4/Punto sin retorno


I

«Academia UA»

«Más tarde, ese mismo día».

        Después de lo que fue un evento inesperado, Izuku siguió con la ruta a la academia que tanto se había desviado. Llegó sin ningún contratiempo, claro está, que los problemas ya hacían dentro de la academia, primero por el hecho de llegar a altas horas de la noche.

        Nuevas reglas fueron implementadas para los estudiantes luego de la guerra, una de ellas, no estar fuera de los dormitorios después del anochecer.

        —¿Dónde estabas? —interrogaba Midnight. Viéndole con ojos coquetos (Natural en ella) le lanzaba preguntas sin cesar.

        —Midnight Sensei, ya lo expliqué tres veces, fui con el doctor Hanafusa, luego fui a casa de mi madre, al salir de allí me encontraron los reporteros y tuve que esconderme en el parque.

        En esta ocasión, para no preocupar a nadie por las desventuras que vivió en tan solo un día, tomó la decisión de decir la verdad a medias, omitiendo cualquier dato que traiga problemas.

        Mientras el interrogatorio del estudiante se daba e investigaban su declaración, el segundo problema estaba en curso.

        En los dormitorios se lleva a cabo una reunión con los estudiantes restantes de la clase A. De un lado de la sala, en los muebles estaban ellos, del otro lado, frente al televisor que ahora era usado para mostrar imágenes y documentos, se hallaba Aizawa.

        Su aspecto demacrado sobresale de los anteriores días, si bien ya portaba una imagen decadente luego de la guerra, su rostro ahora se expresaba con un estrés inhumano.

        —Fue una decisión difícil y soy consciente de que lo es aún más para ustedes. Es egoísta pedirles esto y no están obligados a inmiscuirse en esto, pero en nombre de la academia, solicitamos su colaboración.

        —¿Es eso posible? Aunque seré voluntaria, no me veo lográndolo. —Levantó la mano Tsuyu Asui—. Si es que logramos contener a Midoriya, ¿No es demasiado que nosotros nos encarguemos? Después de todo, estuvo al nivel del top al luchar contra All for One.

        —Tampoco es que sea fácil enviar a Tártaros una persona con la que hemos vivido y compartido tanto —agregó Momo.

        Cerró los ojos, es difícil poner a su propio grupo contra uno de ellos, pero a conciencia de lo que se estaba jugando, movió los labios para dar explicación del roll que llevarán a cabo, si el plan sigue según lo previsto.

        Dudas surgieron, realizaron sus preguntas, dieron sus opiniones y aportaron con sugerencias. Era como si un equipo de algún deporte: alistara una estrategia definitiva contra el equipo contrario. Tan natural que daba miedo, todos estaban en sintonía luego de tantas experiencias juntos; una lástima que dicha virtud fuese usada contra uno de los suyos.

        El tiempo cura las heridas, pero las cicatrices permaneces por mucho más de dos meses desde la guerra. El grupo unido para este conflicto, algunos pocos se llegaron a preguntar «¿Qué pensarían ellos?» Los que no estaban presentes, sus compañeros y amigos que ahora ya no estaban en este mundo.

        La otra parte, se mentalizaban que esto era lo mejor y lo correcto, convenciéndose de hacer esto en nombre de los afectado, un simple acto heroico. Cuando todo finalizó, los estudiantes guardan silencio, escuchando la voz de su guía.

        —Será difícil, pero Midoriya deberá ir a Tártaros, al coste que sea. —Los vio de principio a fin esperando otra pregunta, hasta que el peliazul de anteojos levantó la mano.

        —Los medios no tardarán en darse cuenta que Midoriya no está en la academia, harán preguntas ¿Cuál será nuestra versión? —cuestionó Iida—, ya hay problemas con lo de «un asesino disfrazado de héroe» en la UA, creo que debemos evitar una reputación peor que esa.

        —Midoriya se entregó para rehabilitación, algo no tan alejado de la realidad por la naturaleza de las cárceles —explicó mostrándoles la carta que se les enviaría a los medios, sumado a un discurso trabajado a medias—. ¿Otra duda?

        Todos guardaron silencio habiendo procesado cada palabra con suma facilidad, pues no había objeciones al respecto, llegando a estar de acuerdo en mandar a prisión a su propio compañero.

        Las preparaciones están proceso, quedando el convencer a Izuku que el campamento, no tenía nada inusual, claro, solo debían hablarle como cualquier otro día, y él lo creería sin dudar. Con las conversaciones concluidas, Aizawa envió un mensaje de texto a su compañera.

        «Todo listo, déjalo ir» —Aizawa.

        «q? xq? Aun n sabemos si es vrdd lo que dice» —Midnight.

        «Déjalo, no exageres Nemuri» —Aizawa.

        «eres un tonto x enviarme a esto y no dejarme terminar» —Midnight

        A escasos minutos de hacer su entrada, Aizawa esperó paciente para realizar un pequeño teatro de profesor despreocupado y anunciar el campamento. Ayudado por sus alumnos a tomar asiento, fue paciente en medio de aquel ambiente del que deseaba escapar.

        Para él, sus oídos se insonorizaban para captar solo ciertas interacciones de los jóvenes héroes. Contó los segundos en su cabeza, la razón por la que no se sentía cómodo fue esa negación a los hechos.

        Tanto la cuenca detrás de su parche, como los restos de su pierna, sufren un dolor agudo a cada segundo, a cada palabra, a cada desilusión del momento.

        Una de las pocas conversaciones, pero la más engorrosa según él, es llevada por Ochako Uraraka, novia actual de Izuku; Tenya Iida, mejor amigo; y Mineta que es limitado a escuchar a los dos primeros, ocasionalmente, se entrometía en la conversación.

        —Es extraño lo tranquila que estás, Uraraka —afirmó mineta. Uraraka apartó la mirada.

        —Me duele el pecho de solo pensarlo. —Llevó ambas manos a su corazón—. Es peligroso, se ha vuelto... un peligro para sí mismo, y para los que le rodean.

        —Pienso que estás exagerando. —Le vio con una ceja alzada.

        —No lo entenderías. Aun no estoy segura de si podré encararlo después de todo. —Su rostro de angustia molestó a Aizawa, esperaba que ella fuese reacia a encerrarlo, pero fue la primera en apoyar el encierro—. Ni siquiera puedo ver a esos ojos como antes... solo quiero que todo termine.

        La joven de mejillas prominentes, llevó sus manos del pecho a los hombros, haciendo algo parecido a darse un abrazo a sí misma. El maestro desde hace dos meses les acompañó en luto, compartió su dolor y de cierta forma: observó el desarrollo del duelo en cada uno.

        Como alguien que en su edad temprana como Héroe, como un joven que perdió a su amigo en medio del deber, sintió que era responsable de darles su apoyo. Sin embargo, cada quien tiene su forma de actuar luego de cosas como estas.

        Uraraka fue indiferente a los problemas de su pareja, sin descifrar el porqué, desde hace un tiempo, suele mostrarse ansiosa alrededor de Izuku, como si buscara desesperadamente el apartarse de él. Incluso ahora que Mineta trajo el tema a la mesa, su cuerpo se estremeció, sus manos no dejan de tiritar.

        Recuperó parcial calma respirando profundamente, siendo positiva con el plan venidero, pero, sobre todo, por el apoyo que Tenya le ofreció.

        —Oye, todo mejorará luego de esto, míralo como una prueba para nosotros. —Tenya la acurrucaba en su pecho, cosa que tomó por sorpresa a Uraraka. Por reacción natural intentó escapar en un inicio, para finalmente ceder a las intenciones de su amigo y confidente.

        La escena con aires melosos, fue mal vista por quienes les rodean; los murmullos no tardaron, pero esos dos estaban en su propio mundo, causando incluso que Mineta se quisiera sacar los ojos de la envidia.

        »No tienes de que preocuparte, siempre nos hemos apoyado ¿No?

        Aizawa fue directo luego de haber llegado a esos niveles de incomodidad, inhaló profundo y suspiró.

        —Tampoco exageren, mocosos, por algo decidimos incluirlos en todo esto. —Se restregó el rostro—. Consultamos con Hanafusa, y está de acuerdo en que Midoriya evitaría hacerles daño en el peor de los casos. —Dudoso, Iida le volteó la mirada.

