que Ariana, Cayla y Katrina rodarían los ojos por la cursilería.
—Aquí estás —dijo alguien detrás mío asustándome.
Cuando giré víi a Sebastián mirándome con una sonrisa que me mandó a las estrellas, okey, era una exageración pero así lo sentí.
—¿Estás bien? —preguntó Sebastián ante mi falta de respuesta.
—Sí... —dije moviendo la cabeza— Uh... Solo....
—Sólo... —insistió.
—Yo... Uhm... Verás...
Dios... Por qué no podía formular una oración completa. Pensé. Pues porque él está muy guapo me susurró mí inconsciente.
Demasiado tiempo con Katrina me hacía pensar cosas que no eran, sin embargo no podía negar lo evidente él estaba muy guapo aunque su atuendo fuera tan sencillo como el mío, ya que iba con jeans, zapatillas, polo y casaca negra.
—No hay necesidad de ser tímida —me dijo él acariciándome la mejilla logrando que me sonrojará aún más— Eres muy bonita —y él me iba a matar si seguía hablándome así.
—Gracias...
—Gracias a ti por aceptar salir hoy conmigo.
—Fuiste bastante insistente —le respondí riendo.
—Bueno, después de hartar a mis amigos hablando de ti...
—¿Le has dicho a tus amigos de mí? —le pregunté sorprendida y asustada.
—Sí —me respondió sonriendo antes de acercarse a mi oído y decir— Pero tranquila no saben que preguntaste por Winter.
Iba. A. Morir.
—Gracias.
—No hay problema, además es tu amiga quien quiere saber de mi amigo, ¿Verdad?
—Si, bueno Katrina quiere saber de él para Raven y... —y ya había metido la "pata".
—No diré el nombre de tus amigas Carla —me dijo tomándome de la mano.
Esto estaba avanzando demasiado.
—¿Por qué me invitaste a salir?
Sebastián me miró a los ojos antes de responder— La verdad me das mucha curiosidad, me hablaste para ayudar obtener información a tus amigas, eso es valiente.
—O tonto —le respondí encogiéndome de hombros— Así qué la curiosidad te impulso a invitarme.
—Una parte —respondió— De hecho otro motivo es que por más que intente no puede no dejar de hablarte.
Sentí que volvía a ponerme roja.
—Y que no te encuentro en Facebook.
Y así pase de un color carmesí a uno totalmente blanco.
—Uh... Verás... —¿cómo le decía que Carla no era mi verdadero nombre?— Las películas son en su mayoría románticas —le dije girando de nuevo a la cartelera— Sólo hay una de acción y la verdad no sé qué género prefieres o si prefieres ir a hacer otra cosa, por mí no hay problema después de todo...
— Carla, mírame —dijo girándome de nuevo a él— Tranquila ¿ok? —me pregunto y yo asentí— Si a ti no te molesta me gustaría que viéramos una película romántica.
—Claro no hay problema.
—¿Qué te parece la cita perfecta? Después de todo estamos en una cita.
Quedé congelada en mi sitio— Una cita... —susurré más para mí negando en mi mente lo último que dijo y asintiendo a sus porque esa era una película donde salía mi actor favorito, Noah Centineo.
Lo malo de todo que la película empezaba dentro de una hora y algo más por lo que Sebastián propuso que fuéramos a tomar un chocolate en una cafetería que quedaba cerca del cine.
Cuando salimos del cine una brisa llego a nosotros haciéndome temblar ya que no llevaba puesta ninguna polera o casaca, porque sí, cedí ante la idea de Katrina y en ese momento me arrepentía.
—Está haciendo frío —comentó Sebastián a lo que asentí frotando mis manos— Ten —dijo poniéndome su casaca.
—No, no, tú tendrás frío —le dije.
—No te preocupes por mí —me respondió sonriendo y aunque quería insistir en devolverle su casaca sabía que no llegaría a ningún lado.
