Capítulo 123.

Ryūko yacía usando nuevamente su traje de héroe, una gran sonrisa se dibujó en su rostro al verse al espejo.

— Aún me queda perfecto — Pensó ella felíz mientras salía de los vestidores de mujeres en la agencia.

— Bien ya nos dieron nuestra primera misión — Dijo Phantom.

— Perfecto, vamos — Con emoción siguió a su nuevo compañero.

Solo fueron misiones que eran secretas siendo del lado oscuro de la cuidad, contrabando ilegal, armas y tráfico de personas entre otras cosas, no era lo que Ryūko esperaba al inicio pero hacia algo bueno de detener el mal desde un lugar más desconocido para el mundo.

Mientras tanto en donde yacían los ojos de todo, Kacchan y Deku estaban haciendo vigilancia en una de las zonas de la cuidad.

— Me alegra que ya dejaran de públicar esos chismes de nosotros — Dijo Deku aliviado de ya no haber visto más artículos atacando a ambos héroes.

— Lo sé, tuve que presionar a esos idiotas para que nos dejaran en paz — Gruñó el cenizo recordando el dolor de cabeza que fueron esos paparazzi.

— ¿Y Ryūko-San que dijo al respecto? — Preguntó Deku.

— Ella no sabe de eso ¿Creo yo? — Respondió el cenizo algo confundido.

— ¿Por que lo dices Kacchan?

— Por qué ella no dijo nada al respecto y conociendola creí que me diría algo sobre ello pero no, Ryūko estuvo como si nada.

— De seguro ella confía mucho en tí como para dudar por mentiras de la prensa — Sonrió el peliverde.

El cenizo miró a su amigo de la infancia, puede que Deku tuviera razón en eso, Ryūko no duraría de él, pensó Katsuki tratando de aliviar ese malestar causado por ese amargo y patético momento de enojo por unos chismes.

(...)

Todo transcurrió como una semana tranquila, sin tantos villanos pero en cuanto a Ryūko ella hacía una misión por día debido a que también tenía que atender a sus hijos, aproximadamente hizo cinco misiones de espionaje y recuperación de objetos junto a su nuevo amigo y compañero Phantom.

— Por suerte tenemos lo necesario para la información que necesita Shoto-San — Dijo él mientras guardaba el dispositivo con la información recolectada.

— Wow, esto de hacer trabajos encubierto es genial, Phantom — Dijo alegremente Ryūko, hace años que no se sentía así.

— Lo sé y más si eres una buena compañera — Comentó Phantom.

— ¿Y tuviste otros compañeros? — Preguntó Blue Flame. Ella aún traía su traje de héroe puesto mientras ambos volaban por el cielo.

— De hecho si, uno de ellos fue tu hermano Blue Dragon — Sonrió al recordar que estar con Ryūko le trajo nostalgia de cuando era novato con Blue Dragon en la agencia de Endeavor.

— Wow — Dijo Blue Flame feliz. Se sentía grandioso para ella estar trabajando de héroe aunque fuesen por unas horas.

(...)

Después de los primeros trabajos de Ryūko como héroe se sintió muy feliz por una oportunidad más para ayudar usando su Kosei. No le importaba si no era reconocida, al menos podría hacer algo bueno para ayudar a los héroes y eso era lo importante.

— Hola Mitsuki-San — Dijo Ryūko entrando a la casa de su suegra. La peliazul traía su ropa de civil y venía por sus hijos que siempre eran cuidados por su suegra mientras Ryūko estaba en sus misiones.

— Hola cariño llegas a tiempo — Dijo la ceniza mayor mientras tenía un mandil de cocina al igual sus nietos. Los tres estaban preparando galletas caseras.

— ¡Hola mami! — Abrazó a su madre la pequeña ceniza de ojos azules.

— Hola cariño — Ryūko correspondió aquel abrazo cariñosamente. Amaba demasiado a su pequeña Katsumi.

— ¿Como estuvo tu día, mami? — Preguntó la pequeña ceniza.

— Estuvo bien ¿Y como se portaron? — Dijo Ryūko.

— Siempre nos portamos bien — Respondió Katsumi.

— Me alegro — Sonrió Ryūko felizmente.

(...)

Los días pasaban y todo era tranquilo tanto en el trabajo de héroes en algunas zonas de la cuidad pero cuando Ryūko y Phantom venían de una misión y así Ryūko no tendría más trabajo por el momento había pasado algo.

Había un robo en un banco cerca pero durante la persecución los villanos chocaron contra un edificio pequeño que resultó ser la escuela del prescolares donde estaba Katsumi.

— ¡¿Que fue eso!? — Gritaron algunos niños más la sensei intentó juntar a los pequeños.

— Usaremos a estos mocosos y a la maestra como reenes — Dijo uno de los villanos.

— ¿¡Papá donde estás!? — Pensó Katsumi asustada.

Por desgracia Bakugou estaba en una zona más alejada patrullando pero en eso Ryūko notó lo que pasó.

— ¿BlueFlame que pasa? — Preguntó Phantom de pronto al ver cómo Ryūko se detuvo.

— ¡En esa escuela está mi niña! — Ella reconoció el lugar al ver humo salir en el aire.

— ¿Que piensas hacer? — Preguntó Phantom preocupado.

Ryūko sin pensarlo dos veces fue hacia ahí, ella no iba a a dejar desprotegido a unos niños inocentes y más a su hija.

— Bien los héroes y la policía nos tienen rodeados — Dijo el líder de los sujetos.