        —No es que desacredite a un profesional de su área, pero ¿En que se basa para decirlo?

        —Simple —contestó luego de tres segundos—, Los considera familia.

        El intercambio continuaría, de no ser por cierto chico peliverde avistado a la distancia de la entrada a los dormitorios. Pasó la puerta con la mirada baja, sus ropas estaban sucias, su cabello era un desastre diferente al habitual, y se hizo notar la intención fallida de disimular estos aspectos.

        —No vi la hora y se me hizo tarde, lo lamento si los hice preocup- ¿Eh? —dejó de hablar, sintiendo un extraño ambiente—. Qué estamos... ¿Celebrando? —preguntó en la inocencia de dicha deducción.

        —Nada amigo, solo estábamos siendo informados por Aizawa sensei —aclaró Tenya un poco agitado; hasta hace unos segundos estuvo abrazando a su novia.

        Izuku pasó entre ellos, las miradas de pie a cabeza le hicieron tragar saliva; pronto, el dolor de cabeza resurgía. Arrugó la cara. A pesar de todo, el seguía pensando que esta reacción, era una clase de error.

        «Recuerda... Los conoces bien, ninguno de ellos podría hacerte daño, no son un peligro; todos sufren como tú, por eso te ven así... eres fuerte Izuku, sabes que no son capaces de hacerte daño, así que... cuarto Quirk, ¡Desactívate de una vez!»

        De forma abrupta, funcionó, el dolor desapareció, dejándolo sin palabras pero con una sonrisa inocente, no pensó que una serie de acontecimientos le ayudara a controlar mejor su Quirk. Con mejor ánimo, termino el trayecto llegando al lado de Ochako y dijo «Ya veo» para luego prestar atención a la información.

        —Como evento recreativo, tendrán un campamento, las Cats nos prestarán su área para eso, nada de entrenamientos, el objetivo es que se relajen. —Aizawa tomó sus cosas.

        —Campamento... —Izuku se mostró renuente—. No creo que sea buena idea...

        Estaba por irse, no obstante, la duda en el muchacho le retuvo. Siendo alguien que no creía en los presentimientos que muchos tienen, notó que su alumno de alguna forma sentía que había algo detrás de este campamento.

        Sintió que era lo correcto decirle que estaba bien, que no fuera, quizás luego podría explicarle la situación, todo siendo su parte soñadora la que lo generaba.

        Pero antes de siquiera decirle que lo pensara mejor, el resto de alumnos intervinieron desesperados con cosas como «¡Oh vamos!» «No seas aburrido» o «¡Tienes que ir, será divertido!»

        —¡Esperen, chicos! ¡Hablan muy rápido! —reclamó, pero la verdad era que toda esta atención, los ánimos para la convivencia que tendría en el campamento, le reconforta, logrando que acceda a estar presente—. ¡De acuerdo! Iré al campamento.

        Aizawa apartó la mirada, su conflicto interno tanteaba su moral, consciente que la existencia de mas de una ruta de acción es posible, es orillado a la que menos desea. Volvió a su yo usual, para llamar a Midoriya.

        —De acuerdo, entonces son todos. Haré los preparativos, los quiero en la entrada de la academia a primera hora.

        Izuku lo notó, era extraña esa actitud pareciendo antinatural; desconcertado, juraría que tuvo un pequeño dolor agudo por un segundo, concluyendo que solo fue algo ajeno a su quirk. Ignorándolo, les dio cara a sus amigos para hablar con entusiasmo.

        —¡Chicos! ¡¿Qué tal si vemos una película con temática de campamento?! —Esa sonrisa, volvió incomodo el responder—. Ya saben, todos juntos, como antes. —Valla decepción, esperaba que al menos la mitad estuviera de acuerdo: no fue el caso.

        —Lo siento, pero aún tengo cosas que hacer.

        —Tengo que llamar a mi padre.

        —No puedo, tengo mucho sueño, iré a dormir temprano.

        —No lo creo, dejé mi gato encendido ¡Debo irme!

        Recibió excusas de ese tipo y mas forzadas una tras otra, impotente no los obligó a nada. Suspiró derrotado dirigiéndose hacia cierta persona que esperaba una respuesta positiva. Realmente, las ansias de estar a solas con ella crecieron.

        —Ochako, eh, no sé por donde empezar, pero, en serio lo siento por lo de antes, ¡¿Podrías perdonarme?! —Inclinó su cabeza lo mejor que pudo, no recordaba cuando fue la ultima vez que sintió su corazón acelerarse tanto por una chica, o, mejor dicho, cuando fue la ultima vez que no sentía aquello por ella.

        —¡¿Eh?! Yo, si, t-te perdono, Deku. —No su nombre de pila, mucho menos su apellido, sino que su nombre de héroe fue el que utilizó. Izuku entendió que sigue molesta, por lo que Dios sabe que, ni el mismo estaba seguro de la razón. Él suspiró aliviado.

        —Que alivio... sabes, ya que el resto no quiere ver la película, que tal... si tú, y yo, eh...

        Esperando lo mejor y rogando que con ello pueda ser perdonado de corazón, tartamudeó expresando su petición, no seria sino su mejor amigo quien intercedería por ella.

        Saltó del susto, inoportuno llegó Iida colgándose del cuello de Izuku tan amigablemente, lo jaló consigo para llevárselo a otro lado de la sala con una sonrisa.

        —¡Midoriya! Dime, escuché que estuviste con Hanafusa, espero no haya sido algo grave.

        No lo escuchó del todo, estaba ocupado viendo cómo podía la espalda de una Uraraka huyendo despavorida. Considerando que prefirió no entrometerse en una charla de hombres.

        —Si, estuve allí. —Se rindió—. Pero ya me siento mejor, el doctor sigue siendo raro, pero creo que...

        —¡¿En serió?! —Sobreactuó—. ¡Me alegro por ti amigo! ¡Oh! ¡Mira la hora! De-debo irme, tengo que enviarle un correo a mi hermano, ¡Te veo luego! —Y así como llegó, se fue.

        Para cuando se dio cuenta, ya estaba solo, el ruido de una ventila le causó un escalofrió mientras buscaba rastros de al menos un alma.

        —Esperen, ¿A dónde fueron todos? ¿Al bingo?

«Izuku Midoriya»

        Puedo sentirlo, no hay mal que por bien no venga, eso quiero creer. A pesar de todo lo que sucedió en el día, me siento mejor, solo necesitaba ducharme y luego ver esa película para culminar con broche de oro. De camino a mi dormitorio fue solitario, hasta que me topé con Bakugo, el cual chasqueó la lengua al verme, una acción natural.

        —Hola, Kacchan. —Asintió dirigiéndose a su puerta—. Oye, ah, sé lo que dirás, pero hablaba en serio con lo de la película, ¿No quieres verla?...

        —¡Cállate! —Reaccionó rápidamente para dirigirme una mirada con ceño fruncido—. Déjame solo, quiero descansar de toda esta mierda.

        —Oh, de acuerdo. —Sin dejarme terminar, azota la puerta—. Lo siento, amigo...

        Olvidándome de lo iluso que fui al proponerle algo así (Después de todo, es Bakugo), entro a mi dormitorio. Cambié mis ropas a unas más cómodas. Pudiendo tomar una relajante bocanada de aire, enciendo mi vieja laptop y busco una película, cualquiera con temática de campamento.

        Si bien nadie estaba dispuesto, no es como si los necesitara para tomarme un rato como este. Terminando de ver «viernes 13» me doy por satisfecho. No me levanté, no hice nada más, solo me quedé en la silla de mi escritorio viendo el suelo. No lo entiendo, desde hace un tiempo tengo esta sensación... solitario... pero, observado.

        «Mañana será un nuevo día, espero que mejor en comparación a los pasados» dije para mis adentros. Me fue imposible conciliar el sueño en un inicio, a solo horas, estaríamos de vuelta a ese lugar, que genera tanto malos recuerdo, como buenos, recuerdos que atesoro y aprecio.

        Estoy emocionado, no sé que me depara, pero ya quiero que llegue el momento, a diferencia de entonces:

        «Nada... puede salir peor».

II

«Izuku Midoriya»

         Un nuevo día. A diferencia del resto ya mantengo una rutina desde temprano. Salí a correr y logré esconderme mejor de cualquier mirada indeseada. ¿Hanafusa? Hoy no se encontraba en el consultorio, por lo que mi trayecto se devolvió a la academia luego de ver el amanecer.

