XVIII
●ღ●
Lorand, Jency, Linka y Stadler, habían salido, por lo que en compañía de Kriska no quedaba nadie, Imara incluso había salido al pueblo y ella se había quedado con su hijo y sus dos sobrinos. Por suerte, su pequeño Bandi al igual que Árpád estaba dormido, así que solo se había enfocado en peinar los cabellos de su sobrina.
Mientras cumplía esta pequeña tarea que siempre disfrutaba, desde que la pequeña había nacido, escuchó unos gritos, eran de Harmat, la doncella de Pruna, se levantó dejando a su sobrina a medias y corrió al patio de la casa de su hermano, donde aullando de dolor Harmat llevaba el cuerpo de una chiquilla.
—La ha matado ¡Ay la ha matado! —Sollozó—. La ha matado y ha matado al cocinero ¡Ay casi me mata a mí, me ha cortado una pierna!
—¡¿Cómo que te ha cortado una pierna?!, ¡¿Quién?!
—Vuestro marido señora, ha violado a la hija del cocinero, pero primero dejadme llevar a Harmat al doctor, que a este paso se va a desangrar —terció Gabor
—Vayamos juntos, así me decís que pasó.
—Señora, no podéis dejar a vuestros sobrinos solos...
—Kriska, ¿Qué ha ocurrido? Hola Gabor, ¿Por qué tiene Harmat sangre? ¿Qué ha pasado con esa niña? Acabo de llegar y... —confundido Akos miró al trio, quienes preocupados apenas sabían qué decir.
—Gabor llevadla al doctor, el señor Dali y yo resolveremos.
—De acuerdo.
—Harmat no os preocupéis, nosotros nos encargaremos de todo.
—Sí mi señora.
—¿Me dirás lo que sucede?
—¿Estamos en el tipo de relación donde podéis exigirme e incluso tutearme, señor Dali?
—Lo lamento, es solo que llego y encuentro todo...
Un grito los extrajo de su conversación sobresaltándolos, sin dudarlo corrieron hasta donde estaban los niños y encontraron a un ensangrentado Nandor, arrastrando a Boriska de un pie —¡No! —gritó Kriska, entonces, entre los dos tomaron un largo artefacto de hierro que Lorand tenía de decoración y lo lanzaron sobre la cabeza de Nandor, quien cayó redondo al piso con una herida abierta, la cual a nadie le preocupó.
—¡Tía!, ¡Ay tía, tía!
—Oh mi niña, mi niña, lo siento, lo siento tanto —lloró cargándola en brazos sintiendo los espasmos en el cuerpecillo de la niña al sollozar, apenas fue consiente de los brazos de Akos rodeándolas a ambas.
Lorand no tardó en llegar y al encontrar la escena Stadler y Jency tuvieron que sostenerlo para que no matara, el ya maltrecho pedazo de existencia que era Nandor. Y chillando la pequeña fue a brazos de su padre, quien se sentó en un rincón y durante horas meció a su pequeña mientras sollozaba desgarrado, sin importarle la presencia de nadie allí, ni siquiera la de su esposa.
Ella lo entendió, decidió entenderlo y dejarlo solo con su pequeña y así de inmediato se encargó de poner orden en la casa. Ordenó a las criadas que quedaban a limpiar la sangre y le pidió a Jency y a Stadler que se encargaran de entregar a Nandor al sheriff de la ciudad; mientras que envió por otro lado a Akos donde el médico para monitorear el estado de Harmat y Gabor.
Entre Linka, Kriska y ella atendieron a los pequeños que al despertarse, buscaban a Boriska para seguir jugando, pero estaba muy ocupada siendo acunada en brazos de su padre como para pensar en jugar, mucho más con el susto que acababa de pasar, y Kriska sentía una inmensa culpa en su corazón, en vez de protegerla ella estaba fuera de la casa siendo egoísta y tonta, pegada a un hombre que no era su marido, mientras que quien sí lo era intentaba violar a su sobrina. Que horrible persona era y a diferencia de Linka y Pruna, no tenía a nadie que la sostuviera en brazos y le dijera que no era su culpa y que todo estaba bien.
Pruna estaba tan inmersa en resolver todo que se olvidó por completo de algo muy importante, ver a su hermanito. Así que dejando a Árpád en manos de Linka corrió hasta las caballerizas y entonces vio el desastre de sangre y el cuerpo del cocinero.