— ¿Oye y qué hacemos con los mocosos? — El villano tomó a una niña de cabello gris que no tenía Kosei aún, mientras lloraba.

— Me da igual solo quiero salir con el botín — Respondió el líder.

El villano miró malvado a la pequeña pero una pequeña explosión azúl le dió en la cara.

— ¡Suelta a mi amiga! — Gritó Katsumi Bakugou con explosiones azules en sus manos.

— ¡Ja! — Soltó a la peligris que corrió hacia la sensei que la abrazó — ¿Una mocosa con Kosei se atreve a atacarme?

Katsumi no tembló ni se dejó intimidar por él, esa pequeña quería mostrar ser valiente y no quería que esos sujetos le hicieran daño a sus compañeros ni a su sensei.

— Es una niñita con agallas — Se burló otro de los villanos en el lugar.

— Creo que le deformaré su linda carita — Dijo el villano dejando salir una especie de fuego negro de sus puños musculosos.

La sensei estaba asustada no quería que la pequeña Bakugou le pasara algo al igual sus compañeros que miraron asombrados y asustados la vez.

El villano iba a golpearla, Katsumi solo estaba preparando el momento de usar sus explosiones pero ese golpe jamás llegó.

— ¿¡Pero que...!? — Cuando estaba por atacar a esa niña unas garras de dragón detuvieron su puño en llamas negras.

Katsumi miró asombrada a la persona delante de ella que la protegió. Miró unas grandes alas azules de dragón al igual unos cuernos y una cabellera azul larga.

— No dejaré que les pongas una mano encima — Dijo Ryūko con enojo.

— ¿Una heroína? — Dijo Katsumi asombrada.

— ¡Ja! Una mujer lagartija — Se burlaron los tres sujetos pero de un puñetazo Ryūko derribó a uno de ellos.

— ¿Quien sigue? — Preguntó BlueFlame de forma burlesca.

— ¡Maldita infeliz! — Gruñó uno de ellos empezando a atacar a Ryūko pero ella desvió el ataque pero usó su fuego especial para proteger con un campo de fuerza a la sensei y a los niños.

— Será mejor que vayas con tus compañeros y tu sensei — Le dijo Ryūko a Katsumi.

La pequeña ceniza obedeció aún sin saber que esa mujer era su madre en un traje de héroe, ya que Ryūko no usaba su transformación en casa ya que desde que Ryūzaki entró a la primaria para entrenar de otras maneras ya casi no lo usaba mientras creció Katsumi.

Ryūko peleaba contra esos sujetos pero uno de ellos podía usar muchos brazos que salían de él para golpearla.

Los niños y la sensei miraban asombrados la pelea pero en eso cuando a Ryūko le faltó a uno más por derrotar, éste la tomó desprevenida y le lastimó el brazo izquierdo.

— ¡Rayos! — Gruñó Ryūko enojada.

— Maldita, no vas a arruinarme esto — Justo cuando iba a atacar, Katsumi le lanzó a lo lejos una explosión azúl — ¡Agh! ¿¡Otra vez tú!? — El sujeto quería acabar con la niña pero en descuido Ryūko le dió tremendo puñetazo en el estómago y en la cara haciéndolo caer al suelo inconsciente como a los demás.

— Maldito — Gruñó Ryūko un poco adolorida — Tiene una cabeza demasiado dura — En eso empezaron a entrar los héroes al notar que hubo una pelea dentro.

Katsumi iba a acercarse a Ryūko para preguntarle quién era pero de la vió desaparecer siendo invisible de pronto.

— ¿A donde se fue? — Preguntó Katsumi.

— Me debes una — Dijo Phantom. Había usado su poder para sacar a Ryūko de ahí antes de que los demás la vieran.

— Gracias, los demás héroes y la prensa iban a verme — Dijo sonriendo un poco pero algo adolorida por sus manos.

Después de eso Bakugou al saber lo sucedido fue al lugar para recoger a su hija y ver si estaba bien.

— ¡Katsumi! — Gritó el héroe DynaMight abrazando a la niña — ¿¡Estás bien!? ¿¡Ninguno de esos miserables te hizo algo!?

— No papi, estoy bien — Sonrió Katsumi — Una heroína genial me salvó a mí y a mis compañeros y a la sensei.

— ¿A si? — Preguntó Bakugou pero luego escuchó los testimonios.

La sensei emocionada dijo lo que hizo Katsumi lo cual a Bakugou le enorgulleció pero cuando escuchó que la sensei y los niños mencionaron a una mujer de alas azules y con fuerza increíble le hizo pensar en alguien pero Katsumi le dijo que ella era una heroína de azúl se le hizo mucha coincidencia.

Bakugou se llevó a su hija con su madre Mitsuki ya que Ryūko no estaba disponible y al tener el resto del día libre fue también por Ryūzaki que ya era la hora de salida.

— ¿Donde demonios se metió Ryūko? — Preguntó Bakugou a su madre quien respondió cubriendo a su nuera.

— No tengo idea Katsuki, pero me alegra saber que a los dos amores no les pasó nada — Abrazó a Ryūzaki y a Katsumi dándoles besos y los llevó a la cocina para darles de comer.

— ¿Donde diablos está? — La llamó como 10 veces pero ella no respondía su celular.

En eso durante la comida Katsumi contó lo que pasó logrando la atención de los tres cenizos presentes. Ryūzaki y Mitsuki sabían quién era esa heroína que salvó a la pequeña Katsumi pero Bakugou Katsuki al parecer ya estaba sospechando.

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