Miedos estúpidos.

Dipper pensaba que el plan de su amigo era estúpido.

Sin embargo, le había prometido que lo apoyaría y eso estaba haciendo, incluso si apoyarlo implicaba que su casa fuera la sede de todo lo que tenían planeado.

La sede de algo muy estúpido.

Era viernes por la tarde y había pasado una semana desde que Mason sabía que era el autor del diario, semana en la que sorprendentemente lo había ayudado de verdad a intentar recuperar el diario, sin mucho éxito.

Mason incluso le había pedido a Will si podía pasar a la casa de los Cipher por sus cosas, para intentar robarse el libro en el proceso, después de todo Pines había dicho que no importaba si sospechaban de él, desafortunadamente el menor de los Cipher había llegado con una caja con las pertenencias del castaño al día siguiente, y ese día, Bill no había ido a la escuela.

Dipper no le diría a nadie, pero Mason había llorado casi una hora en el auto del de ojos azules, ¡y se habían saltado una clase por eso! Suponía que eran las desventajas de tener un mejor amigo, aunque no estaba muy seguro de cómo funcionaba eso, sabía que tenía que apoyarlo. El chico realmente no podía creer que de verdad el rubio le hubiera regresado sus cosas... que él había pedido.

—¡Pero no las quería de verdad! —soltó una vez que Dipper había señalado esto último—, sólo quería ir a su casa a buscar tu estúpido diario y tal vez hablar con él, no sé, sólo no quería que me las dé porque eso significa que lo nuestro finalmente termino.

El de ojos azules no se había enojado ni por gritarle ni por lo que había dicho, estaba de acuerdo con él, era un estúpido diario.

—¿No todo el punto de la reunión del viernes en mi casa es porque te termino? —preguntó confundido.

—De verdad que no entiendes nada —replicó entre lágrimas, pero ninguno continuó el tema.

Finalmente, el esperado día había llegado y ahí estaban, en casa de los Gleeful, preparando todo para poder ejecutar el estúpido plan de Mason.

El castaño debía admitir que estaba aprovechando la "culpa" que sus papás sentían por el divorcio para hacer eso posible, porque de otra manera jamás le hubieran dejado hacer una fiesta en su casa. Claro que siempre podía hacer una a escondidas, sus papás estaban fuera de la ciudad casi todo el tiempo, pero los empleados podrían delatarlo y no tenía la cabeza para convencerlos de ocultar toda una fiesta, afortunadamente, sólo tendría que convencerlos de esconder la "temática" de Mabel.

Sorprendentemente a la mayoría le había dado risa.

Dipper miró como la señora que hacía la limpieza terminaba de colocar el manto que Mabel había pedido.

"¡Bienvenidos al mis-papás-se-van-a-divorciar/Vicky-es-mamá-fest!".

—Sigo creyendo que es un tema estúpido —dijeron ambos Gleeful al unísono, ambos refiriéndose al tema del otro.

—Vicky creó vida, ¿cuántas veces has hecho eso? —le cuestionó el castaño con indignación.

¿Cómo ponía el divorcio de sus padres al mismo nivel que Vicky dando a luz? ¡Era un insulto!

—Dios quiera que nunca —respondió con una mueca de asco.

—Además es una princesa, se merece esto y más —continuó Dipper, defendiendo a su pequeña.

—Es un gato que no entiende nada de lo que está pasando —contestó irritada—, que encima estará encerrada en "su habitación" porque no quieres que la molesten, ni siquiera estará en la fiesta.

—Está cuidando a sus bebés, además nuestros padres no estarán acá, ¿no es lo mismo?

—No, porque no es una fiesta para ellos —explicó como si fuera obvio, dándose unos golpes en la cabeza—, es una para mí, celebrar que no están juntos es para mí.

—Y que Victoria sea mamá es una celebración para mí —replicó su hermano.

—Pensé que esta reunión en realidad era para que Mason y Bill se reconcilien —comentó Pacífica, viendo a ambos hermanos con reproche.

Los gemelos Gleeful miraron a la rubia, ligeramente avergonzados, la chica tenía un punto.

—Cierto —soltó el castaño de ojos azules—, iré a ver si necesita algo más.

Dipper decidió que era mejor dejar a su hermana seguir con sus preparativos y caminó hacia donde estaba Mason, su hermana y Xólotl.

—¿Listo? —le preguntó la castaña a su hermano con una sonrisa amable—, todo saldrá bien.

—Sí —le animó Xólotl de igual manera—, estoy seguro de que lo que sea que tengas planeado funcionara, realmente él sólo quiere que le hables.

—¡Yo sé! Eso haré, después de lo que tengo planeado le hablaré como una persona normal que es completamente capaz de hablar las cosas —respondió Mason, jugando con sus manos angustiado, pero luego los pensamientos negativos dominaron su cabeza—, ¿y si no vienen? ¿Qué tal si Bill me odia tanto que en vez de que Will lo convenza a él, él convence a Will de no venir?

—No pueden no venir —le respondió el de ojos azules casi de inmediato—, Will me prometió que traería a Bill y ya hicimos planes para cuando todo esto acabe, así que tienen que venir. Al menos Will, definitivamente vendrá.

