I

«25 de diciembre/ 9:34 pm»

«Reproduce: Psycho-Pass OST : Mentality»

https://youtu.be/Sa5HWSurtUE

        Él estaba parado en medio del hogar falso, recreado con tecnología de punta, donde se mostraban las grotescas imágenes holográficas de la tragedia acontecida hace no mucho. Su audiencia, dos personas que estuvieron presentes en los vestigios de lo sucedido, tenían los recuerdos frescos de la escena, la sangre, los cadáveres, el sentimiento que acompaña la tragedia.

        —Es un pariente, por lo menos un allegado a la familia.

        —Si, tenemos un sospechoso —dijo el primero de los dos espectadores, un hombre en sus treinta años. Su mirada remarcaba el disgusto que le causaba respirar el mismo aire del anfitrión.

        De un rostro neutral, esbozó una blanca sonrisa, cosa que no cambió ni una arruga en el rostro de la audiencia, desanimándolo de cierta forma, la sonrisa se desvaneció regresando a la neutralidad. «Tap tap», las zapatillas blancas rechinaban, un débil ruido en comparación al calzado de los presentes.

        —Todo el departamento estaba conectado, se aseguró que fuera una hora en la que el padre estuviera a minutos de llegar, la madre preparaba la cena, y el niño jugaba en su habitación.

        —Eran conservadores, aun así, cocinaban de forma artesanal platillos atípicos —habló el treintañero.

        —No lo suficiente como para desechar el sistema de seguridad. —Caminó hacia el panel de una pared—. El sistema indica que se activaron las alarmas cuando hice un ruido fuerte, algo que tuve presente desde el inicio.

        El segundo miembro de la audiencia, una joven, en sus veintiocho años, cabello castaño, y notable inexperiencia que sacó a relucir cuando se estremeció por las palabras del anfitrión.

        Lo que pasaba frente a los ojos del emisor, fue como si el holograma cambiara frente a él, vio claramente a la madre cocinando, cuando el asesino (Siendo una imagen de si mismo) pasó de la puerta, la cocina y la sala de estar eran divididas por una simple cortina por la que se veía la concina a través de ella.

        Nuevamente las cosas cambiaban frente a sus ojos, la vestimenta totalmente blanca que portaba, se distorsionó volviéndose unos pantalones de mezclillas, una cazadora café y unos guantes negros.

        —Utilicé un arma de fuego, arcaica, pero cumple mis expectativas —habló introduciendo la mano en el bolsillo de la cazadora.

        Ahora ya no estaban los espectadores, solamente estaba el «asesino» en cuestión, encarnado por él mismo. Elevó el arma en dirección a ella, vio claramente el cañón apuntándole cuidadosamente, sintió el tacto del arma, el peso, la respiración... pero, sobre todo, la falta de remordimiento al jalar el gatillo.

        —A la madre le disparé en el cuello, no es una herida letal, la bala evitó las arterias, sin embargo, la deja paralizada. Caminé atravesando el umbral de la cocina, me detuve a ver su rostro de dolor lleno de arrepentimientos, no sabe qué hacer, intenta balbucear para que no le haga daño a su familia, pero no puede hacer más que eso. Su dolor, eso es lo que quiero.

        —La alama se disparó a la una treinta de la madrugada —habló el primer espectador, logrando regresar al anfitrión a la realidad—. Fue desactivada y reportada como un accidente.

        —¿Quién la desactivó?

        —Según el sistema, la madre.

        Asintió, volviendo de nuevo a su mundo donde encarnaba al asesino. Se dio la vuelta, escuchando la puerta abrirse. El marido había llegado finalmente, después del trabajo la muerte de su esposa y posterior ataque a su persona seria tomado por sorpresa.

        Para cuando cerró la puerta y se quitó los zapatos en la entrada, su corazón se paralizó, viendo el charco de sangre al lado de su esposa.

