ৎ capítulo 01
𝑆𝑢𝑐𝑘 𝑚𝑦 𝑙𝑜𝑙𝑙𝑖𝑝𝑜𝑝
Taehyung era conocido por todo el mundo como el mejor estudiante de la Universidad Yonsei, elegante, educado, buen amigo, estudiante ejemplar y buen hijo. Ante los ojos de muchos era el chico perfecto.
Pero esa era solo una máscara, la cual le gusta usar demasiado, porque así las personas no lograban conocer al verdadero Kim Taehyung.
Ellos conocían el chico perfecto, cuando en realidad era un gran hijo de puta con 24 años que deseaba follarse a su estudiante de 20 años.
Debido al bajo rendimiento de Jungkook en la escuela, durante su tercer año de universidad no le quedó de otra más que aceptar un tutor para poder corregir sus terribles notas. La verdad es que odiaba tener que recibir ayuda de un tutor, pero no había nada que el pudiera hacer. Al final de cuentas resultó que su querido ayudante seria Kim Taehyung.
¿Qué si lo conocía?
Por supuesto que lo hacía, todos en aquélla universidad, los mil doscientos setenta y cinco alumnos conocían a Kim Taehyung. Porque era guapo, era amigable, sobresalía en los eventos de la escuela, formaba parte del club estudiantil como el presidente desde luego. Y siempre que tenias un problema él podía ayudarte.
El problema para Jungkook era que, estaba secretamente enamorado de aquel chico y que ahora le daba pena ir a su tutoría con él. No es como si fuera a decirle que le gustaba, porque Jungkook sabía que Taehyung podía estar enamorado de alguien más, siendo tan alabado y proclamado por la gente, se podía imaginar que aquel pelinegro estaría más interesado en alguna linda chica de alguna de las facultades de la universidad.
Le agradaba porque podía tener un poco de su atención durante las clases extras por las tardes, cuando se reunían en la biblioteca y estudiaban por tres horas seguidas.
Jungkook trataba de prestarle siempre atención, Taehyung trataba de hacer que Jungkook se mantuviera concentrado en lo que le enseñaba para terminar a tiempo. Porque cuando la tutoría terminaba el sol comenzaba a ocultarse poco a poco, a veces Taehyung lo acompañaba a tomar el autobús, otras veces subían juntos y se sentaban uno al lado de otro.
En el segundo mes de tutoría, Taehyung entendió que Jungkook era tentador, porque aquella vez cuando subieron al autobús y no encontraron lugar para sentarse, Jungkook se agarró de los tubos para no caerse, Taehyung se quedó a su lado y odio tanto hacerlo, porque vio con sus propios ojos como unos chicos de otra universidad le tocaban el trasero a Jungkook.
Ese día Taehyung recibió dos golpes en su rostro por haber peleado con ellos, sin embargo, aquellos chicos también salieron lastimados. Jungkook se lo agradeció llevándolo a su casa y atendiendo sus pequeñas heridas con un poco de alcohol y gasas.
Jungkook se sintió feliz cuando Taehyung lo defendió y Taehyung se sintió tan furioso por haber visto como ellos tocaban a Jungkook tan descaradamente, pero sobre todo, le enfureció mucho más por el hecho de que no quería que nadie más lo tocara, porque se podía ver así mismo haciéndole lo mismo al menor.
Podía imaginarse a él mismo tocando y masajeando con sus morenas manos las posaderas de aquel lindo rubio.
No pudo soportar ver como alguien más las tomaba sin pudor alguno frente a sus ojos, Jungkook creyó que lo hizo como un acto de inocencia y valentía al querer defenderlo, pero no sabia el oscuro secreto que Taehyung guardaba por haber golpeado a esos chicos.
Taehyung estaba mal, estaba terriblemente mal durante esa mañana de Julio, cuando despertó en su cama completamente sudado y con una erección mucho más grande de lo normal al haber soñado con aquel rubio chico de mejillas esponjosas.
Ni siquiera una ducha fría pudo calmarlo, logró tranquilizarse por uno momento, pero durante el día había veces en las que recordaba su sueño y volvía a ponerse tan duro como una roca, y no podía arriesgarse a entrar en un cubículo para aliviar su dolor. Y lo peor de todo era cuando veía al menor caminando por los pasillos, cuando lo veía entre clases o en la hora del almuerzo, luciendo su esbelta figura con aquellos pantalones ajustados y sus suéteres enormes. Su mente lo llevaba a un viaje recordando lo que había soñado aquella mañana.
La manera en la que tenía a Jungkook atrapado entre cuerdas bien ajustadas a su linda figura, el como sus ojos parecían acuosos por el placer que estaba sintiendo y como su linda boca se abría para pedirle por más, pudo sentirse tan excitado con solo un sueño que estaba ansiando hacerlo realidad. Pero si lo hacia entonces sabría que perdería toda la cordura y no podría resistirse a la tentación de tener a Jungkook.
Cuando las clases llegaron a su fin y el terminó su trabajo con el consejo estudiantil, supo que el verdadero dolor había llegado, porque ahora tenia que dirigirse a la biblioteca para estar con su estudiante.
