Emociones, noticias y un viaje
N/A: Mil perdones por la espera. Estas semanas ando muy ajetreada y también tengo Fics atrasados por escribir. Bueno, mil millones de gracias por vuestro tiempo, por leer esto, y sobre todo por los ánimos de que esto siga adelante. Espero que os guste este capítulo, es muy light, pero poco a poco voy llegando a donde quiero. Espero que disfrutéis, ¡ a leer!
Las siete y media de la mañana. Un joven chico bastante atractivo, observaba la pantalla de la televisión de la cocina, con un sandwich y un vaso de leche, desayunando. Aún llevaba el pijama, una camisa de tirantes negra y unos pantalones rojos, bastante cómodos y modernos. Katsuki pasaba las canales de televisión, sin encontrar nada que le convenciese a esa hora. Pegando un bocado al sandwich suspiró agobiado. Lunes por la mañana, lo más cansado que existía, y además con el instituto. Su madre seguía durmiendo, normalmente ella se esforzaba en levantarse para desayunar con su hijo para hacerle compañía , ya que los lunes tenía clase por la tarde, y no lo vería. Pero parece ser que se pasó toda la noche llorando, con una copa de vino en el salón, pues en uno de los facebooks de sus hijos, pudo ver fotos de la fiesta del tercer cumpleaños de su nieto. Era tan triste... ni siquiera le conocía. Pudo comprobar que su nieto, tenía los ojos rojos, como ella y Bakugou. En fin, ni modo. Aquella llamada de la que le habló su madre a Kori el domingo, fue hace dos semanas, y Katsuki la recordaba muy bien. Aquel día, él estaba llegando a casa, después de haber estado con unos amigos en los recreativos del barrio, cuando su móvil comenzó a sonar. Con malhumor, suspiró y arrugó sus dientes. ¿Kori? No. Ella sabía cuanto le irritaba que lo llamaran por móvil, además de las pocas palabras que daba. ¿Algún amigo? No, no había nada importante. Miró la pantalla del móvil... Lena. ¿Qué cojones quería su hermana? De mala gana, le colgó la llamada, no quería ahora lios. Pero para su mala suerte, sus hermanos insistieron toda la tarde. Después de darse un baño caliente para relajarse y fumarse un cigarrillo en la terraza, decidió atender la llamada. Sus hermanos aliviados, consiguieron hacerse con él. Y esa no era la primera vez, odiaba hablar con sus hermanos, siempre evitaba las llamadas. Su madre, subía para darle ropa limpia, y se paró en la puerta de su habitación, escuchando como Katsuki decía el nombre de sus hermanos. Se entristeció y bajó las escaleras a prisa, nerviosa... de ahí que el domingo llorara preocupada frente a Kori. Katsuki le hablaba mal a sus hermanos, sin pocas ganas de verlos. Entonces le confesaron que la insistencia de llamadas era para invitarle al tercer cumpleaños de su sobrino. Katsuki se quedó pensativo... ¿debía ir?... bueno, su respuesta fue: ' dile felicidades de mi parte' y automáticamente colgó el teléfono. Sí, había visto a su sobrino unas cuantas veces, cuando sus hermanos le sorprendían en el instituto, o en alguna cafetería, sin que su madre se enterara... y eso era algo que él odiaba... si su madre no acudía allí, él menos. Sus hermanos, contra más veían esto en él, más mierda le echaban a su madre. Ellos vivían con la idea errónea de que su madre estaba manipulando a su hermano pequeño Bakugou para que no quisiera saber nada de ellos... en fin, familias. Katsuki no acudió al cumpleaños, y no habló con su madre de nada. Era bastante orgulloso para ello. Y además, no se le olvidaba que sus hermanos se marcharon de casa, dejandole solo, así que bueno, él desde niño decidió que sus hermanos no merecían su tiempo, sus sobrinos, alguna vez, quizás un saludo. Bueno , volviendo al presente, seguía pasando las canales, casi había terminado de desayunar. Las clases empezaban a las ocho y media y debía vestirse. Pasando canales pudo ver algo que le llamó por fin un poco la atención. Unas noticias mañaneras, estaban anunciando que en las ciudades vecinas habían ocurrido varios destrozos en los últimos días. Suponían si se trataría de algún villano o algún fenómeno natural. Bf, mi modo. Se levantó, recogió , y se subió a vestirse.