        —El marido dirigió su sed de venganza a mí. Uno, dos y tres, al cuarto pasó de iniciar carrera, le disparo, dos veces, cortando yugulares y carótidas con precisión. Cae al suelo desangrándose lentamente. —Volteó a ver detrás—. Traje la silla, morirá conmigo observando como obtiene lo que merece hasta el final, eso es lo que quiero.

        La alarma estaba activa, confiado en sus pasos, dejando huellas de sangre, revisó el panel salpicado. «Sistema de seguridad Yaoyorozu ha detectado una anomalía. Confirme la contraseña por favor» respondió el panel.

        Sacó un dispositivo de su bolsa, colocándolo en su boca, la voz del anfitrión se volvió la de una fémina.

        —«Mi rosa blanca» —Diciendo aquello, la alarma fue desactivada.

        «Pase buen día».

        —Utilicé una modulador de voz, la última fase del plan fue un disparo en la cien de la pareja, cubrí los ojos del niño con el trozó de manta que arranqué de su cama, le dije algo para que no se alterara y viniera conmigo. —Cerró los ojos, volvió a la realidad, caminando hacia la salida donde al otro lado de la puerta, estaban los espectadores.

        »Con la alarma desactivada y los padres muertos, tendría tiempo para dejar el edificio, pero no contaría que una vecina me viera salir sin darme cuenta.

        —¿Cuál era su propósito con todo esto? —El hombre fue al grano, no pensaba aguantar otro segundo más—. ¿Algún afecto emocional hacia el niño?

        El anfitrión lo pensó un momento, rascó su barbilla para luego chasquear los dedos.

        —¡No lo sé! —exclamó cómicamente, su trabajó concluyó en esa respuesta, por consecuente la siguiente acción de su parte, seria tomar asiento y acariciar a su gato en sus piernas; molestando al hombre que se daría una manotada por esperar algo más de lo que explicado.

        —¡Agh! Ni siquiera he dormido lo suficiente para tener que escuchar tus típicas respuestas.

        Por otro lado, todo esto, solo había confundido a la joven que hasta el momento estuvo callada.

        —¿Puedo hacer una pregunta? —Dejando perplejo receptor, este asintió antes de responder.

        —Para eso están aquí. Adelante.

        —Tú... ¿Eres el asesino?

        Aquella inocente pregunta, logró lo que las imágenes no pudieron: consternarlo, tardó unos segundos en asimilar la pregunta, otro más para pensar la respuesta, y mientras hablaba, sonrió de forma comprensiva.

        —Acaso ¿Es tu primer día?

II

«24 de diciembre/ 3:34 am»

Inspector de la comisión.

        ¿Me estoy volviendo viejo? No lo creo, pero en mis mejores momentos podía llegar a trabajar sin dormir en las últimas veinticuatro horas; hoy, la fatiga pesa mi cuerpo, no logré cerrar los ojos por una hora siquiera, mi plan original era dormir dos horas para tomar pequeñas siestas en el día, pero pensar que recibiría una orden a las tres de la madrugada.

        Bostezo, quisiera no mostrar debilidad frente a los civiles, pero ya es algo fuera de mis manos, simplemente me puedo limitar a consumir el tercer café desde que me despertaron.

        —¿Qué le ofrecemos patrón?

        ―Un café, negro, sin azúcar. ―Irónico, las personas han sido privadas del miedo desde que los «héroes» han tomado el control sobre los movimientos ilícitos de las personas.

        ―Que tenga un buen día ―me dice el tendero.

        ―Gracias. —Tomé el café sin prisa; arqueé una ceja al verlo tan cómodo—. ¿Por qué no desalojó el lugar?

        ―¿Por qué lo haría? A esta hora tengo muchos clientes, como usted, y si pasó algo malo estoy seguro que los héroes nos ayudarán.

        Le mostré mi placa.