Llevaba ahí más de diez minutos y dedujo que Jungkook se había distraído tal vez con algún amigo o comprando algo de comer para esa tarde. En esos mese que llevaban de tutoría había logrado conocer muchas cosas de Jungkook, como que le gustaban las paletas de cereza y que el chocolate le encantaba, que su desayuno por las mañanas eran waffles con miel o con chocolate derretido y un poco de fruta picada.
Comenzaba a conocerlo poco a poco y eso le gustaba, porque Jungkook era demasiado predecible y le encantaba comprobar sus dudas. Comenzó haciendo pequeños apuntes de acuerdo al tema que verían ese día, hizo pequeñas notas y luego separó los temas largos y complicados de la clase de hoy y los separó de los temas fáciles, corroboró sus sospechas en cuando escuchó el pequeño tatareo del menor entrando por la biblioteca. Inmediatamente calló al ver que ya estaba en su lugar de trabajo y luego sintió las pisadas del rubio para acercarse hasta él.
"¡Hyung!" Chillo emocionado y algo apenado por haber llegado tarde a la clase de ese día "Perdón por llegar tarde, es que yo" Hizo un pequeño puchero" Pasé a comprar una paleta"
Taehyung dejó de ver sus apuntes para observar al chico frente a él, estaba tratando de no prestarle tanta atención puesto que su mente aún lo traicionaba con el sueño de la mañana. Sin embargo, cuando sus ojos se enfocaron en los de Jungkook y después bajaron hasta la paleta que tenia entre sus dedos, de nuevo una vez más su entrepierna comenzó a doler. Tragó duro mientras desviaba la mirada hacia otro lugar queriendo despejar su mente de aquel sucio sueño.
Pero una vez más la voz de Jungkook no ayudó en nada.
"Uhmn, sabe tan rica, ¡La paleta de cereza siempre será mi favorita!" Exclamó maravillado "Hyung, ¿Quieres probar?"
Taehyung cometió el mismo error de voltear a verlo, negó lentamente mientras seguía sin quitar la mirada de aquella paleta, poco después aprecio como la linda boca del rubio hundía entre sus labios aquel redondo dulce. Pasó lentamente su lengua por sus labios, sintiendo como el calor aumentaba en su cuerpo, porque todo estaba siendo como en su sueño, ver aquella escena le hacia recordar la manera en la que en su sueño su gran pene gordo se hundía en la boca del menor, sintiendo como sus suaves labios rodeaban su largo falo con gusto.
"¿Quiere?" Volvió a decirle cuando observó como su Hyung lo miraba disfrutar aquel dulce.
"Ah, no, no Jungkook, estoy bien gracias"
Dejó de mirarlo para después comenzar a darle sus respectivos temas y tareas, evitando a toda costa volver a verlo los ojos o prestar atento a sus acciones. Esas paletas parecían no querer acabarse pues durante toda la clase Jungkook estuvo devorándolos.
"Hyung, quería agradecerte por ayudarme mucho con las clases" Dijo el menor cuando el final de las clases llegaron" He mejorado mucho últimamente y eso es por su ayuda"
El rubio le sonrió mientras guardaba sus cosas en la mochila, por la ventana de la biblioteca se alcanzaba a ver como el sol poco a poco iba cayendo. El mayor le devolvió la sonrisa y guardo sus cosas también, quería irse de ahí lo más rápido posible y pasar desapercibido por parte de Jungkook, pues el bulto en su entrepierna era demasiado notable.
Jamás creyó que ver a Jungkook chupar una paleta lo pondría tan duro, porque no iba negar que se lo había imaginado más de una ocasión, a Jungkook tomando entre sus manitos su pene y metiéndolo por completo en su boca. Taehyung sabia que estaba mal, estaba mal pensar esas cosas con un chico mucho menor que él, pero no podía evitarlo, él era un sucio chico de 24 años, el cual amaría tener a Jungkook amarrado, sumiso y dispuesto a ser penetrado por él.
Ambos chicos salieron de la escuela poco a después, Taehyung una vez más acompañó al menor a tomar el autobús para llegar a su casa, así que por ese día montaría otra ruta, porque lo que menos quería era que Jungkook viera su erección en su máximo esplendor. Pero parecía que la suerte no estaba de su lado.
No cuando vio al menor abrir la última paleta del día.
Taehyung desvió su mirada un sin fin de veces mientras Jungkook degustan de su dulce, pero es que ni siquiera eso ayudaba, los sonidos que el menor hacía lo estaban volviendo loco, escuchar los chasquidos de su boca al momento de chupar aquella paleta, como de repente sacaba su lengua para hacerla lentamente, si Taehyung no estuviera obsesionado con él diría que lo hacía a propósito.
"¡Hyung! mi autobús llegó, lo veré mañana en la escuela" Le dijo el rubio mientras le sonreía felizmente, haciendo que sus lindos ojos se achicaran y su linda sonrisa saliera a flote.
Taehyung creyó ver ángeles salir por sus alrededores. Y antes de que Jungkook subiera al autobús, Taehyung dijo:
"Mañana traeré una paleta especial para ti"
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