9/Genial, voy a morir
I
Geralt.
Desperté con el pie correcto, jamás, en todos estos años, me había sentido tan vivo. Luego regresar a la acción para un último trabajo, he recuperado la juventud, al menos por ahora. Escatimar en recursos nunca ha sido mi estilo; un camión cisterna volcándose, el caos entre sujetos incompatibles y el escenario predispuesto por mi persona, todo ha valido la pena.
Observar desde un lugar seguro es mejor que pasarla en el cine. Esta ventana me ha ido de maravilla, ningún detalle escapa de mi vista.
—El cinturón no es de buena calidad, esa oferta de tiempo limitado te saldrá caro —dije riendo—. Esa navaja no tiene filo, amigo, solo te retrasas a ti mismo. —Cada hecho que causó algún contratiempo para Inko Midoriya, era un placer indescriptible, el éxtasis de tachar cada detalle planificado en la libreta: me hace recorrer una sensación de placer desde pies a cabeza.
—No, no, yo mismo mandé a poner esas cajas allí, tuvieron que usar un remolque para colocarlas, un anciano solo se dislocaría la espalda si intentara moverlas...
Cada que pasaba algo de lo escrito en la libreta, lo tachaba de una lista y anotaba hasta el último detalle. Al momento todo había ido de acuerdo a mis cálculos, nada se me ha escapado de las manos.
—Espera, no se suponía que el niño sobreviviera. —Al percatarme de ese detalle, tomé nota de las variables con sumo cuidado—. Como sea, solo es una eventualidad sin importancia... Ahora que empiece la melodía final. —Saqué mi reloj de bolsillo y observo atentamente el movimiento de la aguja, por cada segundo que pasaba, generando así que las comisuras de mi boca formaran una sonrisa.
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https://youtu.be/AgZMZiD8XeA
«30 minutos».
Cerré los ojos dejando a la imaginación lo que sucedía dentro de la bruma; haciendo total atención a los sonidos del lugar, las quejas de dolor de esas tres personas llegaron a mi oído, causándole un escalofrío que perturbo mi sonrisa. La imagen de sus cuerpos retorciéndose, era tan vivida, desde el momento de la concepción de este escenario, el acto final pasaba por mi cabeza una y otra vez, pero, no hay comparación con la realidad.
—Magnificent.
Con eso dicho en un tono de éxtasis, el reloj cronometrado empezó a sonar de forma estridente, matando el ambiente que tanto había costado concebir, mi sonrisa terminó por tornarse una simple mueca de molestia.
—A todo le llega su tiempo, incluso a los momentos hermosos como este, en fin, es hora. —Del bolsillo en mi abrigo saqué un teléfono, lo puse a mi oído cuando un desconocido contesto a mi llamada. Antes de articular una sola palabra, el semblante de orgullo se volvió el contrario, mi expresión se había vuelto sombría.
—¿Es una línea segura? —cuestioné al instante de conectar la llamada.
—¿Bromeas? Con estos nuevos juguetes, siempre será una línea segura, imbécil.
—Digas lo que digas, tomaré mis medidas. —Arqueé una ceja—. Si me fiara de cualquiera, nunca habría llegado vivo a esta edad, ni siquiera de ti, niño, mi intención al salir de tártaros es disfrutar los años que me quedan, no desperdiciarla en alguien como tú.
—Claro, claro, eres un profesional, «él» siempre habló de ti, ¿y sabes qué? No me interesa, ahora quiero que me reportes al pie de la letra: como carajo va tu plan.
Para proceder a explicar lo sucedido, no pude evitar erguir la espalda, ajusté mi corbata y sonreí con orgullo.
—El trabajo está hecho, treinta minutos exactos, no más, no menos, tal y como lo pediste, con tantas coincidencias nadie se dará cuenta de que fue intencional, las cámaras de las calles se encargarán del resto.
El mismo All for One podría intentar menospreciar mi trabajo, pero nunca lo ha hecho. Fui entrenado para esto, pulí mis cualidades con el objetivo de no dejar nada al azar, así, soy el responsable de maquinar planes perfectos.
—¿Me estás jodiendo, anciano? En ningún momento te pedí que involucraras al camión, ¡¿Sabes cuánto hemos perdido por tu culpa?! —Tomura puede decir lo que quiera, pero no es All for One, nunca lo será. Aun si esas palabras vienen de un muchacho mimado, deberé abstenerme de cualquier arremetida innecesaria.
—Veamos, si implicamos esto con sus muertes, es menos probable que los culpen de haber sido intencional. Ya puedo predecir los titulares de mañana «Un chofer explotado laboralmente pierde la conciencia y causa un accidente que cobra cinco vidas» ¡Es la pantalla perfecta!
—¡Me importa una mierda lo que creas, has retrasado el proyecto por lo menos medio año, a este paso tardaremos dos años en perfeccionarlo, te haces llamar profesional, pero eres un completo fraude!
—¡Aprecia mi talento, por un demonio! —Fruncí el ceño, menospreciar mi trabajo es peor que insultar a mi madre—. ¿Sabes lo difícil que es hacer que una cafetería, se quede sin café? ¡Tengo que pensar en cada maldita variable o mi quirk no funciona!
—Hmp, si claro, ni siquiera Twice me causa tantos problemas.
Hubiera seguido con la discusión, nadie desprecia mis habilidades de planeación, y podría dejarlo claro con facilidad, pero este era un caso peculiar, ya que sería estar jugando con el diablo mismo.
—Como sea, ya está hecho, en cuatro horas el objetivo entrará en un estado de coma, en doce, el «darkness» hará de las suyas, luego de eso, en siete horas estará como un adefesio que morirá solitariamente, le doy una semana por mucho, por lo aleatorio que puede ser el darkness, ¿Está de acuerdo con eso? Shiga... digo... ¿All for one?
—¡¿Cómo me llamaste?! —Del otro lado de la línea, el mocoso ardió en furia e insultos—. Imbécil ¡¿Te crees muy chistoso?! ¡Hablas con Tomura Shigara!... —Se detuvo sin previo aviso, su tono de voz pasó de uno altanero, a uno sofisticado, parecía... otra persona.
