Capitulo 120.

Había pasado el tiempo, Katsumi ya tenía un año de nacida, Ryūzaki tenía seis años iniciando la primaria, Ryūko se la pasaba en casa todo el tiempo y de vez en cuando salía pero a veces se sentía...

Un poco inútil.

Debido a que mientras su esposo se la pasaba trabajando de héroe casi lo veía debido a muchas responsabilidades de parte del héroe DynaMight, el cual hacia su trabajo perfectamente a pesar de ser tan explosivo en su carácter, Katsuki estába logrando su fama para estar cerca de ser el número uno.

Ryūko por su parte hacia las labores domésticas, cuidaba de Katsumi, entrenaba en el gimnasio de la casa de los Todoroki mientras Rei y Fuyumi les gustaba cuidar de la pequeña bebé ceniza mientras Ryūko entrenaba, quería recuperar su condición física porqué tenía alguna esperanza de volver a ser una héroe pero habían inconvenientes.

Entre ellos estaba primero y muy importante cuidar de Katsumi y Ryūzaki hasta que la bebé estuviera un poco más grande como para no necesitar de Ryūko pero aún así la peliazul quería estar para sus hijos pero desde el principio su objetivo era ser una héroe pero no por la fama ni el dinero.

Lo que quería Ryūko más que nada era poder usar su Kosei para hacer justicia, no quería que más niños pasen por lo que pasó ella de perder a sus padres a tan temprana edad, solo quería hacer cosas buenas no le importaba si nadie le agradecía solo quería que no hubiera más maldades en este mundo.

— La pequeña Katsumi es preciosa — Dijo la albina mayor teniendo a la bebé en brazos la cual reía por los comentarios de Rei Todoroki.

— Si que lo es, se parece mucho a tí, Ryūko-Chan — Dijo Fuyumi mirando a la mujer dragón quién estaba levantando pesas.

— Todos dicen eso de ella y de Ryūzaki solo por sus ojos — Dijo con una leve sonrisa mientras levantaba y bajaba las pesas mientras estaban recostada en la base del equipo de pesas — ¿Que horas son? Debo ir por Ryūzaki a la primaria.

— Apenas falta una hora para que salgan — Dijo Fuyumi mirando su reloj viendo que exactamente faltaba una hora para la salida de los niños de primaria.

— Me dará tiempo de darme una ducha en casa — Dijo ella terminando de hacer su levantamiento de pesas — Les agradezco que me dejen entrenar aquí cerca de casa y de cuidar a Katsumi — Dijo la mujer peliazul mientras se secaba el sudor con la toalla que tenía colocada en su cuello y nuca.

— No es nada Ryūko-Chan, sabes que cuando gustes puedes venir — Dijo Rei mientras le sonreía, Ryūko estaba agradecida de que ambas Todoroki le daban su apoyo para su entrenamiento y con la bebé

(...)

Después de una ducha salió con un short naranja, una blusa negra y una gorra que eran mercancía de DynaMight, Ryūko salió con Katsumi en un portabebé cangurera mientras caminaban por la calle, la mujer dragón quería aprovechar una caminata como ejercicio mientras la bebé reía ya que le gustaba mucho esos paseos en caminata con su mamá.

Una vez que llegaron el pequeño Ryūzaki fue directo hacia su mamá dándole un abrazo.

— Hola cariño ¿Como te fue hoy? — Preguntó Ryūko a su adoración.

— Muy bien mami — Sonrió adorablemente su pequeño cenizo — ¿Iremos a casa?

— Si ya que tienes que cambiarte, aparte tengo que ir a unos lugares y ustedes dos tendrán que venir conmigo — Dijo la peliazul ganando una sonrisa de Ryūzaki y una de su bebita.

(...)

Después de ir a casa para que Ryūzaki se quitará el uniforme y dejará su mochila los tres Bakugou estaban caminando por la calle, el pequeño tomado de la mano de su mamá y la bebé en la cangurera, todo estaba tranquilo cuando de repente un ruido llamó su atención.

Unos ladrones estaban escapando y estaban yendo directo a Ryūko pero ella sujetó a Ryūzaki con un brazo y con el otro creó una muralla de fuego azul que servía como campo de fuerza al manipular el fuego a su antojo y detuvo a esos ladrones.

Para finalizar ellos ni vieron venir cuando ella los noqueó  cayendo ambos al suelo, en eso cuando llegaron dos héroes estos solamente vieron a los que estában persiguiendo en el suelo.

En otra parte estaba ya Ryūko más alejada con sus hijos caminando hacia el consultorio de Asami para ir por sus vitaminas.

— ¡Eso fue increíble mamá! — Dijo el pequeño asombrado después de como pasó aquello tan rápido ante sus ojos

— No fue nada en realidad Ryūzaki — Dijo Ryūko sonriéndole

— Pero fue asombroso como usaste tu fuego azul y los noqueaste de un solo golpe — Dijo el pequeño mientras hacía poses de lo que vió que Ryūko hizo.

