🍋7/4🔥
Este cap va con dedicatoria a YMTJ_LDA porque la amo un montón y esta pasando por algo difícil y para animarla un poco.
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Jimin echó la cabeza hacia atrás para facilitarle las cosas y disfrutar mejor de sus caricias. Su cuerpo temblaba por dentro y por fuera mientras Yoongi le recorría con los labios y la lengua desde el pecho a la boca, explorando todos sus lugares más recónditos, saboreándolo, tentándolo a participar en una vorágine de deseo que los dos sabían sólo podía acabar de una forma.
Jimin comenzó a sentir las primeras oleadas del clímax en lo más profundo e íntimo de su ser. Era una agitación tan intensa que no le dejaba pensar en nada, como si tuviera la mente en blanco.
Yoongi, jadeante, apartó la boca de la suya y lo miró fijamente con sus ojos avellana.
–No, aquí no –dijo Yoongi, levantándolo como una pluma y subiendo la escalera con Jimin en brazos en dirección al dormitorio–. Quiero tenerte en la cama conmigo.
Jimin sabía que debía poner fin a aquello en ese momento. Era la ocasión de romper el hechizo para reorientarse y recordar el motivo por el que estaban juntos. Y también para que volviera a tener presente su vergonzoso secreto. Pero por alguna razón no podía hacerlo.
Quería sentir los brazos de Yoongi alrededor de su cuerpo, para sentir todo lo que se puede sentir cuando se desea realmente a una persona y esa persona te desea también a ti, porque sintoniza físicamente contigo.
El dormitorio principal era una suite de enormes proporciones. Jimin apenas tuvo ocasión de verla, pues Yoongi lo dejó en la cama, nada más entrar, y se acostó a su lado. Lo besó de nuevo de forma tierna y delicada como si Jimin fuera la persona más frágil a la que hubiera besado nunca y temiera hacerle daño.
Yoongi sabía tan bien... No a tabaco y a alcohol, sino a un sabor que siempre asociaría con él: esencia masculina pura.
Yoongi siguió colmándolo de caricias con la boca, tratando a la vez de quitarle la ropa. Jimin levantó solícito los brazos por encima de la cabeza y él le quitó la camisa. Luego levantó un poco las caderas para ayudarle a que le sacara los pantalones vaqueros, mientras oía el ruido sordo de los zapatos cayendo al suelo.
Jimin se había desnudado delante de algunos hombres, pero nunca había sentido el menor deseo de verlos desnudos como ahora deseaba ver a Yoongi. Le desabrochó la camisa y se la sacó por los brazos. Luego le quitó el cinturón de los pantalones y le bajó la cremallera. Se quedó casi sin respiración al ver la forma de tienda de campaña que tenía el calzoncillo por delante. Nunca había visto una erección así.
Jimin deslizó suavemente, a modo de prueba, un dedo por encima de la tela y vio cómo se estremecía su miembro.
–Ten cuidado, cariño –dijo Yoongi en un hilo de voz–. Quiero durar lo suficiente para hacerte gozar.
Gozar con un hombre no había sido nunca su prioridad principal. Jimin había fingido siempre con sus amantes porque pensaba que a ellos les gustaba más así.
Le había resultado fácil hacerlo y nunca había sentido ningún remordimiento por ello. Pero ahora era distinto. Jimin quería dar y recibir placer, porque sabía que con Yoongi todo sería diferente, algo especial, algo para recordar el resto de su vida, una vez que se separasen.
Jimin le quitó los calzoncillos y le acarició de nuevo. Le tomó el miembro con la mano, como si empuñase el mango de una espada, y vio como se tensaban los músculos de su estómago cuando comenzó a mover la mano acompasadamente de arriba a abajo.
Yoongi lo apartó después de unos segundos y lo empujó suavemente para dejarlo tendido en la cama boca arriba.
–Espera un poco –dijo Yoongi, alargando la mano hacia la mesilla de noche para sacar un preservativo de uno de los cajones.
Jimin contempló cómo se lo ponía y sintió un nudo en la garganta al pensar que lo tendría en breve dentro de él. Una sensación de nerviosismo pareció, sin embargo apoderase de su ánimo. ¿Y si no era capaz de hacerle gozar? Nunca había tenido queja con ningún hombre. Les había dado siempre lo que querían mientras él tenía la mente puesta en otra parte. Pero, ¿y si Yoongi se daba cuenta de que estaba fingiendo?
Parecía ridículo admitirlo, pero se sintió como si fuera su primera vez. Cada caricia de Yoongi era una experiencia nueva que no tenía nada que ver con su miserable y sórdido pasado.
Era como si le hubiese sucedido a otra persona diferente de él. Sus caricias con los dedos eran tan delicadas como si aquello fuese un acto de adoración.
Se vio en seguida sumergido en un torbellino de sensaciones que jamás había experimentado. Sintió su cuerpo ascendiendo a la cima de una montaña tan alta y espectacular que casi le cortó el aliento.
–Eres tan hermoso y único... –dijo Yoongi con la voz apagada.
Nadie lo había tocado nunca con tanto respeto y consideración, con tanta ternura.