—Si, está bien, tu trabajo concluye con esto, ve con tu esposa, ha estado muy preocupada desde que fuiste encerrado, en el futuro podremos colaborar juntos de nuevo, Geralt.
—Ya quisiera, jefe, luego de terminar este acuerdo, no quiero saber nada de su condenada existencia. He pagado mi deuda, All For one, no desperdiciaré más de mi preciado tiempo contigo. —Mis palabras fueron hechas a base de respeto, odio, miedo y responsabilidad, algo insuficiente al parecer, ya que se mofó a tal declaración.
—¿En serio te molesta un tema tan insignificante? ¿Acaso los dioses se preocupan por el tiempo? No aparentas ser tú mismo hoy, Geralt.
—Soy difícil de matar. —Pasé mi mano en mi rostro, estoy cansado, la adrenalina de volver al juego se había extinguido, ahora solo residía en mí el sueño de un retiro pacífico—. «Dioses» dices, me gusta que me tenga en tanta estima, pero eso no me hace inmortal, a diferencia de ti.
—Si todo sale como lo planeé, pronto podrás estar seguro de tu apodo, «Morta», solo espera, y verás.
—Sea como sea, no me involucre en sus planes, la última vez me encerraron y solo se molestaron en sacarme por este capricho... jefe, quiero olvidarme de «Hush», diles a los chicos que fue bueno verlos, que arrojé la toalla, ya estoy viejo para estos trabajos sucios. —Esperé, en respuesta solo recibí silencio por unos segundos, infinitos segundos bajo una tensión palpable—. ¿Toda cuenta queda saldada? ¿Cierto?
Soy viejo, no senil, los planes son que al salir de aquí desaparecería para no volver al tablero nunca más, no obstante, All for One colecciona sus piezas de forma enfermiza. Dejar ir una pieza con la que luego podría realizar una jugada a su favor, es un movimiento impensable. Tragué saliva, sentí la presencia de la parca suspirando en mi nuca, su guadaña buscaba asilo a escasos centímetros de mi cuello, esperando la sentencia para darme la muerte.
—Entiendo —respondió, la presión se fue con un suspiro de alivio—. Fuiste uno de mis mejores elementos, si llegáramos al nuevo mundo, definitivamente serias uno de mis generales.
Deslicé mi mano en mi bolsillo, esta vez en búsqueda de una fotografía. «Como extraño ese bar de segunda» pensé viendo a las veinte personas celebrando con bebidas en mano, aquellos a quienes podría considerar familia.
—Ya no puedo con esto, me estoy haciendo viejo, mis predicciones ya no son las mismas, y sacrificar nunca fue algo que me agradó. Katashi lo hará bien, de todas formas, fue mi segundo al mando y lleva un tiempo haciéndolo por su cuenta. —Cerré los ojos regresando la fotografía a su lugar.
—Te lo has ganado, busca lo que tu corazón desea, sacia tu hambre de una vida de paz y lujos. —Hice una mueca de dolor, al instante que llevo la mano a mi nuca, estaba emanaba humo mientras un símbolo en forma de cruz se evaporaba—. Eres libre del contrato, actualmente tengo viejos y nuevos elementos en mis filas, si llegase a necesitar tus servicios, te contactaré.
—Se lo agradezco, jefe. —Asentí con una sonrisa.
Con las cuentas pendientes resueltas, estuve a punto de cortar la comunicación, si no fuera porque el tono altanero de Shigaraki volvía a escena.
—¡Te quiero largándote de mi país para mañana, si me doy cuenta de que sigues aquí, te juro qué!... —No le dejé terminar con sus amenazas, colgando la llamada de inmediato.
—Tsk, maldito mocoso mimado, no conoces el mundo y me quieres tratar como menos, por suerte All for One le permitió crear la liga, sino, tendría que haberlo soportado en Hush.
Di un último vistazo por la ventana, una agrupación de persona ya había llegado a escena, algunos héroes trataban de disipar los gases del darkness, mientras que los afectados por este estaban siendo transportados en ambulancia para tratar de salvarles la vida.
—Me contactarás luego ¿Eh? Nunca tuve opción. Me pregunto si hiciste lo mismo con Nagant, escuché que fue reclutada ese día. —Media vuelta, me pongo el sombrero y con las manos en las bolsas, procedo a retirarme del lugar—. Al final, Todo fue de acuerdo al plan, solo me toca volverme un susurro que nunca existió...
II
Kei.
Antes de llegar a prisión, la vida era mucho más que dormir, rogando despertar al día siguiente con la noticia de ser liberado por buena conducta. Mis días eran de todo menos tranquilos, o eso hablando fuera de Tártaros, los momentos de adrenalina fueron especiales, me sentía viva, con ellos a mí alrededor, rezaba para que ese estilo de vida no se mitigara.
Con mi estado actual, es fácil dormir la mayor parte del tiempo, estoy fatigada, es de admirar que se las arregle para despertarme. Izuku retomó conciencia un más agitado de lo normal, cuando lo vi abandonar su cama, era distinto, en el espejo noté su pálido rostro, sus ojos cansados con ojeras terribles. Sudaba como si acabara de correr una maratón.
—Si soy sincera —le dije—, te vendría bien variar de vez en cuando.
—Con tantas opciones, estoy seguro de que no estaré aburrido de aquí en más. —Suspiró, observó su palma expresando cierto dolor—. Extraño la rutina de ayer...
—Duermes, despiertas, te quejas, comes, vuelves a quejarte, pierdes el tiempo y terminas durmiendo de nuevo. —Salí de mis sabanas, me senté con las piernas cruzadas—. Para tener esa rutina, pareces cansado.
—Esta vez es diferente, nunca he estado bajo tanta presión como ahora.
—Oh, si, ya lo creo, la escuela y el trabajo te deben estar matando.
Conversamos un poco, habíamos desarrollado cierta confianza. Para pasar el tiempo teníamos un juego de preguntas, uno responde mientras que el otro adivino si es cierto o no, una simple excusa para conocernos mejor, he de decir que miento más de lo que me gustaría admitir, sospecho lo mismo de él, cosa que hace más entretenido este pequeño juego.