        En los dormitorios se genera un ambiente diferente al usual a estas horas, a pesar de ser temprano, todo es tan movido y animado. Ayudé con ciertas cosas para el viaje. Ansioso me formé en fila para subir al autobús. desafortunado de ser el último en la fila.

        A poco de subir, recibo una llamada, la cual ya me esperaba.

        —Hola mamá, Estoy subiendo al autobús ¿Todo bien?

        —«¡¿Todo bien?!» ¡Eso debería preguntar yo! ¡¿llevan suficiente comida y agua?! ¡¿Protector solar?! ¡No olvides llevar suficientes calzoncillos!

        Mi madre me llena de preguntas, y yo solo puedo reír bajo a causa de eso.

        —Claro que si mamá, solo es un campamento, además volveremos el lunes a la academia.

        —... No lo sé hijo, en aquella ocasión fueron atacados por villanos y te arriesgaste en buscar su guarida.

        Mentiría si dijera que no pienso lo mismo, pero no quiero que se preocupe más de la cuenta.

        —vamos mamá, esta vez no llamaremos tanto la atención, de todas formas, los villanos no se recuperarán de lo que sucedió tan pronto. —Ella guarda silencio por unos segundos, parece meditar lo que dije.

        —... De acuerdo, pero ten mucho cuidado, ¿Entendido?

        —Claro, tu hijo es un héroe ¿Lo recuerdas? —Inflo mi pecho con orgullo al decir eso, mamá ríe a causa de mis palabras.

        —Tienes razón, eres el más grande héroe, Izu... Pero no olvide los calzoncillos.

        Hubiéramos continuado conversando, pero me vi interrumpido por Aizawa sensei, quien esperaba frente el autobús.

        —¡Midoriya, te dejaremos si no te das prisa!

        —¡De acuerdo, por favor deme un segundo! —exclamé y volví a la llamada—, tengo que irme mamá, llamaré el lunes para hablar sobre cómo me fue en el campamento.

        —Lo esperaré con ansias, ve y disfruta tu viaje. —Terminamos la llamada y me dirigí al autobús, antes de subir, Aizawa sensei estaba ahí esperándome.

        —¿Era tu madre? —me preguntó, algo raro en él si soy sincero.

        —Si, era ella, estaba preocupada por lo que pasó en el campamento de las cats —le respondí. Él parecía inconforme.

        —Pudiste haberte tomado más tiempo en ese caso, hubiera sido lo mejor...

        —¿Qué? Pero usted dijo que me diera prisa.

        —L-lo dije, pero... las conversaciones con tu madre deberían ser duraderas, nunca sabes cuándo... ¿Sabes qué? Olvídalo, sube antes de que te dejé aquí. —se contradecía, pero no le di importancia, así que subí al autobús tal y como me lo dijo.

        Al buscar asiento, veo que no hay alguno para mí, pues entre profesores y alumnos escaseaban. Me relaja ver que todos son tan despreocupados que aun con el viaje, uno que otro ya estaba durmiendo; otros ven por la ventana o simplemente están inmersos en sus teléfonos.

        —¡Deku, aquí está tu asiento! —Iida capta mi atención, desde el fondo del autobús.

        Sonreí al ver, que al lado estaba Ochako, parece que discutían sobre algo. Me acerqué a ellos e Iida se puso de pie.

        —Mi asiento está adelante amigo, solo conversábamos mientras venias. —Él se despide de ella para darme la oportunidad de relevarlo.

        —¡Hola! eh, ¿Crees que hoy llueva? —Traté de romper el hielo con ella, pero solo hice que se pusiera nerviosa y evitara la mirada.

        —¡H-hola! Sí, en el pronóstico decía que posiblemente llovería —me habla, pero se concentra en ver a través de su ventana.

        —Ruego para que no nos veamos afectados por eso. La verdad, esperé con ansias este campamento. —Sonrío con nostalgia, recordando como nos divertimos y sufrimos juntos la última vez. Ella me regresa la mirada, me ve a los ojos haciendo que me sonroje al instante.

        —Esto. Tú- no, olvídalo, tengo mucho sueño, aprovecharé a dormir hasta que lleguemos. —Me da la espalda; se acomoda como puede en su asiento, yo solo puedo quejarme desilusionado.

        —Quería conversar todo el camino. —Me encogí de hombros—. Ni modo, este viaje no se debe arruinar por nada en el mundo...

        Al fin hemos llegado, luego de caminar por un tiempo, encontramos el claro en medio del bosque en el que acamparíamos. Ahora, unos están preparando las tiendas de acampar, mientras que otros preparan la cena.

        —Y... ¡Listo! —di un último golpe a las estacas de una tienda, Kaminari que estaba a mi lado, aplaude mi logro.

        —Ese es el último viejo, puedo decir que se ve de maravilla —me dice.

        —No creo que alguien más podría haberlo hecho mejor, solo mira —Sonrío viendo una tienda de campaña común y corriente; de un color verde oscuro y tamaño decente.

        —Ni que lo digas. Pero, creo que Aoyama o Koda le hubieran puesto sus propios toques, digo, Aoyama siempre le gustó resaltar y Koda era detallista... —Pikachu baja la mirada, las heridas de la batalla con All for One: son persistentes.

        Incluso puedo ver desde aquí, que, al otro lado de la tienda, yace Kyouka en el suelo, conteniendo las lágrimas por recordar a nuestros compañeros caídos.

        —Oye, Jiro, ellos están en un mejor lugar, si necesitas conversar a-aquí estoy.

        —G-gracias, Midoriya, estoy bien no te preocupes. —Ella asiente, pero simplemente se pone de pie y se va.

        Tener este tipo de ambiente en un campamento que es para relajarnos, va en contra de lo planeado. A la distancia, pude notar que Tokoyami me observa detrás de las tiendas, al chocar miradas, el rápidamente disimula y empieza a mover algunas maletas.

        —Eso fue... ¿raro?

        —¡Oye, Midoriya! ¡¿puedes traer esa leña?! —Yaoyorozu señala a la pila de leña que está a mi lado.

        Grité «¡Claro!» siendo algo tan simple. Inesperado fue el resultado: al tratar de levantarlo, fue como si me faltase fuerza. Seguramente sigo cansado por el viaje, así que lo ignoré y la llevé a donde los cocineros.

        —Aquí est- ¡Who!

        No sé cómo, pero tropecé con algo y caí de bruces al suelo, esperaba que se rieran de mí, pero no sucedió nada. En cambio, solo sonrieron un poco y siguieron en lo suyo.

        —¡Dame eso, idiota! —Bakugo se acercó a mí, y tomó la leña para arreglar el lugar donde prepararíamos la cena—. Ve y muérete donde no te vea.

        —Oye Bakugo. —Mina se interpuso entre él y la leña—. No intentarás encender el fuego como la última vez, ¿Cierto?

        —¡Déjame en paz, maldita sea! —La apartó bruscamente, claro, sin hacerle daño, mientras el resto observábamos la razón por la que no cenaríamos hoy—. Todos son unos imbéciles. —murmuró.

        Al intentar encenderlo, no sacó una explosión, sino que hizo un movimiento con sus dedos, presionando su dedo índice con su pulgar, cuando esté dejó pasar el dedo índice, apenas pude percatarme de que salieron disparadas unas pequeñas gotas de sudor, estas al hacer contacto con la madera, causaron unas chispas que generaron fuego. Una intensa llama se formó en tan solo un segundo.

        Admiré tal habilidad, de verdad que ha dominado su Quirk, quise felicitarlo por sus logros, colocando mi mano sobre su hombro.

        —¡Genial kacchan! Realmente has entrenado tu Quirk, contigo en el futu...

        Me detuve en mi hablar, al ver como su palma se dirigía a mi rostro, por reflejo aparté la cabeza haciendo que su mano se fuera de paso, pero de igual forma: una pequeña explosión salió de su mano, quemando mi mejilla.

        »¡Agh! ¡¿Qué te sucede Bakugo?! —Me tomé la herida, arde como el infierno, pero el dolor es secundario cuando exijo una explicación. Su mirada es fulminante, llena de furia y desprecio.

        —No me vuelvas a poner ni un dedo encima, bastardo, tú no tienes derecho. —viéndome por sobre su hombro, se largó a cortar vegetales que se usarían luego.