La misma hora, en otro lugar. Kori aún seguía durmiendo, como poco madrugadora que era. Estaba feliz, ¿qué estaría soñando? pues poco le importó a su madre que empezó a llamarla a gritos. Como siempre, solía dormirse y no era nada puntual, cosa que su madre sabía. Se tapó la cabeza con la almohada, pensando que su madre era lo más pesado que había en el mundo. Su madre mosqueada fue a su cuarto y le quitó las sábanas, preparándole el uniforme y diciéndole que se espabilara, no soportaba la imputabilidad de su hija, pero le había tocado así. Kori malhumorada con los ojos aún cerrados se peinó, se lavó los dientes, se vistió y bajó a desayunar. Pero... ya eran más de las ocho. Abrió sus ojos de golpe y dando un bocado rápido a una tostada, se fue a la entrada de su casa. Su madre como siempre la miraba diciendo, ' otro día más... no aprendes... y eso que Bakugou es bien puntual '. Kori bufó mosqueada, y a la vez con cierta risa por la frase de su madre. Pues sí, la madre de Kori era MUY insistente con la puntualidad, como una manía. Y Kori, era una chica que amaba pasar horas maquillándose, arreglándose, o cualquier otra cosa, y siempre llegaba tarde. Al contrario, Katsuki, siempre era muy puntual y quisquilloso. ¿Era obvio que su madre y él se llevaban bien , no? Su madre siempre le decía, ' ojala le pegues a mi hija tu puntualidad'. Bueno, por una de esas razones y algunas otras, Katsuki y Kori no solían ir juntos nunca al instituto.
Pero Kori tenía un secreto... y era sus patines de línea. Se los puso, y con rapidez salió de su casa, patinando a toda mecha. Cuando llegaba al instituto, los dejaba en el casillero y se ponía los zapatos de la escuela. Bueno... amaba hacer piruetas con sus patines así que hasta incluso de esta manera llegaba tarde. Era un caso para la puntualidad.
Kori corría todo lo que podía en sus patines, sin fijarse ni por donde miraba. Solo pensaba que el profesor la castigaría, y siendo sinceros, por ese tipo de cosas a veces no molaba nada tener a tu novio en clase. Daba un poco de vergüenza. Sin mirar, sintió un tremendo choque, cayendo al suelo. Kori se rascó su nariz, donde se había golpeado, y una persona le tendió una mano. Se quedó mirándolo fijamente, nunca lo había visto por su ciudad. Era un hombre muy desmejorado, y tenía los cabellos despeinados y ásperos.
-¡Oh Dios, lo siento de verdad! - Kori se levantó e hizo una reverencia muy avergonzada por lo ocurrido.
-No... no te preocupes joven. ¿Tienes prisa verdad? - entonces Kori exclamada, se hecho las manos a la cabeza.
-¡El instituto! ¡ perdone de verdad, adiós! - corriendo salió de allí como si llevara cohetes. Aquel hombre se quedó mirándola fijamente, sonriendo. Quizás pensaba que era una adolescente rara o una chica bastante graciosa.
Kori corría todo lo que podía, la campana casi iba a sonar. Entonces llegó a las puertas del instituto, corriendo dejó los patines en el casillero y se puso los zapatos de clase. Subió las escaleras con rapidez, y llegó a su clase coincidiendo con el profesor. Un compañero de clase salió a hablar con el profesor de temas personales, y Kori sonriendo aprovechó pensando que podía entrar sin que él se enterara. Discretamente, entró en la clase, resoplando aliviada. Todos estaban ya sentados, se murió de la vergüenza. Katsuki, la miraba fijamente con sus ojos arrugados, y toda su arrogancia encima. De verdad, que incomodo era eso a veces, pero ni modo... aún así amaba tener a su chico en clase. Avergonzada como un tomate y cabizbaja comenzó a andar hacia su pupitre y se sentó. Bueno... lo bueno de tener un novio como Katsuki era que estabas protegida de toda risa, burla o pitorreo. Si no seguramente les daría una paliza que no olvidarían, con fuegos incluidos. El profesor entró como si nada, y la clase empezó.
Kori se pasó media clase durmiendo, y Katsuki de vez en cuando la miraba, y otras veces miraba hacia la ventana, malhumorado, o simplemente ponía los pies sobre la mesa, se cruzaba de brazos y pasaba un poco de todo. Todo eso sin cambiar sus gestos de cara arrogantes y gruñendo. Llegó el patio.
Todos bajaban abajo con sus almuerzos preparados de casa. El patio no era gran cosa, se trataba del típico instituto pequeño del barrio al que todos iban desde niños. Obviamente eso hacía que Izuku y Katsuki fueran juntos desde la guardería. Sí... todos se conocían bastante bien. Eso sumaba cotilleos, popularidades... etc. Cada uno ya tenía su grupo, aunque las amistades variaron mucho desde que todos eran niños. ¿Quien se iba a imaginar que ahora Katsuki odiara a Izuku? cosas que pasan. Katsuki, tenía su grupo de liderazgo en el barrio, pero a la hora de salir a comer a casa de alguien, o quedar, siempre iba con Izuku. Lástima.
Izuku a veces aún suele recordar las tardes de verano, que se iban juntos por el monte a buscar renacuajos... o cuando se iban a la piscina y luego cenaban en casa de Izuku. Cosas de la vida... ahora olvidadas. Jamás se imaginó que acabaría así con Kacchan.