        —Soy de la comisión de seguridad, inspector como podrás ver, mueva su puesto a otro lugar. ―El hombre me vio con asombro mientras empieza a empacar sus cosas.

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«Inspector: Tenya Iida»

        ―¡Whoa! ¡Lamento no haberlo reconocido señor!

        —Bien, con eso claro, desaloja de una vez, es peligroso que andes por el área.

        —Lo lamento mucho, patrón, pensé que no había problemas, hace un momento vino a comprarme un café una señorita con un buen par de magumbos bien dotados, también era de la comisión.

        —Debió darte la instrucción que te acabo de dar, si no, dudo que fuera una inspectora.

        —Patrón, solo le digo lo que pasó, no me enseñó la placa como hizo usted, pero hasta yo conozco esa chica, todo el mundo sabe de ella, así que pensé «Sino dijo nada, puedo chambear libremente».

        —Esa idiota. —Fruncí el ceño—. Tenga, quédese el cambio, y lárguese.

        Extendí mi mano dándole unos billetes de más. Con el poco ánimo de continuar esta conversación, me di media vuelta, a media calle se encontraba destino, fácilmente he de saberlo ya que está acordonado por el cuerpo de policía que llegó antes que yo.

        Había una agrupación de gente fuera del edificio, cuya entrada era restringida por los robots holográficos que simulaban la imagen de héroes de antaño.

        ―¿Cuál es la situación? ―Aun siendo de escuadrones diferentes, debería mostrarme una pizca de respeto, descaradamente ignoró mi pregunta, pero ella presumió de su caro encendedor con enchapado en oro.

        »Oe, contesta, no puedes comprar el tiempo de otros, Lo sabes, ¿No?

        Una gota de agua aterrizó sobre mis lentes, mi paciencia se iba, dando paso a mi migraña; irremediablemente le jalé del hombro para que me plantara cara, algo que solo provocó más problemas, para mí, cabe aclarar.

        ―¿No estás sobrepasando tus limites? ―dijo luego de exhalar el humo, algo normal, pero no es lo que harías justo en el rostro de un camarada.

        Increíble que por el hecho de tener padres adinerados y de influencia esté soportando estas situaciones exasperantes. Retiré mis lentes para limpiarlos, recuerdo cuando «él» me decía: hacer eso me relaja un poco.

        Tomé aire una vez más y conteniendo las ganas de arrojar ese encendedor al rio, puse todo mi esfuerzo en relajarme, si quiero mantener mi puesto, tendré que soportarla solo unos minutos.

        ―De que tu padrastro te haya delegado y asignado el caso a mi equipo, no es mi culpa, así que dime lo que sabes, Yaoyorozu. ―Saqué mi propio cigarrillo, uno humilde en comparación del suyo.

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«Inspector: Momo Yaoyorozu»

        ―¿Sigues consumiendo esas cosas baratas? ―Su rostro se arrugó, ¿Cómo una simple marca puede causar tal desagrado en una mujer?

        »Sé que tu reputación no es buena desde hace un tiempo, pero por el amor de dios, consigue mínimo un Chesterfield. ―A pesar de su anterior actitud hacia mi persona, extendió su brazo para ofrecerme fuego―. Bakugo tiene mejor gusto que tú, y mira con quien te comparo.

        ―Es mi marca de la suerte, no te metas en las preferencias de otros.

        Acercando el cigarro al fuego, observé a mí alrededor, un área sana, casas simples, personas agradables, pero que no se meten en los asuntos de otros; la seguridad es decente, me impresiona que esto pase en una zona como esta, lo que me da mala espina, es que hay más áreas verdes de lo usual.

        Mi cigarro aceptó las llamas, ofreciéndome este desestresante único para nuestro rubro. Levanté la cabeza exhalando profundamente, realmente no me siento del todo bien, pero hay trabajo que hacer, por lo que solo calé mi cigarro unas tres veces, para que, con dolor en el alma, lanzara al suelo el cigarro y lo pisoteara con mi bota.

