Capítulo 2
JAUD DAWRIN (JOD DARIN)
Quirk: Control Influence Terranova.
Posee una gran habilidad para adormecer o purificar las actitudes cerebrales tóxicas de la persona y reivindicar la maldad poseedora, tras el uso de sus armas y música, el control del elemento tierra se activa. Tiene el tacto y oído sensorial mejorado, a través de este puede verificar si hay peligro cerca o hay amenazas acercándose, posee fuerza mejorada para levantar tierra sólida como medio de escudo o proyectiles.
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La alarma había sonado exactamente a las seis de la mañana, tras la hermosa canción de Memphis La Blusera - Lo único importante es el blues. De estar con la almohada sobre su cabeza ocultándose en el refugio de esa cómoda sensación que lo oculta del día pesado, se dedicó unos minutos a mover el pie al mismo tiempo de la música, el sonido de la batería y el saxofón eran sin duda algo hermoso de escuchar para despertar, lo recordaban a su hogar, a su hermoso Mississippi. Tras unos minutos más de goce musical se levantó de la cama, caminó descalzo sintiendo todas las vibraciones de personas en un radio de medio metro, sintiendo que todo a su alrededor estaba tranquilo; tras agarrar su toalla de su armario, observando perfectamente aquel uniforme que había planchado ayer antes de dormir, era hecha a su medida, su cuerpo estaba muy bien ejercitado motivo por el cual creía que no tendrían nada para él. Sin embargo, aquel director de la UA tenía todo bien calculado, y era de eso más que nada que él debía ser cauteloso.
Entró al baño, dejó la toalla colgada en su lugar, acorde a pocos minutos se deshizo de su pijama que constaba sólo de un pantalón holgado sin remera, tras aquello abrió las canillas de agua y calefon para empezar su ducha tan reveladora matutina. Perdiéndose por unos minutos entre sus pensamiento tras en enjabonado de su cabello y cuerpo. Tras aproximadamente 15 minutos ya se encontraba fuera de la ducha, aseado y fresco para el día joven, caminando hacia su habitación con la toalla enrollada en su cintura, en cinco minutos ya estaba casi listo, colocando los zapatos de vestir oscuro y acomodando su corbata roja en aquella camisa blanca.
—Listo.
Sonríe melancólico al mirarse en el espejo y poder ver destellos de un corto recuerdo de su madre arreglando su corbata para ir a la escuela, hace unos cinco años atrás. Como extrañaba a esa mujer, su única mujer y madre. Era difícil crecer sin ella, la quería con él por mucho más tiempo pero el señor de los cielos había decidido que era su tiempo, no podía hacer nada que sólo intentar vivir con esa pérdida en su rutina y vida, amaría y extrañaría por siempre a su madre, su única figura materna y paterna que tuvo durante diez años.
Agarra su celular saliendo de sus pensamientos nostálgicos, apagando la alarma, desconectando el celular del cargador [siempre lo colocaba a cargar durante toda la noche hasta que ya debiera irse a algún destino], y colocando sus audífonos en la mochila negra de dos tiras totalmente con el estilo americano, no iba a ocultar su hogar por estética japonesa. Por lo que tras agarrar una bolsa de frutas y asegurarse de haberse cepillado los dientes, se marchó cerrando su departamento, ya de camino a la UA.
Por el camino tan solo se dedicó a escuchar todo y nada a la vez, era algo incômodo viajar en un transporte con tanta multitud pegada a ti, se sentía algo violado pero mientras no lo tocarán con otras intenciones su mal carácter no saldría a la luz. Por lo que aproximadamente para las siete ya se encontraba a una estación de distancia de su objetivo, tras cuarenta minutos logró llegar a la institución, donde algunos lo miraban curiosos, era normal, no tenía rasgos de su estética costumbrista.
Caminó sin importarle las miradas, relajado mientras miraba su celular y en este el mapa del croquis del lugar, guiándose por el hasta llegar a la dichosa clase A. Con la postura recta, se encaminó e ingresó, encontrándose a muchos jóvenes de su edad hablando entre sí, otros apartados y con perfiles bajo tales como: un joven bicolor, un joven con cierto parecido a un cuerpo y otro tipo con complejo escondido de Hatake Kakashi. Las chicas estaban bastantes comunicativas, hablando con un chico de cabello verde tal cual como el del señor Nighteye pero aún más esponjoso, por lo que se puede decir que pasó desapercibido gracias a esa conversación tan entusiasta. Se sentó a un lado de un chico de complexión bastante robusta pero sin duda, su actitud era contraproducente debido a que con timidez que lo había mirado y no tardó su contrario en temblar nervioso, tan solo le asintió a modo de saludo.
