Capítulo 5.- Comienza el Juego
Él no sabía lo que Bakugou había comprado en la sex-shop puesto que bien salieron del centro comercial cada quien tomo su camino por cuenta propia claro que esto bajo las órdenes del rubio, además que en verdad le había comprado el libro. Cosa que en verdad lo sorprendió bastante puesto que no creyó que lo hiciera.
Soltó un suspiro para darse la vuelta en su cama.
¿Cuántos días habían pasado?, ¿Tres?, ¿Cuatro?.
Ni siquiera lo recordaba. Su cerebro lo había abandonado para irse de vacaciones a algún lugar mejor de su cabeza.
Soltó un suspiro y se sentó en su cama, lo que estaba ocurriendo era una completa locura la cual no le desagradaba, al contrario le fascinaba pero de alguna manera le daba un poco de terror. Por ejemplo no sabía si Bakugou y el tendrían sexo, y que quien sería el pasivo y el activo.
Un gran jodido dilema.
Miró de reojo el libro que estaba encima de su escritorio, ni siquiera lo había vuelto a ojear por la curiosidad después de ese día.
Se levantó para tomar el libro, que le diera está vez una ojeada más profunda, tenía que aprender mejor todo el tema sobre las poses del sexo. Tenía que hacerlo puesto que no quería verse como un completo tonto ante Bakugou.
Bien tuvo el libro en las manos comenzó su gran investigación del saber cómo hacer gozar a otro hombre, después de todo los hombres tenían el punto G en esa pequeña parte delicada, no podía negar que se sentía un poco tonto leyendo y viendo las ilustraciones de referencia. Incluso quería dejar escapar una risa y decirse que estaba muy tonto por eso pero prefirió callarse para continuar con la lectura.
Cada posición se le hacía demasiado llamativa como para no querer intentarla pero no es como si viendo a Bakugou le dijera: Bakugou acabo de leer el libro que compramos en la Sex-shop y quisiera poner en práctica una posición de sexo contigo.
Capaz el rubio lo golpeaba para después mandarlo a la mierda por pervertido y adelantado. Por ahora debería de conformarse de solo leer.
Soltó un suspiro para dejarse caer en la cama, cerró los ojos abrazando un poco el libro.
Debería de dormir para despejar su mente, ya era algo tarde como para que estuviera aún despierto.
Claro que esto fue interrumpido por los leves toques que sonaban gracias a la puerta. Se levantó para soltar una afirmación que daba a entender que iría a abrir, guardo rápidamente el libro en su escritorio para atender rápidamente la puerta.
Grande fue su sorpresa al ver a Bakugou parado en frente con las manos en el bolsillo del pantalón negro que llevaba.
—Hola Bakugou— saludó una pequeña sonrisa.
Estaba nervioso.
—Tardaste— mencionó para empujarlo y pasar sin el permiso del peli-rojo a la habitación.
Eijiro negó con la cabeza para después cerrar la puerta.
—Lo siento, estaba algo ocupado— contestó para dirigirse hacia el.
El rubio no dijo nada, solo se dedicó a mirar la habitación como si estuviera buscando algo. Por su parte el dueño de la habitación solo se le quedó mirando esperando que dijera el motivo del porque de su visita, no es que le molestará que estuviera ahí pero si le parecía algo raro.
—Vine a que dejemos claro como es que jugaremos Daddy Kink—saco sus manos de los bolsillos para cruzarse de brazos, Eijiro se sorprendió.
Tarde o temprano tendrían que seguir con espero no creyó que tan pronto.
—Claro, ¿Entonces?.
Bakugou saco uno de los celulares que habían comprando, lo desbloqueo para entregárselo. Posó su vista en el aparato para después regresarse la al rubio el cual soltó un bufido.
—Leí que el Baby y el Daddy suelen intercambiar mensajes, no podemos utilizar nuestros celulares propios por lo que pensé que sería bueno tener estos nuevos— explicó.
—Ah ya, fue una maravillosa idea la que tuviste— comenzó a ver qué es lo que tenía.
Cómo eran las aplicaciones y si es que tenía algún contacto.
El número que suponía que era el de Bakugou aparecía como "Usuario 1".
Katsuki lo miró.
—Ahora solo falta definir los papeles de Daddy Kink para que puedas ponerle nombre al contacto del celular— Kirishima arqueó la ceja.
No comprendía muy bien del todo eso. ¿No sé quedaría así el nombre?.
—¿Definir que?— preguntó confundido.
Bakugou quiso golpearse y golpear a su compañero, no sabía si este era muy inocente o muy tonto.
Soltó un suspiro, tratando de no gritarle.
—Vamos a decidir quién de los dos le va a meter la verga al otro— dijo con naturalidad.
Kirishima quedó de piedra, imaginarse a el siendo penetrado por Bakugou le era extraño, y bueno imaginarse penetrando al rubio le estaba gustando.
Vale podría estarse viendo cómo un completo pervertido además no quería que cierto amiguito se pusiera duro.
—De acuerdo, pero ¿Cómo?— preguntó ladeando la cabeza.
