Capitulo 84.
Durante el camino le dijeron a Bakugou todo, que sus padres lo sabían y antes de ir a la casa de Ryūko habían ido a la de los padres de Bakugou donde esté recibió el sermón de su madre quien le dijo todo lo ocurrido que ellos sabían de Ryūko y su hijo, ahora estaban llegando a la casa de Ryūko.
— ¿Aquí es? — Pregunta el oji-escarlata.
— Si es aquí — Le respondió Todoroki.
Estos estando en la puerta de entrada Todoroki tocó la puerta y fue abierta por Nadeshiko.
— Oh, Shoto-Kun, Izuku-Kun que alegría que estén aquí y... — Ella miró a Bakugou Katsuki sorprendida ya que Mitsuki Bakugou le había mostrado fotografías de él — ¿Que hace él aquí?
— Él ya sabe toda la verdad, vino a hablar con Ryūko y conocer a Ryūzaki — Dijo Shoto.
— Bueno, Ryū-Chan aún esta trabajando vendrá en dos horas y Ryūzaki-Kun esta en la sala con Minako-Chan pasen — Ella los dejo entrar, Bakugou aunque se notaba tranquilo, por dentro estaba nervioso y emocionado ya que quería ver a su hijo en persona.
Entraron a la sala y miró a la albina que estaba con un papeleo que era tarea de la academia que estaba por terminar y a lado estaba un pequeño dibujando en la mesita de la sala de estar.
— ¿Eh? Shoto, Izuku que hacen aquí y...¿¡QUE HACE ÉL AQUÍ!? — Rápido el pequeño miro a los recién llegados pero se sorprendió al ver a Bakugou.
— Tranquila Minako, él vino a hablar con Ryūko y conocer a Ryūzaki — Dijo Todoroki.
— ¿Ryūzaki-Kun? — Le habló suavemente su tío Deku.
El pequeño no dejó de mirar a Katsuki, Ryūzaki recordó lo que su mamá le dijo de su padre, la apariencia eran iguales solo que Katsuki tenía sus ojos rojos, era igual a las fotografías que le mostraron sus abuelos.
— Ryūzaki-Kun, él es tu papá vino a conocerte — Volvió a hablarle Deku.
El pequeño se levantó caminando lentamente hacia Bakugou quien se inclinó estando más cerca de su hijo.
— Hola enano — Éste le sonrió levemente a Ryūzaki quien recordó que su madre le dijo que su padre de cariño le decía enana a su mamá, en ese momento Ryūzaki sonrió y abrazó a su papá.
— Hola papá — Dijo Ryūzaki feliz.
Tanto Nadeshiko como Midoriya y Shoto les gusto ver ese pequeño momento ya que Bakugou estaba abrazando al pequeño, Minako estaba sorprendida ya que como reaccionaria Ryūko al ver al padre de su hijo en casa.
— ¿Estas segura de que no te duele? — Pregunta Yusuke.
— Estoy bien solo fue un rasguño además ya quiero acabar para ir a ver a mi hijo — Ryūko aún estaba trabajando pero los que estaban llegando a casa eran Buruyama y Yasei
— ¿¡Que hace él aquí!? — Yasei se sorprendió.
— ¿¡Bakugou-San!? — Hasta Buruyama se sorprendió.
— Tanto tiempo sin verte Buru ¿Dónde esta tu hermana? — Dijo serio mientras estaba sentado en el sofá junto a su hijo al igual los demás que estaban presentes.
— Trajimos a Bakugou a conocer a Ryūzaki y también para hablar con Ryūko — Informó Todoroki.
— ¿¡Acaso están locos!? ¡A mi prima le dará un infarto al verlo a él aquí! — Exclamó Yasei.
— ¿Donde esta Ryūko? — Volvió a preguntar el cenizo.
— Ella esta ocupada vendrá en una hora — Respondió Buruyama.
Mientras en ese lapso de tiempo el pequeño Ryūzaki le contaba cosas a su papá y éste le dijo todo lo que hizo en estos cuatro años.
— ¿¡Tú eres DynaMight!? — Al pequeño Ryūzaki le brillaron los ojos al saber que su padre también era un héroe.