        ―Ya deja tu rabieta, por más que intentes retrasar la investigación, tu padrastro no te llamará, sabes que él preferiría hacer que otro te haga un llamado de atención antes de tener que hacerlo el mismo.

        ―Esa no es mi intención, simplemente me molestas ―reclamó―. Como sea, el padre y la madre muertos, la hija desaparecida y parece que está perdiendo sangre.

        ―¿Tu equipo ya analizó la escena? ―A mi pregunta, ella bufó sarcásticamente.

        ―Hmp, Tu caso, tu equipo analiza, no moveré a mis chicos cuando fui relegada. ―Caló una última vez su cigarro, lo tiró al suelo y lo pisoteó. En su auto, ella baja la ventanilla.

        »Te hace falta el forense, no sé porque demonios me sacan del caso y se lo dan a un equipo incompleto.

        ―Te equivocas.

        Hice que se comiera sus propias palabras con la llegada de una tercera persona, su auto que en comparación al de Yaoyorozu, era realmente modesto, y pensar que ha llegado tarde en su primer día.

        Nerviosamente se aproximó hacia nosotros, una joven de mejillas enrojecidas, algo baja de estatura, cabello castaño que llegaba por debajo de sus orejas; el miembro que ocupará el puesto vacío en mi escuadrón, finalmente ha llegado.

        ―¡Con su permiso! ¿Es usted el inspector Iida-san? ―interroga. Le mostré mi identificación.

        ―Lo soy. Llegas tarde, inspector Uraraka-san. ―Volteé a la chica presumida de Yaoyorozu―. Como puedes ver, no estoy falto de personal. Te veo en la comisión, Momo.

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«Inspector: Ochako Uraraka»

        ―Esta chica me recuerda... ah, no importa, me voy.

        Despidiendo a la altanera de Yaoyorozu con una sonrisa socarrona, he de admitir que el hecho de que la novata llegara tarde me hizo perder cara, pero en el momento justo, me ha reconfortado.

        —Eres nueva, pero he de suponer que completaste los cursos de orientación al campo...

        Le observé rogando al cielo que mínimo asintiera para confirmar que no sería una carga, al contrario, sus ojos dudaron y con nervios contestó:

        —L-Lo siento, me dijeron que me necesitaban en un caso y que realizaría los cursos luego.

        Presentaba miedo a mi persona, debería hacerlo, juro que la enviaré a cuidados intensivos si es un estorbo para el resto.

        —No importa, nos falta personal, por ahora, deberás aprender sobre la marcha, lamento que en tu primer día te veas envuelta en un caso como este.

        Ella se paró firme al escucharme.

        —¡No! Vine a ejercer mi carrera, no a tener un día tranquilo en la oficina.

        Asentí y levanté la mano a la altura del pecho, dejando al descubierto mi reloj, con unos toques en los botones, un holograma salió de él.

        ―Padre y madre muertos, estamos buscando a la hija, quien pensamos está herida; en la habitación de la niña encontraron rastros de sangre.

        ―¿Que dice el registro en el sistema de seguridad?

        ―Nada, todo fue desactivado manualmente, desde adentro, quizás un invitado que los conocía muy bien.

        ―¿Los vecinos vieron algo?

        ―Dicen que vieron una persona sospechosa en los alrededores, las cámaras no captaron su rostro, ni su registro, pero la familia era visitada con frecuencia por el hermano de la madre.

        ―Revisaré el sistema OFA para triangular su posición.

        ―Ya lo estoy haciendo, debe estar en el área comercial a unas cuadras de aquí.

        ―¿No revisaremos la escena del crimen?

        ―Nos encargaremos del principal sospechoso por ahora, el cuerpo de policía avanzará con la investigación mientras nos encargamos de lo problemático.

