Capítulo XIII

  

Nunca en mi vida había estado tan tensa como ahora, aunque bueno eso solo pasaba cuando me ponía a pensar.

Por un lado estaba la situación con Cayla, que me preocupaba demasiado ya que Alberto se había vuelto más intenso según lo que me había contado y Katrina aún no lograba encontrar una manera de encerrarlo sin involucrar a Cay. Por otro lado estaban mis nervios, aunque cada vez eran menos, cada vez que Sebastián me hablaba y después de un par de días de obtener para Katrina el número de teléfono de Winter nuestras conversaciones eran para conocernos más, aunque él me siguiera llamando Carla.

Bueno yo fui quien le dije que ese era mi nombre pensé.

Aquella tarde estaba con Dayanne esperando la vista de Alex, otro motivo por el que estar nerviosa, mi hermano me conocía demasiado bien estaba segura que se daría cuenta del estrés que tenía sin embargo no quería que preguntara porque soy pésima mentirosa.

—¡Stefanía abre la puerta! —me grito mi hermana desde la cocina.

No había escuchado el timbre por lo que cuando volvió a sonar corrí a abrir.

Alex estaba ahí con mi cuñada y su hija.

—¡Alejandra! —exclamé tomando de los brazos de mí cuñada a mi sobrina— Pasen, pasen —les dije mientras ingresaba con la bebé en brazos.

—Debería sentirme mal que quieras más a mi hija que a tu hermano —dijo Alex y antes que pudiera responder Dayanne apareció diciéndole:—Deja el drama, además tu hija es más linda obvio que la querremos más.

—No es así, si te quiero hermanito —le dije antes de volver mi atención a la bebé.

—Se nota.

—Ya basta, deja de ser un niño —le dijo su esposa riéndose— ¿Y cómo han estado?

—Bien, de Stefi ya va terminar su adelanto de curso en tres semanas y yo bueno estoy a punto de conseguir un ascenso.

Las felicitaciones para mi hermana no se hicieron esperar, estaba feliz por ella sabía que se lo merecía aunque por dentro me ponía melancólica el saber que no la vería tan seguido como antes ya que si ahora era jefa del área de ventas apenas nos veríamos sería peor con su nuevo puesto de directora.

—¿Y ya tienen planes para San Valentín? —preguntó Eliza.

—Yo voy a salir con unos compañeros de trabajos —dijo Dayanne

—¿Solo compañeros? —pregunto Alex burlón como si no le creyera ni una palabra.

—Sólo compañeros, no tengo tiempo para ligar.

Ya veía una nueva "discusión" llegar pero para buena o mala suerte mi cuñada volvió a intervenir con una pregunta que no me esperaba.

—Aún no sé, quizá quedé con mis amigas.

—Eso me parece muy bien —dijo Alex logrando que su esposa y Dayanne rodarán los ojos.

—Déjala crecer —le dijo — Ella en algún momento va a tener novio.

—Así es, además ya está en edad para experimentar su primer amor, de hecho ya pasó esa edad —dijo mi hermana codeándome logrando que me avergüence.

—Ya... No molesten —les dije.

—Entonces... ¿Tienes a alguien especial?

La pregunta era inocente y no esperaba que el primer rostro y nombre en el que pensara fuera el de Sebastián y no el de Alejandro.

—No, no hay nadie especial —respondí sin embargo no podía no pensar en porque pensé en Sebastián cuando me hicieron esa pregunta.

Solo hace unos días habíamos empezado a hablar y eso no lo convertía automáticamente en alguien especial en mi vida ¿O sí?

Ugh. Tenía la mente revuelta, tenía que pensar en demasiadas cosas en muy poco tiempo, lo que era algo francamente malo ya que no manejaba bien el estrés y la presión en cualquier tipo de situación.

Después de esa pequeña charla Alex nos invitó al cine para distraernos, algo que muy bueno porque centre mi mente en la película. Todo parecía marcar bien y me había relajado considerablemente eso hasta que salimos del cine y vi a lo lejos Katrina tomada de la mano de Luis, uno de nuestros compañeros de la UNI.

Quedé pasmada.

No lo podía creer. Es decir; si lo podía creer y a la vez no, a menos que me estuviera equivocando en lo que estaba pensando.

Luis y Katrina eran prácticamente como el agua y el aceite cada que estaban juntos, no podían estar a un metro sin molestarse, bueno Luis molestaba a mi amiga y ella le respondía por lo que muchas veces al inicio pensamos que a ella le gustaba él pero luego apreció Danilo y su comentario de me parece simpático y el tema de Luis quedó en el olvido.

Pero si ellos están saliendo ¿por qué Katrina no dijo nada? Bueno al menos a mí me parecía que estaban saliendo como pareja ya que iban tomándose de la mano.