Mis ojos van más allá de la puerta, al frente, en la celda de ese desgraciado, nos observa desde hace un momento y justo ahora acaba de sonreír como si esperara algo. Maldigo a todos los cielos, si lo que sucedió luego tenía que ver con él. Una alarma comenzó sonar, no era tan escandalosa, sin embargo, era una de advertencia.
«Algo está pasando afuera» dijo el héroe ultra genio, dejó su lugar para ir a la puerta con la intención de chismear, por mi parte, prefiero no darme a conocer, he presenciado este evento lo suficiente como para saber que debo mantenerme al margen.
—Tienen un uniforme diferente, nunca los había visto. —Pegó su rostro al cristal para alcanzar a verlos.
—Pregúntales si es por la hamburguesa que pedí —dije sarcástica.
Debe ser un equipo de tres o cuatro, adicional a algún encargado del F, incluso hasta aquí, las botas pesadas de esas personas alcanzaban mis oídos; caminan de forma tan sincronizada que me era difícil creer que fueran guardias al igual que los idiotas que en este bloque.
Son denominados como «las Células», los guardias especiales del bloque G, donde están los reos de un nivel de peligro alto; entre los presos, les apodamos simplemente «los Blancos», su único distintivo entre los guardias ordinarios, son los uniformes, donde ellos usan cascos, los otros usan gorras; sus trajes tienen pinta de ser únicos con esos detalles y protección, más, los normales son de color gris, en cuanto a las células, la razón directa del apodo, es blanco.
—Son los Blancos, guardias del bloque G. —Bajé de la litera, me acerqué solo lo necesario—. Hasta el bloque F, están los reos que pueden ser contenidos de formas convencionales. En el bloque G están a otro nivel, es incluso más grande que varios bloques combinados.
—Al parecer es normal que vengan...
—No, significa que están depurando este bloque, hay demasiados presos aquí, así que más de alguno será llevado al G.
Como suponía, se trataba de tres Blancos y dos ordinarios, supongo que esto cuenta como entretenimiento a estas alturas. Se detuvieron justo en frente de nuestra celda, donde Masao sonreía sentado en el suelo.
—¡Hola señores! Es un honor esta visita.
—Tranquilo Masao, si te quedas allí, todo será más fácil. Claro, un poco de diversión me vendría bien. —señaló a los Blancos—. Pero los chicos esperan. Atrás. —Pasó el sistema de seguridad, la puerta les dio la bienvenida, entraron sin inconvenientes, hasta que Masao se puso de pie con las manos al frente.
—He estado esperándolos, amigos, ¡Al fin ha llegado el momento!
—Cállate y vuelve al suelo, no me rompas las bolas, que no hemos venido por ti... —con su porra golpeo al sujeto en la cama—. ¡Arriba, F-4196! ¡tienes el boleto dorado!
El pobre diablo gruñó de dolor sin opción a oponerse a la voluntad del Tártaro, viendo con miedo a su compañero, cuya expresión era confusa, bastó cinco segundos para que su pequeño cerebro procesara la situación, su rostro convertido en furia: explotó al instante.
—¡Debe ser una maldita broma! —Golpeó su propio pecho con fuerza—. ¡Mírame, controlo este bloque, soy más acto para el G que ese pedazo de mierda!
—No tenemos tiempo que perder contigo. —Levantó su brazo, tecleó en un mando en su muñeca—. Esta dosis te noqueará un rato, felices sueños, princesa.
Los ojos de Masao se nublaron, es alguien de presencia imponente, lo admito, pero cuando su collar le administró una droga, cayó al suelo de forma estúpida, quiso hablar, solo logró balbucear hasta quedar en el piso. El guardia le ofreció un par de patadas como despedida, antes de retirarse entre carcajadas.
-.-.-.-Que suene: The King's Arrival-.-.-.-
https://youtu.be/PwsUAxu6rjg
III
Izuku.
¿Qué ocurrió cuando el forastero me ofreció ser instruido por exportadores de la marca? Debo decir que no fue un paseo por el parque. La mujer, para mi buena fortuna, permaneció en silencio aceptando la situación, por otro lado, y por mala suerte, el hombre era un torbellino de quejas e insultos al Forastero, o como él le decía: «Bastardo de ojos negros».
«Dos años —finalizaba el forastero—, Esto constará de dos años, hasta que salgas de tu prisión, deberás a dominar lo mejor que puedas las artes arcanas del vacío, de ahí en más, estarás por tu cuenta». Sin mucha explicación luego de aquello, me dejó con estas dos personas.
—¡Párate derecho!
Al pensar que en realidad... están muertos, cualquiera esperaría que sería una oportunidad de ver costumbres diferentes a las tuyas, un intercambio de filosofías o escuchar anécdotas que ni en los libros de historia podrías llegar a encontrar.
—Cambia esa expresión de tu rostro, o lo haré yo mismo, ruega que nunca tenga que hacerlo.
—¿Siempre llevas estás ropas? Me recuerdan a Dunwall Tower, creo que como emperatriz soy un poco exigente con la vestimenta.
Pero esas cosas han tomado un rumbo distinto a lo que esperaría, más importante, la primera impresión es la que cuenta, eso dicen muchos, esta presentación inició un poco accidentada.
—¡Deja de temblar, solo me das razones para arrojarte al abismo!
«¿Cómo se supone que esto sea un buen comienzo? A este paso me romperán las piernas» Pensé.
—MÍRAME A LOS OJOS CUANDO TE HABLO. —Esta persona me observa con un semblante severo, cada vez que pronuncia una palabra, un escalofrío recorre por mi espalda—. De un vistazo, no, desde el primer segundo, puedo saber que tu falta de experiencia es el mayor problema, eres un incompetente.
Corvo Attano, me apuñala con la mirada y esas feroces palabras. Nunca antes me había sentido tan presionado, no logro entenderlo, es como si me hubiera encontrado con un instructor militar.
—¡Lo siento, señor, apenas soy un aspirante a héroe, señor! —Mis palabras salieron a todo pulmón, los nervios hacen que mis piernas flaqueen ente ellos.
