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LOS PRESENTES SENTÍAN la tensión existente entre Camilo y Victoria. Aunque esta última no se daba cuenta de ello, estaba muy ensimismada comentándole a Antonio todos los lugares que visitaron y cuántos animales recorrían los diferentes lugares de Colombia.

—¿Sabes? Hasta pensé en adoptar a un perro, pero pensé que sería muy inconsciente de mi parte si ni siquiera teníamos un lugar estable dónde dejarle, mi tía Lorna no es una persona perruna.

—¿Inconsciente, huh?

Vicky le dirigió una mirada de desentendimiento a Camilo, y Lucía fue quien dio la orden de alejarse para que los jóvenes pudieran conversar.

—Creo que mis superpoderes me dicen que estás un poco molesto— trató de alivianar el ambiente Victoria.

—¿Por qué no volviste antes?

El chico había ido directo al grano. Y la jovencita debía admitir que ninguna de las excusas que ella interpusiera parecerían ser suficientes para el abandono de esta amistad.

—Cam... No fue fácil tomar esta decisión pero——

—¿Tú tomaste la decisión? ¿Acaso volvieron porque también te pegó la gana?

—Entiendo tu frustración, Camilo, pero tú también debes entender que necesitaba este tiempo para mi. Necesitaba sanar y madurar, he avanzado y gracias a eso puedo ver todo de una perspectiva distinta. He podido ver diferentes situaciones de vida y me ha ayudado a ser más agradecida. Lamento no comunicarme, pero no siempre tuvimos dinero, ¿sabes? La mayor parte del tiempo, sobrellevamos el día a día por mi tía Lorna y por trabajar con la familia.

La cara del chico había cambiado poco a poco. —¿Cómo que no tenían dinero? Si ahorraron por meses, Victoria.

—¿De verdad piensas que nos alcanzaría para viajar y vivir una buena vida por un año? Quizás el primer mes, pero después sólo trabajamos y recibimos ayuda de la familia de Esteban también... Él ha sido muy bueno con nosotros.

Ahora sólo se observaban tratando de dejar la incomodidad de lado. —¿Y... Cómo está Esteban?

—Él está hablando con mis padres.

La mirada del Madrigal se perdió por un momento y sintió una vuelta en si panza. ¿Por qué Esteban querría hablar a solas con los papás de Victoria? ¿Sería que ellos le estaban pidiendo explicaciones por demorar tanto en volver?

—Cam, ni una palabra de esto. Ni a mis hermanos ni a mis padres. Les rompería el corazón saber que no siempre fue tan bacano. Dolores, si es que me oyes de donde sea que estés, la boca sellada como un cerrojo.

Él asintió siguiendo sin entender los motivos que la llevaban a ocultar que no todo fue de color de rosas, pero respetaba su decisión. La miró por una última vez antes que volvieran buscando a los hermanos, aunque para el infortunio de Camilo, en lugar de ellos apareció Esteban con una gran sonrisa en su rostro.

—¡Vicky! Adivina qué... Oh, hola Camilo, ¿cómo estás?

—Bien, ¿y tú?— se esforzó el chico por parecer relajado. Ese "Adivina qué" no le había agradado mucho. Aún así, sus labios se curvaron hacia arriba.

—Estupendamente bien. Vicky, finalmente conversamos un poco de lo que vivimos en el viaje y les dije de lo que pensamos... ¡Ellos están de acuerdo!

—¿Qué? ¿De verdad?— exclamó ella con la misma intensidad.

—Creo que estoy un poco perdido... ¿En qué están de acuerdo tus padres, Victoria?

—Entonces, el estar en este viaje con Esteban nos ha hecho madurar, ¿sabes? Tanto a Fito, a él... A mi. Y consideramos que sería una buena oportunidad para nosotros el cortejo, pero Esteban quería que mis padres estuvieran al tanto y que le dieran permiso... La cosa es que dijeron que sí, pero que esperara a ser mayor de edad lo que es en unos meses. ¿No es grandioso?

—¿Cortejo?

—Sí— sonrió ella para luego mirar al chico a su lado—. ¿Te parece si le cuentas a los demás?

—Claro.

Vicky ahora miró a Camilo nostálgica. —Cuando... Cuando no recibí una respuesta ante mi declaración en carta, me sentí un poco decepcionada, al ver que en la despedida del viaje mi hermana se aferró a ti me hizo entender que no era emocionalmente correcto para mi seguir con estos sentimientos, necesitaba dejarte ir. Y ahora agradezco que sea así, porque pude entender a Esteban, humano que estaba cerca mío y esperaba ser visto. No guardo rencor por tu indiferencia en aquel momento, eso fue cambiado por agradecimiento. Así que gracias por abrir mis ojos una vez más...

