Misterio.

Will estaba algo nervioso.

Mentira.

Will estaba muriéndose de nervios... y estrés, bordeando la línea de la ansiedad. Sentía el estómago revuelto, como si fuera a vomitar, pero al mismo tiempo como si hubiera un vacío en su torso.

Y de repente la razón de todos esos sentimientos apareció...

Justo del otro lado del pasillo estaba él, haciendo su corazón latir con fuerza.

—Deberías hablarle y ya —le dijo su hermano que estaba al lado.

—Debería —contestó el chico.

—Pero no lo harás —continuó como una afirmación.

Will le sonrió.

—Perdón —fue lo único que atino a responder.

—Luego no me digas nada cuand-

—¡Bill! —le gritó un castaño a lo lejos.

—Exacto —le contestó Will con una sonrisa—, me iré a mi clase, te veo en el almuerzo, saluda a tu novio de mi parte.

—De acuerdo —respondió su hermano sonrojándose ligeramente con el último comentario, mientras Mason llegaba y le daba un abrazo rápido con la misma bota que había usado desde que regresaron de las cabañas.

Al recordar eso un golpe de culpabilidad le dio en su interior, sabía que era su culpa que todo estuviera así, ¿por qué había tenido que hacerlo todo tan incómodo?

Él sabía que era complicado, pero ¿complicar algo tan simple como lo que había pasado? Era excesivo incluso para él, por eso mismo no entendía porque no había podido contestarle a Dipper o siquiera actuar natural.

Por miedo, principalmente.

Aun podía recordar sus brillantes ojos azules mirarlo tan intensamente que sentía que se iba a quemar, sentía que estaba tan expuesto ante él que le aterraba, aún podía recordar el rastro de decepción que había visto llegar a sus ojos con su silencio o al menos quería creer que era decepción y no desagrado.

Will se había paralizado por completo, ¿qué se supone que haces con una confesión así? No lo estaba seguro, pero definitivamente no lo que él había hecho.

Bill y Joy le habían dicho que era perfecto, porque si le había gustado una vez, podría gustarle otra vez; pero en la perspectiva "pesimista" o realista como él prefería que él tenía, eso era como un rechazo, un: me gustabas, pero algo pasó que me hizo darme cuenta que no más.

Como no se cansaba de repetirse, el mayor lo había dicho en pasado y el pasado se usa para cosas que ya no eran.

Sin embargo, eso no quitaba el hecho de lo mucho que extrañaba hablar con Dipper. Lo extrañaba terriblemente, todos le decían que el castaño era seco, cerrado y casi como un robot, pero no era así, junto a él sólo había encontrado calidez, apoyo y aunque Bill no le creía, genuina diversión, realmente podría pasar horas hablando con él y quedarse con ganas de seguir, si debía admitir algo era que realmente extrañaba a su amigo.

Y definitivamente extrañaba la emoción que tenía cada vez que pensaba que podría ser más... emoción que había desaparecido en las montañas.

Will había pasado sus primeras clases en un extraño silencio, tomando notas y escuchando vagamente los modos de calificar de las primeras clases, tal vez Bill tenía razón y debía hablarle, pero ¿qué le diría? ¿Hola? ¿Podemos volver a hablar? ¿Te "gustaba" de volver a gustar o de ya nunca más?

Todo le sonaba estúpido.

Cuando la hora del almuerzo llegó, Will se sintió aún peor.

Dipper estaba en la mesa, sentado con un libro en las manos y ni siquiera alzó la mirada cuando el chico se acercó a la mesa, sin embargo, Will decidió ignorar eso y evitó mirar al castaño mientras continuaba con su anuncio... anuncio que no debería estar haciendo en primer lugar, pero eso le pasaba por escuchar a Joy.

Decidió dirigir su mirada a su amiga, la cual no lucía muy contenta con él.

—Verán, tengo noticias sobre el diario —continuó mirando a la rubia, haciendo todo lo posible por evitar mirar al castaño.