—No eres nada más que una rata asustadiza. —Resopló molesto dándome la espalda. Caigo rendido al suelo, la mujer, quien aún me observaba atenta, era de una actitud diferente a la de Corvo, más comprensiva y benévola.
—No seas tan estricto papá, él no es de nuestro tiempo, no creció en un ambiente hostil, ¿sabes? —Se despedía con la mano de un Corvo de mal humor encaminado a la salida—. De acuerdo, comenzamos bien, creo que le agradas. —Dejó la banca donde se limitó a vernos—. Lo hubieras visto entrenando la guardia real en aquel entonces.
—«Agradarle», estoy seguro de que ha escuchado lo que me dijo, Lady Emily.
—Oh, ¿Eso? Ha dicho cosas peores, es de rutina, solo odia todo lo que tenga que ver con este lugar.
—¿La catedral?
—Me refiero al Vacío, sus palabras te hicieron daño, ¿eh? —Con una sonrisa de lado, me ofrece su mano—. Ven, ponte de pie, ya tendrás tiempo de estar tendido en el suelo. —Vi el dorso con temor a ser ejecutado, de pensar que es la líder de una nación, la realeza de su tierra, me siento como un mendigo a su lado—. Oh, vamos, no muerdo.
Si la Emperatriz lo dice, las opciones se limitan a las que ella dicte, aun si su voz es tan solemne. Me guio por la catedral, abrió las puertas que nos darían camino a la plaza donde la jarana que me introdujo a este mundo, solo que esta vez, todo estaba abarrotado, ni un atisbo de vida.
—Cuando tuve edad soñaba con ser alguien de armas tomar como mi padre, la marca trajo consigo el deseo por la investigación, cosa que se asentó con su partida, además del Vacío, también busqué cosas que mejorara la situación en las islas.
En medio de la plaza, siendo preciso: junto a la estatua; realizó un ademán que llamaría la bruma, se hizo la forma de una meza, sillas y otras cosas, lo repitió y se dispersó la oscuridad dejando dichos objetos en su lugar.
»Toma asiento, Izuku, dime lo increíble que es tu tiempo.
—Oh, ha cambiado demasiado, la forma de vestir es muy distinta, la tecnología avanza cada año, los vehículos recorren kilómetros en minutos ¿Qué más? La comunicación es más fácil, podría hablar con alguien del otro lado del planeta por medio de un teléfono si lo quisiera...
—¡Oh! Fascinante, todo eso y yo bajo tierra, quisiera conocer a uno de esos Teléfonos de los que hablas, deben de ser buenas personas si se dedican a conectar a la gente de esa forma.
—¿Qué? No, Lady Emily, los teléfonos no son personas, son unos aparatos con pantallas táctiles que utilizan la red global para... —Detuve la explicación al ver que, a pesar de verme con una sonrisa, su rostro decía que no entendía ni una papa de lo que hablaba—. Olvídelo, es solo un aparato.
—No te detengas, me fascina escuchar todo esto, «teléfono» dices ¿No? —Levantó la mano, cerró los ojos, pronto la bruma había vuelto, los abrió al dispersarse, dejándome sin palabras y con mi teléfono celular en su mano—. ¡Así que es este! Es más pequeño de lo que imaginaba ¿Dónde están los cables?
—¡Wow! ¡¿Eso es posible?! —Para cuando me di cuenta, me había puesto de pie a la vez que tiré la silla detrás de mí.
—¿Qué? Estamos en tu ancla, Izuku, No me digas que el forastero no te mencionó nada. —Suspiró al verme negar con la cabeza—. Es normal, ni siquiera padre lo sabía, y yo tardé años en darme cuenta. En resumen, el Vacío es un punto luego de la vida, pero antes del final, un punto muerto entre ambos estados, el ancla es un área destinada para las personas luego de fallecer.
Vi a mí alrededor, edificios bien estructurados y dañados por el tiempo, una estatua, fuente de agua y objetos creados con sumo detalle. El suelo es cubierto por piedras minúsculas de diferentes formas. Todo a mi alrededor, incluso la playa, pareciera tan real, si es un sueño, ni siquiera la imaginación sería suficiente para formar algo como esto.
—Si podemos hacer esas cosas, quiere decir que soy capaz de generar un mundo a mi antojo... no tiene caso la vida, ni siquiera debería intentar salir de este sitio.
—Te equivocas. —Sorbió de su té—. Investigué de algunas tribus que adoraban al Forastero, decían que como marcados, podríamos tener un poco de autoridad en nuestras anclas si llegábamos a ella, y en todas esas creencias, ¿Sabes cuál es la mayor coincidencia? El ancla, es un purgatorio, ¿Sorprendido?
—Purgatorio... al menos no me afectará hasta mi muerte. —Solté una leve risa, más por negación que por gracia—. Y mi autoridad aquí, es por eso que puedo usar la marca a mi antojo sin repercusiones.
—Exacto, has podido utilizar las habilidades que conoces, el primer plano no es tan sencillo, tienen un tipo de espectro detrás de ellas, debes comprender su concepto encarnándolo antes de poder utilizarlo.
Me recosté en mi silla, vi el cielo gris, me fue imposible pensar que eso era falso, una ilusión, todo aquí es un constructo del vacío.
—Las personas de antes, ¿Quiénes...? No, ¿Qué eran ellas?
—Representaciones de nuestras memorias, cuando el Forastero nos convocó a tu ancla, reconstruyó esos recuerdos, increíble, nunca había creído que algo así sucedería.
—Desde que llegué, solo era yo, hasta que llegó ese cuervo, y luego la plaza... Quizás deba salir de mi ancla, tal vez encuentre otros marcados y...
—No lo hagas. —El golpeteo de la porcelana contra la porcelana llamó mi atención, Emily bajó su taza con brusquedad—. Si te adentras al vació y te pierdes, perderás la cordura, un minuto del primer plano puede ser un año aquí, o un minuto aquí puede ser un año afuera, el concepto de tiempo es relativo en este sitio, pero dañino, imagina vivir décadas en soledad.