        Ella parece intranquila, por el rápido intercambio que hemos tenido, a lo menos puedo decir que es consciente del procedimiento; somos inspectores, por ende, estamos sanos, eso significa que no tenemos permitido causar daño a un criminal, por nuestra propia salud...

        «Transporte de soporte entrando a la zona, inspector, Tenya Iida, inspector Ochako Uraraka, están a cargo de las ordenes, mantengan a raya a los ejecutores».

        ―Ese es... Un camión blindado, ¿Qué hace aquí?

        ―El soporte, ¿Tampoco esperabas esto? Desde ya te dig- no, te ordeno que no cometas el error de pensar que son personas como nosotros, su coeficiente de Psycho-Pass ha superado el límite, solamente son despojos humanos.

        El camión se abrió pasó entre las personas y entró al área acordonada, el peso del vehículo blindado se sentía con un solo vistazo, ¿Qué es tan peligroso que debe ser contenido en tal vehículo? Las bestias humanas.

        Cuando la compuerta bajó para convertirse en una plataforma, varias personas bajaron del camión, tal como algo rutinario.

        Cuatro personas se encaminaron con diferentes aires hacia nosotros, mi escuadrón de ejecutores, verlos me da repudio, pero ella... parece que los ve con pesar.

        ―Ellos son...

        ―Si, criminales en potencia, en condiciones normales los pondríamos a vivir en una celda por el resto de sus vidas, la única razón de estar aquí, es cazar a otros criminales, su gente. Piensa en ellos como perros de caza, bestias que solo sirven para cazar a otras bestias.

        ―Ejecutores, ellos... me dan miedo.

        La chica de mejillas enrojecidas y baja estatura, a pesar de decir que les teme, dio un paso al frente para verlos mejor.

        ―A partir de ahora: son tus subordinados.

        Se agruparon frente a nosotros en espera de indicaciones, Uraraka no para de temblar por los nervios. Suspiré cansado pensando que ella vino solo para ser una carga, pero sin remedio, decido introducirlos, cuando soy interrumpido.

        ―Fiu~ Ella es la novata de la que hablaba el reporte, ¿No es así? Iida-san.

        ―Alto ahí, Tomura, no le pongas ni un solo dedo encima. ―Le detuve cuando de un momento a otro, ya estaba detrás de mi compañera―. ¡Vuelve a la fila!

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«Ejecutor: Tomura Shigaraki»

        ―Vamos vamos, quería ver de cerca a una mujer de verdad por primera vez en el año, ¡Mírala! ¡Huele a inocencia!

        El sujeto pálido, tiene cicatrices en el cuello, su cabello es azul grisáceo y cae por su cara escondiendo sus ojos. Es impredecible, teniendo en cuenta que ya he tenido problemas con él.

        ―¿Eso que quiere decir Tomura? ¿Quieres que te meta un inmovilizador por el cul-?

        Kyoka Jiro, otra ejecutara de mi equipo, es una chica agradable cuyo futuro se fue a la mierda cuando su psycho pass se disparó. Actualmente podría ser una chica linda estudiando música en alguna universidad prestigiosa, pero ahora, es solo un perro de caza.

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«Ejecutor: Kyoka Jiro»

        ―Kyoka, estás siendo presentada por primera vez a tu jefe, cuida tu maldito vocabulario. ―Restregué mis ojos, no puedo creer que alguien haya muerto y estos idiotas pierden el tiempo de esta forma.

        »sigh... olviden las presentaciones, solo recuerden, ella es Ochako Uraraka, desde ahora es la segundo al mando además de nuestro forense.

        ―¡M-Mucho gusto! ―impaciente realizó una reverencia―. ¡Espero que nos llevemos bien!

        Uno, dos, tres, podrías contar los segundos, pero se sentían mucho más de lo que transcurría en ese momento de silencio, realmente, ni ellos, ni yo esperábamos que una inspectora dijera algo tan ridículo como «Llevémonos bien», pero ¿Quién soy yo para criticarla? Tomura, por otro lado, se carcajeó un poco al reaccionar.

