13
AHÍ ESTABAN NUEVAMENTE, en la casa Madrigal comenzando con la ceremonia de matrimonio entre Dolores y Mariano.
Victoria había llegado a la casa unas horas antes ya que todas las mujeres se arreglarían y ayudarían a la novia con lo que necesitara.
Vicky salió un momento con miles de rodillos en el cabello para crear rizos. Dolores le había pedido un vaso de agua, así que se dirigía a la cocina.
En medio de esto, chocó con Bruno.
—Oh... Hola, Victoria.
—¡Hola, Bruno! ¿Cómo está? ¿Emocionado?— sonrió ella.
—Yo solamente... No quiero decir algo malo. Así todos estarán tranquilos y felices.
—Oh, no se preocupe. Mirabel como organizadora se ha encargado que doña Pepa esté tranquila, y Loles sabe que todo saldrá bien. Relájese y disfrute de la boda de su sobrina, tenemos todo cubierto.
—Yo... Um, quería disculparme por——
—No es necesario, realmente no lo es— dijo la chica sin cambiar su relajada actitud—. Usted no controla lo que ve, además, agradezco que haya sido a tiempo. Me hizo un favor, creo que... Habría sido más difícil si sucedía después.
Después de sonreírle una vez más, la castaña avanzó hasta la cocina. Ahí sirvió agua en un vaso y se dirigió nuevamente a la habitación con sus amigas y sus madres.
—Gracias, Vicky— murmuró Dolores siendo peinada por Isabela.
—¿Encontraste a Camilo?— preguntó Isa manteniendo una mirada cómplice con la novia por el espejo.
—En realidad no... ¿Debía buscarlo? Lo siento.
—No, no, no. Solamente queríamos saber si estaba alejado de Mariano.
—Si quieren puedo ir a verlo, es mi deber de dama de honor.
—Claro, pero primero, terminaremos tu cabello.
—No es ne——
—Lo hará mi mamá, ¿verdad, mami?— interrumpió Dolores.
—Sí, ven hijita, siéntate.
Victoria García hizo caso rápidamente para no desperdiciar el tiempo de Pepa. La mujer fue sumamente delicada al sacar los rodillos y darle forma a los rizos. Después de ello le hizo unas trenzas y las unió con unas flores que había creado Isabela en el momento. Todo era demasiado bello, hasta salió un arcoíris mientras Pepita sonreía por los resultados.
—Gracias... Por tratarme como parte de su familia.
—No hay nada que agradecer, Vicky— decía Mirabel—. De hecho, nosotras deberíamos agradecer por todo lo que haces por nosotros, y por Camilo. ¿Sabes? Él desde que volviste comenzó a ser diferente, ahora parece un poco más maduro y pensativo en una manera positiva.
"Así que no fui la única que lo notó." Pensó la muchacha sonriendo tímidamente.
—Yo... Creo que debería ir a, ya saben.
García salió de la habitación en busca de su amigo. Tocó suavemente a la puerta del rizado para luego escuchar un "pase".
Entró y observó a Camilo mientras le indicaba seriamente a Antonio lo que debía hacer en la ceremonia.
Sinceramente, fue una escena que le enterneció el corazón. Y ahí comprendió que Cam había madurado. Esto no significaba que dejara su lado infantil, pero aún así se veía el cambio.
Ambos hermanos miraron a la muchacha con asombro. Nunca la habían visto con el cabello tan arreglado. Ante esto, Victoria sonrió nerviosa.
—¿Está muy feo?
—¡Te ves preciosa, Vicky!— exclamó Antonio.
—Lo que dijo Toño...
—¿Qué hacen, Toñito?— preguntó ella acercándose.
—Soy el niño de los anillos y tengo que entregarlos.
—¿Y qué estaba diciéndote Camilo?
—Me decía que tengo que entregar los anillos porque es un día muy especial para nuestra hermana y tenemos que hacerla feliz.
Vicky observó al mayor de los Madrigal presentes, quien por vergüenza había volteado. —Tú... ¿Le dijiste eso?
—Puede que no lo demuestre, pero quiero que ella sea feliz. Aunque eso signifique que se case con ese tonto y probablemente se vaya... Antonio no quiere que Dolores se vaya.
—Eso es muy dulce de tu parte— lo miró un momento para luego aclarar su garganta ante el inesperado aumento en su ritmo cardíaco, entonces observó al menor—. Y tú, chiquito... Que Loles se case no significa que se irá lejos o de aquí o de tu vida, en algún minuto quizás quiera salir con su esposo o cosas así, pero siempre estarás en su corazón, en todo momento.
—Cuando te fuiste, ¿estuvimos en tu corazón?
—En cada minuto.
—Entonces— cortó Camilo ocultando una sonrisa—. ¿A qué viniste? ¿Le pasa algo a Dolores?
—Yo... Quería darte algo.
Ambos se vieron a los ojos, aunque ese momento fue interrumpido por Pepa, quien buscaba a la chica porque debían cambiarse al vestido. Estaban a unos minutos de comenzar.
La pelirroja se llevó del brazo a Vic sin hacer esfuerzos por esconder su felicidad. Ahora, con vestidos puestos, invitados abajo, novio en su lugar y todo lo demás preparado, estaban listos para dar inicio.
—¿Qué querías darme?— consultó el chico llegando a su lado.
—No puedo dártelo ahora, estamos a punto de caminar.
Ambos se dieron cuenta que Luisa ya había entrado dejando delicadamente pétalos de flores en el suelo. Todo se veía muy bien arreglado, después de ello, debía elogiar a Mirabel por su organización. Ahora, era la señal de Isabela y Esteban.
