Capitulo 42.

Al día siguiente después de clases toda la Clase A fue a ver a Ryūko al hospital.

— Me alegra tanto verlos chicos — Dijo la peliazul con una sonrisa.

— Trajimos algunos regalos espero que no te moleste — Dijo Yaoyorozu.

Ryūko vió que algunos eran bolsas pequeñas de dulces, flores en ramos pequeños y uno que otro peluche.

— No se hubieran molestando, enserio — Dijo ella nerviosa por el detalle de sus compañeros.

— Lastima por que estaba en oferta y no hay devoluciones — Dijo Mineta.

— ¿Y como te sientes Ryūko-Chan? — Pregunta la castaña.

— Me duele la espalda aún y la cabeza pero yo ya quiero salir de aquí e irme a casa.

— El doctor dijo que Buruyama y tu tienen que quedarse dos días más para observación — Informó Todoroki.

— No me lo recuerdes Shoto que ya me quiero ir — Dijo Ryūko.

— Se ve que no te gustan los hospitales — Dijo Kyoka.

— Ya lo había mencionado Jirou — Dijo Masayuki.

— Pero ya todo termino ¿No? — Preguntó Midoriya.

— Dicen que Gosuto está en coma pero no se, él ya dejo de importarme ahora — Respondió Ryūko.

— Pero descuida ya pronto saldrás de aquí y volverás a la academia — Dijo Mina.

— Les quería pedir de favor, si me pasan los apuntes de hoy — Pidió la chica dragón.

— Claro, yo te los paso Masayuki-San — Dijo amablemente la azabache.

— Gracias Yaomomo-Chan — Agradeció Ryūko.

— ¿Pero por como fue tu pelea con Gosuto? — Pregunta Tokoyami.

— La verdad difícil, de no ser por Katsuki tal vez habría terminado peor — Respondió Masayuki.

— Por como vimos a ese sujeto todo quemado, ya me imagino — Dijo Kaminari aún espantado cuando vieron a Gosuto.

— ¿Y Katsuki no vino con ustedes? — Preguntó Ryūko.

— Dijo que antes de venir tenía algo que hacer antes pero que me dijo que si preguntabas por que te lo dijera — Dijo Kirishima sonriendo.

— Oh, ok — Respondió ella.

— Pero lo bueno es que tú y tu hermano Blue Dragón están bien Kero — Dijo Tsuyu.

— Si y les agradezco mucho que vinieran a verme — Dijo la chica dragón con una cálida y felíz sonrisa a sus compañeros.

Mientras tanto Bakugou estaba en casa de los Todoroki ya que quería ver como estaba el perro de Ryūko.

— Fuí a ver a Ryūko en la mañana, ella ya sabe que Yoshio está bien no es necesario que vinieras — Dijo Fuyumi.

— Bueno, tengo otra cosa que hacer antes de ir con Ryūko — Katsuki ahora se dirigió a un restaurante de Ramen para llevarle a Ryūko ya que no sabía que llevarle, pensó en llevarle a escondidas a Yoshio pero sabía que en el hospital no permitían perros así que pensó en llevarle su platillo favorito.

— Gracias por pasarme los apuntes Momo-Chan — Dijo Ryūko.

— No es nada, está bien que no pierdas detalle de las clases. — Ryūko estaba escribiendo pasando los apuntes por suerte no tuvieron tantas clases debido al entrenamiento y Ryūko no quería atrasarse con sus clases.

Los demás ya se habían ido, también habían venido Kendo y Tetsutetsu a ver a Ryūko, algunos fueron a ver a Buruyama y después se fueron, al terminar de tomar los apuntes Yaoyorozu se fue y Ryūko guardo sus cosas en su mochila que le había traído Fuyumi en la mañana.

— Ryūko — Dijo Bakugou entrando a la habitación del hospital con algo en manos pero escondido en una bolsa.

— Oh, hola Katsuki — Ella sonrió al verlo. Bakugou se quedó viendo la habitación y notó habían flores, bolsas de dulces y uno que otro peluche.

— ¿Y todo esto? — Preguntó el chico explosivo.

— Los chicos de nuestra clase vinieron a verme — Respondió Ryūko.

— Si sabía que vendrían pero no que te traerían regalos! — Gruñó.

— Les dije que no era necesario ahora tendré que llevarme todo esto a casa cuando salga, ¡Auch! — Dijo ella con gesto de dolor al final ya que se había movido de más y aún tenía adolorida las heridas de su pelea con Gosuto.

— Ya no te muevas que debes descansar — Bakugou notó la mochila de Ryūko a un lado de la cama de esta y luego dejo su bolsa en una mesa para hospital que tenía Ryūko.

— ¿Por que está tu mochila aquí? — Preguntó Katsuki.

— Le pedí a Fuyumi que me la trajera y hace rato Momo-Chan me pasó los apuntes del día de hoy — Respondió Ryūko.

— Esta bien que quieras estar al corriente con las malditas clases pero debes descansar, tonta — Dijo con leve molestia de que ella no se dispone a descansar por su bien.

— Ya no me regañes Katsuki — Respondió ella haciendo pucheros.