Izuku siempre se sentaba en un banco apartado de los demás, de vez en cuando algún chico le hablaba de cursos más menores, solo para preguntarle por el curso o por si era verdad que no tenía un Kosei...cosas que le dolían pero intentaba seguir adelante. Katsuki, solía quedarse sentado bajo un enorme árbol del patio de atrás, con Kori entre sus piernas. Ella hablaba con él mientras almorzaban, a veces se daban algún que otro beso discreto... e incluso él le renegaba y gruñía porque ella siempre llegaba tarde. Las amigas de Kori y algunos amigos de Katsuki de vez en cuando se pasaban a saludarlos, aunque era algo que a él no le gustaba, a ella no le importaba, así que solo gruñía y no decía nada.
Bueno, ahora se encontraban en clase de nuevo. Katsuki andaba cansado, con ganas de volver a casa, odiaba los lunes. Puso sus pies en el pupitre, como de costumbre, y sus ojos cerrados con rostro de fastidio. Pero el profesor dijo algo que le hizo abrir los ojos de golpe.
-¿Excursión? - exclamó toda la clase.
-¡Sí! - afirmó el profesor con una gran sonrisa- chicos, es el último año de curso, así que en la junta directiva hemos pensado una excursión de fin de curso a lo grande. Nos alojaremos en un hotel dos noches, de viernes a domingo, e iremos a un parque de atracciones, y al día siguiente a un parque de atracciones acuático - La clase comenzó a gritar de la emoción con las manos en el aire y levantándose de sus pupitres. Izuku bajó su mirada, quizás él no iría, pues se quedaría solo como siempre. Era una pena enorme perderse un viaje así pero... era la crueldad de la situación. Kori sonreía con brillo en sus ojos, sin poder creérselo - bueno, os entregaré las circulares, y mañana lo traéis firmado. En el hotel la habitación debe ser de dos o tres personas...pero no será mixto...¿eh? - miró de reojo a Katsuki y Kori, sabiendo que eran pareja.- y me da igual, si son novios, novias, como sea, las habitaciones no serán mixtas- Katsuki le echó una mirada fría al profesor. Pero digamos que bueno, lo entendió muy en el fondo. Kori suspiró apenada, pero no importaba en realidad, ¡podría estar en el parque de atracciones con él! no había nada mejor que eso. Nunca habían viajado, ni con el colegio. Era la primera vez que se organizaba algo así.
Las clases acabaron y todos estaban recogiendo, Kori emocionada terminó de recoger, mientras todos salían, esperaba a Katsuki en la puerta. Cuando él salió, ella lo agarró del brazo emocionada, con una gran sonrisa. Aunque parece que él no...
-¿Vas a ir? ¿sí verdad? - caminaban tras de todos por los pasillos. Ella esperaba su respuesta impaciente. Katsuki la miraba fijamente, suspirando con mala gana.
-Supongo... pero solo porque me gustan las atracciones arriesgadas. - pues sí, al parque de tracciones que iban, era uno de los más famosos del país. Tenían unas montañas rusas altísimas y arriesgadas, sobre todo una que daba mil vueltas dejándote con la cabeza hacia abajo. Había otra atracción que iba a unos cuantos kilómetros por segundo. Era una verdadera pasada, y él amaba el riesgo. Kori se rió por lo bajo, pensando ' sí...solo por eso. Maldito orgulloso mío...'
-Bueno, todo está bien mientras vayas, ¿no? en la circular pone que es en dos semanas. ¡ que estupendo! ¡ no me lo creo! , debo comprarme un bikini bonito para las atracciones de agua...- Katsuki giró su rostro mirándola con mal genio. Ella retrocedió dos pasos nerviosa- digo, un bikini de esos normalitos, que bueno,...esto, un bikini - comenzó a reír nerviosa y con las cejas arrugadas. ¿Katsuki estaba malhumorado por eso? Bueno, él odiaba el agua, era algo de la excursión que no le convencía. Pero dejar a su novia sola, con adolescentes estúpidos tan inferiores a él alrededor,el agua y ella en bikini, no le molaba nada.
-En fin...- gruñó - no te separes de mí si vamos, aquello es enorme... con lo despistada que eres te perderás - Kori sonrió sonrojándose. Pocas veces le decía cosas así, y debía aprovecharlas.
-Tranquilo, no te preocupes, ¿sí?- lo abrazó hundiendo su cabeza en su pecho. Katsuki la agarró del brazo y se separó de ella con rapidez, enseñando sus encías malhumorado.
-¡ no hagas eso aquí! - como ya se sabe, él era muy reservado. ¿a qué arrogante le gusta que le vean en esas situaciones tan... amorosas?
-Oh, lo siento, lo siento...- Kori sonrió y se agarró de su brazo, llegando a los casilleros. - debo agarrar mis patines, ¿vale? - se apartó un momento de él, dejando los zapatos de la escuela y poniéndose los patines. - oye, ¿qué haces esta tarde?- se giró mirando a su novio fijamente. Bueno, entre semana era cierto que no solían pasar mucho rato juntos. Alguna tarde intentaban quedar para estudiar pero...siempre acababan entre besos y caricias, así que era algo imposible. Katsuki solía salir con sus amigos o ir a los recreativos, ella siempre estudiaba o daba una vuelta con alguna amiga. A partir de los viernes, sí que estaban normalmente juntos. Cosas de estar juntos en clase. Además, toda persona con cabeza sabe que no se deben de descuidar las amistades a pesar de tener una maravillosa relación.