Aunque tras cortos minutos después cuando al fin se dieron cuenta de su presencia, había sido salvado por su maestro: un señor de aspecto desaliñado que había aparecido con un saco de dormir de color amarillo en verdad era una oruga tamaño jumbo, de cabellos color negro y barba crecida, tal parece que el héroe profesional EraserHead sería su maestro titular.
Sir Nighteye, le había comentado algo tras la cena de los posibles héroes de los cuales fueran a ser sus maestros durante los tres a cuatro años de preparación para ser héroe. Por lo que se encontraba ansioso pero físicamente juraría que no se mostraba ni siquiera un ápice de su estado interno emocional. Esto se debía a un entrenamiento muy complejo que había tenido hace años para mantenerse controlado.
—Vayan a otro lado si quieren jugar a ser amigos. —dijo tirado en el suelo aún. —Este es el curso de héroes. —tras aquello abre el saco de dormir amarillo cuál si fuera una oruga— Bueno, tienen ocho segundos para quedarse callados, el tiempo es limitado. Ustedes chicos, no son suficientes racionales.
Sin duda tras aquellas palabras el tumulto de personas enmudeció, lo cual tan sólo lo hizo cruzarse de brazos, esperando las indicaciones de su nuevo "sensei".
—Soy su profesor titular, Aizawa Shouta. Encantado de conocerlos. —dijo despreocupado mientras rebusca a algo en un saco de dormir amarillo— Es algo apresurado, pero salgan al patio. —mostró el uniforme de educación a todo el alumnado.
Tras esas palabras, cada persona se dirigió a los baños correspondientes, pudo ver y conocer a algunos jóvenes, que sin duda eran bastantes peculiares aunque el que podría haberle agradado desde el comienzo, fue el entusiasmado Kirishima Eijiro, un joven de cabello pelirrojo y bastante extrovertido, su actitud era muy masculina, esperaba que el trato con los demás fuera igual. O sino, creería que lo estaba agasajando, aunque no hubo necesidad de responder con palabras una posible presentación porque no perdió tiempo en cambiarse la vestimenta a la ropa deportiva, la cual si le quedaba ajustado.
Sus compañeros eran muchos y no era de menos que algunos de los mismos lo observarán de reojo, ya estaba acostumbrado a la sensación de ser observado, más por sus rasgos americanos ante los ojos curiosos de sus compañeros, pero más que nada se quedó escuchando las palabras del pelirrojo que automáticamente se había quedado a un costado suyo, casi cercano a un rubio cenizo pelopincho.
—¿¡Un examen de individualidad?! —exclamaron casi todos al estar reunidos en la cancha deportiva.
Enseguida pudo escuchar una voz femenina, una joven de cabellos marrones y bastante adorable de mejillas regorderas dijo:
—¿Qué hay de la ceremonia de apertura? ¿La orientación?
—Si vas a volverte un héroe, no tienes tiempo para eventos como esos. —explica el maestro aún dándoles la espalda—Lo que vende de la U. A. es como las tradiciones de la escuela no tienen restricciones. Es por eso que tampoco lo tiene la forma que los profesores manejan su clase. —se gira levemente a observarlos de reojo— Ustedes han hecho esto desde la primaria, ¿no? —muestra en su celular un listado de actividades deportivas—Examen de capacidad física donde no les permiten usar sus individualides.
El pelinegro siente el escalofrío en su nuca al recordar aquellos tiempos, los regaños de los maestros para sus compañeros, pero menos mal nunca para él, debido a que nunca hacía mucho ruido. Y el sonido estaba involucrado con su Quirk.
—El País sigue tomando datos de los resultados de los estudiantes sin usar sus individualidades. No tiene sentido. —hace una pausa— Bueno, el Ministro de Educación lo deja todo para después.
Todos estaban tan concentrados, que se veía intrigado, menos mal que en uno de sus bolsillo siempre tenía su armónica de detalles rojos y negros que llevaba siempre a mano, debido a que la música era su principal enfoque para activar su Quirk.