— Anda ten, te traje algo de comer ya que la comida de hospital no es muy buena — Dijo Bakugou sacando la comida de su bolsa.

— ¿Me trajiste Ramen? — Dijo ella emocionada.

— Si — Bakugou sacó de la bolsa el Ramen recién hecho junto con dos palillos, rápido Ryūko lo tomó y se puso a comer.

— Muchas gracias Katsuki-Kun — Ella seguía comiendo su ramen mientras Bakugou se sentó en una silla junto a la cama de Ryūko — Estaba delicioso — Ella se terminó el Ramen muy rápido ya que de por si tenía hambre pero no podía llenar su estómago con los dulces que le trajeron.

— No comas tan rápido, te podrías enfermar — Le regañó su novio.

— Katsuki tan solo por hoy ¿No podrías dejar de regañarme? — Preguntó.

— Te regañaré las veces que sean para que no se te ocurra hacer otra estupidez.

— Eres malo Katsuki — Hizo pucheros cual niña pequeña, Bakugou solo bufo y luego miró los regalos que le trajeron a Ryūko.

— ¿Y esos bastardos por que te trajeron regalos así? ¿No pudieron pensar en otra cosa que no sean flores y peluches?

— Ya déjalo Katsuki, no me molestan esos regalos y a ti tampoco debería molestarte — Dijo ella tomando la bolsa de dulces tomando una barra de chocolate blanco con trocitos de chocolate oscuro comenzando a comerse este.

— Oye y ya ¿te dijeron cuando vas a salir?

— No, según Shoto tengo que estar aquí uno o dos días más.

— ¿¡El bastardo mitad y mitad te trajo uno de estos regalos!?

— Jajajaja claro que no jajaja, Shoto sabe que no me gustan este tipo de regalos aunque agradezco el gesto de los demás al traérmelos, me conformo con el ramen que me trajiste de verdad lo necesitaba.

— Es que tu siempre piensas en comida — La miró este haciendo caras las cuales le causaban gracia a Ryūko.

— Eso es obvio Katsuki ya me conoces.

— Y aún sigues siendo una dragona berrinchuda.

— Y tu un tsundere explosivo sin remedio — Ambos se miraron para luego Ryūko comenzó a reírse y Bakugou solo sonrió de lado mirándola.

— Bueno, ya solo espero salir de aquí pronto.

— Y aparte que te cobraré todo lo que me debes.

— Oye pero si no te debo casi nada.

—  Ya me lo cobraré después — Dijo este con una sonrisa pícara y Ryūko solo se sonrojó haciéndole pucheros enojada.

— Eres un pervertido...— Desvío la mirada aún haciendo los mismos gestos faciales pero estos cambiaron rápidamente a un asombro cuándo Bakugou se acercó a ella.

Ella lo miró de reojo notando que el la miraba fijamente, se giró por completo quedando frente a frente. Bakugou sonrió al ver que la chica se sonrojo aún más ante su mirada.

Lo que hizo después fue acercar sus brazos a ella rodeando a la chica en un abrazo sin despegar la mirada de ella, la peliazul correspondió el abrazo pero se puso un poco incomoda pero no despegó sus zafiros de aquellos rubíes del chico explosivo.

Bakugou se acercó a su oído para susurrarle algo — Solo voy a pedirte una cosa...solo una maldita cosa, Ryūko — Dijo el cenizo abrazando a la chica quién se preocupó por la forma en que le habló.

— ¿S-si? ¿Q-que es Katsuki-Kun? — Dijo ella algo nerviosa y algo preocupada debido a que este le dijo muy serio aquello.

— No quiero que vuelvas a intentar salvarme de nuevo...¿Oíste? — Susurró de forma autoritaria, apretando un poco su agarré en el abrazó mientras hundió su nariz en el cuello de la chica oliendo su característico leve olor a fresa. — No quiero que tú te arriesgues por mi como lo hiciste cuando peleaste con ese bastardo.

Ella se sorprendió por aquello, Ryūko actuó sin pensar cuando se atravesó siendo atacada por esas cuchillas de fuego en su espalda, aún le dolía la espalda pero en parte de lo que ocurrió en esa pelea fue para salvar a Katsuki más que nada.

— Lo mismo va para ti, Katsuki — Dijo ella en tono serio.

El cenizo se alejó muy poco del cuello con expresión seria, se alejó más hasta quedar frente a frente, tanto él como ella estaba con miradas fijás y serias.

— Tu también me has intentado salvar sin que yo te lo pida y estoy agradecida por ello pero si me pides eso, es cómo si yo te pidiera que no me salves y yo se que lo harás ¿No? — Dijo ella.

— Por supuesto que lo haré con o sin tu maldito consentimiento — Respondió.

— Lo se pero el sentimiento es mutuo y si estás conciente de lo testarudo que eres sabes que yo también lo soy — Dijo ella aún mirándolo a los ojos pero está vez le sonrió con ternura.

— Lo se perfectamente — Sonrió engreído conociendo que ambos eran demasiado testarudos y sin importarle más sólo beso a su chica dragón quién rió un poco en el beso y correspondió gustosa. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top