—Creí que lo habías devuelto —le dijo Xólotl y Will sintió algo de temor dentro de él.

—Bueno, resulta que hubo un malentendido —contestó con una sonrisa forzada.

—¿Entonces? —cuestionó Pacífica, mirándolo con intensidad así que apartó su mirada.

—Pues... —Will dejó la frase colgando, mientras veía a su hermano, suplicándole que lo ayudara con la mirada.

—Supongo que entonces se cancela la cancelación —completó el rubio y quiso abrazarlo en ese instante.

—Exactamente —comentó el de cabello azul.

—Genial —añadió Xólotl—, porque me encanta el chisme y me había quedado insatisfecho con lo que pasó.

Tras un rato después de acordar que ese día se verían a la salida, los hermanos Gleeful salieron a buscar su almuerzo y Will debía admitir que se sentía aliviado de no estar cerca de Dipper por unos segundos, no porque no quisiera estar junto a él, sino porque sabía que lo iba a terminar de arruinar si se le acercaba.

—¿Y como va todo? —le preguntó Pacífica sacándolo de sus pensamientos.

Will le sonrió a su amiga.

—Bien —le respondió—, estoy algo desvelado, pero bien.

—Tú cuándo no estás desvelado —le dijo con una sonrisa—, pero me refería a otro tipo de cosas, sé que ya me cambiaste por Joy, pero creí que aun confiabas en mí —bromeó la rubia.

Will rió ante ese comentario.

—Eres una exagerada, por supuesto que no te he cambiado por Joy.

—¿Entonces?

—¿Entonces qué?

—¿Entonces por qué no me dices que te pasa? —le dijo con genuina preocupación—, crees que no me doy cuenta, pero Will en los últimos días te he notado algo... triste.

—No es eso —contestó no muy seguro de su propia respuesta—, supongo que es complicado.

Will apartó la mirada, y no pudo evitar mirar en la dirección que los gemelos se habían ido.

—Pero para eso estoy aquí Will... para ayudarte a resolver lo complicado —le comentó con sinceridad.

El mencionado la miró y se sintió culpable, tal vez era momento de contarle la verdad a Pacífica, no podía evitar preocuparse de que le dijera a Mabel, pero diablos, si no podía confiar en su mejor amiga, ¿en quién sí?

—Te contaré —le dijo finalmente, listo para quitarse un peso de los hombros—, pero no aquí —continuó cuando vi a los Gemelos Gleeful regresar.

Will alzó la mirada y cometió el error de mirar a Dipper, él lo estaba viendo de vuelta y sus ojos se encontraron, de inmediato sintió su cuerpo erizarse... la última vez que su mirada se había encontrado con esos profundos ojos azules había sido hacía casi un mes.

Sintió su piel enchinarse y sus mejillas llenarse de color.

—Vamos... afuera —le dijo apartando la mirada de Dipper y susurrándole a su amiga—, a los jardines.

—Seguro —le contestó la rubia, luego se volteo y se dirigió a su novia—, bebé, ¿te veo en clases, de acuerdo? —la castaña la miró confundida.

—¿Mi cielo? —le dijo y le lanzó una mirada de advertencia, como diciendo: "no le vayas a decir".

Will se levantó de su asiento, sin mirar a nadie y se paró a un lado de la mesa, esperando a su amiga.

—Will y yo tenemos que hacer unas cosas —contestó dándole un beso en la mejilla y le susurro con rapidez—, no le diré nada.

Mabel y Pacífica se miraron por un momento, ella sabía que estaba diciendo la verdad.

—Al final del receso te veo para ir juntas a clase.

Will vio a una pelirroja del otro lado de la cafetería y la saludó con la mano, la chica le saludó de vuelta y le lanzó una mirada pícara con sus intensos ojos verdes, provocando que se sonrojara.

—Seguro —le contestó mientras iba tras de Will, preguntándose que había sido esa interacción.