Da dos palmadas al aire, con nuevas energías se puso de pie acercándose a la fuente de agua. Me restregué el rostro con la peor jaqueca de mi vida.
—Esto es demasiado, no termino de asimilarlo todo, es desconocido para mí, antes era solo «Aprieta las nalgas y siente el poder», me gustaba cuando las cosas eran más simples, ¿Eh? —Volteé detrás de mí al escuchar la marcha firme de varias personas. Corvo, acompañado de dos miembros de la guardia, cada uno traía una pila de libros absurdamente gruesos, me quiero morir de solo pensar para quien los han traído.
—¡Ya tuvimos suficiente descanso! —Se estiraba como quien acabase de despertar de un largo sueño—. Papá, te me has adelantado, estaba por ir a conseguirlos.
—Como dijo, no sabe ni lo básico. —Pasó de mí sin desviar su mirada, de esa forma llegó a la mesa y dejó caer los libros sobre ella sin derramar una sola gota del té—. Por esa razón, deberás estudiar estos libros, cuando los termines te daré los que siguen.
—¿Qué? Pensé que me enseñarían a usar la marca correctamente. —Cuestioné a la absurda cantidad, que fácilmente podrían triplicar el contenido de mis libros de estudio.
—Lo sé, pero tu falta de experiencia y conocimiento es un problema que no se puede pasar por alto, mira lo que sucedió, te hiciste daño a ti mismo. —Desvié la vista a los guardias que dejaron su carga de libros para hacer tres pilas en total, «Tiene que ser una broma» dije, Corvo me vio sin cambiar su expresión en lo absoluto—. No puedes correr, sin primero aprender a caminar, ahora tus capacidades son otras, deberás conocerte a ti mismo y al mundo, así que grábate eso en la cabeza.
—¡Necesito aprender ya!
—No, punto final. — Él frunció el ceño—. Comienza estudiando las siete censuras, luego sigue con los trabajos de Antón Sokolov, después podremos iniciar con lo básico, cuando.
De un ademán nos transportó a una librería. Todo el lugar eran simples paredes de madera oscura, estoy frente a un escritorio en la que permanecían los libros, una pluma con su tinta y una lámpara de aceite. A mi izquierda había una ventana por la que pude ver la plaza, las personas comenzaron a salir de diferentes rincones hasta dar con el ambiente que alguna vez debió tener en un día corriente.
—Regresaremos luego —se despidió Emily seguida de su padre. Suspiré concluyendo con un:
—Genial... voy a morir.
-.-.-.-Que suene: Love In The Eyes -.-.-.-
https://youtu.be/SFbp8GzZ-ec
IV
Corvo Attano.
Cuando era niño, los recuerdos más tempranos que no he perdido por la edad, eran felices. Corvo: el chiquillo hijo del maderero de la zona. Karnaca, mi hogar, hasta yo sé de los peligros a los que estuve expuesto.
Todo cambió con la muerte de mi padre, dejando a mi madre enferma al cuidado de mi hermana y yo. A nuestra suerte, crecimos juntos hasta que ella decidió mudarse. Me la pasé en peleas callejeras, robando, huyendo de aquellos con intenciones de privarme de mi libertad. Un día obtuve una espada, planeaba venderla a precio de derribo, quería cenar, pero algo me insto a intentar blandirla. Nunca estuve tan emocionado, tanto que me ilusioné a poder ser un maestro de la espada, un sueño infantil que tuvo sus resultados.
Triunfé en el «Blade Verbana», ganándome un puesto en la guardia de Serkonos, una cosa llevó a la otra, mi valía fue reconocida, dos años luego del festival fui enviado a servir al emperador de ese entonces, sin saber que mi madre moriría días más tarde. Un año después fui asignado como protector de la hija del emperador.
Jessamine, era tan hermosa y joven, inesperado fue que nunca me trató con soberbia, a pesar de su estatus, a sus ojos fui un igual. El tiempo hizo lo suficiente para que al cabo de seis años nos volviéramos amantes. Emily fue fruto de nuestra relación secreta, de igual forma, mi participación en la concepción de la hija que tuvo la emperatriz: nunca fue dada al público.
La mayor desgracia que enfrenté, llegó con la plaga que azotó las islas; el vació se presentó a mi vida con el asesinato de Jessamine, la traición a la corona, me inculparon de ello. Me hice cargo de todos los involucrados, luego Emily sucedió a su madre.
Exceptuando los momentos con mi hija, dejé de ver el mundo a colores, solo a escala de grises, no es bueno, tampoco es malo, simplemente era la realidad a la que llegamos con nuestras decisiones. Aún me pregunto, si hoy seria carpintero o mecánico, si padre no hubiese ido a trabajar el día del accidente.
Más cosas pasaron, pero ni siquiera estuve presente en algunas o ya han quedado como viejas anécdotas. Lo único que sé, es el hecho de estar en una cama, privado de movilidad, escucho la voz de mi hija, lejana, dolida e inentendible; cierro los ojos, y al segundo siguiente, estoy persiguiendo a un desconocido portador de la marca, al igual que en los viejos tiempos.
Izuku Midoriya era la identidad de ese misterioso marcado. Resulta ser que había muerto, lo que soy ahora, un residuo de lo que alguna vez fui. El Vacío es un prestamista de muchas trabas en sus contratos, incluso después de mi fallecimiento, sigo pagando los platos rotos.
Ahora, me encuentro aquí, enseñando a un total desconocido con el que nada tengo que ver, aún más, teniendo en cuenta que estoy muerto. Confieso que es una sensación única, la de disfrutar de esta posada de ambiente hogareño en Karnaca, el crepitar de la madera en la chimenea hace que pueda descansar en paz, al menos ahora ese desconocido está ocupado en un peculiar silencio.
—¿Qué te aflige muchacho? Sueles estar escupiendo preguntas a cada instante. —Me acerqué a su puesto colando la mano en el respaldar de su silla.
—Ah, no es nada, Lord Corvo —chillo intentando encubrir la verdad.
—Ya te he dicho que no me llames «Lord», nunca fui uno.
—Lo siento, hoy no estoy con ánimos —dio vuelta de página.