        —¿Necesitas una mano? —Al ver quien me ofrece ayuda, veo a Tokoyami quien extendía su mano, me sujeté de él para ponerme de pie.

        —Gracias, hoy Bakugo está más agresivo de lo normal, le estallará el corazón si sigue de esa forma —hice un chiste, pero el hombre pájaro ni se inmutó.

        —Tal vez, quien sabe, los demonios de unos al final afectan el entorno de otros. —Él se retiró del área, para buscar los platos.

        Kirishima se acercó a mí, colocando su mano en mi hombro, queriendo de que entendiera a Bakugo.

        —Oye, Midoriya, no te lo tomes a mal, ¿No crees que este campamento puede ser molesto para algunos? —Él sonríe honestamente, pero esa sonrisa, expresa tristeza. Aun así, ladeé la cabeza en confusión.

        —¿Qué quieres decir?, creo que el director Nezu tenía razón en hacer este campamento.

        —¿No lo sabias? Diablos, no sé cómo decirlo amigo... —Negué con la cabeza a su pregunta. Kirishima suspiró, dando a entender que es un tema delicado—. Bakugo... vio a Hagakure morir ese día, o bueno, la escuchó pedir ayuda, pero un villano con Quirk que desorientaba a sus objetivos, evitó que llegara a ella, siempre que intentaba llegar, se dirigía a otro lugar, solamente podía escuchar sus gritos... quien diría que al- morir ella mostraría su apariencia, era muy linda... —Kirishima dirigió su mirada, hacia un molesto Bakugo.

        »Creo que nunca olvidará su rostro, ni siquiera se apartó de ella luego de todo. Trató de ayudarla, pero fue muy tarde.

        —Yo- yo no, no sé qué decir, no lo sabía, creo que debo disculparme. —Me dispuse hacerlo en ese mismo instante, pero Kirishima me detuvo.

        —Detente ahí viejo, no creo que sea lo correcto. Solo déjalo ser, tenemos distintas formas de superar estos males. Te veo luego.

        ¿Por qué teníamos que llegar a esto? All for one, ¿Por qué deseabas tanto hacernos sufrir? No lo comprendo, y ¿Por lo menos hoy no podríamos hacer de cuenta que somos jóvenes? Me duele tanto como a ellos, pero odio esto. Debo abstenerme si no quiero que las cosas empeoren.

III

        Después de un largo, largo día: descanso jugando con las brasas de una fogata, del otro lado de las llamas, Tokoyami estaba sentado sobre un tronco con los ojos cerrados. Cerca de nosotros debe esta Jiro, quien sabe dónde; Ochako acompaña a Aizawa Sensei frente a un sendero cerca del campamento, por el resto, solo nos acompaña el bosque. Este día no salió como esperaba.

        Bueno, ni siquiera recuerdo cómo fue que la pasé, cuando menos lo esperé ya era de noche, el cielo poco a poco era opacado por las nubes y la fauna del lugar daba un ambiente tranquilo.

        Esperaba instrucciones, escuchando música en el reproductor de siempre. Estoy aburrido, esperar con alguien callado no es la mejor forma de matar el tiempo.

        —Oye, Tokoyami, ¿Sabes algo de Hawks? —pregunté.

        —Está ocupado —dijo a secas.

        Suspiré, me derrotó, no pude lograr una conversación con él.

        —¿Has cuidado bien del perro de Koda? —Y una nueva oportunidad aparece—. Leí que su raza es un poco tediosa de cuidar, tu madre debe tener mucho trabajo con él.

        —Oh, sí, los malamute necesitan de muchos cuidados, el otro día mamá lo llevó a que le hicieran chequeos toda una tarde.

        —Ya veo —contestó—. Midoriya ¿Cómo te sientes?

        —Estoy feliz por mamá, de cierta forma un perro en casa llena el vacío y le hace compañía...

        —No me refería a eso —corrigió Tokoyami.

        —Ah, estoy algo cansado, me duelen las piernas de tanto caminar.

        —Tampoco me refería a eso. —Abrió los ojos—. ¿Cómo estás realmente?

        Sin piedad alguna, una pregunta cargada de pólvora que estalló en mi conciencia, algún ruido dejé salir a falta de palabras. Rompí el silencio con una sonrisa y mi respuesta preparada.

        —Ha sido un largo camino, correr despeja la mente, empecé a escribir mis sueños como si contara una historia en un diario, es entretenido. —Rei un poco entre palabras—. El doctor Hanafusa da miedo, pero es buena persona en el fondo, me ha dado consejos que no cambiaría por nada. ¡Oh! Y también empecé a ir a esa nueva hamburguesería. —Por más que hablara, el porte del hombre pájaro ni se inmutó.

        —Increíble, supongo que aún no sé descifrar los sentimientos de las personas, juraría que no es así.

        —Yo no... —Su mirada, me obligó a tragarme las mentiras que repito siempre—. Bueno, es difícil, mucho.

        —Tu mano vacila, Midoriya. —Señaló mis manos, bajé la mirada para notar que tiritaban—. Dejaste de usar tu Quirk en las prácticas y patrullajes, por miedo. Cuando regresas a ese momento ¿Qué piensas?

        Tokoyami es una persona de pocas palabras, me preguntaba cómo sería alguien de ese estilo, llegando a varias opciones: un antisocial, alguien que guarda sus secretos o alguien que sabe escuchar. Resulta ser, que es la tercera.

        —Recuerdo su sonrisa, luego la de All Might. Veo mi reflejo y me pregunto a cuál de los dos se parece la mía, son tan similares, pero tan opuestos al mismo tiempo. —Con mi dedo, forcé a mi rostro a parecer que sonreía—. A veces, cuando hago estas cosas, fuerzo mi sonrisa, ¿Cuál de las dos es la más honesta? O si quiera estoy cerca de parecerme a All Might. ¿Qué me hace diferente a All For One? Asesiné a alguien, Tokoyami, y no puedo ver a las personas como antes, y las personas no me ven como solían hacerlo. Todos vemos a un monstruo.

        —Todo tiene un equilibrio. —Tokoyami tomó sus cosas—. Si tu balanza no está como pensaba, supongo que te respetaba por razones equivocadas. —Es irónico, recibir este trato de la persona que menos esperaba—. Te lamentas por su muerte, y tienes miedo de lo que pueden hacer tus manos, para mí, no eres nada cercano a un monstruo.

        —Gracias...

        —No me agradezcas, solo recuerda que hay momentos duros, y momentos mejores. Con puntos de divergencias claves. Diviértete, Midoriya.

        Se fue al ver que el Sensei venia hacia nosotros, era mi turno para tomar la prueba de valor típica en estos campamentos. En el inicio del camino que tomaría, estaba Ochako esperando por mí, habiendo prometido que haríamos la prueba juntos.

        Espero con una antorcha en mi mano y en la otra el mismo reproductor que uso para mis caminatas; Escuchar música para largos trayectos se volvió una costumbre, a pesar de que acepté a regañadientes cuando me lo sugirieron los profesores, le he tomado gusto.

        —Midoriya, Uraraka, siguen ustedes. De acuerdo, seguirán según este mapa, hay un sendero que lleva a una cascada, detrás de ella hay una cueva, ahí deberán de tener cuidado, ah, y habrá un punto donde se divide el camino, memoricen el mapa o terminarán llegando al campamento de las Cats.

        —Estaremos bien, gracias Sensei —agradeció Ochako.

        —¿Listos? —cuestionó.

        —S-sí, pero antes, ¿Podría ver el mapa de nuevo? —interrogue, estoy nervioso, pues esta sería la primera vez que hago algo como esto. El sensei me mostró el mapa y señaló un camino marcado.

        —Debes seguir todo este sendero, en cierto punto se dividirá en dos caminos, el de la derecha te llevará a una cascada dónde deberás subir para entrar en la cueva escondida, el otro, te llevará hacia el campamento de las Cats.

        —Wow, era cierto que no estábamos lejos —exclamé.

        —Olvídate de ese camino, solo sigue la ruta designada. —Aizawa se hace a un lado, dándonos paso a nuestra prueba.

        —De acuerdo, eh, ¿Vamos? —Voltee para ver a Ochako, ella parece igual de nerviosa que yo.

        —V-vamos, Deku-kun. —Sonríe y nos decidimos por adentrarnos al bosque.