— Jejeje es solo que mientras no estás en casa entreno un poco en casa de tu tía Fuyumi

— Eres igual de genial que papá — Dijo el cenizo menor con un brillo en sus ojos.

— ¿Eso crees, Ryūzaki? — Preguntó ella felíz ya que no creía que despues de tanto su hijo la siga admirando

— Claro que si, aún recuerdo cuando te veía en televisión siendo héroe — Dijo felíz el niño — ¿Volverás a ser héroe?

— Eso quiero pero primero debo cuidar de Katsumi ya que ella me necesita al igual que tú, tal vez en dos años o tres regrese a ser héroe — Dijo ella pero luego recordó otros detalles — Aunque conociendo a tu papá no va a querer.

— Entonces no hay que decirle — Sugirió el pequeño a lo que Ryūko lo miró.

— Mentir está mal — Dijo triste ya que no quería mentirle a Katsuki ya que prometió eso.

— Pero...será nuestro secreto mamá — Dijo el pequeño ilusionado ya que el quería ayudar y apoyar a su mamá en todo.

— Bien será nuestro secreto Ryūzaki — Dijo ella mirando con ternura a su pequeño, enserio amaba a su hijo y también a Katsumi que los miró con atención — También el tuyo Katsumi — Dijo Ryūko dándole un beso en su frente a lo que la bebé rió felíz.

Habían ido al consultorio de Asami por las vitaminas y después fueron a la casa de sus suegros ya que Mitsuki siempre los invitaba a comer y después de comer en eso surgió la conversación de algo.

— Es genial que entrenes y si piensas volver a ser una héroe tienes todo mi apoyo — Dijo la ceniza teniendo a su nieta en brazos jugando con ella.

— Se lo agradezco mucho Mitsuki-San pero aún así será después de que Katsumi crezca un poco ya que ella me necesita — Dijo Ryūko mirando a la bebé y también miraba a Ryūzaki quién estaba jugando con su abuelo Masaru — También Ryūzaki así que tendrá que ser después ya que además de mi entrenamiento también el prueba será como volveré a ser héroe y además de que Katsuki...

— No te preocupes por ese necio, el también debe de entender que tú también tienes tus metas, no solo el de ser madre estába desde antes y eso debe de saberlo bien — Dijo la ceniza mayor.

— Lo se, no quiero mentirle a Katsuki ni guardarle secretos pero también es difícil...— Dijo un poco desanimada

— No creo que debas estar así mientras que tus sueños se detienen, tus intenciones son muy buenas Ryūko-Chan, mereces otra oportunidad más para ayudar a esta ciudad así como lo hiciste en Tokio

— ¿Usted lo cree?

— Estoy segura y más por qué sabes que tienes personas que te apoyamos con ello y si Katsuki no va a querer tendrá que aguantarse por andar de pervertido contigo.

— Jejeje tiene razón, gracias Mitsuki-San — Sonrió agradecida con su suegra quién también fue como una madre desde el tiempo que llevan de conocerse.

(...)

Después de rato estaban en casa, Ryūko preparaba la cena mientras que Ryūzaki y Katsumi veían la televisión estando en la sala, la bebé estaba en un andador junto a su hermano quién jugaba con sus figuras de acción

Terminando la cena Ryūko preparo todo acomodando la mesa para recibir a su esposo que no tardaría en llegar, en eso la mujer dragón veía la televisión en el marco de la entrada a la cocina que estaba cerca de la sala

Miró feliz a sus dos hijos y luego miró lo que estaba en pantalla viendo que sus hijos estaban viendo la película de Hércules de Disney, cuándo Zeus dijo las palabras que caracterizaba a un héroe, no por el tamaño de sus músculos sino por el tamaño de su corazón al hacer acciones buenas para salvar a los demás sin pedir nada a cambio

Ryūko no necesitaba la fama ni el dinero, sólo quería usar su Kosei para ayudar a los demás, si no recibía el crédito eso era lo que menos le importaba pero luego miró a sus amores, sus dos cenizos pequeños de ojos de zafiros, ellos la necesitaban más ahora que los demás del mundo y eso por eso que estaba dispuesta a esperar otra oportunidad y estaba segura de que le llegaría una para volver a ser una héroe.

El sonido de la puerta de la entrada llamó su atención entrando allí su esposo, Bakugou Katsuki quien apenas llegó después de un largo día

— Ya llegue — Dijo simplemente a lo que Ryūzaki lo recibió con un abrazo y la bebé acercándose por medio de su andador

— Bienvenido — Dijo Ryūko acercándose a ellos viendo que Katsuki tenía en brazos a sus dos hijos abrazándolos y luego acomodó a Katsumi en su andador y a Ryūzaki lo bajo con cuidado

— ¿Ya está la cena? — Preguntó el cenizo cuándo los niños se alejaron para seguir viendo la película.