- No sé... supongo que no gran cosa, odio los lunes - Katsuki se puso su bolsa a la espalda, y comenzó a caminar para seguir el ritmo de los patines de ella. Kori patinaba lentamente, para no descuidarlo.
-Bueno había pensado en que vinieras a merendar a casa o algo, pero creo que deberíamos estudiar para el examen del miércoles...- Kori bajó su mirada pensativa entristecida. Pues esa semana no podrían pasar mucho tiempo juntos... si ella quería entrar en medicina debería obtener unas buenas calificaciones.
- Sí... supongo...- él respetaba sus estudios. Además... bueno, él no era muy de ir a su casa, siempre era más preferible que ella fuera a la suya. No era el típico novio que accedía a todo.
Las dos semanas pasaron volando. Todos entregaron las circulares firmadas y el viaje se acercaba. Kori había estado estudiando mucho, y los fines de semana había salido con Katsuki a comprar unos conjuntos para el viaje. Claro, él gruñendo y a regañadientes, como no, pero bueno. La madre de Katsuki estaba feliz al ver que su hijo iba a estar con ella en aquel viaje de la escuela, emocionada. Kori contaba los días para que llegara el viernes y salir de allí. Katsuki parecía emocionado, muy en el fondo. Pues Kori lo conocía muy bien, a pesar de ser un orgulloso, y sabía que él tenía ganas de montar en esas arriesgadas atracciones.
Pero... había alguien que no lo esperaba tanto, alguien que no tenía ilusión ya casi por nada...
Izuku no paraba de leer los Whastapps que mandaban en el grupo de clase, comentando cuantas ganas tenían todos, y habían puesto una foto de perfil del mapa del parque. Su madre, no sabía nada de lo del viaje. Él decidió no contárselo, para que no se sintiera más entristecida por la vida de su hijo. Kori había pasado ese hecho por alto, ya que su emoción era enorme. Era la última hora de la clase del jueves, y al día siguiente se irían en autobús a las siete de la mañana. Toda la clase estaba emocionada, y no había otro tema de conversación. El profesor les había dado la clase libre para hablar sobre esos temas y decidir con quien irán en las habitaciones. Izuku tenía la cabeza hacia abajo, deseando llegar a casa y apoyarse en su madre, intentando no dar importancia a lo demás.
-¡ dios ! no me creo que vayamos...¡ estoy tan emocionada! - comentaban en un grupito de chicas, amigas de Kori.
-Sí, va a ser muy espectacular... además hay muchas actuaciones aparte de atracciones -
Kori sonreía escuchándolas. No sabía sera más emocionante el parque, o pasar un fin de semana en un lugar tan mágico junto a Katsuki. Entonces su mirada se posó en alguien. Izuku estaba solo como de costumbre pero...se veía bastante entristecido. Katsuki estaba en otro grupito con sus amigos, mientras ellos hablaban de lo mismo. Al parecer querían hacer un plan de entrar a las habitaciones de las chicas por la noche, a escondidas de los profesores. Todos estaban tan eufóricos... pero, ¿y Izuku?... Kori bajó su cabeza entristecida. ¿Debería ir a hablar con él? sí... era lo mejor. Sin importarle lo que la clase opinara de ella al verlo con él comenzó a caminar hacia su pupitre, pero notó como alguien tiró de su brazo. Se giró sorprendida, se trataba de su mejor amiga.
- Kori... tengo un problema...- Kori la miró extrañada, y se giró a mirar un segundo a Izuku. En fin... Izuku debería esperar un poco.
Al parecer, su mejor amiga estaba enamorada de un amigo de Katsuki, un chico de clase. La verdad es que todo el mundo lo sospechaba pero nunca salió a la luz. Kori respetaba que su amiga fuera una chica tímida y reservada, así que nunca se atrevió a preguntarle. Su amiga básicamente le pidió que si en este viaje, podía ayudarla a acercarse a Mike. Vaya... parecía que este viaje prometía. ¿qué ocurriría? En fin. Kori le dijo que obviamente la ayudaría. Su amiga saltó de felicidad abrazándola, y sonó el timbre de la clase. Todos comenzaron a recoger y salieron pitando de allí. Kori recogió con más lentitud, terminando de hablar con su amiga. Entonces recordó a Izuku, pero al girarse, comprobó que ya no estaba en su asiento... se había marchado. Suspiró cabizbaja, y se despidió de su amiga. Se quedó en la puerta esperando a que Katsuki dejara de hablar con sus amigos y terminara de recoger.
Katsuki la agarraba por la cintura, acompañándola a su casa, ya salidos del instituto. Las calles estaban animadas, y bastante tranquilas. Kori caminaba abrazada a la cintura de Katsuki, aunque a él no le gustaban ese tipo de cosas, ahora mismo no le disgustaba mucho. También estaba animado, muy en el fondo, por el viaje.