Pacífica se paró junto a su amigo y ambos se dispusieron a salir de la cafetería.

Dipper nada más pudo mirar como el chico se alejaba nuevamente de él; mientras que Will sentía que una vez más, estaba huyendo de sus problemas, sus sentimientos y de él mismo, pero simplemente no podía evitarlo...

La rubia siguió a su amigo hasta uno de los árboles del jardín de la escuela y lo miró tirarse al suelo, de la manera más dramática que pudo, la chica soltó una risita ante esta acción y se sentó a su lado.

—Creo que lo he arruinado todo —soltó Will sin atreverse a mirarla.

—¿Por qué dices eso? —le preguntó su amiga preocupada.

El chico miró a su amiga, la conocía de toda la vida, la quería y confiaba plenamente en ella, en otras circunstancias ella hubiera sido la primera en enterarse y no entendía por qué le daba tanto trabajo decirle la verdad, pero sentía que era momento de decirlo.

—Mentí sobre el diario —soltó sin más.

—¿No tienes el diario? —le preguntó asustada.

—Sí, sí lo tengo —le respondió avergonzado de lo que iba a decir—, en realidad nunca dejé de tenerlo, yo... mentí sobre haber encontrado a la autora.

—¿Qué? —le preguntó la rubia—, ¿por qué?

—Porque Joy cree que... bueno ella creía que alguien era el autor, y me dijo que sólo podría saberlo sin preguntarle directamente —explicó, mientras jugaba con sus manos en señal de nerviosismo—, o si fingía perderlo y veía cómo reaccionaba... ella estaba equivocada, como le dije que lo estaría.

—Wow, más despacio, sólo en esa oración hay demasiada información para procesar —dijo la rubia—, ¿Joy sabe del diario?

—Sí —le confesó con las mejillas sonrojadas—, Joy creía que podríamos descubrir al autor, pero después de nuestro experimento nos dimos cuenta de que no era quien ella creía ya que ni siquiera le importo que "lo tuviera alguien equivocado" incluso su hermana estaba más preocupada que él y eso no es todo...

Pacífica lo miró con curiosidad, invitándolo a continuar.

—Me gusta alguien —soltó, sintiendo como el peso de sus hombros se aligeraba un poco.

—¿Te gusta alguien? —le preguntó algo preocupada—. ¿Es Joy?

Y ahí estaba de nuevo, la asunción de que le gustaba Joy.

Claro, Joy era agradable, linda, divertida, inteligente y Will creía fielmente que era una chica estupenda, pero honestamente la veía sólo como una amiga.

Habían pasado algún tiempo juntos y sí se la pasaba bien con ella, pero...

¡Ese era el punto! Su línea de pensamiento siempre terminaba en un pero, ¿"pero" qué? Will pasó mucho tiempo sin estar seguro, sólo pensando y pensando en ¿cuál era el "pero"?

Siempre terminaba pensando en unos brillantes ojos azules.

—No, no me gusta Joy —le dijo con firmeza.

Pacífica se sintió aliviada, tal vez la impresión que había tenido en la casa de los Gleeful y en las cabañas no había estado tan equivocada.

¿Debía decirlo? Sentía que de todos modos ya era tan real como podía serlo, sus sentimientos por el chico eran tan evidentes que tal vez decirle en voz alta a Paz, podría ayudarle a resolver todo el enredo en el que estaba.

—Creo... creo que estoy enamorado de Dipper —confesó en apenas un murmullo.

Will estaba mintiendo, él no creía, él sabía que lo estaba.

Estaba enamorado de Dipper.

Pacífica abrió la boca, sorprendida... ¿cómo es que se enteraba de todo ese mismo día?

—¿Entonces por qué te sonrojaste por saludar a Joy?

—Porque me estaba molestando con la mirada —explicó—, con... él.

Will decidió continuar ante el silencio de su amiga.

—El punto era... que en las cabañas pasó algo entre Dipper y yo, bueno muchas cosas pasaron, pero principalmente una.

