Capitulo 53.
Bakugou se había despertado ya era casi de noche, tenía hambre, pensó en que tendrá que hacer algo de cenar para cuando llegue Buruyama, notó que su enana estaba dormida aún, colocó su mano en la frente de ella y ya casi no tenía tanta fiebre como hace rato pero falta que se tome la medicina.
Ahora estaba de enfermero aunque ella hizo lo mismo por él así que no podía quejarse.
— Es mejor cuidar de ella que de un maldito extra — Pensó el cenizo con una leve sonrisa mientras se levantó de la cama para preparar algo de cenar.
(...)
El chico explosivo estaba en la cocina terminando de preparar la cena cuando de repente se dió cuenta que Ryūko estaba entrando a la cocina.
— ¿Que haces, Katsuki? — Preguntó Ryūko.
— ¿¡No se supone que deberías estar acostada descansando?!
— Ya no me regañes, Katsuki.
— ¡Si ya no quieres que te regañe entonces obedeceme!
— Tú no eres mi jefe — Respondió ella haciendo pucheros.
De pronto él dió un golpe a la pared donde Ryūko estaba de pie estando cerca de ella apoyando su mano en la pared.
— Te gusta llevarme la contraria siempre...— Le dijo él.
— Ya te dije que no eres mi dueño — Hizo pucheros ella.
— Te equivocas, esas marcas que te hice son prueba de que eres mía, enana berrinchuda — Sonrió pícaro.
— Ya ni me lo recuerdes espero que mi hermano no las vea.
— Ya deja de quejarte por eso, sientate en la mesa ya esta lista la cena y después de eso tienes que tomarte tu medicina.
— ¿Y no habrá postre? — Dijo ella en forma de broma pero él la tomó del mentón dándole un beso y luego se separó de ella sonriéndole.
— Tal vez pero ahora ven a cenar — Sonrió.
— Esta bien — Ella se sentó en una silla mientras Bakugou sirvió la cena para ambos.
— ¿Y Buru-Nii aún no llega? — De pronto se abrió la puerta de la entrada, entrando el mencionado, quien traía una cara de cansancio.
— Hola Ryūko-Chan, Bakugou-San — Dijo Buruyama.
— Hola Buru-Nii — Saludó Ryūko.
— ¿Donde estabas? Ya tengo la cena lista — Dijo Bakugou ahora regañando a su pobre cuñado que estába muy cansado.
— Estuve ocupado todo el día y mañana igual, muchas gracias por preparar la cena Bakugou-San y ¿Cómo se portó mi hermana? — Preguntó el chico dragón.
— Bien, ya se esta recuperando con las medicinas que enviaste y ya después de cenar le toca tomárselas — Respondió Bakugou.
— Si, solo deja que coma primero por favor — Comentó Ryūko.
— Jeje yo terminando de cenar, iré a ducharme y me iré a dormir — Dijo el peliazul mayor.
— Esta bien Buru-Nii — Los tres comenzaron a cenar tranquilamente después de eso Buruyama se fue a bañar y después cayó como tronco a dormir y con lo cansado que estaba tendría el sueño pesado, Ryūko se había ido a su habitación.
— Ya le dí de cenar al costal de pulgas y ya lave los platos — Bakugou notó que la chica dragón no estaba acostada sino que estaba en el baño, se estaba bañando pero salió con ropa nueva puesta y con el cabello húmedo — ¿¡Mientras estaba lavando platos tu te estabas bañando!?
— Tenía que aprovechar para que no me espiaras Katsuki — Dijo ella riendo.
— ¡Bueno, por que es mi turno de bañarme! — Bakugou traía su mochila donde tenía sus pocas cosas que trajo de su casa y entró al baño de Ryūko.
Cuando él salió de ducharse, con su ropa puesta y notó que Ryūko estaba acostada con Yoshio en brazos.
— Oye ¿¡Que hace la bola de pelos aquí!? — Preguntó enojado.
— Yoshio siempre duerme aquí conmigo casi todas las noches — Dijo ella.