- Mañana el autobús sale a las siete... en punto... - Kori miró fijamente a Katsuki.
-Sí, lo sé, ¿por qué? - Kori pestañeaba extrañada.
-Ya sabes lo impuntual que eres. Me veo al autobús parado esperándote...- suspiró con un rostro de malhumor. Kori sonriendo se rascó sus azules cabellos.
-Llegaré pronto, ya verás... ¿ de cuerdo? - Katsuki miró hacia otro lado, tratando de decir algo.
-Veo que no lo entiendes... bueno, no me fio de que vayas a llegar pronto...-
-¡sí lo entiendo, venga, confía en mí! - dijo Kori con cara decisiva. Katsuki arrugó sus cejas y gruñó. Maldita sea, a veces ella no entendía las indirectas. Bueno.. Katsuki tampoco es que fuera bueno en tirar indirectas, con toda la arrogancia y orgullo que lleva encima. Así que podemos entender a Kori. Katsuki arrugó sus manos, como cuando usa su Kosei.
-¡Maldición! - gruñó malhumorado y arrugando sus manos como cuando iba a usar su Kosei- ¡ me refiero a que vengas a dormir a casa! - lo dijo todo demasiado rápido, mirando hacia el suelo con malhumor. Kori intentó hacer lo posible por no reírse. Respiró hondo y tragó saliva, fingiendo seriedad. Aunque su por dentro su yo interior se moría de las ganas por tirarse encima de él y abrazarlo. Amaba eso, y muy escasas veces Katsuki se dejaba ver diciendo cosas así...era increíble. Podría decirle ' no he escuchado bien... repite' pero si hace eso posiblemente él se iría por otro camino maldiciendo todo lo que encuentre a su paso. Es mejor no comentar nada ni hacer eso cuando él hace este tipo de cosas. Tengamos en cuenta que para él decir esas cosas es bastante difícil. Solo ella lo había conseguido.
- Oh...bueno, - Kori tosía y se aguantaba, aparentando seriedad- Ya sabes lo que opina mamá entre semana... no me deja ni casi salir por las tardes...- suspiró con tristeza. Para una vez que le pedía algo de esa manera... pero el no salir entre semana era una férrea regla de su madre, y menos aún dormir en casa del novio. - entiendo que mañana hay excursión y eso pero al no verme en todo el finde supongo que ella querrá estar conmigo...- Kori juntaba sus dedos índices nerviosa. Katsuki no dijo nada, solo suspiró con malhumor y siguieron caminando hacia adelante.
- ¡KORI! - su madre gritaba de nuevo. ' Cinco minutos más... ' pensaba. -¡ KORI , son las ocho menos cuarto!-
De sopetón, se levantó de la cama. Se asomó al reloj, y pudo comprobar la hora. El rostro de Kori se difuminó asustada, y corriendo botó de allí.
-¡ no puede ser, no! aún debo preparar todo, desayunar, y tantas cosas, ¡ me iba a levantar a las seis! - lloraba mientras se vestía corriendo y bajaba la maleta por las escaleras hacia abajo. Su madre la esperaba de brazos cruzados y con cara de pocos amigos. - Hola mamá... esto...- se rascó sus pelos azules, intentando reír, con las cejas arrugadas -que gracioso eh... me he dormí...-
-¡ se puede saber! ¡ dios mio en pocos minutos el autobús sale y sigues aquí! ¡ pero mira que eres irresponsable, corre! - su madre le dio una bolsa llena de bocatas y batidos. - desayuna en el autobús porque aquí no te da tiempo, vamos intentaré llevarte en coche - Kori agarró la bolsa y caminó hacia el garaje para subirse al coche. Suspiró aliviada mientras entraba y se ponía el cinturón. - será posible...- su madre subió y puso el coche en marcha - lo que hay que hacer por los hijos, ¡ primero vienen con dolor y cesáreas, y luego debes ser responsable de sus despistes! - Kori reía por lo bajo.
-Va mamá... no te quejes tanto, sé que me quieres - su madre se giró mirándola con un rostro que daba miedo.
-Siempre eres tan impuntual... calla o me harás enfadar...- Kori se echó hacia atrás.
-¡Sí, sí, perdón! - Bueno, lo siguiente fue todo el camino una tremenda bronca de su madre. Que si no te has peinado, que si no has desayunado, que eso no estaba bien, que se merecía dejarla que se fuera andando y no llevarla, que no era justo. Al final vino la famosa frase ' seguro que Bakugou ya está allí, él es tan puntual. No sé porque narices no se te pega eso de él, tanto tiempo que lleváis saliendo. Ya verás, como el autobús haya salido ' Kori suspiró. Ya eran las siete en punto y había un tráfico de mil demonios. Estaba histérica y su madre no paraba de quejarse. Recibió una llamada de su mejor amiga.
- ¡Tía donde estás, estamos toda la clase esperándote, si no estás aquí en cinco minutos nos vamos! - Kori se murió de la vergüenza.