—¿SE BESARON? —le preguntó emocionada.

—¿Qué? ¡No! —le dijo sonrojándose hasta las orejas—, nada de eso, ¿por qué pensarías eso? —Pacífica se encogió de hombros—. Al contrario, Dipper me rechazó.

—¿Qué? —preguntó sorprendida, se estaba enterando de muchas cosas muy rápido—, ¿cómo? William, ¿qué pasó? ¿Te le confesaste?

—No —respondió Will de inmediato, negando la cabeza—, obviamente no.

—¿Entonces?

—Me dijo que le gustaba.

—Will, estoy confundida —le dijo Pacífica—. Eso es bueno, ¿no?

Will se cubrió el rostro con las manos.

—No... no lo es, dijo gustaba... ¡En pasado! O sea, que ya no le gusto —contó en un tono excesivamente exagerado y la rubia soltó una risa.

—Eres un melodramático —le dijo su amiga, negando con la cabeza—, y un pesimista, no entiendo el conflicto... si le gustaste una vez le puedes gustar de nuevo.

—Eso mismo dijo Bill y Joy —comentó—, ¡pero no! Significa que algo pasó que provocó que le dejara de gustar.

Pacífica rodó los ojos.

—Además ¿no has pensado que lo dijo para saber tu reacción? —le preguntó.

—No —soltó por lo bajo.

—¿Y cómo reaccionaste?

—Me quedé callado —contestó recostandose en el pasto, odiando por completo lo que había hecho—, completamente en silencio, no pude ni decirle algo y desde entonces no hemos hablado.

—Pero... iban tan bien —le dijo la rubia, mientras se sentaba de nuevo.

—Ya sé... incluso pasamos una noche juntos que fue tan linda y me presto su suéter... y soy un completo idiota —respondió haciendo un puchero.

—No lo pondría así, pero Will... —la rubia la miró con ternura—, tal vez deberías hablar con él.

—Eso quiero, pero...

—¿Pero?

—Tengo miedo —murmuró escondiendo su cara en sus rodillas.

—¿De qué?

—De que me rechace de nuevo, digo... ¿cómo alguien como Dipper Gleeful podría fijarse en mí? —dijo Will con la voz quebrada.

Pacífica quiso decirle.

Deseo con todas sus ganas gritarle "William ciego Cipher, ese chico se muere por ti, escribió todo un libro por ti, ¿cómo te atreves a decir eso?"

Pero no podía, sabía que no le correspondía a ella tales palabras, así que se limitó a un:

—¿Cómo puedes decir eso?

Will no le contestó.

—Sé que has tenido... malas experiencias antes, pero créeme William, eres una gran persona, eres lindo, divertido y hay una persona que escribió todo un diario por ti y eso es bastante...

—Pero Dipper no es el autor —replicó de inmediato—, y no sé... ¿recuerdas a su ex novia? Era muy guapa, linda, graciosa... prácticamente una diosa.

Pacífica quiso abofetearlo ahí mismo.

—Y terminó con ella.

—Porque es gay —replicó de inmediato—, pero si le gustará algún chico tendría que ser así, ¿no?

—Will, no seas así contigo —le regaño su amiga—, eres lindo, gracioso, amable, buen amigo y por sobre todo eso... Dipper te quiere.

El mencionado la miro.

—Estoy segura de eso... —continuó cuidando sus palabras para no decir algo que no le correspondía, pero dándoles el empujón que necesitaban—, he visto como te mira y debes creerme cuando te digo que nadie que no sienta algo por ti te miraría de esa manera, sólo contigo lo he visto reír genuinamente y a tu lado tiene un aura tan... no sé, como si se sintiera... él mismo. No sé si me explico, pero cuando está contigo parece que está tan cómodo... y todo eso sin contar de que siempre está haciendo cosas por ti, te prestó su club de nerds.

—Juntarte con Mabel te afecta —le interrumpió.