—Bakugo, terminaste primero en el examen práctico, ¿no?
El rubio de cabello ceniza lo mira serio con aquellos ojos rubíes y espectante con la boca semi abierta. Conociendo el nombre de otro compañero, indirectamente.
—En la escuela media, ¿cuántos metros fue tu mejor resultado en arrojar un balón? —pregunta Aizawa.
—67 metros. —dice bajando la cabeza un poco dócil.
—Bueno, ahora intenta con tu individualidad.
Siendo así como, el profesor indica que se posiciones dentro de una circunferencia con un rango de metros delineado en blanco en la cancha de tierra.
—Puedes hacer lo que quieras siempre que estés en el círculo. Apúrate. Da todo lo que tienes.
—Bueno, entonces... —dice mientras hace algunos estiramientos con la pelota de béisbol en la mano, y mirada concentrada. Preparándose tal cual como un jugador de béisbol ante el próximo lanzamiento. —¡Shine!
—Primero conoce tu propio límite. —dice tras mirar el sensor del celular, se dirige al resto mirandolos— es la forma más lógica de comenzar tu camino de héroe. —mostrando el resultado de 705.2m
Todos se sorprenden, mientras que por su lado, tan solo se concentra en recordar una melodia que lo mantenga lo suficiente cuerdo y equilibrado para poder avanzar en esta prueba. Respirando tranquilo, ante la espera de ser nombrado. Pero no puede evitar escuchar unas palabras de un chico rubio con una mecha de rayo negro en el cabello:
—750 metros, ¿de verdad?
—¿Qué es esto? ¡Parece divertido! —exclama una joven medio alien de color rosa y con cuernos insectoides de color amarillo claro, pero con las cuencas de alrededor de los ojos negros pero el iris amarillo.
—¡Podemos usar nuestras individualidades cuando queramos! —exclama otro joven con alguna extraña modificación corporal en los codos. —¡Cómo esperaba de un curso de héroes!
Aunque drásticamente tras aquellas palabras se sintió el ambiente muy neutro y pesimista, era extraño pero provenía del maestro.
—"Parece divertido", ¿eh? —dice con voz totalmente neutral— tienen tres años para convertirse en héroe. ¿Tendrán esa actitud todo el tiempo? —pregunta bajando un poco el ánimo con algo duda en algunos, pero una sonrisa tétrica reemplaza la seriedad del maestro— Está bien. Quien termine último luego de las ocho pruebas será juzgado como sin potencial...
—...y será castigado con la expulsión.
—¡¿Eh?! —exclama la mayoría.
Se empezaba a sentir algo mareado por tantas emociones percibidas pero cada vez tenía más ganas de ejecutar una melodía para calmar el ambiente.
—Somos libres de hacer lo que queramos con las circunstancias de nuestros estudiantes. —dice mientras levanta su flequillo largo para mirarlos mejor y con una pequeña sonrisa atizar a flor de piel a muchos con ese rostro— ¡Bienvenidos al curso de héroes de la U.A.!
—¡¿El último lugar será expulsado?! —exclama la castaña adorable. —¡pero es el primer día de clase! No, aún si no fuera el primer día de clases, ¡es injusto!
—Desastres naturales, grandes accidentes y villanos egoístas. Calamidades donde el tiempo y lugar no pueden ser predecidos. Japón está cubierto de injusticias. Los héroes son lo únicos que revierten esas situaciones. —hace una pausa para mirar a los estudiantes serios— Si querían ir a hablar con sus amigos en Mickey D después de clase, lo siento. En los próximos tres años, UA. Será una una dura prueba tras otra. —traga saliva y deja una pausa entre cada frase para terminar diciendo— Ve más allá. Plus Ultra. —con una sonrisa bastante perturbadora los indica con un dedo que vengan hacia él —Ganen con todo lo que tengan.
Todos empiezan a mirarlo con mejor determinación, la tensión se podía palpar tras un aplauso. Por lo que sólo se mantiene sereno ante la situación. Tal vez era broma o era cierto el castigo, pero no desaprovecharía ese momento para lograr purificar inconscientemente a sus compañeros y maestros, después de todo esa era su misión de adentro para fuera. Ayudar al mundo para su salvación.
—Bueno, la demostración terminó. La realidad comienza ahora.
