La felicidad no es fácil, el cambio pesa sobre los hombros, dónde antes habían preocupaciones, el nido fue dejado y aunque nunca he sabido como volar, me aventé desde lo más alto, fue liberador, fue estúpido y arriesgado. No me arrepiento de romper el cascarón, no puedo permitirme dar un paso atrás, aquella niñita asustadiza, vergonzosa, rota de alguna manera, hoy me sonríe, somos valentía, dicha y amor propio, tuve que cambiar de rumbo, enamoré, elegí el camino del amor, elegí entregarme por completo, la vida me sonríe. Pero la felicidad no es fácil, se requiere de constancia, de pequeños actos, de paciencia, de honestidad, de paz con uno mismo.