— Si, acabo de prepararla solo con ir al comedor para servirla y...— Dijo ella sonriendo pero fue interrumpida por el cenizo al ver que ella traía esa blusa que le regaló él, sonrió pícaro ya que le gustó cómo se veía esa blusa puesta en Ryūko

La tomó de la cintura abrazándola para luego besarla, su esposa sonrió durante el beso mientras lo correspondió, sabía que el cenizo siempre hacia eso, pero siempre la tomaba desprevenida y ella aún sabiendo eso siempre caía en ello.

Fueron al comedor colocando a Katsumi en una sillita especial para darle de comer mientras Katsuki y Ryūzaki estaban cenando, Ryūko al mismo tiempo comía y también le daba a de comer a su bebé con cuidado.

Después de la cena Ryūko lavó los platos y limpio la cocina después fue a bañar a sus hijos para prepararlos para que se fueran a dormir, en este caso a Ryūzaki ya que Katsumi era difícil hacerla dormir a veces, Katsuki también se ducho ya que estaba cansado por todo lo que trabajó el día de hoy, él traía una camisa de manga larga de color azul oscuro mientras cuidaba a la bebé recién bañada y cambiada.

La pequeña Katsumi traía puesto un mameluco naranja con unas letras que decían Queen junto con una corona decorando aquella prenda.

Ryūko arropó en la cama a Ryūzaki, asegurándose de que duerma bien, le estaba contando un cuento mientras Katsuki cuidaba de Katsumi tratando de hacer que se duerma lo cual él cenizo lograba hacer ya que también quería ayudar a su esposa Ryūko con sus hijos

Después de un rato Ryūzaki cayó en los brazos de Morfeo mientras Ryūko le dió un beso en la fuente mientras que salió de su habitación cuando fue a la sala para ver a su hija y Katsuki vió una escena de lo más linda que hasta le tomó fotografía

Katsumi yacía dormida en un brazo de su padre mientras que Katsuki también se durmió ya que si estaba cansado, después de tomar la fotografía en su celular, cargó a Katsumi para llevarla a su habitación recostándola en su cuna después fue a ducharse también para irse a dormir

Ya después de eso fue por Katsuki a la sala ya que lo dejo aún dormido allí, se le hizo gracioso verlo dormido en esa posición

Se acercó para hablarle, ya que tenía que ir a dormir en su cama, ya que dormirse en esa posición en la sala sería muy incómodo

— Katsuki... Katsuki — Ella lo movió un poco tratando de despertarlo pero la mano con la que mi movió fue sujetada rápidamente por él y la acercó hacía él mismo abrazando a Ryūko — Ya Katsuki, los niños están dormidos — Hizo pucheros siendo abrazada por los fuertes brazos de su esposo quién la abrazaba no tan fuerte

— Bien ya voy enana berrinchuda — Dijo mientras sonrió algo burlón debido a los pucheros de Ryūko

Era algo de lo que jamás se cansaba, adoraba ver esos pucheros que le dieron el apodo para ella, su enana berrinchuda, ya que Ryūko a pesar del tiempo siempre fue y será más bajita que Katsuki 

— ¿¡Oye que haces!? — Exclamó Ryūko.

Katsuki se levantó del sofá pero cargó a Ryūko en sus brazos llevándola hasta su habitación, le gustaba molestarla un poco con eso, era divertido jugar así de vez en cuando, hacia que los días fueron agradables al momento de llegar a casa

No habían discusiones ni peleas entre ellos, eran un matrimonio feliz y eso era lo que ambos querían demasiados

Pero como dicen....la felicidad no dura para siempre.

(...)

Los días pasaban volando al igual los meses y así convirtiéndose en años no muchos pero si los mismos por los que Ryūko paso hace tiempo cuando nació Ryūzaki

Katsuki fue nombrado el héroe número uno junto con Deku siendo ambos el Wonder Duó, uno siendo el número uno y el otro siendo el símbolo de la paz, All Might estába orgulloso de ambos, al igual Ryūko quien deseó tanto que Katsuki y Izuku fueran ese gran dúo que era ahora

Pero ella...para ella su oportunidad llegó cuando Katsumi tenía más de los cuatro años teniendo ya la capacidad de hablar y comprender un poco las cosas, Ryūzaki tenía díez años cumplidos siendo ya un niño grande.

La oportunidad de Ryūko llegó un día muy especial en el que Todoroki Shoto fue la razón de ello

— ¿Para que querías verme, Shoto? — Dijo Ryūko entrando a la oficina de Endeavor ya que el héroe le cedió el control de la agencia a Shoto mientras Enji estaba de viaje

— Necesito hablar contigo de algo, toma asiento por favor — Dijo el heterocromático a lo que Ryūko hizo, tomando asiento en la silla frente al escritorio

— ¿De que querías hablarme, Shoto? — Preguntó ella con curiosidad ya que le sorprendió la llamada de su amigo.

— Es algo importante y tú eres la más capacitada para ello — Dijo Shoto.

— ¿De que se trata?

— Ryūko...¿Te gustaría volver a ser una héroe? — Le preguntó Todoroki a lo que Ryūko se sorprendió pero sonrió debido a que no creyó que la oportunidad volvería tan pronto como lo esperaba.

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