Información


-¡Paraaaaa!- reclamaba enojado Dorobo lleno de heridas, cortes, ampollas al profesor el cual no mostraba interés en escucharlo, solo esperaba el momento en que dicho villanos no pudiera más y perdiera su vida de una vez por todas.

-tengo que admitir que eres un hueso duro de roer-

Dorobo se dio cuenta de algo y se comenzó a reír- jajaja, eres divertido –

El profesor recordó algo y observo su reloj

-uff, ya ha pasado buen cinco minutos, haz destruido mi record de tres años- para luego su mano derecha comenzar a soltar un fuerte frio al punto de comenzar a congelar a Dororo –me gustaría seguir esta gran batalla, pero como veras, obtento de poco tiempo- todo el pasillo, los cuerpos de los villanos heridos y los cadáveres se volvió de hielo

-que frio, me pregunto ¿cuál es tu nombre? - alegaba Dororo como sus últimas palabras, al ser atrapado por el hielo y quedar petrificado de hielo.

El profesor salió como si nada caminando –que mala memoria tienes, Dorobo, pensé que de todos tú me habrías reconocido- chasqueo los dedos el profesor y el todo lo que estaba cubierto de hielo se volvió polvo, incluyendo a un sonriente Dorobo.

-listo- y mirando su reloj –bueno nadie debe enterarse de tal bochornosa falta a mi record-

Pero de inmediato alguien salió detrás – una falla es una falla Papá- decía Alexia vestida de heroína.

El profesor no estaba sorprendido, pues la había detectado desde hace tiempo, hasta procuro no hacerle daño –Alexia, cuantas veces te he dicho no estar tan cerca de mis ataques- decía tranquilo.

-Disculpa, pero traje lo que me pediste- decía la chica empuñando una espada.

-muchas gracias- agradecía el profesor – hazme el favor de ayudar a Gentel- ordenaba su padre

-ok- desapareció la chica.

El profesor sin decir nada siguió caminando.

Mientras tanto con Gente, este se encontraba siguiendo a un Jean, el cual se había rendido pero le daría algo valioso que este desconocía y confiaba que Midoriya supiera.

-¿A dónde vamos?- preguntaba curioso Gentel.

-ya llegamos- decía Jean mientras señalaba una puerta de una habitación la cual tenía un letrero que decía, seguridad informática.

Detrás de esta puerta se encontraba cuatro hombres ensacados como guardias con armas en mano y una niña de trece años en una computadora luchando por borra los datos

-¡apúrate que no tenemos tiempo!- le decía un guardia a la niña.

-no puedo, alguien bloqueo el sistema- decía la niña lanzando comando tras comando para arreglar el sistema.

Pero no podían, todo gracias a cierta mujer, conocida como la brava

-no los dejare borrar nada- decía la loli legal, mientras también tiraba comando tras comando, para ella era tan natural que pensaba en otras cosas triviales sin importancia.

Mientras en la habitación de seguridad informática

-te dije que lo hagas rápido- decía el guardia

-ya voy por favor no me haga daño- decía la niña asustada, lagrimas salían de sus ojos lo cual le dificultaba su labor.

sacando su arma –si no puedes, no tengo de otra que matarte, tu eres la única que sabe cómo ingresar a la información- decía serio

de pronto por los bordes de la puerta un humo negro entro cubriendo por completo la habitación, el humo como si tuviera vida propia fue ingresando por los orificios nasales de los guardas, exceptuando a la niña, estos cayeron al suelo inconscientes.

-como la abro- se cuestionaba Jean.

Esto llego a oídos de la brava –yo me encargo- y en menos de treinta segundos la puerta se abrió sola.

Al entrar Jean se acercó a la niña – ¿te encuentras bien?- decía al observarla detenidamente

La niña todavía asustada asintió

-no te preocupes, ya nadie más te esclavizara – decía tranquilo

La niña comenzaba a votar lagrimas por sus ojos –si por favor-

-¿Qué hacemos aquí?- se cuestionaba

-necesito que saques a esta niña de aquí, ella fue secuestrada por sus grandes habilidades con las computadoras, ella podría serle de mucha ayuda a la policía- Le comento a Gentel – tu amiga puede sacar la información de la computadora- decía pensando en cómo esta desconocida abrió la puerta a distancia.

Pero de inmediato la brava le advirtió –no puedo, el bloqueo a esta información está bien hecho- decía enojada –solo podemos sacarlo por medio de un Disco externo-

–me podrías hacer un favor- decía Jean a la niña.

Unos segundos después

 gracias a la niña no hubo necesidad de usar disco externo -listo la información está siendo enviada a mi nube, solo faltan 10 minutos más- decía ansiosa la brava -¿Qué lleva esta información?-

-todos los nombres de los seguidores de All For One, desde villanos, hasta famosos políticos y personas ilustres de las altas esferas de la sociedad- alegaba Jean.

-wao que interesante, muchos peces gordos- ponía feliz a la chica –si entregamos esto de seguro no dejaran libres-

Tomando una foto del lugar con su celular Gentel informo –Midoriya necesito una última extracción de una niña secuestrada-

Pero Midoriya con contestaba, como si se hubiera desconectado

Mientras tanto Midoriya se encontraba caminando por los pasillos, curiosos de no encontrarse con nadie hasta que cierto chico peli blanco lo abordo

-así que al fin te encuentro- decía tranquilo Dash –ya me estaba dando sueño- mientras bostezaba

-no te preocupes si sueño es lo que tienes- decía mientras su one for all se activaba con sus llamas –yo te daré el sueño eterno- aseguraba mientras atravesaba el pecho del sorprendido Dash

-¿Qué acabas de hacer? acaso no eres un héroe- decía tratando de respirar pues uno de sus pulmones perforado solo le hacía respirar globos de sangre.

-lo estuve pensando mucho, y no había otra opción para impedir que mis primas volvieran a ser juguetes de mi abuelo- decía serio –por eso, lamento decirte que en este momento no actuó como un héroe-

Esto puso una ligera sonrisa en Dash y echándose atrás, se alejó de izuku y se limpio la sangre –que bueno, ahora veremos quien queda vivo- sus iris del ojo se volvían azules eléctricos

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