— Así es, enano — Sonrió Katsuki al ver esa reacción en su hijo, era un encanto ese niño.
— Hice dibujos de tí, te vi en televisión pero ¿Por qué mamá no me dijo que eras mi papá?
— Eso mismo quiero saber — Dijo el cenizo un poco serio.
— La abuela Mitsuki y el abuelo Masaru me hablaron de tí — Dijo el primogénito sonriendo.
— ¿Y tú madre nunca te hablo de mí?
— Bueno, le pregunté como eras y me dijo que eras un tsundere pero que aún así te quería como eres hasta ella vio los dibujos que hice de tí — Dijo este mostrándole sus dibujos a Bakugou mientras los demás veían eso pero algunos de ellos estaban preocupados.
— ¿¡Por que lo trajeron!? ¿Saben todo lo que Ryūko tuvo que hacer sola sin él? ¿¡Para que le dijeron la verdad!? — Habló históricamente el chico tigre.
— Él tenía derecho a saberlo, además le dije a Ryūko que ya era tiempo de que hablara con Bakugou — Dijo Todoroki.
— Saben que mi hermana tenía sus razones pero ya que, no hay vuelta atrás el esta aquí y mi hermana no tardará en llegar — Dijo Buruyama.
Y en un rato Ryūko estaba llegando a su casa con una bolsa ya que compro algo se comida, tenía su ropa normal puesta y se veía a simple vista los vendajes en su brazo izquierdo.
Notó que el auto de Todoroki estaba en las afueras de su casa y entró al lugar.
— ¡Ya llegue! — Informó ella entrando, llamando la atención de su hijo y de Katsuki.
— ¡Mami! — Éste se bajó del regazo de su padre y salió corriendo para recibir a su mamá.
— Hola cariño — Dijo ella cariñosamente mientras le daba besos en la mejilla a su adoración mientras pasaron de largo hasta la cocina dejando la bolsa que traía Ryūko.
— Ven mami el tío Shoto y el tío Deku están aquí.
— Si me di cuenta jeje.
Ambos pasaron a la sala de estar pero en ese momento Ryūko parecía que le iba a faltar el aire, su corazón latió demasiado rápido al ver a Bakugou Katsuki sentando en el sofá de la sala.
— Mira mami, papá vino a vernos — Dijo su hijo sonriendo.
— ¿¡K-ka-Katsuki...!? — Ella estába en shock.
Bakugou estando serio se levantó de su asiento caminando hacia ella, la miró detenidamente, ella seguía exactamente igual a hace cuatro años, solo que un poco más alta, él sin decir nada lo único que hizo fue abrazar a Ryūko.
— ¿Katsuki? — Dijo la peliazul confundida.
— No sabes cuanto te extrañe maldita enana berrinchuda — Dijo este en voz baja en oído de Ryūko quien dudosamente correspondió su abrazo, ya tanto tiempo paso desde el último abrazo.
Los demás fueron a la cocina para dejar hablar a ambos pero el pequeño Ryūzaki estaba feliz de ver a sus padres juntos.
En ese momento Ryūko no vio venir que Katsuki la estaba besando, deseaba tanto el cenizo volver a besarla otra vez, ella solo se sonrojó ya que cuatro años sin él ya se había casi olvidado de todo.
— Tenemos mucho de que hablar tú y yo, enana.
— Si lo se...
Ahora los dos estaban en el jardín de la casa sentados afuera, Ryūzaki estaba también pero él estaba jugando con Yoshio que al ver a Bakugou le gruño como siempre.
— ¿¡Maldita bola de pelos aún sigue con vida!? — Exclamó Bakugou al perro.
— ¿Y que haces aquí? ¿Como me encontraste? — Preguntó ella un poco incómoda.
— Le dije a Deku y al bicolor que me trajeran aquí.
Después de eso ambos estaban en silencio mirando a Ryūzaki jugar con Yoshio.
— ¿Por que te fuiste? — Ella no respondió — ¿Por que no me dijiste nada? — Ella seguía en silencio — ¡Habla, maldita enana!
— Yo...no sabia como decírtelo, entré en pánico, saber que estas embarazada no es fácil — Dijo un poco triste.
— ¿Y por qué no te molestaste en decírmelo?
— Por que...no quería convertirme en un estorbo.
