Me gusta como quedo ^_^

Espero que les guste~

Nota: Spoiler del manga

Rody tarareo para si mismo, escuchando como Pino en su hombro lo imitaba con entusiasmo, lavando con guantes puestos los platos del lugar en donde estaba trabajando. Dejo el último plato del momento a un lado para dejar secar, sacándose los guantes

-¿Rody?- alzo la vista ante su llamada, viendo a su compañera de trabajo. Era unos años mayor pero estaba tan loca como él para trabajar en el pequeño bar en que estaban. -Tu...- el chico enarco una ceja, esperando a que continuara. -Los rumores dicen que tienes un amigo héroe en Japón, ¿es cierto?-

-Si, ¿Qué pasa con eso?- no tenía ni quería negar su amistad con el héroe que lo había salvado a él y muchas otras personas.

-No viste las noticias, ¿o si?- ella lo miro con preocupación, retorciendo ligeramente sus manos.

-No- frunció el ceño. Entre el trabajo, los estudios para convertirse en piloto, las tareas del hogar y cuidar a sus hermanos, no tenía tiempo para mirar la televisión. -¿Por?- su compañera lo arrastro para salir de la cocina y yendo directamente hacia la barra, señalando con expresión triste la televisión. Él alzo la vista sin entender, solo para tensarse por completo cuando vio lo que se estaba transmitiendo. -Sube el volumen- ella obedeció, sacando el control para subir el volumen y entonces, se escucho. Era un informe sobre el estado actual de Japón, el cual estaba aislado por culpa de los múltiples villanos que habían escapado y que estaban atacando a la ciudad, mostraban el numero de muertes hasta el momento e informaban que los sobrevivientes estaban en un refugio pero la peor parte, lo que hizo que el corazón de Rody se detuviera de miedo fue cuando hablaban de como un estudiante de héroe se había escapado de la escuela, volviéndose una especie de vigilante. Mostraban una foto de mala calidad pero él podía reconocer el traje verde a pesar de lo diferente que se veía. -Deku...- jadeo, sacando su teléfono e, ignorando las quejas de su jefe, yendo directo a la cocina mientras al contacto que tenía el nombre de su amigo. El tono de llamada sonó y luego, una voz robótica en japonés, de seguro diciendo que podía dejar un mensaje después del tono, eso solo hizo que el miedo se hiciera más fuerte. Lo intento unas cuantas veces más, recibiendo el mismo resultado cada vez, solo aumentando su molestia y preocupación. -Maldición...- quería tirar su teléfono en un ataque de ira pero se aferro a él, temblando, sintiendo como Pino se acurrucaba en su cuello y lloraba ligeramente. -...más te vale seguir vivo...- cerro los ojos con fuerza, negándose a llorar.

Los meses pasaron y él se mantuvo a flote lo mejor posible, sin poder ver las noticias por la falta de tiempo y teniendo miedo de verlas. Siguió intentando llamar, siempre escuchando la voz robótica en japonés, pero no se rindió, dejando miles de mensaje de voz que esperaba que su amigo escuchara. Entonces, en un día en particular, con sus hermanos en las casa de unos amigos y él estando solo, disfrutando de un raro día libre, lo escucho. Un golpe en su puerta.

-¡Ya va!- camino a paso lento, agarrando con una mano a Pino que revoloteaba a su lado y usando la otra para abrir la puerta, sin mirar directamente a quien estuviera afuera. -Escucha, no comprare nada, tampoco quiero escuchar alguna oración, no tengo dinero ni para mi y mucho menos para donar, así que...- se callo al escuchar una suave risa y levanto la vista al instante, jadeando con sorpresa. Ahí estaba, el mismo chico de cabello verdoso que había intentado contactar durante meses y por el que había estado tan preocupado. Estaba seguro que tenía el cabello más largo y había una nueva cicatriz manchando el rostro ajeno, se veía muy cansado y sus ojos más opacos de lo que recordaba, luciendo ligeramente incomodo mientras jugaba con las mangas de la ropa colorida que tenía encima.

-Lo siento...- hablo, una pequeña y suave sonrisa dibujándose en su rostro. -...es...ammm...¿un mal momento?-

-¡Izuku!- reacciono ante la voz, diciendo el nombre ajeno sin darse cuenta, soltando a su Quirk mientras daba grandes pasos para acortar la distancia, rodeando al héroe con sus brazos, alzándolo ligeramente en medio de su emoción. Izuku jadeo, sorprendido, pero no tardo en devolver el gesto, aferrándose con fuerza a su amigo, sintiendo un gran alivio inundarlo de repente. Pino lloro y chillo, acurrucándose en el cabello verdoso, abrazándolo como podía con sus cortas alas. -¡Estaba tan preocupado por ti!- lo bajo y se separo un poco solo para verlo a la cara, sin poder creerlo del todo. -¡¿Qué rayos, héroe?!- frunció el ceño, la molestia y la preocupación de los últimos meses presentes en su rostro y tono de voz. -¡¿Qué fue lo que paso?!-

-Es...una larga historia...- dejo escapar un largo suspiro, cansado y resignado, desviando ligeramente la vista.

-Es mi día libre y mis hermanos no están, así que tengo tiempo- se aferro a las manos ajenas, negándose a dejarlo a ir, preocupado de que si lo soltaba se desvanecería en el aire. Entraron y entonces, Deku le conto todo lo sucedido. Una historia de fantasmas de lo más rara, con un Quirk transferible y con un loco que le gustaba robar Quirks. Hablo sobre su infancia y como consiguió su Quirk y como consiguió los nuevos poderes que alguna vez fueron de los antecesores. Hablo de la guerra y de su huida, de como lo llevaron a rastras de vuelta a la escuela y como planearon ganar contra los villanos. Hablo de la batalla final, de como ganaron y enfrentaron las perdidas que sufrieron. Hablo de como después de ganar y cuando Japón se abrió, su madre le suplico que se tomara unas vacaciones y de como llegaron allí. -Wow...- fue lo único que pudo salir de su boca después de todo lo que escucho. Se limito a abrazar nuevamente a su amigo con fuerza, sintiendo como este se acurrucaba en su pecho y empezaba a sollozar, murmurando disculpas que Rody se ocupo de callar con suavidad. Solo se abrazaron, aliviados y felices de estar juntos después de tanto tiempo.