Nunca en su vida había visto una escena tan horrible, no era muy cercana al hombre, pero, ¿Qué clase de ser humano sería capaz de mutilar de esa manera a otra persona? Las ganas de vomitar la infundieron y no fue hasta que Kriska llegó y se la llevó, que pudo apartar la mirada.
—¿Qué fue lo que sucedió Kriska?
Sollozando le contó lo sucedido, y expresó lo culpable que se sentía por solo haber estado hablando con Akos, olvidándose de sus pequeños.
—No, Kriska, no es tu culpa...
—Solo lo dices para hacerme sentir mejor.
—No, porque no ha sido tu culpa... sí debiste haber estado con ellos, pero como toda persona normal saliste a socorrer alguien que estaba gritando, ¿Crees que hubiese sido sano para los niños ver esa escena de Harmat sangrando y con una niña muerta en brazos?
—Pero a Bori casi la violan.
—Pero no pasó, así que no es tu culpa, de todas formas no has sido tú quien ha intentado violarla.
—Lo siento tanto —lloró y entonces Pruna la abrazó y acarició sus cabellos, de cierta manera sentía que estaba practicando para cuando le tocara consolar a su marido, porque claro que aquello vendría
Pero no fue sino hasta el día siguiente que pudo consolarlo, puesto que cuando fue a la cama su marido no estaba y al despertar, se lo encontró en la misma posición en la cual lo había dejado el día anterior.
●ღ●
—Su excelencia, la señora Imara Császár, propietaria de la "comunidad".
—Hacedla pasar, Lumiere.
—Solicita una audiencia con su majestad el rey, a solas, si es posible.
—Solo hacedla pasar —murmuró irritado el monarca.
—Su majestad —reverenció la dama al entrar—. He venido a mostraros unos documentos muy interesantes con vuestra firma...
—¿Qué quieres esta vez Imara? ¿Una propiedad más?
—No, mi señor, con todo respeto quiero que examinéis estos papeles.
—Entrégamelos, Lumiere
—Lumiere no está aquí mi lord, tomad.
—¿Qué es?... ¿Cómo es posible que...?
—Olvidasteis estos papeles a la hora de firmar un nuevo contrato con Leónidas para salvar vuestro hermano.
—¿Hasta dónde conocéis la historia?
—Era esposa del conde, mi señor, ¿Cómo no la conocería?
—¿Qué es lo que quieres, Imara?
—Quiero que anuléis el matrimonio que concertasteis entre Kuna y Pruna.
—¿Y por qué lo haría?
—No me atrevería amedrentar a su majestad, pero tengo un vasallo con claras órdenes de entregar unos cuantos documentos a la reina en caso de que dure más de una hora aquí dentro.
—¿Me estás amenazando?
—No me atrevería, solo digamos que, estoy usando mis medios para proteger lo que es mío.
—Puedo enviarte a colgar por esto e incluso acusarte de traidora, lo que hagas después no tendrá credibilidad.
—Excepto, su majestad, que los documentos tienen vuestro sello y firma, por lo que incluso se sale de mis manos.
El monarca la estudió por un rato, admirando la valentía de la mujer —Pensaré en aceptar vuestra propuesta señora Császár.
—Una cosa más... quiero hacer pública la identidad de mi hijo, es un Báthory, de hecho, es el legítimo conde y su derecho le ha sido quitado.
—¿No te basta con que anule el matrimonio, sino que también quieres devolverlo a su posición? Eso será más difícil.
—Con este escándalo, pueden salir a la luz diferentes cosas, su majestad y quien guarda los documentos de nacimiento de los hijos de Leónidas, soy yo.
—¿Te atreves si quiera a mirarme a los ojos Imara?
—Con todo respeto, su majestad, mirarle o no mirarle a los ojos no es para mí un problema, es a vos a quien le resulta difícil mirarme a mí.
—Esta audiencia terminó.
—Si salgo por esa puerta, sin tener la autorización de devolver a mi hijo a su lugar por las buenas... os aseguro que todos, incluso en el nuevo mundo sabrán la verdad.
—Nuevamente, tienes las agallas para amenazarme, ¡fuera de aquí!
—Sí, su alteza, pero luego no digáis que no os lo advertí.
¿Qué es una madre capaz de hacer por un hijo? Lo que sea, incluso morir.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top