— ¿Que? — Respondió confundido.
— ¡Oh, vamos Katsuki, te conozco lo suficiente! se que pensarías que seria un estorbo por eso me fui, pensé que sería lo mejor así no sería una carga para ti, te convertiste en el héroe que siempre quisiste ser, yo no quería detenerte con algo así por eso me fui — Dijo ella entre molesta y triste, este la miro sorprendido por lo que dijo ella.
— ¿Tú? ¿Un estorbo? ¡¿Acaso estas loca?!
— ¿Y como reaccionarias tú? ¿Si te hubiera dicho en ese momento de mudarte con Kirishima que estaba embarazada? ¡Dime! — Le preguntó de forma brusca y triste.
Bakugou se quedó pensativo ya que tenía razón él no sabría como reaccionaria pero el hubiera pensando en una solución.
— Yo te habría ayudado tonta...te hubiera dicho que te fueras a vivir conmigo — Respondió serio pero algo triste.
— No... — Dijo ella bajando la mirada.
— ¿¡Eh?! — Bakugou se molestó.
—Yo no seria capaz de hacer eso, yo no quería que estuvieras atado a mí de esa manera, se que si me habrías ayudado pero en ese momento de pánico lo único que pensé fue en reacciones negativas tuyas — Dijo ella agachando la mirada estando triste y este la miro, debió estar demasiado presionada pensó él.
— ¿Pero por qué no me llamaste? ¿Por que ni siquiera me llamaste cuando nació nuestro hijo? — Preguntó Katsuki.
— Te llame un día antes, en tu cumpleaños 19 Ryūzaki nació al día siguiente — Ella aún mantenía la mirada baja, no podía mirar a Katsuki a la cara ahora, se sentía estúpida por todo lo que a pasado.
— ¿Así que tu fuiste la que me llamó para desearme feliz cumpleaños? — Por poco quería sonreír al saber que ella hizo eso.
— Si...— Respondió tristemente.
— Te llamé varias veces después de eso pero no respondiste porque creí que eras tú en ese momento — Comentó Bakugou.
— Apague el celular después de llamar, no quería arruinarte tu cumpleaños ya que me había respondido una chica.
— Ah, esa fue Kaori la novia del cabeza de uva.
— ¿Que? — Respondió sorprendida.
— Yo hablé con los viejos antes de venir aquí y me dijeron lo que paso y el por qué lo hiciste pero quería escucharlo de ti.
— En verdad lo siento Katsuki, te decepcioné — Dijo Ryūko aún con tristeza.
— Pero lograste ser héroe por lo que vi en televisión.
— Si al menos lo logré, después de tener a Ryūzaki me puse a entrenar y hacer mi debut después de todo.
— Y ya que ambos logramos lo que queríamos es hora de que empaques tus cosas — Dijo Bakugou.
— ¿¡Que!? — Exclamó Ryūko.
— Tu y el enano se irán a vivir conmigo.
— ¡Espera un segundo, yo no haré eso! ¿¡Estas loco!? — Respondió Ryūko de forma histérica.
— ¡Hablo enserio, enana berrinchuda! — Exigió el cenizo.
— ¡Yo no iré a ningún lado! solo por que hallas venido hasta aquí no te da derecho de darme ordenes!
— ¡Estuve cuatro malditos años sin saber nada de tí, es lo menos que deberías de hacer ya que me diste un hijo, enana tonta!
— ¡Mi hijo y yo no nos iremos a ningún lado, el que se va eres tu!
— ¡No me iré de aquí sin ti y mi hijo!
— No, tú te vas y fin de la discusión — Dijo Ryūko.
— ¡Espera...! — En ese momento Ryūko se levantó para irse pero Bakugou la sujetó del brazo izquierdo lo cual provocó un pequeño quejido de dolor en Ryūko mirando los vendajes que tenía en el brazo izquierdo lo cual preocupo un poco a Bakugou — ¿Que te paso en el brazo?
— Solo fue un descuido en una pelea, esta es la primera vez que me pasa así que no tienes que preocuparte por mi — Dijo ella saltándose del agarre de Bakugou para después entrar a la casa siendo seguida por Bakugou y también por el pequeño Ryūzaki y su perro.
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