Capitulo 86.

Estaban todos en el comedor cenando después de tantas emociones que tuvieron el día de hoy.

— Gracias por dejarme quedar aquí con ustedes — Dijo Kirishima agradecido.

— No agradezcas Kirishima-San todos son bienvenidos a quedarse — Dijo la albina mayor.

— Muchas gracias Nadeshiko-San — Agradeció el pecoso.

— Lamentamos las molestias — Agregó Todoroki.

— Ya estamos acostumbrados al drama — Dijo Yasei sin importancia.

De pronto alguien toco la puerta, Minako fue a ver y le entregaron un arreglo de rosas.

— ¿Y esto? — Dijo Minako.

— Firme aquí por favor — El repartidor indicó donde debían firmar de recibido, Minako firmo y llevo el arreglo a la mesa de la sala, cuando terminaron de cenar fueron a ver.

— ¿Y esas flores? — Preguntó Ryūko.

— Son para ti Nee-Chan.

— ¿Para mi?

— Si las acaban de traer.

Ryūko revisado la tarjeta de quien la envío, Bakugou al ver aquello se molestó y le arrebató la tarjeta.

— ¿¡Quien demonios es ese bastardo de Maximilian Tsubaki?! — Preguntó Bakugou.

— Es un sujeto que no me da buena espina, no quiero esas flores — Dijo Ryūko.

— Yo me desharé de ellas — Dijo Bakugou.

Ryūko se fue con Ryūzaki ya que tenía que bañarlo y ponerle la pijama para irse a dormir mientras Bakugou hizo cenizas esas flores.

— ¿Entonces mi papá se quedará con nosotros? — Preguntó felíz Ryūzaki.

— ¿Te agrado conocerlo? — Preguntó Ryūko.

— ¡Si! ¿Por que no me dijiste que era DynaMight?

— Es que no sabia como decírtelo Ryūzaki-Kun pero me alegro que ambos se llevaran bien eso era lo que me preocupaba.

— Papá es genial.

— Te emocionaste mucho al saberlo.

— Mis papas son héroes geniales yo también quiero serlo, mami.

— Y lo serás cariño,  mañana seguiremos con tu entrenamiento para que aprendas a usar tu kosei ¿ok?

— Ok mami.

Después de terminar de bañarse a su pequeño, le puso la pijama y fue a acostarlo en su cama.

— Buenas noches Ryūzaki — Dijo ella en voz baja al ver que su pequeño había caído en los brazos de Morfeo, se acercó a darle un beso en la frente y salió de su habitación para ir a la de ella.

Una vez que entró fue directo a la ducha a bañarse para irse a dormir ya que estaba muy cansada por todo lo ocurrido el día de hoy a parte que se lavó la herida ya que esta comenzó a sangrar de nuevo.

— ¿Que haces aquí? — Dijo ella saliendo del baño de su habitación mirando que Bakugou recién bañado, estaba acostado en su cama...sin camisa.

— ¿Acaso olvidaste que yo dormiré aquí?

— Si lo olvide, creo que iré a dormir a otra parte.

— ¡Oye aquí hay espacio no tienes que irte a dormir en otra parte! — Ella estaba por salir de su habitación pero cuando Bakugou dijo eso se giró a verlo alzando una ceja.

— ¿Que tramas ahora Katsuki?

— ¿Que? Oye no es novedad dormir juntos, te recuerdo que así fue como nació nuestro hijo enana tonta.

— ¡Katsuki! — Regañó ella al cenizo mientras que se sonrojó por ese comentario.

— Aparte de que use tu baño cuando estabas con el enano.

— ¿Eh? Pero cuando entre tú no estabas aquí.

— Tu casa es muy grande aparte de que tu tía me mostró las fotografías del enano y tuyas de bebé.

— Si ya es todo lo que vas a decir yo me quiero ir a dormir Katsuki — Dijo ella con una expresión de cansancio yendo a su cama pero estando ahora acostada algo alejada dándole la espalda a Bakugou — Buenas noches...

— Oye aún no hemos terminado de hablar y ¿quién es ese tal Tsubaki?

— Es un millonario que mi jefe nos pidió estar vigilando a mis compañeros y a mí pero no me agrada ese sujeto — Dijo ella con los ojos cerrados.

— ¿Entonces por qué te trajo flores?

— Al parecer llamé su atención pero no me interesa el en lo absoluto.

— Más te vale.

— Además a mí solo me importa mi hijo Ryūzaki como para perder el tiempo con un hombre.

— ¿En estos cuatro años no has salido con nadie?

— No, bueno todas fueron solo con amigos pero ninguna fue una cita, preferí alejarme de ello.

— ¿A si?

— Si ya que nadie querría a una madre soltera y si fuese lo contrario lo rechazaría ya que no necesito de nadie más.

— ¿Segura?

— Si ¿porqué? — Dijo ella abriendo los ojos mirando de reojo al chico explosivo que estaba detrás de ella quien estas mirándola seriamente.