        —Midoriya, pase lo que pase... —Pero antes de dar un paso fuera del claro, Aizawa me toma del hombro—. No te alteres, todo estará bien, el director Nezu se asegurará de que así sea...Parecía dudar de algo, no es la primera vez, lleva un tiempo actuando extraño, como ahora que se forzaba por hablar—. Si sientes que es mucho para ti, puedes tomar el otro camino, puedes sentirte libre... De tomarlo, ¿De acuerdo?

        —¡No se preocupe, Sensei! —Ochako interviene para defender mi valentía—. Estoy segura que Deku no tendrá miedo, tomaremos la ruta establecida.

        Antes de poder formular otra palabra, Ochako me lleva consigo dentro del bosque. Sigo pensando que esto es extraño, tengo una sensación de que me esconden algo, pero si mi Quirk no se activa, supongo que todo está bien.

IV

        La luz fluctuante proveniente de la llama que llevaba Izuku: alumbraba las inquietas ramas de los árboles generando sombras por el viento. El ambiente cayó en el silencio de la noche, hasta ahora el terror se mantiene en ello. Si se preparó algo para los sustos, ya se estaban tardando.

        Izuku caminaba unos pasos delante de Ochako iluminando el camino, pensando que era su papel en esta ocasión. Nunca antes había tenido una pareja, de todas formas, en sus dieciocho años se las había apañado para convertirse en un aspirante a Héroe. El hecho de ser Quirkless limitaba las relaciones que podría tener, aún peor el caso hablando de relaciones amorosas.

        Cinco años en la academia, esperaba que al tercer año obtener su licencia de héroe, y que terminaría los años restantes con los cursos complementarios y los estudios para tener su título universitario (Dependiendo de la carrera que escogiera en el segundo año), planes que se sienten a largo plazo.

        Pensaba que su vida estaba encaminada en un rumbo fijo gracias a los planes en mente. Incluso si se veía forzado a retirarse como Héroe, el tomar las clases de estos cinco años le aseguraban un trabajo alternativo para no recaer económicamente.

        Los planes no siempre salen como deben por, sobre todo, variables tan impredecibles como los sentimientos humanos.

        «¿Por qué no podemos hablar como antes?» La pregunta que lo carcome por dentro. Nula comunicación en los cinco minutos que llevaban caminando. Pisó las hojas y las ramas, el crujir le hizo erizar la piel.

        —¡Ah! Me preguntó si harán algo pronto, tal vez Shoji utilice su Quirk para sacarnos un susto —señaló Izuku.

        —Sí, me pregunto qué harán —añadió Uraraka.

        El leve intercambio solo les puso más incomodos. Viéndola de reojo, Izuku notó que su rostro expresaba nerviosismo. Si algo recordaba de su amigo Aoyama, era un concejo amoroso que dudaba haya llegado a usar.

        «Sé osado, eso les gusta a las damas. Caballeroso y considerado, es el ideal que debes seguir».

        Tanteo cuál puede usar de los tantos concejos y sugerencias que le había dado, no era como si lo viera correcto, los usará ya que a estas alturas necesita de acciones desesperadas.

        —Oye, Ochako —le llamó captando su atención—, esto es vergonzoso, pero no creo que pueda seguir con la prueba.

        De inmediato, ella giró hacia el chico, con una mirada que palideció al instante de escucharlo retractarse de seguir el camino trazado. Agitada comenzó a darle ánimos de seguir con su camino a la prisión.

        —¡¿Qué?! ¡No puedes estar hablando en serio, Deku! D-deja de bromear, ¡Vamos, no falta mucho!

        Ella siguió caminando esperando que Izuku le siguiera, pero este no dio ni un paso más activando todas las alertas de su cabeza.

        —Lo siento. —Izuku se sobaba la nuca, avergonzado por la verdadera intención detrás de su fingida cobardía—. Recordando lo que sucedió la última vez, no me siento capaz de continuar.

        —Va-vamos, puedes hacerlo, incluso, si algo sucediera dudo que no podamos manejarlo juntos, ¿No lo crees?

        La sonrisa de Ochako, aunque es fingida, convenció a Izuku de haber logrado su cometido. «Es momento del golpe final» Pensó formulando su siguiente estrategia.

        —No creo poder, pero... ¿Me darías la mano hasta que termine? Ya sabes, como antes. —Un leve sonrojo al darse cuenta de lo ridículo que se escuchó—. E-eso me daría fuerza, pensar que estamos juntos en esto, hace que pasar por mil horrores sea nada.

        Sus miradas impactaron entre ellas por unos segundos, Izuku deseando que la tierra se lo tragara; Uraraka procesando la situación, a fin de cuentas, ambos suspiraron por lo tontos que se veían.

        —¿De eso se trataba? —Le ofreció su mano—. Vamos, Izu, podemos hacerlo si estamos juntos, ¿Cierto?

        El objetivo de todo eso era tener una mejor interacción entre ellos, terminando en todo lo contrario. Izuku sintió la piel suave de Ochako, comparada a su propia mano áspera y llena de cicatrices, le vio como una delicada, a pesar de lo fuerte que ella podría ser.

        Le vio de reojo, aun pensando de esa forma, las mejillas de su pareja ardían por la vergüenza. Pero más allá de eso, la comunicación seguía igual, nula, incomoda. Con los segundos no hizo nada más que cuestionarse si estaba bien las cosas, de verdad que se esforzaba por ser mejor, por recuperar lo perdido, pero un suspiro desilusionado denotaba su desesperanza.

        —¿Cómo fue que todo terminó de esta forma? —Los labios del chico se movieron por si solos, no siendo su intención el decirlo en voz alta, logrando que ella suspirara con decepción.

        —El mundo no es lo que era, Deku, nada es como antes. —Su mirada volvió a la que era en estos últimos días, apagada, inexpresiva, pero dolida, todo siempre y cuando, los malos recuerdos estuvieran ahí, también, cuando Izuku estuviera presente.

        —¿Lo d-dije en voz alta? —Tartamudeó al darse cuenta, sin embargo, vio la oportunidad de aclarar ciertos temas—. Pero ya que estamos en eso, tú crees que... ¿Podremos volver a la normalidad?

        —¿No es esto normal? —dijo con simpleza. Izuku detiene su andar sin soltar su mano, ella se detiene al sentir que no la dejaba avanzar.

        —Tú, yo, todos; las cosas eran perfectas, claro, teníamos nuestros problemas como cualquier otra persona normal, como héroes. Y aun así terminamos de esta forma, ¿Cuándo volveremos a esos días? —Su rostro demostraba dolencia, su voz se rompía, la mano libre se encarnaba en su palma—. Quiero volver a cuando los héroes, ayudaban a otros con una sonrisa.

        —Ese es el problema. —Volteó los ojos como quien dice «Estoy cansada de esto» mientras hablaba—. No creo que haya ni una pizca de normalidad para nosotros ahora.

        —Lo sé. —Izuku apartó la mirada—. Creo que este mundo está cambiando para mal, creo que debemos adaptarnos a ese cambio, y así devolverlo a lo que era. —De la nada, su garganta se anudó, aquello que lleva un tiempo deseando expresarle, no salía en un inicio, ni siquiera consiguió verla a los ojos; apenas y pudo decir una corta oración—. Creo... que abandonaré UA.

        —¡¿Ah?! ¡¿Dejarás la academia?! —Tan inesperado como un balde de agua fría en medio del desierto. Sus ojos se abrieron como platos, se sintió sorprendida, pero adicional a ello, también estaba molesta.

        —Ya es demasiado difícil ser héroe incluso para los profesionales, Ochako, si quiero enderezar las cosas, primero debo desviarme como lo hizo el mundo. Como dije... debo adaptarme a estos cambios. —Tragó hondo, imaginó mil escenarios en el que le confesaría sus intenciones, tomó apuntes de cómo proceder e incluso practicaba en solitario. Los sentimientos humanos, variables tan impredecibles, que ya esperaba no poder hacerlo que desea.

        Esperar la reacción le puso ansioso, tragó hondo, su mundo ha de prepararse para su caída, justo luego de escucharla resoplar molesta.