Agarra su armónica, rompiendo su posición sería de brazos cruzados é imponente. La armónica era su fiel compañera y último recuerdo material de su madre.
[...]
Prueba 1: Carrera de cincuenta metros.
Una pequeña máquina se comunica ante todos, diciendo un: "En sus marcas... Listos... Fuera"
La primera ronda fueron en grupo de a dos, Tsuyo Asui vs Iida Tenya. Rápidamente el joven de cabello azul y gafas, marcó el mejor tiempo, corroborando en ello unos: 3,04 segundos. Con su quirk: Motor. Pudiéndose ver perfectamente cómo de sus piernas salen vapor, debido a la velocidad rápida con la que se desenvolvió.
—Bueno, es como un pez en el agua. Me gustaría ver como lo hacen los demás.
Mientras que por el lado de la joven de cabellos verde mate, atado en un moño curioso que le llegaba hasta la cintura, complexión corporal parecida a la de una rana, había hecho unos 5,58 segundos. En el próximo tocaba a la castaña, ya por nombre conocido como: Ochako Uraraka, con el Quirk de gravedad cero vs Ojiro Mashirao. Este joven era rubio como una especie de cola sobresaliendo del cuerpo humano, parecía un charizar humano, hizo un tiempo de 5,49 segundos, mientras que la joven hizo un total de: 7,15 segundos.
El próximo dúo fue: Aoyama Yuga con su Quirk: Navel Laser -joven de cabellos rubios con cierta similitud de apariencia con un francés, además que le parecía conocido de algún lado- vs Ashido Mina, la joven mencionada anteriormente con forma de alien humanoide, su carrera sin duda fue inusual, por lo menos aquello lo hizo sentir que no sería el único raro.
Próximo, el rubio cenizo vs el pelo verde, en otras palabras ya conociendo sus nombres: Bakugo Katsuki vs Midoriya Izuku. El primero con 4,13 segundos con ayuda de su quirk: Explosión. Mientras que el último con 7,02 segundos, no muy sobresaliente.
Aunque claramente, su especialidad no era sobresalir, se había enfrentado a otro compañero, pero lo que antes de que llegara su turno empezó a ejecutar una suave melodía conocida a 1000kms, una preferida y perfecta para la ocasión, para calmar la tensión del ambiente y mejorar a su vez la fuerza dirigida a sus piernas. Recordando los finos acordes de la guitarra en aquel bar del cual lo solían acompañar en Mississippi. Claramente las vistas curiosas no se hicieron esperar ante el, sin embargo, el maestro en ningún momento le llamó la atención por generar música, sino que parecía verlo más relajado.
Le tocaba, contra Kaminari Denki, un joven con quirk: Electricidad VS Dawrin Jaud, se había escuchado perfectamente la dificultad en la pronunciación del nombre extranjero en su maestro, sin embargo, solo se concentró en enfocarse en el objetivo. Ambos escucharon "Listo... Fuera" y poco después la máquina en un pestañeo pudo verificar tras la melodia hermosa de la armónica un tiempo de 4,00 segundos. Superando por casualidad a la velocidad del rubio cenizo que ya lo miraba con un tic en la ceja. Sin embargo, su contrario, osea el rubio cenizo no podía siquiera emitir algo, porque la melodía no se lo permitía, por lo que se permitió soltar una ligera sonrisa de autosuficiencia.
«Gajes del oficio, la música tiene vida, no la menosprecien damas y caballeros»pensó divertido.
Pero se arrepintió rápidamente al escuchar los suspiros de las figuras femeninas tras aquella acción, sintiendo las amenazas del calor de vergüenza ajena tras las acciones de las jóvenes por él. Menos mal, y pudo pasar, tal vez no tan desapercibido como requería pero había marcado la brecha buena con el pie derecho. Guardó su armónica y sus manos en los bolsillos del uniforme azul, siendo felicitado por el pelirrojo.
Prueba 2: Fuerza de agarre.
En esta vez, su fuerza sólo le había llegado a unos 350kg, claramente por medir sus 175cm y de peso exacto de 90 kilos, no podía excederse, sino estaría desperdigando todo su fuerza inmediatamente. Pero pudo darse cuenta que el que tenía cierto parecido a Hatake Kakashi, había hecho nada más y menos que 540 kilogramos, sin duda muy fenomenal la marca. Suspiró tras detener sus pensamientos para poder beber algo de agua, mientras esperaba que el resto terminase.