Qué vergüenza y todo era mi culpa por hacerle caso a mis amigas. Aunque Katrina no se equivocó, él me había dado su casaca.
Respira Stefanía, respira.
—Ven, vamos a la cafetería que te digo —dijo tomándome de la mano.
No. Es. Una. Cita.
Tenía que repetirme eso, no quería ilusionarme y eso estaba siendo muy fácil con esta salida.
Además él lo afirma.
Llegamos a la cafetería entre bromas y una conversación ligera para conocernos más, no tocamos temas profundos y cuando preguntó por mis padres respeto el silencio después de haberle dicho que habían fallecido sin preguntar nada más.
Todo marchaba bien, cuando regresamos al cine me sentía más relajada, excepto cuando Sebastián me llamaba Carla, la película fue todo lo que alguien tan romántica como yo esperaba y me encantó toda ella.
Cuando volvimos a salir del cine ambos estábamos tan ensimismados conversando que no nos fijamos cuando chocamos con una pareja.
—Lo siento, lo siento —dijimos ambos a los chicos frente a nosotros pero ellos es restaron importancia diciendo que los accidentes ocurrían y fue en ese transcurso en el que como un destello fugaz me pareció ver a Luis de la mano de otra chica pero eso no podía ser, ¿Verdad?
—¿Pasa algo? —preguntó Sebastián a lo que negué volviendo a ver dónde me pareció ver a Luis.
—No, nada.
—¿Segura?
—Sí —le dije con una sonrisa— Vamos, ya es tarde.
—Es temprano.
—Son casi las ocho —le respondí— Eso es tarde para mí.
—Bueno —dijo riendo— Sólo una cosa más —pidió y yo asentí— Cena conmigo.
—Pero...
—Por favor...
— Está bien, pero en un lugar cerca para no demorar —le dije y él asintió aunque al final encontramos un restaurante con unas pocas mesas vacías a tres cuadras del cine.
—Lo malo de San Valentín es que comer en un restaurante es una odisea —dijo Sebastián.
—Bueno supongo, nunca antes salí a cenar un catorce —le respondí sin darme cuenta hasta que su sonrisa me dijo lo satisfecho que estaba con ello.
***
Al llegar a casa fui directo a mi habitación ya que Dayanne aún no llegaba, estaba revisando Facebook hasta que Cayla me manda una captura de una foto mía tomando chocolate por Whatsapp.
Cayla: Algo que decir?
Stefanía: De dónde sacaste eso? Le pregunté porque yo no me había percatado de ninguna foto que Sebastián me haya tomado.
Cayla: Del mismo perfil del chico con él que saliste hoy
Estaba muerta.
Cayla: Entonces... No dirás nada?
Stefanía: Si salí con él...
Stefanía: Como amigos
Cayla: La foto cuenta otra historia
Stefanía: Yo no sé porque la tomó
Cayla: Te seguías hablando con él desde el primer día!
Stefanía: Sí...
Cayla: Ok.
Stefanía: Cayla...
Visto. Se enojó.
Stefanía: Cayla se enojó conmigo?
Katrina: Por la foto?
Stefanía: También la viste?
Katrina: Claro! Y te dije que lo de no llevar casaca era buena idea.
No iba a responderle eso.
Katrina: Y por Cayla no te preocupes seguro se le pasa.
Stefanía: No sé...
Katrina: Créeme
Stefanía: Cómo estás tan segura?
Katrina: Por qué ahora mismo le doy la noticia de que el idiota de su ex está preso.
¡¿Qué?!
Stefanía: Katrina... Explícame eso.
Stefanía: Katrina...
Ni visto ¿Cómo había logrado Katrina eso? ¿A qué costo?
***
¿Qué les pareció la cita? 😂 La verdad no sé que tan bien me quedo así que espero que les haya gustado.
Pd: supongamos que la cita perfecta estuvo en cines 😉
Pd2: Al final de la historia habrá un extra de esta parte explicándose lo del arresto del ex de Cayla.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top