—¿Por qué no puedes?
—Camilo, nos toca— dijo para luego agarrar suavemente el brazo de su amigo. Ambos caminaron con una felicidad interna que era inexplicable. Luego de esto, se separaron y Victoria se posicionó detrás de Isabela, pero a pesar de que ella trataba de estar pendiente de la entrada de Dolores, era imposible sentir las miradas del chico.
La musica que se oía era tierna y tenue, Dolores había comenzado a caminar junto a su padre. Tenía una gran sonrisa en el rostro que nadie le podía quitar. Por el otro lado, Mariano observaba a su novia caminar como si fuera el ser más bonito y fino que pudiera existir.
Vic ojeó a Pepa quien estaba siendo controlada por Mirabel y Julieta, hasta que llegó Félix a su lado.
—Nuestra niñita...
—Estamos aquí para unir en matrimonio a Dolores Madrigal y Mariano Guzmán— había hablado el maestro de ceremonia. Todos estaban sumamente ansiosos y emotivos al ver cómo desprendían felicidad estos jóvenes—. Comienza para ustedes un apasionante viaje lleno de sorpresas y emociones. Tolerancia, cariño, respeto y amor son algunos de los ingredientes que les garantizarán la felicidad. En nombre de todos los presentes, me gustaría desear que lo que hoy vemos en ustedes perdure para siempre. Antes de pasar a dar lectura al acta matrimonial, el cuñado del novio, quiere dedicar unas palabras.
—Uh, sí. Yo no soy mucho de decir palabras bonitas... Pero escribí algo con un poco de ayuda— dijo sacando un papel para luego mirar fugazmente a su amiga—. Dolores: sé que muchas veces te he sacado de quicio (como a todos los demás), pero hoy es tú día y sólo quería expresar mi felicidad por ti. Hoy te casas con el hombre—— el hombre de tus sueños, y a pesar que eso signifique dejarte ir, sólo quiero decirte que pueden contar conmigo para lo que necesiten. Espero que... Cada día su amor aumente y puedan luchar por cumplir sus sueños juntos. Y a Mariano: No hagas sufrir a mi hermana porque sabes que soy capaz de atormentarte hasta en tus sueños.
Esto último sacó una risa en todos los presentes, e hizo pasar desapercibida la lágrima que bajó por la mejilla del chico. Victoria lo miró con una sonrisa orgullosa. Hace días el chico no sabía qué decirle a su hermana, pero lo había logrado.
—Hemos llegado al momento clave de este gran día. Así pues, pregunto: Dolores Madrigal, ¿quieres contraer matrimonio con Mariano Guzmán y efectivamente lo contraes en este acto?
—Sí, quiero.
—Mariano Guzmán, ¿quieres contraer matrimonio con Dolores Madrigal y efectivamente lo contraes en este acto?
—Sí, yo quiero.
"En este momento, pueden proceder al intercambio de anillos". Había dicho el hombre, y en ese momento llegó Antonio con una mirada seria. Había elevado sus manitos para que los novios pudieran tomar los anillo.
—Yo, Mariano Guzmán, te tomo a ti, Dolores Madrigal, como esposa y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
—Yo, Dolores Madrigal, te tomo a ti, Mariano Guzmán, como esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
—En virtud de los poderes que me confiere... El milagro, yo los declaro unidos en matrimonio. Pueden sellar su amor con un beso; ¡felicidades!
Estos hicieron caso al maestro de ceremonia y alguien gritó desde atrás: "¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!". A lo que Mariano suavemente cubrió las orejas de su esposa.
Para finalizar con el broche de oro, y comenzar con la fiesta, todos a su alrededor lanzaron arroz a los aires para que cayera en los esposos. Esta era una tradición para desearles una relación feliz y duradera.
Camilo se acercó a la García quien veía desde lejos cómo empezó la celebración.
—¿Qué querías darme?
—Fue muy lindo lo que dijiste, Camilo... Aunque no fue nada de lo que estaba escrito en el papel.
—No le digas eso a los demás... ¿Qué querías darme?
—Estoy muy feliz por Loles...
—¿Qué querías——?
La muchacha, cansada de la insistencia sacó de su bolso una cajita pequeña. —Ten. Tuve que pedirle ayuda a mi papá para terminarlo, sé que es algo tonto y probablemente algo que no quieras, pero——
—¿El reloj que estabas reparando?— sonrió él— ¿Cómo lo hicieron tan rápido?
—No estaba tan dañado... Sólo necesitaba un poco de delicadeza y atención. Con ayuda de mi papá, pudimos terminarlo rápido.
—¿Por qué me lo regalas? No es mi cumpleaños.
Victoria sintió que sus mejillas se volvían de color por lo que se tapó con el cabello. —Solamente quería dártelo. Es algo en lo que me he esforzado, así como juntos nos hemos esforzado por fortalecer esta relación... De amistad.
—Gracias ¿Me ayudas a ponerlo en mi muñeca?— dijo él felizmente esperando el acto de la castaña.
Vicky con una repentina timidez ajustó las correas del reloj a la muñeca izquierda de Camilo. Luego sin quitar las manos, observó un momento el resultado.
—Fue una buena decisión dártelo, te queda bien.
—Gracias por todo— respondió él, poniendo una mano sobre las de ella—. ¿Vamos a la fiesta?
—Sí.
2/2 mini maratón.
AAHH, les seré sincera,
el próximo capítulo será
extra especial, porque es el último :,)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top