Sintió el movimiento de sus labios en su punto más íntimo y sensible y luego el roce suave y húmedo de su lengua, una, dos, tres veces, como si fuera un pincel sobre un lienzo. Luego fue aumentando poco a poco el ritmo. Era una sensación tan fuerte, tan íntima y tan profundamente erótica que tuvo la sensación de que toda la energía de su cuerpo se había concentrado en aquel punto.
Comenzó a sentir una oleada de placer, como si una ola gigantesca lo llevase montado sobre su cresta y en cualquier momento pudiera arrojarlo violentamente a la orilla de la playa.
–Quiero verte gozar hasta hacerte perder el sentido –dijo Yoongi.
Jimin se sintió confundido con sus emociones. Estaba desconcertado por la forma en que su cuerpo estaba reaccionando a esas caricias.
Pero entonces, antes de que pudiera encontrar la explicación a sus dudas, se vio subir, por sorpresa, en la cima del placer. Una vorágine de sensaciones cada vez más intensas se adueñó de su ser, dejando su mente en blanco hasta llegar al clímax final.
Cuando remitieron las oleadas de placer, rompió a llorar con lágrimas ardientes y amargas. Se tapó los ojos con la mano para ocultarlas y que no lo delataran, pero ya era demasiado tarde.
Yoongi se había incorporado ligeramente y, apoyado en un codo, lo miraba fijamente con el ceño fruncido.
–¿Qué te ocurre, Minnie?
Jimin se mordió los labios para intentar dejar de lloriquear como un niño.
–Nada... perdona... –contestó Jimin restregándose los ojos con el dorso de la mano–. No suelo ser tan emocional cuando... Quiero decir durante...
Yoongi le quitó las lágrimas con la yema del pulgar.
–¿Qué es lo que ha sido tan diferente esta vez? –preguntó Min suavemente.
Jimin apretó los labios tembloroso, pero sin poder controlar aquellos sollozos que parecían venir de algún lugar muy profundo de su alma. Se cubrió la cara con las dos manos y dejó escapar un último sollozo ahogado.
–Disculpa... Estaré bien en un minuto... Sólo necesito un minuto.
Yoongi le apartó las manos de la cara y lo miró con gesto preocupado.
–Cariño, ¿he hecho algo que no te gustó?
Jimin negó con la cabeza y se volvió a morder los labios para tratar de dominar sus emociones.
–No, claro que no. Es sólo que... nunca había sentido antes... una cosa así.
–¿Quieres decir que nunca habías tenido un orgasmo practicando sexo oral?
Jimin desvió los ojos, incapaz de sostener su penetrante mirada, y respiró profundamente para tratar de recobrar la calma.
–Quiero decir que nunca había tenido hasta ahora un orgasmo. Punto.
La nuez de la garganta de Yoongi se movió repetidamente arriba y abajo como el pistón de un motor. Pasaron algunos segundos, tal vez sólo dos o tres, pero que a Jimin se le hicieron una eternidad.
–No sé si te he entendido bien –dijo Yoongi alzándole la barbilla para obligarlo a mirarlo a los ojos–. No serás virgen, ¿verdad?
–No, hyung, no lo soy –respondió Jimin con tristeza.
Yoongi hizo un par de gestos con los labios, como si estuviera buscando las palabras más adecuadas.
–Creo que lo que tratas de decirme es que no has disfrutado hasta ahora con las experiencias sexuales que has tenido, ¿no es eso?
Jimin dejó escapar un profundo suspiro y asintió con la cabeza mientras se recostaba en la almohada y Yoongi le apartaba, con la mano, un mechón de la cara.
Sintió aflorar a la superficie una nueva oleada de emociones ante la suavidad y delicadeza de sus dedos.
–¿Quieres hablarme de ello? –le preguntó Yoongi.
Jimin contempló aquellos ojos color de avellana que la miraban con gesto serio y preocupado. La mayoría de los hombres que había conocido habrían seguido hasta el final para su satisfacer su propio placer, pero él no.
–¿No quieres terminar...?
Yoongi frunció el ceño más aún y se levantó de la cama, se quitó el preservativo y lo tiró a un lado. Luego se puso los pantalones y se subió la cremallera.
–No sé que clase de hombre te crees tú que soy, Jimin, pero no pienso hacer el amor contigo hasta que no me lo cuentes todo. ¿Me entiendes?, todo.
Jimin tiró de la sábana y se cubrió con ella. No solía mostrarse tímido con los hombres, se había acostumbrado a desconectar la mente de su cuerpo, pero con Yoongi todo era diferente.
–¿Por qué no empiezas por el principio? –sugirió Yoongi, al ver su mutismo.
Jimin lo miró con recelo, abrazándose a las rodillas.
–No tengo nada que decirte. ¡Ojalá no te hubiera dicho nada! Creo que estás haciendo una montaña de un grano de arena.
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Hola esta nota la dejaré por aquí para preguntarles.
1 .Aquí habrá un leve mención de embarazo les gustaría algo con M-pregn o mejor lo omito. No es relevante pero si está en la obra original levemente mencionado.
2. -Habrá escenas con contenido sexual un poco mas subido de tono, si les gustaría que las ponga aunque no se muy bien como me quede porque no me gusta escribirlo pero dentro de estas habrá diálogos que si son relevantes para entender la obra, o puedo levemente mencionarlo y poner más atención a los dialogos.
No sé ustedes digan
Era todo gracias.
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