—Sabes que traté con una niña, de la realeza, adolescente, para rematar, estas cosas no se me dan bien, pero sé reconocer la cara de un mocoso apesarado. —Tomé asiento a una mesa de distancia, esperé su tardía respuesta.
—No lo entendería, señor, aquí es tranquilo, hasta me gustaría estar toda mi vida en este sitio, pero afuera, en la realidad es distinto... no quiero hablar de ello.
—Será mejor que lo hagas, niño, eres barón, a mi hija le tenía que rogar, contigo tendré que darte una paliza, habla ya.
Según el reporte de esta entrada al ancla, ya ha pasado tres semanas en el primer plano, y tiene total razón, aquí es un lugar pacífico porque así lo queremos, fuera es una historia de emoción: algunos altercados, problemas con los guardias, cosa irrelevante es pensar en su tiempo de baño limitado. Esta incursión al vacío es la treceava, al menos de las que ha llegado al ancla.
La insistencia de expresar sus preocupaciones no le ha agradado, al parecer, cerró el libro que leía con fuerza, pasó las manos por su cabello para luego tallarse los ojos.
—Quise ser positivo, en serio lo intenté, lo que dijo el forastero es un gran problema y he estado ignorándolos como si se fueran a arreglar solos. —Ahí estaba su verdadero tono de voz, expresando la verdad.
—Ese tal... Al for One, y el asunto con tu madre.
—Ya sabía lo de All For One, incluso antes de llegar a prisión sentí que así era. —Hizo una pausa—. Pero el problema con ella, es que tengo un mal presentimiento.
—De nada sirve un presentimiento si no puedes hacer nada al respecto.
—Lo sé, pero cuando soy consciente de lo que sucederá es imposible estar tranquilo, ¡Leyendo un maldito libro! —Dándose cuenta de su actitud, intentó recomponerse—. Lo siento, es que... Antes de llegar aquí, he escuchado la voz de mi madre.
«¿Una premonición? ¿O algo más?» —pensé—. Seguro que no era nada —le mentí.
—Decía: «Espero verte de nuevo, hijo. Mamá te extraña, quiero verte pronto» luego ya estaba aquí, tal vez solo fue mi imaginación.
Lo que me temía: las predicciones del forastero siguen siendo tan acertadas como en aquel entonces. ¿Qué razón tenía para dar esa información? Le gusta el caos, quizás quiso echar leña al fuego dándole incentivos por las que apresurar el paso. Desde mi perspectiva, eso es solo un estorbo en el aprendizaje de este niño. Un muerto tendría las agallas de desafiar al Forastero, no tenía nada que perder cuando me negué.
»—No puedes controlarnos, bastardo de ojos negros —Mi postura era firme, su mirada nunca más me intimidaría.
»—Oh, mi querido corvo. —A pesar de todo, el Forastero mantuvo ese semblante—. Tanto tiempo y no me conoces aún, puedo y lo hago, no olvides las deudas pendientes. —El Forastero sonrió de lado.
»—Deberías dejar el rumbo de natural de las cosas tal y como es —añadió Emily.
»—Eso no les detuvo de aceptar la marca cuando lo necesitaron. El plazo ha sido establecido, sin opción a cambios. —El forastero lleva su vista hacia el niño—. Pasando a otros asuntos, la vida te dará un golpe duro ¿Quieres saber de qué se trata? —Le vi por sobre mi hombro, este niñato es la causa de ser atado a un contrato del que no podré salir.
»—Quiero... Saber, forastero —habló temeroso.
»—Tu enemigo, Está vivo y confabulando en tu contra. —Desapareció en una nube de sombras, para luego aparecer detrás del niño—. Mientras tanto, tú no puedes ni hacerles frente a presos de poca monta. —Su voz resuena en un eco espectral a la vez que deambula por la zona.
»—Lo sé, está detrás de todo lo que ha sucedido.
»—Y, aun así, pierdes el tiempo. Con eso dicho, hay otro tema interesante. —Las paredes de la iglesia empezaron a estremecerse—. Deberás darte prisa, solo diré que: ciertos rostros conocidos y extraños vendrán a ti, con noticias desalentadoras.
»—¿Qué trama la liga? ¿Qué quiere All for One de mí? —Interrogué.
»—Llevarte al límite de lo humano... —El forastero respondió mientras de su espalda empezaba a emerger niebla oscura—. Tu progenitora será afectada por tus problemas...
¿Qué trama? Carece de sentido darle esa información, después de todo, está encerrado en alguna prisión sin posibilidades de salir para actuar al respecto.
»—Al límite, pienso que ya hace he llegado a ese punto, no podría ser peor.
»—Lo creas o no... —La nube de sombras empezó a cubrirlo por completo—. Las cosas, siempre pueden empeorar.
Estoy acostumbrado a su cháchara de rutina: palabras misteriosas y verdades a medias, desapareciendo cuando su objetivo se encuentra en el punto más azaroso posible. Me da igual lo que diga, en cambio, este novato, en un mundo que no es para cualquiera, tenía una expresión desoladora viéndolo esfumarse en el aire.
Hasta este momento, se ha mostrado cada vez más ansioso. Dejé que calmara sus nervios por un rato, pasado unos minutos me puse de pie dando vuelta a la salida. Los tablones del suelo rechinaron mientras me marchaba.
—Izuku —llamé a su nombre, suspiré derrotado sabiendo que he sucumbido—. De acuerdo, ven aquí.
—¿A dónde vamos?
—A entrenar, ¿O preferirías leer la historia sobre las islas perdidas? Date prisa antes de que cambie de opinión.
V
Caminaban por la ciudad, Midoriya dudaba de la palabra de Corvo, tan de repente decidió que era momento de utilizar sus poderes de forma práctica, en lugar de leer otro libro del que no necesitaría en su vida.
Saliendo de la posada las personas comenzaron a desalojar la zona, era como si desaparecieran al dejar de verlos, ya sea entrando en los edificios, ir a otra calle, o inclusive si se metieran a la alcantarilla, el ambiente se volvió antinatural.
