Capitulo 119.
Narra Bakugou
Eran las 3:35am, me desperté por qué Ryūko tuvo que levantarse para atender a la bebé, no sabía que esa niña haría lo mismos durante tres días, llorando solo en las malditas noches, eh notado que Ryūko no ha dormido bien a causa de esto, me levanté para ver qué a estado haciendo ya que desde hace rato que dejó de escucharse el llanto de la bebé y Ryūko no a regresado a la habitación.
Cuando fuí a la cocina ví a la enana berrinchuda que tengo por esposa tomando varias cosas rápidamente, en su rostro tenían las ojeras marcadas después de estos días sin dormir bien.
— ¿Que te pasa?
— Cuando terminé de atender y hacer que Katsumi se volviera a dormir fui a revisar a Ryūzaki y tiene fiebre.
En eso ella tomó varias cosas y pasó junto a mi rápidamente dejándome solo en la maldita cocina para ir a la habitación de nuestro hijo, le seguí y noté que ella estaba atendiendo al enano que ardía en fiebre.
Narradora
Mientras el cenizo observó desde el marco de la puerta de la habitación Ryūko aún con mucho sueño se aguantó para atender a su niño que estaba con mucha fiebre, le puso un trapo mojado con agua fría le puso un termómetro para saber si la temperatura del cuerpo del infante bajaba.
(...)
Toda la noche estuvo Ryūko despierta atendiendo a su pequeño y también a Katsumi quien estaba en un portabebé en la habitación del cenizo menor
— Aquí están las medicinas para el enano
Este había salido temprano en la mañana para ir por las medicinas para su hijo en eso cuando entró a la habitación del niño notó que Ryūko estaba dormida recostada sobre la cama a lado de Ryūzaki quién estaban despierto pero algo mareado debido a la fiebre pero se había sorprendido de ver a su madre dormida junto a él y a su hermanita en el portabebé jugando con un juguete para bebés mientras reía bajito eso lo notó el cenizo mayor recién llegado
— ¿Como te sientes, enano?
Este se acercó al pequeño colocando una de sus manos en la fuente del cenizo menor que su rostro aún estaba un poco sonrojado por la fiebre pero ya no estaba tan grave como anoche, agradeció que fuera sábado para no tener que avisar sobre faltar o algo por el estilo, en eso el niño le respondió lo que había preguntado su padre
— Un poco mareado papá
— Tienes que tomarte ésto para que te mejores
Sacó las medicinas que eran en jarabe al ser un niño pequeño no debía tomar pastillas aun, el pequeño tuvo que tomarse aquél jarabe de saber amargó, pero luego miró a su mamá quien yacía profundamente dormida junto a el
— ¿Que le pasó a mi mamá?
— Se quedo toda la noche cuidando de ti y de tu hermana
Al decir aquello ambos escucharon la adorable risita de Katsumi, en eso Katsuki tomó el portabebé llevándose a la bebé afuera de la habitación
— Iré a preparate algo de desayunar, quedate acostado en un rato te lo traigo
Sin más se fue a la cocina junto con la bebé quién reía divertida siendo llevada por su padre, para ella era un pequeño paseó hasta la cocina, Ryūzaki miró a su mamá quien yacía en un profundo sueño, no dormía sus ocho horas a como debía y ahora sería difícil despertarla, el cenizo menor era lo que menos quería, su mamá necesitaba descansar también
Pero solo fue por unos minutos, Ryūzaki salió de su habitación trayendo puesto su pijama de azul con estrellas blancas y fue hacia la barra de la cocina subiéndose a la silla, a lado de él estaba Katsumi quien balbuceo al ver a su hermanito y su padre se dió la vuelta al momento notando la presencia de su hijo
— ¿¡No te había dicho que te llevaría desayuno!?
— Si pero creí que sería mejor dejar a mami descansar
El pequeño miró a su derecha donde yacía el portabebé, la bebita solo balbuceo viendo a su hermanito el cual sonrió viendola
— Hola Katsu-Nee
Dijo de forma adorable para su hermanita quién solamente rió felíz, esa escena solo causó que su papá tomará una foto con su celular mientras trataba de ocultar su leve sonrojó y en eso puso el desayuno de Ryūzaki frente a el y también el suyo
— Anda desayuna, enano
— Gracias por la comida
Dijo el pequeño agradeciendo para luego comenzar a comer, fue un desayuno tranquilo excepto por las risas y balbuceos de Katsumi, "Va ser muy parlanchína" pensó el padre de la bebé mientras terminaba de desayunar
Cuando terminó de comer lavó los platos y lo que se usó para el desayuno, una vez que acabo con ello fue a la habitación de Ryūzaki para ver a Ryūko.
Ella seguía dormida, la pobre se desveló por más de tres días pero la tomó en brazos para llevarla a su cama para qué durmiera mejor la peliazul.
Cuando regresó a la cocina vió que Ryūzaki aún estaba juntó a su hermanita cuidando de ella en la pequeña ausencia de su padre al llevar a Ryūko a su habitación
— Tienes que ir a acostarte a descansar, Ryūzaki — Habló el cenizo mayor.
— Si ya voy papá — El pequeño obedeció a su padre para irse a acostar un poco, aún le dolía la cabeza pero con la medicina que le dió su padre pronto se recuperaría.
(...)
Después de unas horas la peliazul se levantó, la pobre aún estaba cansada pero se adentró a la ducha para poder despertar pero cuando terminó de cambiarse recordó que su niño estaba ardiendo en fiebre y fue a toda velocidad a verlo.