-Perdón perdón- comenzó a llorar al estilo puro anime- lo siento, es que... bueno...-
-¡ ni es que, ni nada, además tu novio está con ganas de prender el autobús! ¡Kori de verdad, date prisa! - entonces colgó. Kori suspiró.
- ¿están esperando a que sí? ¿y Bakugou ya está allí y con mal humor? ¡ mira que te lo e dicho, no te mereces ir ! anda que...- su madre no paraba. Kori suspiró cansada. - en fin, menos mal que tienes una madre como yo, da gracias que no te castigue por hacer esperar a esos pobres chicos y profesores. - Al fin el tráfico se disipó un poco y su madre comenzó a acelerar como una bala. Estaba muy disgustada con su hija pero bueno...era su hija. En cuatro minutos estaban ahí. Kori salió corriendo de allí, con la maleta en la mano. Su madre avergonzada salió a disculparse, comiéndose toda la bronca de los profesores. Kori caminando despacio los intentó esquivar, y su madre, le miraba malhumorada pensando en que menudo morro tenía su hija, mientras hacia reverencias a los profesores pidiéndoles disculpas asumiendo la responsabilidad para que Kori pudiera ir al autobús. Kori subió y suspiró. Toda la clase la miraba fijamente, unos riendo y otros con malhumor por la espera. Cabizbaja caminó hacía un asiento que estaba vacío, avergonzada de sí misma. Se sentía muy apenada en esos instantes, y no podía pensar en nada más que lo mal que se sentía. Era un desastre...no deberían haberla esperado. Tenía una gran culpa encima y además, demostró a los ojos de los demás que era una irresponsable. Bueno normalmente todos sabían que ella llegaba tarde a todos lados desde la escuela, pero esta vez, parece que les afectó más. Kori no sabía que hacer, se quedó mirando la ventana cabizbaja y apenada, olvidando todo. Entonces algo le vino a la mente... ¿y Bakugou? se entristeció aún más enterrando su cabeza en el asiento. Seguro que estaba malhumorado, o quizás dejaría de hablarle. ¿Por qué quería tener una novia tan desastre y avergonzante como ella? Pero un momento.... se atrevió a mirar a los asientos de los demás. ¿Donde... estaba Bakugou?
-Bueno señorita Kori, después de esto creo que deberá limpiar la clase durante dos días, además, ahora por su culpa ¡ falta otra persona! - todos suspiraron malhumorados, ¿aún no podían salir? no podían creerse eso. Kori abrió sus ojos con fuerza, y se atrevió a preguntarle a una de las chicas de su asiento de atrás.
- Oye... ¿ donde está Ba..? - la chica la interrumpió con malhumor.
- ¿Bakugou? Hah, de verdad no te mereces un chico como él...- Kori puso un rostro de malhumor, ya estaba otra vez con esas tonterías. Esa era una de las chicas que andaban detrás de Bakugou desde niña, y bueno , entenderéis cuanto la odiará cuando supo que ellos estaban juntos.
- Sí, Bakugou, MI novio - recalcó Kori de mala gana y los ojos arrugados. La chica suspiró enfadada y mirándola mal.
-Salió del autobús con muy malhumor, apurado. Hah, seguro que ha dejado el viaje de lado y se ha marchado a su casa, por lo que has echo, y ya era hora de que se diera cuenta de tus errores.- se giró mirando hacia otro lado, riendo y dándole la espalda a Kori. Kori se quedó sin palabras, con sus ojos abiertos y entristecida. Se sentó mirando hacia la ventana, luchando por contener las lágrimas. ¿sería eso verdad? Bueno tratándose de alguien tan arrogante y orgulloso como Katsuki... sí...podría ser. Quizás él se mosqueó mucho por la espera, o se avergonzó de que todos la estuvieran esperando malhumorados. Kori suspiró, quizás debería bajarse y renunciar al viaje. Pero después de todo lo que la habían esperado... seguramente más media clase pediría su cabeza. Aunque su corazón estaba roto... no podía estar más en ese lugar. ¿Qué debería hacer? Entonces el oído fino de Kori, pudo escuchar una conversación que tenían un grupito de chicas cerca de su asiento.
-Mirala... es demasiado patética., - ¡Cierto!, oye, ahora que él se ha ido así, ¿se supone que han cortado la relación? ,- Oh, ¡ es verdad! ¿Bakugou por fin está libre? -, - Espero que sí, es guapísimo y a todas nos gusta desde preescolar, además su Kosei es tan cool. Es injusto que ella se lo llevara tan pronto, - bueno, ya era hora de que se diera cuenta. Ella es patosa y distraída, no sé que le vio desde que vino al barrio de pequeña....- entonces todas comenzaron a reir.
Kori sentía que su corazón se rompía en mil pedazos, todas las ilusiones que acumuló en esa semana estaban por los suelos. Sus nervios aumentaban, y le costaba respirar. ¿Por qué? ¿ De verdad Katsuki ya no querría estar con ella? ¿ tanto la odiaban esas chicas, tan desastre era? miles de preguntas patinaban por su cabeza. Entonces una mano, agarró su frío y delicado brazo.