La muchacha se alejó del lugar dejando a Camilo petrificado. Todo había sido muy rápido.

Él volvió a su casa intentando buscar aquel papel en el que ella había dicho lo que sentía en antaño. Revolviendo todo en su habitación, empezó su desesperación, no pensaba dejarla tan fácil. Ambos habían sufrido, pero tenía el sentimiento que no debía rendirse, así como una mariposa no se rinde en su viaje pese al huracán que se interponía.





Habían pasado unos cuantos días, estos días se volvieron semanas hasta que llegó el momento en que en un mes Victoria cumpliría dieciocho años. Todos estaban felices y esperando esto. Camilo... Había comenzado a darse por vencido, nunca pensó que sentiría más que una simple hermandad por Victoria García, pero aún así sucedió. Y justo cuando admitió sus sentimientos en sus entrañas, tuvo que resignarse a dejarlos ir.

Ahora Vicky se había paseado por el pueblo mientras se ocupaba de los encargos de su madre. Justo en eso se encontró con Esteban. Le sonrió con dulzura mientras que él tenía una mirada más seria.

—¿Crees que podemos hablar, Vicky?

—Claro, ¿me acompañas a dejar esto con mi mamá? Luego iremos a la fuente, ¿te parece?

—Está bien.

Ambos caminaron, había un clima agradable aunque no habían podido conversar mucho. Esteban parecía igual de tímido que el día que se conocieron. Finalmente (luego de saludar a su madre y dejar los recados), llegaron a la fuente y se sentaron en una banca cercana.

—¿Qué quieres hablar?— le preguntó ella mientras se recogía el cabello.

—¿Conoces a Bruno? Es... El hombre que puede ver en el futuro.

—¡Claro que lo conozco! Sus predicciones son verdaderas, una vez le dijo a Fito que sería un cantante y ahora él es un cantautor en progreso que canta en los bares de los pueblos cercanos. ¡Es genial! Y Además, sus rati-novelas son increíbles...

—Vicky... Él me dio una predicción, ¿sabes?

La chica lo miró con un poco de seriedad. Si le habían dado una predicción era obvio que se cumpliría.
—¿Quieres comentarme de ello?

Esteban asintió mientras tragaba. No había manera fácil de decir esto. —En la visión yo estaba comprometido...

Las pulsaciones de Victoria se aceleraron pensando en que era muy pronto para una propuesta, pero sus brazos cayeron a lo que continuaba.

—Pero no eras tú... Lo siento, Vicky, yo pensé que nosotros——

—Hey, está bien— sonrió con un poco de tristeza. No quería demostrar lo que le dolía saber eso porque haría sentir peor a Esteban en el momento—. No es tu culpa... Tampoco es mi culpa o la chica con la que estés más adelante... Tranquilo. No podemos decir que no lo intentamos, ese debe ser nuestro consuelo, ¿verdad?

—Vicky...

—Esteban. No te culpes, ni culpes a Bruno... Yo-Iré a ver a mi hermanita, ¿si? Nos hablamos después.

—¡Victoria, necesito decirte quién era la persona!

—¿No entiendes que prefiero no saberlo ahora, Esteban? De verdad tenía esperanzas en que funcionara. Pensé que el sentimiento de estar incompleta se llenaría poco a poco.

—Victoria, sé que sólo te sentías así de completa con Camilo. Yo nunca quise detenerte, pero sufriste mucho...— le habló tomando sus manos— Siempre supe que sería difícil esto. Te conocí y de inmediato supe que estabas ciega por Camilo, traté de dar lo mejor de mi para que me vieras, pero mayor aún para que te vieras a ti misma y la independencia que podías lograr de todos. Fue difícil saber que al principio te estimaba y no era recíproco, y es difícil ahora dejarte ir sabiendo que había alguna correspondencia.

—¿Tú... Hiciste esto por mi?

—Eres la chica más maravillosa que he conocido, Victoria. Y no quiero que te afecte esto, aunque es imposible... Pero no será la última vez que nos veamos, después de todo... L-la chica en la visión era Lucía.

—¿Qué?— musitó ella con sensaciones mezcladas. Estaba feliz por él y porque sabía que no había mejor mujer en el pueblo que su hermana, también estaba confundida por la confesión anterior, contrariada porque sus recuerdos con Camilo volvieron a su mente, pero sobretodo frustrada por no poder controlar y desenredar todo el nudo que había en su cabeza.

Se abrazaron brevemente agradeciendo internamente todo lo que habían hecho ambos y se despidieron.




qué pensarían si les digo
que  esta historia está
finalizando?
tengo el epílogo hecho:,(

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