Capitulo 6.

Ryūko estaba confundida, no sabía la razón por la que Bakugou vino a su casa tan temprano, eso sorprendería a cualquiera que conociera al cenizo y su personalidad.

— ¿Y que es de lo que quieres hablar conmigo? — Pregunta Ryūko, Bakugou estaba sentado en el sofá de la sala y cerca de el estaba Yoshio gruñendole al chico.

— ¿Por que tuviste una cita con ese extra? — Pregunta él con leve molestia.

— ¿Extra? ¿Te refieres a Tetsutetsu? — Pregunta la chica ya que pocas veces entendía las razones de Bakugou en sus apodos.

— Me da igual como se llame solo quiero saber ¡¿por qué saliste con él?!

— No se por que te importa tanto mi vida personal si solo somos amigos Bakugou-Kun.

— Solo responde la maldita pregunta.

— Bueno, es que...es que es la primera vez que alguien me invita a salir, no sabia si decirle que no, además fue divertido y ¿por qué tanto interés?

Bakugou desvío la mirada molesta notando que el perro de Ryūko lo veía enojado y gruñendo — No es por nada solo curiosidad enana.

— Pero viniste muy temprano y en domingo.

— ¿Saldrías conmigo? — Preguntó al momento.

— ¿Eh? — Ryūko levemente se sonrojó.

Este enfocó su mirada en ella cuando le pregunto eso y se lo volvió a repetir — Que si tú...¿saldrías conmigo en una cita? — Preguntó un poco avergonzado ya que nunca había hecho eso.

— Bueno...es muy repentino pero...si esta bien — Dijo ella aún con un tono carmesí suave en sus mejillas.

— De acuerdo — Bakugou se levanto del sofá tomando la mano de Ryūko dirigiéndose a la puerta de salida

— ¡Espera Bakugou! — Dijo ella por tan repentina acción del cenizo.

— Llámame Katsuki ¿Y que ocurre? — Dijo él.

— Debo sacar a Yoshio al jardín y debo ponerle llave a la casa si voy a salir — Respondió ella.

— Esta bien, házlo — Bufó con poca molestia.

Ryūko rápido sacó a Yoshio al jardín, tomo sus llaves y celular para salir, puso llave a la casa y le mando un mensaje de texto a su hermano.

— ¿Que haces? — Preguntó Katsuki.

— Le aviso a mi hermano mayor que voy a salir, es todo — Respondió Ryūko.

— Bien, ahora vamos.

— ¿A donde? — Preguntó Masayuki.

— ¡No dejare que un extra me gane en mejor cita!

— ¿Eh? ¿Que tiene que ver mi Cita con Tetsutetsu para que estés de esta forma? — Cuestionó la chica dragón por la actitud del chico explosivo.

— ¡Yo te daré una mejor cita! ¡Ya dije!

— Ok, ok...— Dijo ella tratando de Bakugou dejará de gritar.

(...)

Ambos habían llegado a un parque de atracciones muy bueno con montaña rusa y muchos juegos.

— Vamos enana.

— Si...— Ambos entraron mirando el lugar, Ryūko estaba fascinada, ella era de las que casi no salia tal vez de vez en cuando con sus amigas pero esta era la segunda vez que salia con un chico (Aparte de su hermano Buruyama que ya es costumbre).

— Bien ¿A cual nos vamos a subir primero? — Le preguntó Katsuki a ella.

— ¡A la montaña rusa! — Dice Ryūko emocionada.

— Pareces una niña — Dijo Bakugou sonriendo de lado al ver esa actitud de ella.

— Si ya me lo han dicho, es que no puedo evitarlo — Rió nerviosa.

— Bueno, espero que no llores en la montaña rusa por miedo — Rió burlón.

— ¿Me estás subestimando Katsuki-Kun? — Ella alzó una ceja sonriendo y Bakugou la veía sonriendo con superioridad — Veamos quien se hace pipí en los pantalones primero.

— ¿Quieres apostar?

— Si y no solo la montaña rusa también en la casa de los sustos veamos quien lo tolera más aunque eso será fácil.

— Las casa de los sustos las hacen mediocres ni creo que asusten nada no se tú, enana berrinchuda.

— ¡Bueno, vamos!

(...)

Se habían subido a la montaña rusa era genial pero ninguno de los dos tuvo miedo es mas se divirtieron ahora estaban saliendo de la casa de los sustos.

—  Jajajaja todo es falso eso es lo que ya ni asusta — Comentó Masayuki.

— Exacto ya ni en las películas de terror asustan y ni con el "Basado en hechos reales" — Dijo Bakugou.

— Exacto, aunque siempre hay algo a lo que le tengamos miedo aunque no lo sabemos — Dijo Ryūko.

— ¡Yo no le temo a nada! — Respondió Bakugou.

— Jejeje eso lo se bien Katsuki-Kun — Dijo ella.

— ¿Y a donde quieres ir ahora?

— Mmm te reto a tiro al blanco.

— ¿Huh? ¿Me estas retando? — Dijo Bakugou arqueando una de sus cejas.

— Si — Sonrió ella divertida mientras que ambos fueron al puesto de tiro al blanco donde habían muchos premios.