Oh. Dios.

No podía como fui a enterarme de eso.

—¡Hey! ¡Stefanía! —escuché que gritó mi hermano, y su grito fue lo suficientemente fuerte para que mis amigos mirarán en mí dirección y se soltaran de la mano, bueno Luis soltó a Katrina de la mano.

—¿Qué pasó?

—Eso queremos saber, de pronto te quedaste parada mirando a la nada.

—No estaba mirando a la nada —le respondí.

—Entonces... —no pudo continuar porque sonó mi teléfono.

Katrina me estaba llamando y me asusté. ¿Por qué? Ni idea, seguro eran los nervios.

Demasiado en muy poco.

—¿No vas a contestar? —me preguntó Alex a lo que afirmé atendiendo la llamada.

—Aló...

—¿Estás ocupada?

—No... Bueno estaba en una salida con mi familia —le dije

—Bueno... Sobre que lo viste...

—No ví nada —dije rápidamente

Katrina se rió— Tranqui... No te estreses, sé que nos viste pero por favor no le digas a nadie.

—¿Están saliendo? —le pregunté curiosa mientras seguía mi hermano al patio de comidas.

—No... Bueno, no exactamente.

—Katrina...

—Dime...

—¿Son enamorados?

—No —bueno no hubo duda ahí— Nos estamos conociendo, si se puede decir así —me explicó— pero por ahora no quiero que nadie sepa de esto.

—No te preocupes, no le diré a nadie —o al menos trataré.

—Gracias.

—No tienes que agradecer, el lunes nos vemos —le dije y colgué la llamada.

Cuando llegamos donde estaban los demás ya habían pedido una parrilla familiar para compartir.

Mi hermana me preguntó si todo estaba bien a lo que afirmé porque que podía hacer, yo estaba bien, Cayla era otra historia al igual que Katrina y no sabía cómo iban a terminar ambas.

***

No estaba nerviosa, no estaba nerviosa. Uno, dos, tres, ..., diez. Respira.

Sebastián: No me vas a responder?

Sí. No. No sé. Ay...

Por qué tenía que pedirme eso.

Las conversaciones nocturnas entres Sebastián y yo eran normales, me había acostumbrado a ellas y no iba a negar que me gustaban, por lo que ya no me ponía ansiosa cada que leía un mensaje suyo, hasta hoy. Es decir; cómo se le ocurrió eso, mis nervios fueron de cero a cien en un microsegundo.

Sebastián: Si no puedes no hay problema.

Stefanía: Me sorprendiste

Le respondí, aquello no era un sí, pero tampoco un no. De hecho creo que no era una respuesta en lo absoluto.

Sebastián: No creo que esa sea una respuesta a mi pregunta

Sebastián: Además dudo que a una chica tan bonita como tú no la hayan invitado a salir para San Valentín.

No, nadie lo había hecho excepto... Alejandro y eso fue hace un año.

Stefanía: No suele pasar

Stefanía: Y además no soy bonita

Sebastián: La belleza es cuestión de percepción

Stefanía: Tu percepción debe estar fallando

¡No...! Por qué le envié eso.

¿Y si se molesta?

Estaba nerviosa cuando vi que había respondido.

Sebastián: entonces es el mejor fallo que tengo

¿Qué se supone que respondiera? ¡No sabía que decir! Peor aún con lo roja que me había puesto.

Sebastián: No te aborchornes

¿Qué?

Sebastián: Pero entonces... Podemos salir juntos el catorce de febrero?

Stefanía: No sé... Qué tienes planeado?

Tenía que saber antes de decidir y además el cambio de tema era bienvenido.

Sebastián: Planeaba sorprenderte.

Me sentí mal cuando leí ese mensaje hasta que llegó el siguiente.

Sebastián: Pero ahora que lo pienso no sería nada del otro mundo.

Sebastián: Iríamos al cine y luego a comer.

Ay...

Sebastián: Y luego puedo mostrarte el mejor lugar de Housong.

Stefanía: El mejor lugar de Housong?

Sebastián: Bueno, el mejor lugar para mí.

Sebastián: Mi lugar favorito

La curiosidad decidió por mí, quería saber cuál era ese lugar.

Stefanía: Está bien.

Sebastián: Está bien... Qué?

Stefanía: No seas gracioso

Le escribí riéndome, conversar con él era agradable exceptuando las partes donde parecía coquetearme.

Sebastián: Sólo confirmo xd

Sebastián: Entonces para que no haya dudas

Sebastián: Aceptas salir conmigo este catorce de febrero?

Stefanía: Sí, acepto.

Escribí con una sonrisa y emocionada por lo que pasaría en esa salida.


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