Reencuentro de dos almas

—Bueno, obviamente ya nos habíamos visto, estamos en la misma escuela, jeje- dijo mientras se reía por su comentario anterior - lo que quiero decir es que me parece que ya nos conocemos de otra parte - mientras decía eso, cambia su tono de voz a uno más serio, pero sin dejar de lado esa sonrisa que lo caracterizaba.

Ambos jóvenes se quedaron viendo al otro tratando de descubrir que era eso  que les parecía tan familiar.

Uno de nuestros protas: Blake, miraba a ese extraño chico que de tan solo 4 años liberaba un aura de haber vivido mucho, ese pelo blanco algo raro en su otro mundo, pero aquí natural , esos ojos azules oscuros tan profundos como un abismo, lo cual juntos creaban una combinación temible. "Con razón asustaba a todos" pensó el castaño. 

Mientras del otro lado el otro elegido de Dios, Kallen, miraba a ese animado joven, su actitud siempre optimista le recordaba a alguien especial de donde venia, ese extraño cabello castaño el cual no importaba el día siempre se encontraba desarreglado, esos ojos rojos animados, muy al contrario a los suyos, y esa inalterable sonrisa que incluso en ese momento mantenía, todo junto daba esa aura de optimismo y alegría, le recordaba a alguien que lo apoyaba siempre en su mundo de origen, pero no sabe qué le pasó, lo único que recuerda son llamas por todas partes , eso le provocó un ligero mareo que Blake no pasó por alto. 

—Oye ¿Te encuentras bien? Hace poco saliste de la enfermería deberías descansar -preocupado el castaño ayudaba a su compañero a sentarse en una banca cercana-.

—Gracias...-aunque agradecido Kallen no le apartaba la mirada de ese chico, algo en él le decía que no debía quitar sus ojos sobre ese chico porque sino se perdería de algo-.

—Sabes ¿No piensas que todo esto es algo monótono? -al escuchar sus palabras se sorprendió, pero rápidamente se recompuso para preguntarse algo "¿Por qué un niño tan pequeño diría eso?"-.

El castaño al ver su reacción solo pudo asentir internamente, para un niño al ver la expresión de Kallen no podría ver nada, incluso un hombre o un joven le hubiera costado ver lo que él vio, tantos libros que leyó en su antiguo mundo le habían enseñado una cosa o dos, ahora mismo estaba usando los conocimientos de un libro de psicología, que aunque fuera básico, le permitió ver ese cambio de expresión sutil en su compañero.

—¿Cómo qué monótono? - peli-blanco soltó esa pregunta al aire para sacarse esa duda.

—Es cómo sí dijeras la misma frase por siempre y para, como en un bucle infinito - le contestó con su ya típica sonrisa mientras miraba las nubes.

Al escuchar esa respuesta se sobresaltó, "¿Cómo este niño puede parecerse tanto a él?" Se preguntaba dentro de sí millones de veces. "Incluso desprende esa misma aura de positivismo" esas preguntas lo carcomían por dentro, entonces decidió algo, tenía que aclarar algo de una vez por todas, para luego pararse y mirarlo con sus ojos azules, directo a esos ojos de  color rubí tan contrarios a los suyos.

—Oye ¿Qué pasa? sí te ofendí, lo siento, fue algo impulsivo de mi par...- dijo para luego ver esos ojos que lo miraban como sí quisieran ver dentro de su propia alma, al verlos sentía algo de miedo "exactamente la misma mirada ", poco a poco su teoría se iba volviendo realidad.

—Voy a preguntarte algo y no quiero que salgas con mentiras ¿entendiste? - aclaró Kallen, para luego ver que Blake asentía con signos de miedo -ok, esta es mi pregunta ¿Quién eres?.

—¿Có...cómo qué quién soy?, solo soy un niño normal que sueña con mundos de fantasía- dijo para luego ver como lo sujetaban del cuello de su camisa ,de inmediato pudo ver como Kallen lo jalaba a su dirección, y quedarse mirando cara a cara-.

—¡Dije sin mentiras!-la paciencia de Kallen ya se había acabado, así que con un grito amenazó al castaño-.

Todos los presentes al ver tal acción se asustaron, los niños estaban preocupado por el joven castaño en especial sus dos amigos, Izuku y Katsuki, que aunque este último no lo demostraba no quería que le pasara nada malo a su amigo, los maestros apenas vieron lo que hizo él, "el demonio del frío " como lo llaman sus compañeros, corrieron a detenerlo.

—Veo que no importa donde estemos, no puedo engañarte amigo - apenas salieron esas palabras de su boca, Kallen sintió una presión en su pecho- ¿Quién diría que reencarnaría en el mismo mundo que el emo musical?.

—No....no puede ser ¡¿Pedro?! - dijo el ojí-azul con un gran tono de asombro junto a unas pequeñas lágrimas en sus ojos.