Bakugou llevo su mano al mentón pensando como llegarían a la solución de ese pequeño problema, si no se decidía eso no podrían avanzar más. Kirishima le miró esperando para la respuesta, no es como si el no pudiera pensar en algo pero preferiría que el rubio hiciera todo el trabajo.
—Ya tengo la respuesta—le miró esperando la respuesta —. Para que sea justo y sin trampas se decidirá por medio de piedra papel o tijera.
No pudo evitar soltar una pequeña risa por lo que el rubio había dicho, eso sería lo último que escucharía por parte del rubio. Por su parte Bakugou le termino soltan
do un golpe no tan fuerte para que dejara de reír, pues no le veía motivo para que el tonto lo hiciera.
—Si ya terminaste de reír como el idiota que eres te voy a explicar cómo será— para sorpresa del dueño del Quirk de endurecimiento el rubio no estaba siendo tan grosero como era costumbre.—, dos de tres gana.
—De acuerdo— asintió para dejar el móvil en la cama abrazando y levantarse de ella.
—Bien, comencemos a la de tres— hizo puño su mano para comenzar a moverlo de arriba hacía abajo—. Uno, dos, tres.
—Piedra, papel o tijera— exclamaron los dos al mismo tiempo agitando sus puños.
La primera ronda la había ganado Bakugou haciendo que sonriera con superioridad dándole confianza de que probablemente el ganaría pero como toda suerte, está no está comprada por lo que en la segunda fue ganada por Kirishima que había hecho tijera mientras el rubio había optado por hacer papel.
Ya venía la definitiva, por lo que el que ganara sería el activo y el otro el pasivo.
—¡Piedra, papel o tijera!— exclamaron para dejar a la vista sus señales.
Eijiro se había llevado la ventaja por haber hecho papel mientras Bakugou había había votado por hacer piedra.
—¡Si!— dijo el peli-rojo.
Kirishima festejaba por ser el ganador mientras Katsuki bufaba. ¿Cómo era posible que perdiera?, El es siempre el número uno.
—Perdiste Bakugou, tú serás el que esté en cuatro— dijo Kirishima sonriendo.
—No te alegres mucho pelos de mierda, que si me lo propongo tú podrías volverte el muerde almohadas de esta relación— le pico con uno de sus dedos el pecho, se sintió lindo el tacto—, como sea deberás registrarme como Baby en el estúpido celular.
Pudo notar un lindo sonrojo en sus mejillas, tenía vergüenza y eso le pareció tierno.
—Bakugou ¿de verdad te crees capaz de ser el dominante?— se acercó peligrosamente al rostro del rubio.
—Por supuesto que sí pelos de mierda— contestó retando le con la mirada.
La actitud que estaba tomando el rubio le estaba fascinando.
—Comencemos entonces— Kirishima llevó su mano derecha hacia la boca del rubio.
Comenzó acariciar los labios de éste, eran suaves pero no como los de una chica. No podía explicar detalladamente pero le encantaba sentirlos, por su parte el rubio no podía quejarse e insultar al peli-rojo puesto que ya habían comenzado con el juego.
Probablemente no de una manera especial o menos tonta y ridícula como lo estaba haciendo pero ya no había vuelta atrás.
El era el baby y Kirishima el Daddy.
Quiso apartarse un poco para relajarse y poder continuar pero fue detenido por el peli-rojo que lo sostuvo para hacer que cayera acostado en la cama, Kirishima no rápido ni perezoso se subió encima de él.
—¿Piensas dejarme baby?— preguntó con voz ronca.
Había sonado Sexy.
Negó con la cabeza.
—Por supuesto que no, Daddy— respondió.
Jirou amaba poder hacer eso, lo amaba en verdad. Pero lo que amaba más era poder hacerlo con Denki.
Escuchar los gemidos de Denki era lo más hermoso del mundo, sentía los espasmos del chico y como apretaba sus hombros dónde descansaban sus delicadas manos.
Había sido una buena inversión su nuevo arnés y el dildo que ahora disfrutaba con su precioso novio. Hacer pegging había cambiado su manera ver la sexualidad. Se había vuelto un poco más empática con su novio porque cogerse lo era físicamente un trabajo difícil pero sumamente perfecto. Por supuesto Jirou cuando comenzó a tener una relación pensó muchas veces en sexo pero jamás en la manera en que lo vivía ahora. Porque cuando alguien abre su cuerpo para ti, se vuelven muy vulnerables; te otorgan una cantidad enorme de poder.
Ella lo sabía, por eso mismo era la que dominaba en la relación.
Por otro lado Denki disfrutaba de ello pero no de una manera tan profunda, solo lo hacía para complacer a Jirou.
Temia que si se negaba a hacerlo, Jirou terminaría con el.
Nota:
Pegging: Se refiere a la práctica sexual en la que una mujer penetra analmente a un hombre empleando una prótesis que usualmente va sujeta en el pubis por medio de un arnés de cintura.
Después de tanto lo resubí aquí, gracias por leer y seguirme. La próxima actualización será dentro de dos semanas.
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