        —Sí, eres el afectado de todo esto y queremos ayudarte. Pero cambiaste, eres otro. —Ella gruñó cerrando los ojos—. Después de eso: todo lo que creía es diferente. Endeavor es padre de un villano, Hawks mata personas por encargo, los héroes no valen nada, nuestros amigos... murieron, y tú... eres un asesino.

        Su mundo se desquebrajó pedazo a pedazo; cualquier esperanza para que todo sanara, se quemó consigo. Los vio, sus ojos no son como los que recuerda; la realidad se distorsionaba frente a él, con la mera intención de comparar los ojos de su pareja, con los de las personas que le deseaban lo peor.

        Frunció el ceño, nunca imaginó que la persona con la que tuvo que pensar de nuevo su plan de vida, con la que deseaba pasar el resto de sus días: lo tachó de ser lo que juraron combatir.

        —¿En serio? ¡Vamos! Tenías que decirlo ¿Cierto? Pues Izuku Midoriya es un asesino, ¡Hay que marginarlo por un error que lo llevó a quitarle la vida: al símbolo del mal! —escupió con sarcasmo. Ella lo tomó como reto, sin dejarlo en evidencia.

        Desafiando al otro, acercaron las miradas con expresiones que nunca vieron del otro en el pasado. Izuku descubrió que solo les queda algo en común: no están de acuerdo con el pensar del otro.

        —Izuku, Matar es matar, no puedes hacerlo pasar como un simple error, porque eso no puedes remediarlo, acaso ¿Seguirás evadiendo la responsabilidad toda la vida? —Firme ante su posición, dejando en claro, que ella tiene razón e Izuku no.

        —Oh, ¡Claro! ¡¿Cómo no lo pensé antes?! Digo, solo debía dejarlo ir para que siguiera arruinando la vida de inocentes y causara caos ¡Así todo sería un paraíso! —Soltó su mano para hacer poses exageradas.

        —¡Bueno, señor prospecto a Héroe número uno! Si tan habilidoso y recto eres para el título, pudiste haber buscado una alternativa. —Afiló la mirada, esta discusión se estaba subiendo de tono por ambos lados.

        —Ya veo, en vez de arriesgar mi vida luchando con el símbolo del mal por un mejor futuro, mientras tú hacías flotar villanos de baja categoría, seguro debí detenerme a tomar una taza de té mientras diálogo con él, ¡¿Correcto?! —Alzó las manos, exagerando aún más las poses. Ella decidió encararlo, colocándose a un paso entre ellos.

        —No digo que debas dialogar, ¡Agh! pero si buscar hacerlo de la manera que lo hacen los héroes, ¿Sabes quiénes asesinan sin remordimiento? ¡Los villanos! —Hizo una expresión de falsa sorpresa.

        »¿Sabes a dónde van los villanos? ¡A prisión! —Alzó las manos de la misma forma que Izuku hace un momento.

        »¿Sabes dónde están los criminales con el mayor riesgo? —Con su dedo índice, golpetea su pecho algunas veces—. ¡En Tártaros!

        El daño fue hecho, Izuku observó en silencio, con enojo, asqueado de cada palabra que escupía en su cara. Uraraka tomó aire una última vez, para calmarse teniendo en cuenta la razón por la que estaban ahí.

        —Izu, nuestros actos tienen consecuencias.

        Retrocedió un paso. No fue su don, su instinto reaccionaba como las trompetas del fin del mundo, pues... Después de un corto tiempo de paz: la sensación de apuñalada muestra atisbos de presencia para atormentarlo.

        Ese día lo dejaría marcado, tanto así, que en el futuro podrá recordar incluso ese momento de forma tan lucida: la luz de la luna reflejada en el rostro de su amada, el frio calando sus manos, el viento agitando las ramas y el inicio de una canción en su reproductor.

«Que suene: YouSeeBIGGIRL/T:T»

https://youtu.be/vy63u2hKoPE

        —Por favor, te lo ruego, hazte responsable de tus actos y entregate pacíficamente, Izu, no queremos hacerte daño.

        Las piezas comienzan a encajar, todo tan repentino, las acciones antinaturales en todos ellos. Esta discusión era más que solo un momento difícil de pareja. Algo raro pasaba. Ansioso, retrocedió de nuevo, veía a los lados como loco, su respiración era violenta temiendo lo peor.

        Buscaba fervientemente a su alrededor; hace un momento sintió que eran observados en medio de la discusión. Para bien o para mal, una de las miradas salió de las sombras causándole un escalofrió en la columna.

        —Midoriya, se acabó, es por tu bien —llamaron desde atrás—. El camino termina aquí.

        La luna, único testigo de cómo era rodeado, fue desvaneciéndose entre las nubes. La luz era lo suficiente para notar quienes le amenazaban: Iida, Momo, Sero y por supuesto, Uraraka que estaba en el lado opuesto a ellos.

        —Ustedes, pero ¿Por qué?... —clamó por respuestas, las cuales no serán de su agrado.

        —Estamos preocupados por ti —contestó Uraraka en un tono convaleciente.

        Cada quien se aceraba un paso a la vez al tener la oportunidad. Izuku se volteaba hacia el que daba un paso, activando su Quirk sensor a la mínima intención de acercarse.

        —Viejo, con lo raro que actúas me sorprende que no hiciéramos esto antes, tienes más pinta de villano que los que andan por las calles estos días —dijo Sero.

        —Pero, estoy bien, ustedes actúan raro, todos lo hacen desde entonces, solo aléjense de mí. —Dentro de él, una llama se extinguía.

        —Sabes por qué hacemos esto —explicó Momo—. Irás a Tártaros, donde recibirás ayuda especializada.

        Era oficial, las teorías desechadas al momento restaron a la única razón de estar todos aquí. El sensor del peligro rugió en su cabeza, semejante a como lo hizo en la guerra.

        —Cuando finalmente lo asimilé... el por qué hice lo que hice, y ahora lo sé; por los inocentes, por nuestros muertos, por las risas, la tranquilidad de todos... por mamá, ¡Por ustedes! ¡Por eso hice lo que hice! —En ese momento, cierto recuerdo vino para alentarle.

        «Quiero que no tardes en visitarme de nuevo». El recuerdo de su madre.

        —¡No! ¡Lo veo en sus ojos! ¡Todos están en mi contra! ¡Aléjense, aléjense, aléjense!

        Izuku Midoriya, dieciocho años, a inicios de su segundo año en la academia de héroes; a su edad porta experiencia sobre el promedio en el campo heroico. Actualmente repasaba sus rutas de acción contra este atentado. Sus emociones se mezclaban al fluir dentro de su corazón, esos últimos días, algunas de ellas le afectaron de algún modo: Resentimiento, miedo, frustración, paz, piedad, y ahora, un solo sentimiento brotaba ahogando su Quirk y por consecuencia, activándolo por completo.

        «Furia»

        Uraraka se dirigió a él con máximo cuidado y trató de hacer una especie de llave al cuello que aprendió hace un tiempo. Izuku la conoce bien, sobre todo sus capacidades, así que se anticipó y la sujetó firme de las muñecas, oportunidad que aprovechó para lanzarla hacia Iida.

        —Fuera de mi camino —advirtió emanando una cortina de humo de su cuerpo. Todos alerta, prepararon cualquier método planeado para contenerlo, tanto violento como pacifico, hoy lo intentarían todo.

        —Sabía que esto era inevitable, la palabra de ese loco es un fiasco —habló Iida por un intercomunicador manteniendo un rostro adusto—. ¡Pasamos al plan B! ¡Manténganse firmes!

        Por un comienzo prematuro, todos estaban dispersos en aquel bosque en el que ya de por si era difícil tener visión del entorno. La bruma que dejó caer Izuku dificultó su seguimiento. Entre los árboles, intrépidamente se movió en diferentes direcciones para extender la cortina de humo lo más que pudiera.

        Los cazadores que le buscaban no sabían ni por dónde empezar, escuchándolo cuando pasaba a grandes velocidades. Era increíble, parecía como si hubieran abierto la jaula de una bestia desenfrenada.

        El fugitivo decidió que ya era suficiente y debería proseguir a su escape. Aquella distracción le daría algo de ventaja, sin embargo, otra razón le obligó a detenerse: el humo comenzaba a ser más débil, hasta que de pronto ya no salía más ¿Por qué?

        —Agh, ¿Qué me sucede? —se preguntó, siendo interrumpido por una barra de metal que iba directo a su cabeza.