—El mismo en alma más no en cuerpo, jeje- una sonrisa estaba en la cara del ojí-rubí aunque todavía estuviera bajo el 'agarre' de su amigo, antes de darse cuenta pudo sentir que alguien lo abrazaba- ¿Lucas?.

—Te extrañe... amigo- un sentimiento se hallaba en la voz del albino, tal vez una mezcla entre felicidad y tranquilidad es lo más cercano para describirlo-

—El sentimiento es mutuo compañero, el sentimiento es mutuo- le contestó Blake. 

—Pero ¿Cómo ?- el reencarnado seguía impactado ya que para que ellos reencarnaran en el mismo mundo debía ser una gran casualidad.

—¿No sabes? - al ver la respuesta negativa de su amigo albino supo que él no sabía nada de aquel Dios y que era su deber explicarle, después de soltar un suspiro decidió explicarle todo lo que ocurría- Ven, siéntate será algo largo -dijo para luego sentarse en la banca y ofrecerle al otro hacer lo mismo.

Mientras tanto, todas las personas no podían creer lo que ocurría, el joven más temido de toda la escuela, y el chico más optimista de la misma se estaban abrazando, los profesores que antes se preparaban para separarlos se encontraban observando la escena, para luego decidir que lo mejor era evaluar la situación.

—Así que eso fue lo que pasó - dijo el chico de los audífonos, después de toda la información dada por su amigo no podía creer todo eso, necesitaba algo de tiempo para procesarlo.

—Aún hay más, en este mundo algunas personas pueden nacer con habilidades especiales estas son llamadas...-cuando iba a terminar su explicación una presencia inesperada lo interrumpió-.

—¿Mis niños podríamos hablar sobre algo..? -Una de las profesoras fue a buscar a los chicos, en su mirada podía notarse que se trataba de algo serio-.

Ellos simplemente se limitaron a seguir a su maestra de vuelta, después de caminar un rato por los pasillos entraron a una habitación y lo que vieron no les agrado

-"Oh, oh"- fue el pensamiento de los jóvenes al ver a casi todos los profesores sentados en esa sala-.

—Siéntense- ante la orden no tuvieron otra opción más que obedecer-.

—Bueno chicos ¿Ya saben por qué están aquí?-un profesor con gafas y pelo negro estaba sentado en una silla del otro lado de la mesa, su mirada sin duda era la más amenazante de todos en la habitación-.

—¿No es por nuestro gran desempeño académico que hemos demostrado?-el ojí-rubí trató de evitar la pregunta con un tono infantil-.

-Hpmh..- Kallen Se mantuvo callado por momentos, dirigía una leve mirada al profesor, quien nunca le había dirigido una palabra, para intentar saber de que hablaban-

—No, aunque es cierto que ambos son muy sobresalientes con respecto a sus compañeros, no estamos aquí por eso, la razón es para hablar sobre los sucesos de hoy, entre tú y el "demonio"-mientras decía las últimas palabras pasó su mirando tanto por Blake cómo por Kallen respectivamente-.

Kallen  no pudo evitar fruncir el seño al escuchar  como lo llamaron "demonio" pensó en sus adentros: "¿Demonio? Sí tan solo tuviera mi vieja altura..".

—Profesor, eso fue solo un malentendido, además nadie salió lastimado por este pequeño evento- Comentó Blake en un tono serio no natural de un niño tratando de defenderse junto a su amigo-.

—Si, pero es como dijiste: 'nadie salió lastimado' ¿Qué hubiera pasado si algún joven hubiese salido herido?- Aunque se sorprendió por el tono que adquirío Blake, a pesar de eso se recompuso rápidamente y siguió con su argumento-.

Kallen despejó los pensamientos que llevaba a cabo en esos momentos para desviar la cabeza hacia ambos sujetos. Él pensó "Un cazador que quiere ver cuán lejos llega la presa, y la presa arma una estrategia para evadir al cazador" 

—Buena pregunta, pero no había nadie en los alrededores de nosotros, estábamos apartados de cualquier persona para hablar tranquilamente y sin interrupciones, nadie estaba lo suficientemente cerca para salir lastimado-.

Los profesores al escuchar eso se sorprendieron ¿Cómo un niño de no más de cuatro años puede dar argumentos tan sólidos? Pero aún había una persona en ese cuarto se negaba a perder contra un niño.

-¿Y qué pasaba sí alguno de ustedes usaba su quirk? Uno de los dos hubiera salido herido o los demás niños, sus padres tendrían que pagar por..-antes de terminar de hablar, Blake se paró del mueble y posó sus manos con fuerza contra la mesa que los separaba, sus ojos de color rubí estaban brillando con intensidad-.

-Primero, ninguno de nuestro salón ha despertado sus quirks y segundo ¿En serio estás amenazando a unos pequeños niños?, porque se nota que esto dejo de ser un simple regaño.

Luego de esas palabras los profesores se dieron cuenta de eso y dejaron que los chicos se fueran, apenas lo hicierón, los profesores empezaron a hablar sobre todo lo que había pasado.

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