—Siempre está viendo las cosas que le recomiendas —continuó ignorando su comentario—, incluso renunció a ir a las aguas termales para quedarse contigo.

—Le dolía la cabeza.

—¿De verdad te creíste esa excusa? —preguntó.

Will la miró con rastros de esperanza en sus ojos.

—Paz, no... —continuó, pero era evidente en sus ojos que tenía fe—, no me quiero ilusionar, sabes como soy, si me ilusiono y luego me manda al diablo le voy a estar llorando un año.

—Precisamente porque te conozco y sé que eso es horriblemente verdad... es que jamás te diría eso si no estuviera segura, Dipper siente algo por ti.

—¿Mabel te ha dicho algo? —le preguntó y Pacífica se erizó.

—Por favor —continuó intentando disimular—, como si Mabel y yo habláramos de su hermano.

—¿Entonces cómo estás tan segura?

—Porque a diferencia de ti... tengo ojos —le dijo con la sonrisa más sincera que pudo.

Will rió ante eso, empujándola levemente.

—¿De verdad lo crees?

—Sí —le aseguró.

Pacífica esperaba no haber metido la pata, claro que había dicho un poco de más, pero era por un bien mayor.

Will se quedó en silencio por un momento, ¿podría ser que Dipper podría corresponderle? Él había creído por un momento que sí, pero rápidamente se había traído de regreso a la tierra y había descartado toda posibilidad de eso, especialmente después de lo que había pasado en la cabaña... pero ¿podría Pacífica tener razón?

—Entonces todavía queda el misterio de saber de quién es el diario —comentó la rubia.

—Así es —respondió Will saliendo de sus pensamientos—, también he estado pensando mucho en eso, no sé qué haré incluso si descubrimos a la dueña.

—¿No has pensado que hay misterios que quedan mejor sin resolverse? —le dijo, intentando ayudar a su cuñado.

—¿Quién eres y qué le hiciste a mi amiga la chismosa?

—Muy gracioso... —le reclamó rodando los ojos—, sólo digo que hemos pasado meses buscando y seguimos sin saber nada... tal vez sea hora de dejarlo como un misterio, además si Dipper y tú salen, y devuelves el diario, ¿no crees que podrías herir a la autora?

Odiaba que las palabras de su amiga le llegaran, ¿podría tener razón? ¿Podría ser tiempo de dejar de investigar el diario?

La campana del fin del receso sonó y una castaña estaba parada a unos metros de ellos. Después de haberla hecho prometer que no le diría nada a su novia, ambos se levantaron del césped y caminaron hacía ella.

Los tres se dirigieron a los salones de las optativas.

—¿En qué optativa estás William? —le preguntó la castaña.

—En las de biología —le contestó amablemente.

—Que curioso —le dijo con una sonrisa—, mi hermano también.

—Sí.

—Te lo encargo—le dijo de una manera sugestiva y Will no pudo evitar preguntarse si Pacífica sabía algo que no le dijo, antes de que pudiera contestar, Mabel continuo—, ha estado algo triste estos días Willy,

—Seguro Mabel —le contestó algo sonrojado, preguntándose si estaba triste porque no habían hablado.

—Es en serio, Will... estoy preocupada por él —continuó la chica y sonaba totalmente sincera esta vez, sin el característico tono burlón que tenía siempre—, y creo que realmente podrías animarlo... después de todo son amigos, ¿no?

Will sintió su estómago contraerse ante esa declaración.

—Haré lo que pueda —contestó con una media sonrisa.

—Gracias —le dijo con una sonrisa—, por cierto, ustedes se fueron antes, pero estábamos hablando de que este viernes iremos a cenar a un lugar con música en vivo, no es muy mi estilo, pero tal vez les guste, Bill me contó que es tu tipo de música, Will, tal vez Dippy se anime un poco con una salida entre todos.

—Si Bill ya aceptó entonces es seguro que ahí estaremos —respondió el mencionado con una sonrisa.