        «Peligro»

        Con una sola mano, detuvo el ataque de Momo como juego de niños, viéndola con una mirada fusilaste. Momo sintió el verdadero terror al verle a los ojos.

        —Una barra de metal con la fuerza para noquear, ¿Eres tú, Momo? —Dos granadas de gas cayeron a sus pies.

        —Tienes que saber que nuestro plan era convencerte de entregarte, como amigos, pero si te resistes. —Creó un par de armas de electrochoque, sin dudarlo, le atacó de frente con ambas—. Tenemos el permiso de los héroes y el director de usar nuestros Quirks. Esta misión fue específicamente para ponerte a salvo de ti mismo.

        Izuku se retorció un poco por el inesperado ataque, tal voltaje era inhumano. Ellos estaban dispuestos a lo que sea con tal de atraparlo, y si era así: sus posibilidades solo disminuyen. Con un poco de fuerza la empujó al suelo, volvió a tomar carrera.

        La onda expansiva del ataque de Bakugo se hizo escuchar a la lejanía, el humo se dispersó con la repetida acción. La cortina de humo: descartada.

        Siguiente paso de acción: los látigos negros. Expulsado del humo, no tardó en ser emboscado, trató lo mejor que pudo en quitárselos de encima. Cuando tuvo la oportunidad, utilizó el látigo negro para sujetarse de las ramas e impulsarse.

        «Peligro».

        Se sentía extraño, como si su conciencia se fuera por instantes, en su hombro tenía clavada una bala sedante. Sin tiempo para buscar la fuente del primer ataque, de la nada, su brazo izquierdo fue retenido sacándolo de balance. El responsable fue Sero haciendo uso de sus cintas.

        —¡Ese látigo da miedo, amigo! —Lo sujetó del brazo restante—. ¡No pareces tú usando eso, te recomiendo más las cintas! —Antes de que Izuku chocase con un árbol, lo lanza por los aires—. ¡¿Acaso no piensas en los niños?! —preguntó sardónico. Le dio la oportunidad a levantarse del suelo.

        »¡Midoriya, piensa rápido! —exclamó Sero. Izuku al girarse en su dirección, logró distinguir que algo venia hacia él.

        —¡Déjenme en paz, solo quiero volver a casa! —Con sus látigos negros evitó que aquel objeto llegase a él, pero al acercarlo, se percató de que era un simple trozo de leña—. ¿Qué demonios?

        No pudo leer cual era la intención en haberle lanzado eso, no fue sino hasta que sintió como algo se enredaba en sus tobillos.

        «Peligro».

        —¡Felicidades, atrapaste el señuelo idiota! —Las cintas de Sero lo arrastraron por todo el suelo, después de tragar una buena cantidad de tierra, justo para ser recibido por Uraraka.

        Esta de inmediato tocó el pecho de Izuku, con la intención de hacerlo elevarse por sobre los árboles. Viendo a su alrededor, apenas y pudo notar el brillo del cristal en la copa de un árbol, gracias a su Quirk, se hizo a un lado logrando esquivar dos objetos que venían directo a él con gran velocidad, dándose cuenta que hubo un tercero que no vio venir.

        Era lo mismo con lo que fue atacado mientras escapaba, una bala sedante. Atento a una ubicación aproximada del franco tirador, comandó los látigos negros para atrapar a Sero.

        —¡O-oye, ese truco es mío, esto no es gracioso! —Fue capturado con facilidad, dándole una probada de su propia medicina, lo inmovilizó para usarlo como escudo, pues los objetos seguían llegando. Uno de los sedantes impactó contra el rehén, adormeciéndolo de inmediato—. Oh viejo, esto está mal, creo.... que dormiré un rato.

        En aquel árbol, el héroe seguía disparando, le era difícil tratar de atinar a su objetivo, Sero ya había recibido más de la dosis segura, un poco más y podría ser peligroso.

        —Vamos niño, no me lo pongas difícil. —Snipe observó el rostro del chico, esa determinación en sus ojos por buscar su libertad, por defender su vida: le recordaba a él—. Bien, bien, sé que no deberías ir a tártaros, así que... —Volteó a ver la caja de municiones que estaban a su lado, con toque suave los dejó caer de la rama—. si eso quieres, te doy tres balas, si te las arreglas, me retiro de este rodeo, niño.

        El sujeto recargó su arma, inhaló profundo para controlar su respiración, y cuando vio nuevamente por la mira, su objetivo le retaba con la mirada.

        —Esto será interesante. —Riéndose entre dientes, dio inicio al reto.

        Primer disparo, se dirigió a Izuku a gran velocidad, pero no fue directo a él, a medio camino, cambió la trayectoria, de nuevo, y de nuevo, esta se movía alrededor del chico, su Quirk hacía que le doliera un infierno, como si mil agujas se incrustaran en el mismo punto de su cabeza.

        «Peligro».

        «¡Ahora!» pensó Izuku en sus adentros. Movió a Sero para que sirviera de escudo una vez más, el proyectil impactó en una de las hombreras de su traje; Snipe sonrió con cierto orgullo, para luego disparar la segunda bala seguida de la tercera, estos se movían al igual que la primera.

        —Dos de una sola vez, ¿Qué harás?...

        El escudo humano funcionó como la última vez, en cambio, no podría detener la bala restante. Exclamó con un grito de queja, no había muchas opciones, así que intentó destruirla de una patada. No funcionó, falló por mucho y el sedante llegó a su espalda. Snipe se tomaba el mentón, reflexionando su anterior declaración.

        —Hmp, dos de tres no está mal, en un rato estarás durmiendo, así que mi trabajo aquí terminó, suerte, héroe del escudo. —Rio bajo, Se recostó en la rama del árbol, acomodó sus brazos detrás de su cabeza, y le echó un último vistazo a su compañía—. Lo dejé ganar, que quedé claro, eh.

        Al pie del árbol, una pila de cuatro personas adultas yacía inconscientes, con evidentes heridas en ellos. Saludó con su mano, no a ellos, siendo una quinta persona la cual no pasó desapercibida por su ojo.

        —Pensé que el objetivo era capturarlo.

        —Claro, pero primero tendría que caer la guardería, los agentes del Servicio secreto son muy impacientes.

        —Reportaré esto, no me enviaron para verte tomar la siesta... —Aquella persona fue interrumpida por el sonido del seguro del arma en la mano de Snipe siendo removido.

        —Si tienes algo que decir, soy todo oídos, quienes están a cargo en esto es la academia.

        Por otro lado, Izuku podría caer dormido en cualquier momento. Sus Quirks estaban respondiendo mal, los látigos negros perdían fuerza a cada segundo y el sentido de peligro se detuvo abruptamente. Solo le quedaba el Fa Jin y el One for All, más el don Nana Shimura que no tardaría en desaparecer, ya que ni siquiera le vale para levitar a su antojo.

        Divisó la susodicha cascada, y a un poco más lejos de ella, el campamento de las Cats. Tenía que buscar la ruta y pensar cómo salir de esta situación; las Cats siempre mantenían vehículos todo terreno para rescates en el bosque, si logra obtener uno de esos, aun con sus heridas puede ser capaz de salir del bosque.

        Izuku encogió su pierna, con ello, repetiría un movimiento parecido al que se hace al correr, planeaba usar al Fa Jin como impulso para salir del área.

        Uraraka, que estaba justo debajo de él, habló por un intercomunicador.

        —Primer equipo abatido, procederemos con el equipo B como estaba planeado, debes darte prisa, Bakug-...

        —¡Ya estoy aquí, idiota! —Reafirmo Bakugo—. ¡Lo tengo en la mira!

        Fue propulsado como si fuese un proyectil gracias al Fa Jin. Escuchó varias explosiones y rogo a todos los cielos que el malhumorado Bakugo fallara en sus cálculos. Se acercaron con el retumbar de cada explosión; tres metros, dos metros, un metro. Sus miradas se cruzaron, Izuku cerró los ojos, al contrario, Bakugo gritó como nunca antes.

        —¡Ve a dormir, Deku! —Su mano alzada realizó una explosión incluso más potente que las anteriores.

        El fugitivo salió de su ruta de escape para adentrarse entre los árboles chocando con un millar de obstáculos, terminando por ser redirigido por Dark Shadow hacia una maquina creada por Momo.