-Kori... ¿estás bien? - Kori se giró mirando fijamente a su mejor amiga. La abrazó con todas sus fuerzas, con ganas de llorar - Kori... no debes estar mal. Todos tenemos despistes, eres amable y siempre ayudas a los demás. No te dejes influenciar, ¿de acuerdo? acabo de decirle a esas buitres que callen su bocaza o les pegaría un buen puñetazo a todas - añadió riendo. Kori subió su mirada hacia ella, entristecida.
-Pero... él se ha ido... ni siquiera ...- su amiga agarró sus frías manos transmitiéndole seguridad.
- sí, bueno e visto como se marchaba...- dijo cabizbaja su amiga- pero creo que no era con las intenciones que dicen esas arpías. ¿Y si se ha marchado a buscarte? o ...- Kori la interrumpió.
-No sé... ayer me dijo que durmiera en su casa, porque no se fiaba que llegaría pronto. Y tenía razón... seguro que los profesores le habrán preguntado por mí, y la gente le habrá echado la culpa...-
-Ey, ¡frena Kori! no ha sido así ¿sabes? - su amiga la miró fijamente, pidiéndole atención y interrumpiéndola- es cierto, que todos le estaban preocupando por ti. Pero a él eso le daba igual, bueno estaba muy malhumorado, pero ya sabes como es él. Simplemente se puso de pie, los demas le paraban pero él con rabia los apartaba, y salió del autobús. Bueno... tú lo conoces mejor que yo, pero apuesto a que quizás estaría preocupado por ti. - Kori no se sorprendió.
-Si estaba tan malhumorado... con más razón ...- se tapó sus ojos con las manos, intentando no llorar y escondiéndose de todo. Pudo notar como su mejor amiga se levantaba del asiento sin decir nada, ¿se habría cansado de escucharla? Apretaba sus dientes, todo lo que podía, reprimiendo sus lágrimas. Volvió a notar como su amiga se volvía a sentar. Por lo menos ahora no estaba sola... Sus brazos comenzaron a rodear su cintura, y Kori se extrañó. Bueno las amigas solían abrazarse entre ellas, ¿no? pero su amiga estaba acariciándola mientras la abrazaba. ¡Eso estaba siendo extraño! se descubrió la cara para preguntarle que hacía y de pronto... se encontró con esos ojos rojos que siempre le habían gustado desde que se mudó a este barrio. Se quedó boquiabierta, y una lágrima comenzó a surgir bajando por su mejilla.
-Ba... Bakugou...- Kori se abrazó a él con mucha fuerza, escondiendo su cara en su pecho. Sí... le llamaba Bakugou también en momentos serios. Él gruñó.
-Pero mira que eres llorona, ¡ y encima tardona! ¡ mira que te lo dije! - Kori le miró fijamente sonriendo, feliz de volver a escuchar las broncas arrogantes de su novio. Que alivio sentirlo de nuevo a su lado... y es que cuando ocurría algo entre ellos, ella era demasiado sensible, preocupándose mucho por la relación.
-Me dormí... lo sé... te debo una disculpa... - besó su mejilla, y él se apartó con rabia. No le gustaban esas cosas en público. - pero, ¿donde estabas?
- Cazando villanos, ¿a ti que te parece tonta? estaba de camino hacia tu casa... mira que eres despistada, menos mal que me han avisado de que ya habías llegado - suspiró con rabia. Kori sonreía a más no poder. No podía creerse todo lo que el arrogante hacía por ella. Sí, nunca le decía que la quería ni le decía cosas cariñosas, y sí, muchas veces se apartaba de ella o no le hablaba casi por el móvil. Pero, ¿y qué más daba eso? Esos hechos que hacía por ella... valían más que mil palabras o mil gestos cariñosos.