—¿A dónde vamos? —Interrogó Izuku—. ¿Cómo entrenaré la marca? Si el primer plano funciona diferente al Vacío, ¿por qué saben tanto de él? Por cierto, ¡¿De qué forma se supone que entrene la marca aquí cuando no la puedo usar del otro lado?!
Resopló molesto, las botas de corvo fueron su respuesta al inicio, resonando cinco veces antes de dar alguna palabra.
—Está fuera de tu naturaleza cerrar la boca, ¿Cierto? Hablas más que un borracho. —Giró en una esquina, la luz deslumbró a Izuku por un segundo—. Llegamos, Emily ha estado esperando.
Juraba que era de día al salir de la posada, la luz era tenue por las nubes, pero en definitiva el sol se encontraba detrás de ellas. Antes de virar en esa esquina fue como ser transportado a otro lugar, la temperatura cálida pasó a fría, el bullicio de un mercado fue cambiado por grillos, el cielo nublado lo sustituyeron con uno estrellado. Sin previo aviso, la noche descendió sobre sus cabezas.
—El vacío es viejo como el pecado, e incierto como la noche —continuó Corvo—. Es natural que algunas personas recopilaran información, aun si es equivalente a un grano de arena en un desierto, solo sabemos la punta del Iceberg.
Estaban en un amplio sitio, si tuviese que nombrarlo, Izuku diría que es un patio de entrenamiento. Había muñecos de madera y bolsas de paja con dianas para mostrar puntos donde golpearlos; diversas casetas de roble que aguardaban incontables tipos de armas.
Emily esperaba frente a una hoguera que le ilumina y ofrecía calor. Sentada en un tronco de madera tallado con detalle, escuchó la conversación.
—Lo que podrás hacer con tu marca, es lo básico, así que con eso podemos ayudarte hasta cierto punto. —A un lado de ella, tenía una canasta metálica pintada de negro, donde reunía una gran cantidad de leña. Casi por diversión, tomó uno y lo arrojó a las llamas, sonrió viendo cómo se alteró el fuego.
—Pensé que era una fuente de poder ilimitada —dijo el peliverde, hipnotizado por las llamas danzando frente a él.
—De cierta forma lo es —confesó Emily—, no es gratis y tampoco te puedes hacer de toda su autoridad, al contrario, si es que llegaras a soportarlo, deberás ofrecerle algo de igual valor a cambio.
—El forastero dijo que la marca me daba el derecho a controlarlo. Que está en mi voluntad lo que haga con el vacío. —Seguro de sí mismo, creyó que le estaban viendo la cara de tonto, en realidad, Corvo lo pensó de esa forma luego de ese comentario, incluso echándose a carcajadas por algo que consideraba tan estúpido.
—El Forastero es muchas cosas, pero no un buen samaritano, te dirá lo que necesita, honesto, pero incompleto. —Corvo reía entre palabras.
Emily repitió aquella acción que hizo en la plaza la ocasión en que se conocieron, un ademán e invocó una mesa y el té. Aunque no lo admitiera, se divertía haciendo esas cosas, la emoción de una niña se apodera de ella cuando altera la realidad del Ancla.
Cada vez que se da la oportunidad, invocaba animales, libros, personas, y más común, la mesa con el té a la temperatura perfecta. Izuku imaginó que la hoguera, al igual que la leña, no era obra de los guardias, sino de un simple capricho por su parte.
—Míralo de esta forma: la marca es solo una taza. —Acercó el objeto mencionado de la mesa—. El vacío la llenará cuanto quieras. —Tomó la tetera, el líquido caía emanando vapor—. Pero, si decides que te sirva más de lo que soporta, no se negará, claro. —El té se derramó por el borde, su mano desnuda se quemó por consecuencia—. Llegará el punto en el que se rebalsará; solo te dio lo que querías, y el daño que recibas será tu responsabilidad.
»Mientras que, si le compras algo que soporte lo que quieres, no habrá problemas, te mostrará su inventario. —Convocó otra, mucho más fina, con incrustaciones de joyas de un valor incalculable—. El vacío es un vendedor de lujos, tanto que te dejaría en la bancarrota.
—Sobrepasar el límite, ¿Qué sucede si trato de exigir más sin... «ofrecer algo de valor»? No sería la primera vez que debo dar el plus ultra quiera o no. Supongo que es imposible que sea peor a cuando tenía el One for all.
Emily sonrió de lado, su voz denotó sarcasmo.
—No mucho, solo consumirá tu vida, técnicamente hablando, por algo no pudiste utilizar esa habilidad tuya en la catedral cuando te encontré.
—Hay distintas formas de dominar las artes de la marca más allá de la base —añadió Corvo—, lo mejor es sacarle provecho a lo que se te ha otorgado. Nosotros usamos runas antiguas, que para nuestro tiempo eran escasas, en el tuyo, deben estar extintas, eso solo nos deja con una opción. —Arrojó otro libro a los pies de Izuku, quien, al ver que tendría que leer, pensó en quemarlo al instante, aunque decidió abstenerse con un «¿Otro libro?» cuando lo levantaba—. Este es especial —le aclaró Corvo con una sonrisa orgullosa.
—No tiene título, de que... —Abrió el libro con la intención de ojear el contenido, siendo suficiente al ver que en la primera página decía lo interesante—. «Bitácora de Emily Kaldwin».
—Sí, es mío —la voz de la mencionada denotó nostalgia—. Ahora es tuyo, las runas eran la forma fácil, nunca encontré el método de fabricación, así que nos quedamos con la ruta ortodoxa.
—Tienes suerte de que ella esté aquí —comentaba Corvo—, reconozco que no se me dan bien las letras, pero Emily, ¡Es increíble! Su madre siempre dijo que era muy curiosa.
Tragó saliva con tal ¿Honor? Que algo de tal valor fuese heredado a él, en definitiva, se sentía privilegiado. Con el pasar de las palabras grabándose en sus retinas, moviendo esas esmeraldas de izquierdas a derecha (mencionando que entendía su idioma al estar en el ancla), encontró emoción, hasta que ese sentimiento se tornó en miedo, había algo peculiar en este proceso que le aterraba.