        Una máscara aisló su cabeza, liberando un gas dentro de ella. Izuku aguantó la respiración de inmediato, sin saber que era la primera etapa. Shoji lo rodeó con sus brazos y Tokoyami exclamó dramáticamente la etapa final.

        —Dark Shadow, fúndete con la oscuridad. —Así crearon lo que este llamaba, la «Ragnarok: Matriz»

        —Esto es lo correcto Midoriya, entrégate para que todo sea como antes. —Momo se aseguró que el gas no se detuviese.

        Renunció a cualquier movimiento con tal de que le diera un segundo más para pensar, donde valdría incluso lo que milenios para idear un escape.

        «Estoy mal, desorientado, mis sentidos decaen, la adrenalina del momento se agotó. Estoy desesperado. No quiero, Juré solo usarlo cuando fuese necesario, pero el One for all... contra ellos. Estoy acorralado. Quizás sea mi única esperanza...»

        Sus captores retrocedieron al ver que el one for all hizo acto de presencia.

        «Puedo con esto».

        La máscara de gas fue rota en mil pedazos, aquella noche fue eterna, él no recordaba ni la mitad de eso, pero si de algo estaba seguro, era que justo en el momento que destrozó la máscara: se había rendido. En ese instante algunas dudas le invadieron, viendo la realidad.

        «Pero luego de escapar, ¿Qué pasaría? ¿A dónde voy? ¿En quién podría confiar? Todos los que conocía, por lo manos la mayoría, están en medio de esta cacería de brujas...»

        Aun así, lo intentó. Solo recuerda un golpe directo a la cara al liberarse del Ragarok, y que este lo envió hacia un tronco hueco, dentro, perdía la conciencia.

        «Lo sabía, soy un inútil, no puedo más. Es imposible escapar. Todos están en mi contra, me han rodeado. No podré hacer nada, mi cuerpo pesa demasiado, y mi conciencia... se desvanece...»

        «Ahora solo veo una luz blanca ¿Es el fin? No... no me rendiré»

V

«Izuku Midoriya»

        Veo una luz blanca, segadora ¿Cómo llegué aquí? No, ¿Dónde estoy?

        Buceo en mis recuerdos para encontrar respuesta a mi pregunta, siento jaqueca por ello, pronto imágenes borrosas llegan a mi mente.

        Camino por un sendero rodeado de árboles, es de noche y la única iluminación que hay es la luz de la luna, que por momentos desaparece detrás de las nubes.

        Recuerdo... una cascada, era bella, una vista hermosa. Luego me acerco en un parpadeo a ella, hay una cueva detrás.

        La situación cambió, no puedo moverme, creo que estoy atrapado en algún tipo de concreto. Veo mi brazo izquierdo, tiene quemaduras y heridas graves, como si hubiera recibido una explosión de lleno; el resto de mi cuerpo, tiene cortadas, rasguños, hematomas y... ¿mi brazo derecho está invertido?

        Mi vista se eleva, apenas puedo reconocer que soy rodeado por algunas figuras; puedo ver claramente eso ojos de odio y desprecio. Ya he recibido esas miradas antes, ¿Quiénes son?

        Ya veo. Son mis compañeros y profesores, ¿Por qué me ven así? No, no me vean de esa forma, ¡Soy su amigo! ¡Ayúdenme! ¿Por qué me hacen esto?

        En medio del grupo permanece parado un rubio, ese es... ¿All Might? Por favor, ayúdame, all Might, me duele todo, no quiero esto. El niega con su cabeza y me da la espalda, se marcha sin ver atrás.

        No entiendo que está ocurriendo, todo es muy confuso, como si hubiera sido golpeado lo suficiente como para revolver mi cerebro, eso explicaría... por qué veo a ese sujeto de cabello negro, piel pálida, con esos ojos observándome; esos aterradores ojos, como los de un tiburón, que se me fijan en mi flotando sobre todos, sonriendo, como si de un show se tratara.

        Mi mente se aclara poco a poco, creo que... estaba en el campamento.

        «Ah, ya recordé: Fui traicionado».

        La luz blanca se vuelve cada vez más intensa, cierro los ojos y veo el techo, un bombillo alumbra sobre mí.

        Quiero gritar por ayuda, pero no puedo pronunciar palabra alguna más allá de simples balbuceos. De la nada, veo que alguien se asoma a mi lado, es un uniformado, tiene un pasamontaña, lo único que logro distinguir de él fue una fea cicatriz en su cuello. Al ajustarse un poco mi vista, leo en su uniforme, «Tártaros».

        —¡Oye, mocoso, no te atrevas a desmayarte o te despertarán por la fuerza al llegar! —El sujeto me abofeteó, haciéndome volver un poco a mis sentidos.

        —Mi- don- au... —Pude pronunciar nada más que palabras inentendibles. El sujeto arqueó una ceja.

        —Habla claro imbécil, no hablo idiota. —Se acercó un poco, para poder escuchar lo que decía.

        —Mi... repo-duc-tor ¿Dónde... está?

        No dijo nada, creo que no esperaba que dijera eso, así que se carcajeó a mas no poder.

        —¿Hablas de esto? —En su mano, yacía mi reproductor, estaba sucio, aun así, tengo la esperanza de que pueda repararlo.

        —Ma-má me- lo ob-sequió... cumple-año. —Traté de explicarle el valor sentimental que tenía ese objeto, parecía entenderlo, o eso creí.

        —Ya veo, ¡Ya veo! Lo encontré en el área cuando llegábamos a recogerte. sonrió de lado mientras lo posaba frente a mí—. Pero a dónde vas no necesitarás esto. —Lo arrojó contra la pared, destruyéndolo entre su mano y el metal—. ¡Felicidades! Mierdecilla, te has ganado una habitación en el peor infierno, ¡Bienvenido a casa! —Su rostro que parecía alegre, se tornó sombrío—. Este será tu hogar, Izuku Midoriya.

        Traté de observar el entorno, alcancé a ver por una ventanilla y lo que vi me dejó sim palabras, unas gaviotas volaban fuera de este vehículo, también puedo ver algunas estructuras metálicas y escucho un poco la agitada agua del mar.

        —Bienvenido a Tártaros, este es tu.... —El sujeto volvió a sonreír de lado—. Punto sin retorno.

-.-.-.-.-"Entran los créditos con "Traitor's Requiem, JJBA Golden Wind OP 2"-.-.-.-.-.-.-

https://youtu.be/UG-XoCoFdrA

Uragirimono No Requiem

kami no sadame ni sae

hanki wo hirugaesu gangstar

osore to iu kanjou kakikesu rage

akuma ni somuku to chikatta hi kara

houfuku to wa shuumatsu ka mirai wo kou

ikikata wo sutete idomu mono stay gold

sou sa me ni wa me wo

uragirimono ni wa rekuiemu owo!

zetsubou ga temaneku sekai ni tachimukau

Don't care jihi nado iranai

saa karada horobiru toki inori mo kiehateru

Hell no hajimari no golden wind

Réquiem Del Traidor

Incluso contra la voluntad de un Dios

Alza la bandera en rebelión, gangstar

Esos sentimientos de miedo, desaparecieron, los ahogué con rabia

Desde el día en que juré, darle la espalda al diablo

¿Acaso esta venganza, significa el final? Pregúntale al futuro

Aquellos que pueden dejar atrás, su forma de vida como oro permanecerán

Así es, ojo por ojo

Por los traidores que cantan, su réquiem

Gritando por desesperación, de pie con el mundo en contra

¡Da igual! Nunca muestres misericordia

Incluso si tu cuerpo muerto está, ¿tus plegarias desaparecerán?

¡Ni hablar! Un viento dorado surgirá

Fin del capítulo.

Punto sin retorno.

9980 palabras.

Notas de anterior version:

POR FIN TERMINÉ El JODIDO CAPÍTULO... sentí eterno escribir esto, por ciertas cosas se ha retrasado este capítulo, si en cierto punto se siente diferente es porque empecé a escribirlo en diferentes momentos...

Dejé la pelea en esa parte, porque se hubiera alargado demasiado, ¡voten, deben admitir que este capítulo no quedó tan mal!, no lo digo yo... bueno si lo digo yo

Notas de versión actual:

Seh, me volvió a dar pereza concluir la pelea por completo xd

Bueno, eso sería todo de mi parte.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-Mike con pereza-.-.-.-.-.-.-.-

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top