Los alumnos por fin estaban aliviados, viendo como el autobús se puso en marcha. Kori estaba miraba la ventana, viendo como se alejaban del barrio y la ciudad, para embarcarse en un viaje de unas cinco horas. Se preparó una lista de reproducción con sus canciones favoritas en su móvil, ya que Katsuki no era de hablar, asún así, amaba su compañía. Se giró un segundo hacia los asientos de atrás, y pudo observar como esas buitres de antes, estaban molestas, al ver que no tenían razón. Kori no es que fuera ese tipo de persona que seguía esos juegos o hacía caso a las criticas, pero por primera vez en su vida, le sonrió a aquella chica que le dijo todas esas cosas antes, con un poco de orgullo, mientras agarraba el brazo de Katsuki abrazándolo. Aquella chica se llenó de rabia, y le apetecía arrancarse los pelos de rabia. ¿Qué quien era esa chica? Casualmente, Kori se mudó cuando ellos ya eran niños, pero básicamente, esa chica conocía a Katsuki desde los dos años. Vivían bastante cerca, y sus madres se llevaban bien. En la guardería, a los cuatro años, Solía estar con Katsuki y sus amigos, y como no, a él se le daba todo bien, lo veía alucinante. Fue el primero de la clase en aprender a leer, entre otras cosas. Cuando su Kosei se descubrió, ella fue una de las que lo animaron. De hecho luego en el parque más tarde se juntó con él y le felicitó de nuevo, diciéndole que podría ser un héroe sin duda. Siempre se emocionaba al ir a la escuela, por estar con él, basicamente. Pero un día, las cosas cambiaron. Esa chica, Kori, era nueva en la clase, y la mayoría de la clase tenía curiosidad por ella. Poco a poco pudo comprobar como Katsuki ya apenas le hacía caso, y dejó de hablarle. También vio como salían siempre él y esa niña nueva a jugar juntos. Años más tarde, el cotilleo más grande del curso llegó a sus oídos. Su amiga le llamó por teléfono con rapidez y le dijo: ' ¿Sabes que los rumores son ciertos? Bakugou y esa chica, llevan unas semanas saliendo...como pareja. ' Y ahora, esa Kori, estaba ahí , sentada y echándole esa sonrisa de orgullo. La rabia la consumía. Claro que alguna vez, se le pasó la idea por la cabeza de intentar romper esa pareja, o de hacer sentir a Kori mal, como había echo antes, pero conocía muy bien a Katsuki. Sabía el genio que tenía así que ese miedo la echaba siempre para atrás. Solo podía limitarse a enrabiarse consigo misma, e intentar mirar hacia delante.
-¿Qué haces? ¿ a quien sonríes mocosa? - Katsuki miraba a Kori con cara desconcertada, y con su malhumor de costumbre. Ella comenzó a reír y se giró, agarrando su brazo.
-No, nada... cosas mias...cosas mias - sonreía, apretando su brazo con más fuerza. Sí... se sentía muy bien a su lado, cuando ella se sentía gris, él era su color. Un color malhumorado...pero un tierno color.
- Hmp...- suspiró - que extraña eres a veces...- Apoyó su cabeza en el asiento, y cruzándose de brazos.
- Lo que tú digas - añadió sonriendo. Agarró su mochila y sacó los auriculares, dispuesta a dormirse un poco mientras escuchaba música. Katsuki miraba todo el rato hacia adelante. Entonces notó algo en su hombro. Giró su vista y pudo comprobar que Kori estaba dormida en su hombro. Que rabia, siempre estaba durmiendo, y encima , estaba de esa manera con él. Katsuki odiaba que los demás los vieran con ese tipo de comportamientos, ya sabemos, él es muy reservado. Pero bueno... una vez es una vez, y además ella no se enteraría. Se acomodó con ella, agarrando su cintura y dejando que se apoyara en su pecho, colocando su cabeza con cuidado. Maldita mujer... que tendría para que él hiciera esas cosas tan vergonzosas. Miró a Kori ... le encantaba verla dormir, como cuando se quedaba admirándola en su cuarto. Pero aquí, no la admiraría de la misma manera obviamente. Solo la miró unos segundos, y pensó que como una persona tan inocente puede ser tan tardona, y liarla como la había liado esa mañana con el bus. Bueno... esbozó una sonrisa arrogante. En el fondo había sido muy gracioso. En fin... les quedaba un gran camino por delante, el viaje sería largo.
Izuku estaba desayunando junto a su madre, viendo las noticias de la mañana. Estaba cabizbajo, pero no le había contado nada su madre. Solo le dijo que ese día no iría a clase, ya que se encontraba mal, así que su madre no le dio importancia. Se le hacía normal ver cabizbajo a su hijo, con lo cual no sospechaba nada. Y ese hecho, era lo que le rompía el corazón.
-Cariño, ¿te apetece ir de compras? podemos comprarte un par de camisas, y te dejaré comprar un libro o fotos de All Might , ¿qué te parece? - siempre hacía este tipo de cosas para animarlo... a veces tenían efecto, a veces no. Entonces algo en la tele les llamó la atención a ambos: ' Esta semana, se están produciendo varios destrozos, entre ellos algunos edificios. No sabemos de que se puede tratar, quizás algo natural o quizás alguien los está causando. Seguiremos investigando ' . Bueno en un mundo lleno de héroes y villanos estaban acostumbrados a eso, así que al final no hicieron mucho caso. Se levantó con cuidado de la mesa, y su madre se quedó desconcertada.
-No te preocupes... no me siento bien, iré a mi habitación...- con tristeza, se fue de allí, y subió las escaleras.
Su madre pensó que debía ser alguna frustración gorda para no animarse y andar más triste de lo normal. Sin poder evitarlo, comenzó a llorar en silencio, una vez más, por la infelicidad de su hijo, y recordando aquella vez en el médico que le dijeron que era un Mukosei.
Las noticias seguían en marcha, pero su madre estaba demasiado deprimida y llorando como para verlas o incluso escucharlas. En ellas, decían: ' Ciertos destrozos son impresionantes, y algunos testigos afirman haber visto algo extraño, tras los acontecimientos. ¿ Qué estará ocurriendo? '
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