— Ah no ¡El costal de pulgas no dormirá con nosotros!
— Katsuki deja de ser tan grosero con Yoshio es solo un perrito — Dijo ella abrazando a su pequeño bebe perrito pero Bakugou veía la escena algo... ¿Celoso? Ya que le molestaba que ese perro no se llevará bien con él y que Ryūko prefiriera más a Yoshio que a él.
— Ya suelta a ese perro — Gruñó.
— No, Yoshio es mi bebé y él quiere dormir aquí.
— ¡Me da igual! — El perro solo gruño enojado con Bakugou y se bajó de la cama para recostarse en la pequeña camita para perro que tenía Ryūko en su habitación y se durmió.
— ¿Lo vez? Yoshio no le gusta discutir como tú comprenderás.
— Me molesta que lo quieras más que a mí y de que me mordió el otro día.
— Es que él aún no confía en tí del todo, Katsuki.
— ¡Como sea! Déjame espacio — Katsuki se acostó junto a Ryūko abrazándola de la cintura recargando su cabeza en su pecho con los ojos cerrados.
— ¿Oye que haces!? — Preguntó Ryūko.
— ¡Solo cállate y duérmete! — Dijo éste con los ojos cerrados abrazándola.
— ¡No puedo si me estás abrazando así!
— ¡Te aguantas! — Después de eso ninguno dijo nada, Ryūko apagó la luz de su lámpara que estaba a un lado aun siendo aprisionada por los brazos del chico explosivo, ella se quedó mirándolo mientras dormía, ella sonrío levemente acariciando la cabeza de él, aunque Bakugou solo tenía los ojos cerrados no estaba durmiendo del todo sintiendo como ella lo acarició y se acurrucó más a ella.
— Eres todo con caso Katsuki-Kun — Pensó la peliazul al observar al cenizo. Después de eso ella se quedó dormida poco a poco al igual que él.
(...)
Ya era de dia, la chica dragón sentía que algo pesado la estaba sofocando, abrió los ojos y se topó con Katsuki dormido recostado su cabeza en pecho y notó que una de sus manos estaba en donde tenía recargada su cabeza.
Estaba tocándole uno de sus pechos estando dormido, trató de moverlo pero era pesado y cuando lo movió apretó su agarre abrazándole con un brazo y con el otro en uno de sus pechos, lo peor era que ella emitió un gemido cuando éste apretó el pecho.
— ¡K-Katsuki! — Gritó ella llena de vergüenza.
— ¿Tan temprano y ya estas molestando enana berrinchuda? — Katsuki se despertó algo molesto y soñoliento notando apenas donde tenía las manos y una vez que observó claramente notó que Ryūko estaba sonrojada y que él tenía su mano izquierda dentro de la blusa de Ryūko, para ser específico debajo del sostén apretando un pecho.
— ¡¿Que estas mirando?! ¡Quita tu mano de ahí! — Gritó ella.
Bakugou estando sorprendido apretó el pecho sacándole un pequeño gemido a Ryūko — Es suave.
— ¡Baka, quita tu mano de ahí ya!
— ¿Por que? — Sonrió pícaro.
— ¡Katsuki! — Regaño ella.
— Ya, ya esta bien maldita enana — Él quitó su mano estando ahora sentándose en la cama mientras Ryūko también se sentó y se acomodó en sostén y la blusa mientras Bakugou la miro de reojo — Aguafiestas.
— Pervertido — Ambos se miraron enojados pero luego Bakugou sonrió de lado y rio levemente.
— Ya deja de quejarte enana tonta — La tomó de la mejilla para darle un tierno beso en los labios después de separarse ella solo hizo pucheros enojada y avergonzada — Y que si soy pervertido tú aún así me amas enana berrinchuda jajaja.
Ella no dijo nada solo se quedo callada estando avergonzada y con unos pucheros mirándolo pero tenía razón no podía decir lo contrario ya que era verdad lo dijo Bakugou.
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