Capitulo 17.
Narra Ryūko
Ésto era incómodo, estando en la habitación de Katsuki mientras el estaba bañándose, le dije que podía esperar en la sala así como el lo hizo cuando yo me estaba bañando pero Katsuki es terco.
— ¡Katsuki mejor te espero en la sala...! — Le dije.
— ¡Si sales por esa puerta salgo desnudo! — Me respondió estando dentro del baño.
— ¡¡¡Ni se te ocurra!!! — Grité avergonzada.
— ¡Entonces quédate sentada en mi cama! — Me ordenó él.
— ¡B-bien! — Esto es verdaderamente incómodo ¿Por que quiere que este aquí? Prefiero esperarlo afuera pero es muy necio.
— ¡Ya voy a salir! — Me avisó.
— ¡O-ok! — Yo quede de espaldas de la puerta del baño para no verlo cuando salga ya que él solo se llevó su ropa interior.
— Ryūko...— Me llamó él.
— ¿Q-que? — Pregunté sin míralo.
— Voltea cuando te estoy hablando...
— ¡Así estoy bien, ya ponte la maldita ropa!
— No hasta que voltees.
— ¿¡Y para que demonios quieres que voltee!? ¡Yo cuando me estaba bañando no te hice pasar por lo mismo! — Grité sonrojada sin mirarlo.
— Lo se...¡Me cerraste la maldita puerta de tu habitación en la cara! — Me quería reír al recordar eso.
— Por que estabas insistiendo en estar en mi habitación mientras me bañaba ¿¡Acaso estas loco!? — Le reclamé.
— Por tí tal vez, maldita enana berrinchuda — Note que este camino hacia su clóset yo trataba de evitar mirarlo pero luego noté que el estaba muy cerca a lado mío.
— ¡¡¡KYAAAAAA!!! ¡No me asustes así! — Él me tomó por sorpresa, sentí mi cara arder no pude evitar mirar su pecho, sus abdominales bien marcados, su cabello casi húmedo y estaba en bóxers rápido evité contacto visual mientras escuche reír a Katsuki.
— Jajaja estas más roja que un tomate, Ryūko jajaja — Dijo él entre risas mientras yo estaba avergonzada.
Narra Bakugou
Era divertido hacerla sonrojarse, le dije que se quedara en mi habitación como venganza de cerrarme de un puertazo en la cara cuando quería entrar a su habitación pero su expresión justo ahora no tenía precio.
— Solo ponte la maldita ropa de una vez Katsuki — Me dijo ella, yo reí un poco por esa malditamente adorable reacción de Ryūko, solo me puse unos pantalones cortos y mientras ella no me veía me acerque tomándola desprevenida recostandola en mi cama estando encima de ella. — ¿¡Que demonios haces!?
— ¡Tranquila enana, no tienes que gritar!
— ¡Tú eres el que esta gritando!
— ¡Entonces callate!
— ¡Obligame! — Sonreí pícaro por eso.
— Está bien — Tomé sus manos desde las muñecas colocándolas arriba de su cabeza y después me acerque a sus labios ella comenzó a forcejear, maldita enana ¿¡Por que no solo se relaja y lo disfruta!? Seguí con el beso sin soltar mi agarre, después noté que ella dejó de moverse correspondiendo a mi beso al fin, después de que comenzó a intensificarse ese beso al separarme de sus labios baje mis besos por su cuello y coloque sus manos en mi pecho — Puedes mirar y tocar, Ryūko.
— Oye Katsuki ya ponte una camisa — Dijo ella aún sonrojada evitando mirarme. Ésta enana es más tsundere que yo, no admite que quería verme sin camisa ¡Yo lo se!
— Recuerda que aún me debes lo que me pediste sobre Deku, ya lo estoy intentando tratar como querías — Le recordé.
— Si lo se pero...no creí que me pedirías algo tan exagerado — Ella enfocó nuevamente su mirada en mí, ese gran tono rojizo en sus mejillas que la hacía ver malditamente linda, esta era una buena oportunidad sin los viejos aquí pero si ella no quiere entonces no puedo forzarla.
— Bien ya me voy a poner la camisa para ir a comer.
— B-bi-bien — Me quité de encima de ella mientras que colocaba una camisa, ella rápido se sentón en mi cama aún evitando mirarme pero luego escuche los gruñidos de su estómago pidiendo comida.
— Listo, iré a prepararte algo de comer — Salí de mi habitación para ir a la cocina ella me sigo sentándose en la barra que había en la cocina.
— ¿Tu harás la comida? — Preguntó.
— ¡Obvio! ¿Para que quieres ir a un restaurante para estar rodeados de malditos extras fastidiosos?
— No tienes dinero ¿no es así? — Mire que ella hacia un gesto burlón diciendo eso en broma luego la vi reírse — Bromeo, solo bromeo Katsuki y tienes razón además tu cocinas mejor que los chef de los restaurantes. — Al menos admite que tengo talento culinario, quisiera que admitiera que soy bueno para otras cosas.
— ¿Entonces, tu crees que soy un excelente cocinero? — Dije mientras estaba preparando la comida para los dos mientras ella me veía sonriendo.
— Claro que si — Me respondió sonriendo.
— ¿Y soy excelente besando? — Vi que en ese momento se puso totalmente roja evitando mirarme, parece una tsundere sumisa cuando hace eso.
— S-si también — Admitió.
— Bien — Sonreí complacido por que al menos admitió algo mas de mis muchas cualidades, una vez que termine la comida la serví en dos platos para comenzar a comer ya que yo también tengo hambre.
— ¡Esto esta delicioso! — Exclamó ella.
— ¡Obvio, lo prepare yo, tonta! — Le respondí.
— Jeje si — Una vez que terminamos de comer, tuve que lavar los platos que ensuciamos pero cuando termine vi que Ryūko no me quitó la vista de encima.
— ¿Te ocurre algo? — Le pregunté.
— Bueno yo...— Me acerque a ella pero vi que se quedo tranquila y ella fue la que se acercó a mí — Te quiero Katsuki.
— ¿¡Eh, Que...?! — Sentí que ella me abrazó ¿¡Y dice que yo soy el Tsundere, loco y bipolar cuando ella esta peor que yo!? Aunque cuando me dijo que me quería me sentí raro pero correspondí su abrazo. — Yo...
— ¿Que, Katsuki-Kun? — Ella me miró de frente dudosa esperando a que yo continuaría pero no se de pronto sentí que mi cara ardía un poco y luego no pude seguir mirándola.
— Yo también...te quiero maldita enana — Podía notar que ella tenía una gran sonrisa en su rostro cuando le dije eso, la verdad me estoy encariñando aún más con ésta enana berrinchuda más que antes.
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