Prueba 3: Salto en largo.
Ya para este punto, empezaba a sentir el sudor en su nuca aglomerarse, cada vez era más difícil las pruebas, porque el tamaño de aquella prueba era demasiado injusto, por lo que miró mal a su maestro como si le estuviera diciendo: "¿De verdad?, enserio que nos estas cagando la vida, señor" bufó por lo que solo se concentró en colarse su celular resguardado para evitar cualquier caída, tras los audífonos en sus respectivos oídos, escuchando a buen pulso de volumen la música de fuerza totalmente radical y decisiva de Fito Filipaldis - A morir cantando. Por lo que tras una respiración profunda, se preparó e hizo marcha atrás para luego dar fuerza en las piernas através del empuje de la tierra de la cancha, tanto que más justo imposible le había salido el salto.
Pero seguía disgustado, estas pruebas ya empezaban a agotar su propia paciencia interna. Quería llegar a su trabajo y liberar estrés, en contar la historia de su día tras acordes de su guitarra. Ningún compañero parecía querer acercase a él, mientras que el pelirrojo estaba flipando alagandolo con la masculinidad que poseía su determinación en cada prueba.
Además de ofrecerle un poco de agua, sin duda era bueno, tal vez valía la pena hablarle luego. Realmente no veía necesidad de hablar y dejar confirmado su acento distinto.
Aún era muy pronto.
Prueba 4: Repeticiones de pasos laterales.
Ya para este entonces, ya el aburrimiento le quedó corto, dejando ya menos de si mismo. Ya estás pruebas se había lúcido las primeras tres pruebas, que más podía hacer. Ya era suficiente según el, para salvarse de la supuesta expulsión. Porque ya para este entonces sólo veía la diversión en los ojos de su maestro ante sus muecas de fastidio y cansancio. Siendo así como se pasó promedia mente la prueba.
La quinta prueba, era nada más que menos que: Lanzamiento de balón. Del cual Bakugo Katsuki ya estaba libre por haber sido la demostración. Cada uno empezaba a dar su mejor esfuerzo en las últimas instancias, por lo que con el último enfoque de sus ganas empezó a tararear suavemente una canción "Flor venenosa-Fito Filipaldis", recordando en su mente los hermosos acordes de su guitarra. Sin duda era la canción que más le gustaba hacer covers en los bares.
La joven Uraraka había hecho un numero infinito en el lanzamiento, logrando que por un momento la risa se le saliera, al ver la cara de "poker face" de su maestro.
El rango que pudo lograr en esa prueba justo antes de Midoriya Izuku, fue el de 200m, no fue la gran cosa. Pero ya le había dado igual. Además de que al pobre parecía haberle caído el peso de la perdición. Sin embargo, solo se había dejado sentar en el suelo, cansado y agotado por tal desperdicio de tiempo. Hoy debería faltar al trabajo por culpa de su Quirk desperdiciado y el cansancio que padecía en ese momento solo se le pasaría tras un harto descanso.
Ese día había quedado en un buen puesto de entre los mejores de la prueba con mejor resultado. Mientras que el último en el listado era el joven Midoriya Izuku, que sin duda parecía querer morirse por no haber pasado. Le hizo recordar a una compañera de Mississippi que lloró por haber quitado la calificación media y no prodigio en una materia.
Pero como todo es bien debido, el sensei admitió que era solo una broma lo de la expulsión, quedando todos mas aliviados, pero ya el sueño lo carcomia vivo. Quería terminar ya las clases, e ir inmediatamente a dormir, sus ojos estaban que lagrimeaban del sueño. Un poco de esfuerzo y ya lo tenían somnoliento.
Al menos, el primer día le había ido particularmente bien. Sin embargo, no pudo calmar su somnolencia inclusive entre las conversaciones mudas por su parte pero dichas por el pelirrojo, quien se quejaba de la forma en la que lo había maltratado el rubio explosivo.
Sin duda, sus compañeros de clases, eran curiosos.
«¿Qué pasará en sus próximos días, semanas o años, también podrá demostrar curiosidad o simplemente será otro curso del cual pasar desapercibido como un microbio?» pensó finalmente, intrigado por las buenas vibras al final de la clase.
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