Pero cuando entró a la habitación del pequeño vió que el ya no tenía tanta fiebre, tenía solamente un pequeño sonrojó mientras dormía, ella sonrió al ver que su niño ya estaba mejorando, le dió un pequeño beso en su frente y salió de la habitación para dejarlo dormir.
Cuando salió fue directo a buscar a su hija ya su esposo pero cuando fue a la sala se encontró con una de las escena más lindas del mundo
Katsuki, su Katsuki le estaba dando biberón a la pequeña Katsumi, ya que Ryūko no solo le daba pecho de vez en cuando también Asami le recomendó darle en biberón una fórmula de leche preparada para bebés.
El cenizo estaba de espaldas de la peliazul quién no hizo ningún ruido, solo se dedicó a mirar aquello mientras sonrió muy feliz de ver que Katsuki se las arregló solo cuando de sus hijos.
Cuando terminó de darle biberón acomodó a la pequeña ceniza en su hombro dándole palmaditas suaves hasta que escuchó un adorable eructo, la bebé se rió ya que no sólo le causó gracia el sonido que emitió su pequeña boca sino que su mamá estába a su vista, extendió sus bracitos mientras balbuceo pidiendo que su mami la tomé en brazos.
El cenizo notó eso y cuándo se giró vió a Ryūko quien sonreía de dos formas distintas una era que estaba encantada viendo lo que hizo el y la otra era de burla debido a que era demasiado tierno.
— ¡No te burles, Ryūko! — Regañó el cenizo viendo a su esposa reírse un poco.
— No me estoy burlando, solo que eso fue los más tierno que eh visto, Katsuki — Dijo muy feliz la oji-azul.
El cenizo solo le entregó a la bebé mientras el gruñó ya que estába avergonzado pero no lo iba a admitir además de que desvío la mirada.
— Gracias por cuidar de ellos mientras dormía, Katsuki — Agradeció ella teniendo a su hija en brazos.
— Lo hize por qué has estado desvelandote cuidando de la enana berrinchuda — Dijo refiriéndose a su hija quién sólo se rió de el.
— Y fuí a ver a Ryūzaki, me alegra que ya su fiebre haya disminuído.
— Le conseguí medicinas con tu amiga la doctora, dijo que el enano estará bien en unas horas.
— Eso espero — Dijo ella pero en eso llamó la atención de los tres presentes un sonido que venía del estómago de Ryūko.
— Tienes hambre ¿no es así? — Dijo el cenizo.
— Si jeje — Dijo ella riéndose.
Su esposo fue a la cocina para prepararle algo, la oji-azul notó que la casa estás limpiando y ordenada, sabía que Katsuki sabía hacer labores domésticas pero no quería que el hiciera todo, después de todo ella también sabía hacelo, en eso este la llamó para que ella fuera a comer mientras el cenizo cargó a la bebé.
— Ya para la otra semana tendré que regresar a trabajar así que no quiero que te desveles tanto — Exigió el cenizo.
— Ya lo se Katsuki, pero los bebés no son tan fáciles de cuidar además solo será un tiempo cuando ya Katsumi empiece a crecer.
— Está enana berrinchuda será toda una problemática — Este la tomó con sus manos acomodándola para verla de frente — Así es, serás una enana berrinchuda igual que tu madre — Dijo burlón y juguetón haciendo que la bebé se ría.
Después de eso Ryūzaki despertó ya más aliviado y sin fiebre, Ryūko tuvo que darle un baño a él y a su bebita para llevarlos a dormir ya que Ryūko había dormido mucho y ahora estaba tan despierta.
Cuando arropó a sus niños para que se durmieran ella estaba en pijama que solo consistía de una blusa de tirantes negra y un short del mismo color pero con estrellas y unas letras que decían "Dream" así vestía cuando salió de la ducha.
El cenizo también se había duchado, estaba algo cansando debido a que mientras estuvo su esposa dormida atendió a la bebé y la verdad fue demasiado difícil pero por suerte de que Ryūko despertará al momento ya que después de rato Katsumi necesitó un cambio de pañal.
Ahora era de noche, los niños dormían pero Ryūko ahora yacía despierta y el cenizo solo cerró sus ojos pero se dió cuenta que ella aún estába despierta.
— ¿No puedes dormir? — Preguntó el.
— No, ya que dormí en horas que no debía — Hizo pucheros.
En eso el cenizo se dió la vuelta para verla ya que el estaba de espaldas, ella giró su cabeza solamente para verlo mientras que su cuerpo seguía boca arriba.
— Ahora deberías arreglar tu ciclo del sueño, no puedes estar despierta ahora toda la noche — Dijo Katsuki.
— Lo se y ahora estoy aburrida, no se que hacer, no tengo sueño.
En eso el cenizo sonrió pícaro pensando una idea que le beneficiaba a él y algo que su esposa pudiera hacer, ella notó esa sonrisa y se preocupó, ya sabía que era lo que esté quería.
Este se colocó encima de ella sin aplastarla, colocando sus manos a cada lado de la cabeza de Ryūko.
— Se me ocurre algo que podemos hacer ya que no tienes sueño — Esa sonrisa pícara era lo que hizo a Ryūko ponerse nerviosa
Pero la salvó el sonido de su bebita llorando.
— ¡El deber me llama! — Se quitó al cenizo de encima para ir a atender a su bebita mientras que Katsuki gruñó por qué su plan falló.
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