—Me alegro de oír eso, luego les mando la dirección del lugar, quedamos de vernos a las 9:30, sean puntuales porque haré una reservación... —continuó la chica—, siendo tantos dudo que encontremos mesa sin una.

—De acuerdo.

En ese momento las chicas llegaron a su optativa, se despidieron de Will y este comenzó a alejarse hacia su salón.

—¿A ti que mosco te pico? —le preguntó la rubia.

—¿Qué puedo decir? —respondió la castaña—, mi terapeuta dice que debo ser más amable con mis amigos.

Will escuchó una pequeña parte de su conversación, aunque no le presto mucha atención ya que no podía dejar de pensar en todo lo que habló con Pacífica. Había sido tanto que ya ni siquiera sabía por qué preocuparse.

El chico llegó a su salón de clases y justo ahí vio a Dipper, sentado en una de las mesas del frente, obviamente. El castaño lo miró y sintió su ser derretirse por dentro, por un momento dudo, pero decidió cumplir con lo que le había prometido a Mabel.

Incluso si no había prometido nada.

Y se sentó en la misma mesa que Dipper, en silencio, deseando con cada centímetro de su ser que Pacífica tuviera razón.

Antes de que alguno pudiera decir alguna palabra, el maestro entró al salón de clases y toda posibilidad de hablar con él, tendría que esperar al final del día.

Por otro lado, no podía dejar de pensar en lo que había dicho Pacífica sobre el diario, tal vez tenía razón... tal vez debía rendirse con eso, después de todo realmente no habían encontrado nada y probablemente sólo seguían arrastrando el problema más y más.

Se sentía tan confundido, tal vez el diario era realmente un misterio irresoluble.

—Como en semestres anteriores —soltó el profesor, terminando de dar su presentación acerca de sus métodos de enseñanza y cómo iba a calificar—, todo este curso trabajarán en binas, escojan sabiamente porque no habrá cambios.

Will salió de sus pensamientos, tomó una gran bocanada de aire y se armó de valor, estaba junto a él, sólo tenía que abrir la boca y soltar un:

—¿Quieres ser mi compañero?

El chico lo miró con sorpresa y para ser honesto, mucha ilusión.

—Me encantaría —le contestó Will con una sonrisa, sintiendo que tal vez no todo estaba perdido.

—Genial —dijo el castaño, sonriéndole de vuelta.

Y ahí estaba de nuevo.

La sonrisa que más le gustaba y la que había extrañado en las últimas semanas.

El chico regresó su mirada al frente, sin decir ni una sola palabra más y Will no pudo evitar mirarlo y preguntarse qué pasaba dentro de su cabeza... ¿podría realmente tener sentimientos por él?

A veces sentía que Dipper era el verdadero misterio.


¡Hola!

¿Cómo están? ¿Les gustó el capítulo?

Les dije que venían respuestas y aquí están, sé que algunos ya sospechaban... y sé que Will era terriblemente obvio con sus sentimientos, pero no hay nada como que ahora este confirmado directamente de sus palabras. Hace tiempo que la narración no seguía a Will y a sus pensamientos, pero espero que la espera haya valido la pena.

Y si se quedaron con la duda, pues en realidad es que Joy es una buena niña y es Dipwill shipper.

La verdad es que no sé que preguntarles en este capítulo, así que pueden dejar cualquier idea, teoría, pregunta o comentario aquí:

Les queremos mucho, leer sus comentarios y sus mensajes son de las mejores cosas de la vida, en serio estamos muy agradecidas porque nos sigan leyendo.

Atte. Karla y Tania uwu

Ps: ¿sabían que Xólotl salvó al mundo junto a la liga de la justicia? Es un buen niño cuando no está soltando comentarios fuera de lugar.

PS2: La teoría de Sindden de Joy y Jay siendo la misma persona voló mi cabeza literalmente, me encanta y a pesar de que no la habíamos considerado es muy cool.

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