— Yo creí que tendrías a alguien más.

— No, no me he fijado en nadie más en estos cuatro años — Dijo ella para volver a cerrar los ojos estando a espaldas de Bakugou quien sonrió al saber que ella no estaba interesada en otro — ¿Por que preguntas eso? ¿Acaso tu sí?

— No, yo tampoco estoy interesado en nadie más, tuve citas pero todas eran un motón de fastidiosas engreídas que solo querían fama a costa mía.

— Que mal...

— Oye Ryūko...

— ¿Que Katsuki? — Él acercó sus manos lentamente rodeando la cintura de la peliazul quien ni se inmutó ya que estaba muy cansada y tenía sueño.

— ¿Tú aún me quieres? — No recibió respuesta ya que Ryūko ya había caído en los brazos de Morfeo aunque ahora estaba también en los brazos de Bakugou quien con cuidado la giro quedando frente a frente y este vio que ella estaba profundamente dormida.

Miró el brazo izquierdo que tenia unas vendas en ella que cubría del hombro hasta el codo cubriendo ese gran rasguño que obtuvo al pelear con un villano.

— Buenas noches, Ryūko — Dijo susurrando acercándola más a el teniéndola en sus brazos oliendo su cabello azul, extraño ese característico olor leve a flores y fresas que emanaba la enana dragón para luego el dormir también.

(...)

A la mañana siguiente como a las 6am Ryūko despertó pero no podía levantarse por que sentía que la estaba aprisionando una boa constrictora pero no, solo eran los fuertes brazos de Katsuki.

— Katsuki...katsuki — Ella le hablaba para que aflojara su agarre pero resultó contradictorio ya que este apretó mas su agarre atrayéndola mas a el, ella gruño algo molesta pero después de varios intentos logro zafarse del agarre del cenizo.

Se levantó y fue a la cocina ya que a esa hora todos seguían dormidos menos ella, quería tener el desayuno listo para todos y sobretodo el de su pequeño angelito Ryūzaki.

Fue a darle de desayunar a Yoshio, se puso a hacer algo de café y ahora estaba cocinando, mientras que en su habitación el oji-escarlata se dió cuenta de la ausencia de la chica en la cama y se despertó.

— ¿Donde esta? — Este se levantó algo soñoliento y fue a la cocina donde vio que ella estaba de espaldas — ¿Que estas haciendo?

— Buenos días, estoy preparando el desayuno ¿quieres café?

— Si — Bakugou se sentó en la barra que estaba cerca de la estufa donde estaba Ryūko quien apago esta terminando de cocinar para luego tomar una taza para servirle café a Katsuki en ella.

— Toma Katsuki.

— ¿Que haces despierta tan temprano? —Dijo tomando la taza dándole un trago, mientras Ryūko regreso a lo que estaba haciendo.

— Yo siempre me levanto temprano, Katsuki.

— ¿Hoy estas ocupada?

— Hoy no pero mañana si y quiero aprovechar hoy para ayudar a Ryūzaki a controlar mejor su Kosei.

— El enano nunca me menciono algo sobre su Quirk.

— Es solo que su Quirk es complicado para él.

— ¿Complicado? ¿Por que?

— Al parecer el obtuvo ambos Quirks en uno, el mio y el tuyo.

— ¿Enserio?

— Puede crear pequeñas explosiones azules pero lo que a el le complica es su transformación.

— ¿Por que?

— Por que la transformación del Demon Dragon es complicada hasta para mi y Buruyama lo es.

— Nunca mencionaste eso.

— Y al parecer yo eh tenido algo de problemas con la mía, aunque ya hable con alguien sobre ello y hasta Buruyama paso por lo mismo pero espero que no sea nada que me sea molesto para seguir siendo héroe.

Bakugou le dio un sorbo mas a su café mientras que Ryūko le puso un plato en frente con comida y puso uno para ella también junto a su taza de café.

— Oye...— Le habló el oji-escarlata.

— ¿Que?

— No respondiste a lo que te pregunte anoche.

— Si lo hice.

— No a lo ultimo.

— Me quede dormida entonces por qué no recuerdo que preguntaras algo más — Dijo ella con una leve sonrisa tomando un sorbo de café y este solo se mantuvo con expresión seria.

— Te había preguntado que si tu aún me querías — En eso ella se sorprendió por lo que este dijo, se sonrojo levemente a lo que Bakugou sonrió de lado ya que con solo ver esa expresión no necesitaría respuesta alguna ya que lo que se ve no se pregunta.

— Bueno yo emm...— Ella no pudo completar ya que alguien apareció.

— ¡Buenos días! — Ambos voltearon a ver a su pequeño hijo cenizo oji-azul quien recién despertó.

— Buenos días cariño ya tengo listo tu desayuno — Tratando de evitar más del tema ella se distrajo para atender a su hijo, el cenizo mayor solo tomo otro sorbo de café mientras vio que los demás integrantes de la casa estaban llegando a la cocina.

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