— ¿Cual quieres? — Preguntó Katsuki.

— ¿Cual quiero? — Lo miró confundida.

— ¡Si, cual premio quieres yo lo ganaré, enana berrinchuda!

— Mmm, no se, el que sea, todos me gustan — Respondió.

— Bueno ya se cual, ¡Oye tu anciano! — Bakugou llamo al señor de puesto de premios, le dio los dardos para el tiro al blanco y dió todas en el centro en el blanco.

— ¡Wow! — Dijo Ryūko sorprendida por la buena puntería de Bakugou.

— ¡Quiero el enorme oso amarillo! — Ordenó Katsuki.

— ¿¡Que!? — Se sorprendió la chica.

El señor del puesto le entrego a Bakugou un enorme oso amarillo para después dárselo a Ryūko.

— ¿¡Es para mi!? — Dijo emocionada.

— ¿Que acaso estás sorda? ¡Es para ti Ryūko! — Gritó él

— Gracias — Ella tomó el oso de peluche con una sonrisa, era más grande que el peluche que le ganó Tetsutetsu — Creo que ahora es mi turno de ganar un premio...

— No hace falta no necesito un estúpido peluche — Respondió Katsuki.

— Pero...

— Nada, después me cobraré mi premio — Sonrió pícaro a lo que Ryūko lo miro confundida sin entender nada pero alguien mas noto esa cita en el lugar.

— Ese Bakugou — Dijo Kirishima viendo aquella escena desde lejos.

— Mineta se pondrá triste con esto — Dijo Kaminari para luego seguir con el juego donde estaba para ganarse un Pikachu de peluche.

— No admite que le gusta, Bakugou según muy directo — Dijo Sero con algo de burla.

— Pero sabe que a Masayuki no le gusta que la presionen — Dijo Kirishima recordando ese detalle cuando platicaba con Masayuki.

— ¡Pero se ven lindos juntos! — Dijo emocionada la chica de rosa.

— Masayuki jamás será novia de Bakugou — Dijo burlón el azabache.

— Ese hombre es muy testarudo, si se propone algo es capaz de lograrlo — Dijo Mina.

— Bueno pero fue buena idea venir aquí — Dijo burlón Sero.

— Yo solo vine por las atracciones — Confesó Kaminari.

Mientras tanto Ryūko guío al cenizo a una cabina de fotos que había en el parque de diversiones, a Bakugou le pareció estúpido pero aún así no se negó a la petición de la chica.

— Salimos bien aunque cerré los ojos...— Dijo ella haciendo pucheros al ver que en una foto donde Bakugou empujó el oso de peluche que les estorbo en la cabina y ella cerró los ojos por error en una de las fotos.

— Ya deja de quejarte, ya tienes tus malditas fotos — De hecho habían dos copias de esas tiras de fotos de la cabina pero Ryūko no vió que Katsuki tenía la otra guardada en su bolsillo.

(...)

Después de un rato Ryūko y Katsuki estaba de camino a la casa de Ryūko ella teniendo en brazos a ese enorme oso.

— Me divertí el día de hoy Katsuki — Dijo Ryūko.

— ¿Te divertiste más que en tu cita con el extra?

— La cita con Tetsutetsu fue divertido al igual que está.

Bakugou al ver cierta casa con estilo tradicional que estaba a lado de la casa de Ryūko le llamo la curiosidad.

— ¿Quienes son tus vecinos? — Preguntó Bakugou.

— Shoto es mi vecino.

— ¿¡QUE!? ¿¡El estúpido Bicolor es tu vecino!?

— Si desde hace tiempo y ya lo había mencionado antes Katsuki.

— Bien nos vemos mañana en la academia, Ryūko — Dijo él sin darse cuenta que la llamó por su nombre y no por el apodo que le dió o su apellido.

— Ok, hasta mañana Katsuki — Este se fue mientras Ryūko entró a su casa dejando el gran oso en su habitación y se encontró con su hermano quien le pregunto sobre su día

— Ya dos citas, eres popular Ryū-Nee — Dijo el peliazul mayor alegré.

— Solo fueron dos amigos míos.

— Si tú lo dices...lindo oso por cierto — Comentó Buruyama al ver el enorme oso en brazos de su hermana, ella se lo llevó a su habitación colocándolo sobre su cama.

— Vaya...ese Katsuki no deja de sorprenderme — Dijo la oji-azul mirando su enorme oso de peluche a lado del gatito gris de peluche, ahora solo estaba preparando su uniforme para ir mañana a la academia mientras hacía algunas en su habitación.

Mientras tanto en otra parte estaba llegando el cenizo a su casa, aún estaba algo molesto por algunas razones pero al ser un tsundere era obvio que él siempre estaba así, cuando entró a su casa fue recibido por su madre.

— ¿Donde estabas Katsuki? — Pregunta la ceniza mayor.

— Que te importa, bruja — Dijo molesto yendo a su habitación recibiendo regaños de su madre quien le decía que quería saber dónde y que hacía ya que después de todo era su madre y debía preocuparse aún así sabiendo como era el no debería ya de tomarle tanta importancia o ¿si?.

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