«La encarnación», cada habilidad tiene una identidad propia, su historia, y para poder acceder a sus capacidades, debía comprender los «versos sellados» que solo superaría si lograba vivirlos en carne propia. «Ya lo has hecho inconscientemente, mal, pero lo has experimentado» dijo Emily refiriéndose a los sueños que tuvo los últimos meses.
Aquello tampoco significaba que cada uno de ellos fuera referente a las habilidades, ya que, al interactuar con el Vacío de forma tan constante, tendría sus consecuencias. Estaba fascinado, ignorando el miedo latente de ponerlo a prueba más tarde, pero sí que hallaba interesante estos nuevos conceptos del mundo que desconocía al día de hoy.
Habiendo leído cuidadosamente hasta donde necesitaba, hizo preguntas, las esenciales nada más, y se dispuso a poner a prueba la teoría que ha aprendido.
—Cierra los ojos, Izuku, dile a la marca, que te muestre su historia, pídele que te diga sus secretos —explicaba Emily.
Acató las instrucciones tal cual, irguió la espalda, inhalaba aire, lo retenía para luego exhalar, la marca ardió en su mano con su brillo celeste, cosa que no podría deslumbrarlo al tener los ojos cerrados.
Uno, dos, tres, con cada segundo se impacientaba más, los abrió al no sentir nada diferente, diciendo antes «He fallado, no sé qué hice mal...» Al recuperar la visión: ya no estaban. Se hallaba solo bajo una luz blanca en medio de la nada, engullido por la oscuridad absoluta.
«¿Qué sucede? —Le preguntaba Emily, su voz provenía de todos lados, y ninguno a la vez—. ¿Qué te susurra la marca?»
—Veo... un cuervo, pies arrastrándose... un espejo, una prisión... —El viento se arremolinaba a su alrededor, sentía frío y el dolor de sus extremidades era agobiante.
«No veas —le corrigió—, siéntelo, vívelo por ti mismo. Ahora, cierra los ojos de nuevo».
En el patio de entrenamientos, era una escena diferente, todo seguía normal, algo fuera de lo común, era el mismo chico que sudaba como loco, pálido, se tambaleaba de un lado a otro intentando mantenerse firme.
Los marcados le observaron con atención. Era preferible que ejecutara la encarnación en su ancla, allí los errores podrían pasar por alto, no como en el primer plano, donde el mínimo descuido en el proceso traería sus repercusiones.
—Me susurran... Vitae... veo a un hombre, cansado y dolido... está maldito, condenado a un castigo que se repetirá hasta la eternidad.
—Deja de ser un espectador, encarna esa historia. —Emily pasó una esponja por la frente sudorosa del peliverde—. Esto llevará tiempo, papá, tal vez ni siquiera está listo para la encarnación.
—¿Q-Que me sucede? Mis piernas, duelen, mis brazos se van a romper... tengo miedo... ¡Sáquenme de aquí! —Su mente ya no estaba con ellos, su cuerpo permanecía de pie en esa postura que flaqueaba, pero no respondía a sus deseos, al contrario, su mente estaba en otro lugar, del que el sufrimiento que ha de estar pasando ni siquiera Emily o Corvo podrían saber lo que ocurría. Segundos luego, las palabras dejaron de expresarse, simples quejidos provenían de Midoriya.
—Vitae suena a los refuerzos físicos de la marca, estará bien, la primera vez suele ser difícil para muchos, lo complicado serán las otras habilidades.
Sin previo aviso, las piernas de Izuku crujieron al doblarse, estaban rotas y derramaban sangre, el chico exclamó un grito de dolor para luego perder el conocimiento desplomándose al suelo. Antes de que tocar tierra, Corvo le sostiene.
—Malditas encarnaciones, pasan de todo en ellas, por suerte está en el vacío o con las piernas rotas seria blanco fácil en esa prisión. —Lo inspeccionó, los huesos de sus tobillos sobresalían de la carne—. La mejor suerte de todas, esperemos que haya tenido éxito luego de haber encarnado por horas.
-.-.-.-.-[Entran los créditos con "Traitor's Requiem, JJBA Golden Wind OP 2]-.-.-.-.-.-.-
https://youtu.be/UG-XoCoFdrA
Uragirimono No Requiem
kami no sadame ni sae
hanki wo hirugaesu gangstar
osore to iu kanjou kakikesu rage
akuma ni somuku to chikatta hi kara
houfuku to wa shuumatsu ka mirai wo kou
ikikata wo sutete idomu mono stay gold
sou sa me ni wa me wo
uragirimono ni wa rekuiemu owo!
zetsubou ga temaneku sekai ni tachimukau
Don't care jihi nado iranai
saa karada horobiru toki inori mo kiehateru
Hell no hajimari no golden wind
Réquiem Del Traidor
Incluso contra la voluntad de un Dios
Alza la bandera en rebelión, gangstar
Esos sentimientos de miedo, desaparecieron, los ahogué con rabia
Desde el día en que juré, darle la espalda al diablo
¿Acaso esta venganza, significa el final? Pregúntale al futuro
Aquellos que pueden dejar atrás, su forma de vida como oro permanecerán
Así es, ojo por ojo
Por los traidores que cantan, su réquiem
Gritando por desesperación, de pie con el mundo en contra
¡Da igual! Nunca muestres misericordia
Incluso si tu cuerpo muerto está, ¿tus plegarias desaparecerán?
¡Ni hablar! Un viento dorado surgirá
Fin del capítulo.
Genial, voy a morir.
7400 palabras
¿Qué les pareció el nuevo separador? le copié la idea a mi compa el StarElWero y de paso recomiendo su fic Geopower.
Ando haciendo los toques finales a los siguientes dos capítulos, y el resto, posiblemente los tenga listos un tiempo luego. Por otro lado y como tema que a nadie le interesa, tengo algunos fics en mente, de los cuales a penas estoy empezando los guiones, y ya que tengo las portadas editadas desde hace rato, las dejaré por la sección "Historias del multiverso oscuro" xd
Eso es todo, nos leemos en otro capítulo.
-.-.-.-.-Mike mundialista-.-.-.-.-
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