        —¿Escuchaste eso Iida? La niña exploradora vino a hacer amigos, ¡Esto será divertido! —Tan descarado, sin temor a la muerte fue a estrechar las manos de forma animada.

        ―Bueno, dicho eso. ―Esta vez, hice que el holograma de mi reloj se reflejara en una pared cercana―. Togata Eri es nuestro objetivo secundario, supongo que ya revisaron el perfil del criminal, actualmente logramos avistarlo en el edificio comercial clandestino a un kilómetro al sureste de la escena, con el área acordonada, no podrá ir más allá.

        ―Y yo que pensaba que tenía una familia disfuncional ―interrumpió Tomura.

        —Oye, cállate idiota —reclamó Kyoka.

        Mostré el mapa del lugar, evidenciando como seria nuestro plan de acción.

        ―Vamos a reducir sus rutas de escape y lo arrinconaremos como una rata, para eso nos dividiremos en dos grupos, Tomura y Kyoka conmigo en la entrada norte, los restantes con la inspectora en la entrada sur.

        ―¿¡Ah!? ¡¿Pensé que me tocaría con piernas sexys?! ¡No puedes obligarme a ir con la «pechos de fisiculturista» de nuevo, Iida-san!

        ―Bien, prepárense y cada quien tiene su rol, ahora, prepárense y partan. ―le ignoré.

        ―¡Presentaré una queja con recursos humanos! ¡Ya sabrás de mí, pecho plano!

        ―Hazlo, aun están procesando las que envió de ti a diario, imbécil 

-.-.-.-Entran créditos con: Fallen by Egoist-.-.-.-

https://youtu.be/VTK2NuR2wx8

Todo esta calmado, todo esta brillante
Escucho el susurro de un ángel caído
Devorando gentilmente mi cuerpo y alma
Es mi culpa

Me doy cuenta
al abrir los ojos
del concreto azul claro
sobre el que estoy con frio
Di mi nombre y dame un beso
y después abrázame
con ese cuerpo sin ti

Esa vida expulsada
aun mantiene su forma
Veo la eternidad roja y brillante
y a su lado cantando
¿Por qué nací?
Oye, ámame
porque no te dejare ir

Sorbo sin poder saciar

esta abrasadora sed
Todo se tiñe de escarlata
y se burla de mi, con mis manos

Al final
dejo de escuchar cualquier sonido
y las lagrimas de tus ojos
retienen mi aliento
Di mi nombre y dame un beso
¿Aun puedes volver?
con ese cuerpo sin rastro de sangre

Destroza el vaso desprendido
y bebe de el mientras se derrama
Veo la eternidad roja y brillante
y a su lado cantando
¿Por qué nací?
Oye ¿me vas a decir que me vas a amar?

Le confiaré mi cuerpo
a los instintos respondiendo
cada vez que soy llamada
Di mi nombre y dame un beso
y después abrázame
con ese cuerpo sin ti

Ámame hasta que me rompa en pedazos
Esa vida expulsada
aun mantiene su forma
Veo la eternidad roja y brillante
y a su lado cantando
¿Por qué nací?
Oye, ámame
hasta que este satisfecha
Hasta que todo mi ser
se empiece a abrir

«Fin del capítulo»

«¿Es tu primer día?»

«3156 palabras»

De acuerdo, actualizado después de un chingo de tiempo, pero es lo que hay, espero les haya gustado. En cuanto a la duda de si habrá Quirls en esta historia... a fin de cuentas, si y no, habrá poderes, pero será más orientado a los poderes psíquicos (Si tienen ideas coméntenlas xd) 

Aún faltan personajes que presentar, si sugieren alguna pos, menciónenlo y el porqué de su rol (Ejecutor, inspector o antagonista)

Sin mas, eso es todo.

-.-.-.-.-Mike querer hamburguesa-.-.-.-