—Uy, ¿tienes planes con Will? ¿Qué clase de planes? —preguntó pícaramente.

—Cosas que no son de tu incumbencia, chismoso —respondió sonrojándose ligeramente, ni siquiera él estaba muy seguro de cuáles eran sus planes, pero sabía que al menos tendría toda la noche con el menor de los Cipher y tenía una meta ese día—. En fin, ya tenemos todo preparado, así que apenas lleguen sólo... tienes que hacer lo tuyo —añadió tratando de no hacer una mueca al decir eso—, le mandaré mensaje a Will para preguntarle cómo van.

—Por favor —pidió el chico jugando con sus manos.

Dipper procedió a escribir el mensaje.

«¿Cómo van?» Escribió.

En una casa no muy lejana, Will sintió su teléfono vibrar y al revisar notó que le acababa de llegar un mensaje de Dipper.

«A punto de salir» Respondió.

El chico de cabello azul se miró en el espejo una vez más.

¿Se veía demasiado casual? Pensaba mientras se terminaba de acomodar el cabello, consideró amarrarlo, pero de esa forma su cabeza se veía grande, o al menos eso creía él. Tomó otro suéter de su armario, ¿tal vez debería ir con ese? El naranja también le quedaba bonito, tal vez estaba sobre pensando el asunto, la ropa que tenía puesta estaba bien, después de todo el azul pastel era su color y era el color favorito de Dipper.

Interrumpiendo su línea de pensamientos, Bill entró a su cuarto y le aventó un plumón.

—¡Se te olvido esto! —le gritó de mala manera, Will se hizo a un lado, esquivando el proyectil.

—¡Cuidado! —se quejó mientras recogía el objeto que le había lanzado.

Will dejó el plumón en su mesita de noche, junto al diario que recientemente había reencontrado, saliendo de su habitación para seguir al rubio a la sala y reclamarle por lo que había hecho.

—¿Sabes? —le preguntó mientras terminaba de bajar las escaleras—, yo no fui el que te pidió las cosas de Mason, odia el mensaje, no al mensajero o en este caso no violentes al mensajero.

—Perdón —contestó el rubio tirándose sobre el sofá, bastante agobiado, aún no podía creer que era oficial, que lo suyo con el castaño había acabado—, sólo no puedo creer que me haya pedido sus cosas... bueno, ni siquiera me las pidió a mí... ¡te las pidió a ti!

—Lo sé —comentó Will, debatiéndose de si ponerse bálsamo con color o sin color, ¿sería demasiado?

Él sólo quería verse bien para esa ocasión, oficialmente sería la primera noche que dormiría en casa del castaño y una parte de él sentía que tenía que verse lo suficientemente bien para que Dipper no se arrepintiera de salir con él. Con ese pensamiento camino hacia el espejo que estaba en el pasillo antes de la puerta de su casa.

—¿Limpiaste tu habitación? —cuestionó sorprendido, analizando lo limpia que había estado cuando le lanzó el plumón.

—Puede ser —contestó tratando de no sonar avergonzado.

—Te dio miedo que sí encuentren al autor y no poder devolverlo porque no lo hubieras encontrado en todo tu chiquero, ¿verdad? —se burló el rubio.

—Para tu información, siempre supe que estaba en mi habitación, sólo no recordaba exactamente dónde —respondió sacándole la lengua.

—Entonces, ¿a qué debemos el milagro de que decidiste limpiar? —preguntó su hermano, sabiendo que Will no era muy fan de ordenar sus cosas—. ¡Oh! ¡Ya sé! Planeas invitar a Dipper, ¿verdad?

—Puede ser —respondió con las mejillas sonrojadas, ligeramente apenado.

—¿Por qué? ¿Su casa no está bien? —cuestionó confundido, frunciendo el ceño ligeramente.

—Sí —respondió avergonzado—, pero Mabel siempre nos está haciendo comentarios y nos trata como si todo el tiempo estuviéramos, ya sabes, haciendo cosas —sintió el rubor subir a sus mejillas una vez más—, y eso no es cierto, no hemos hecho nada. Además, creo que su gatita me odia o al menos no quiere compartir a Dipper, porque estoy seguro de que nos interrumpe a propósito —se quejó sospechosamente ofendido.

—Estás loco —le dijo soltando una pequeña risa.

—¡Te juro! Qué casualidad que siempre que... —se interrumpió, no le iba a decir a su hermano que siempre que las cosas comenzaban a subir de intensidad, Vicky encontraba la manera de interrumpirlos—, que nos besamos o estamos abrazados viene y me aleja.

—No puedo creer que estés peleando con un gato por la atención de Dipper y que el gato esté ganando —se burló con una sonrisa.

—No está ganando —le dijo haciendo un puchero—, no nos puede interrumpir si no está en la misma casa.

—Entonces limpiaste tu cuarto para que Vicky te dejará besarte con Dipper.

—Y que Mabel no nos haga comentarios inapropiados, además, ¿sabías que tienen personal de limpieza y de cocina? Es súper raro, de repente quiero ir por agua y hay una señora cocinando y un señor limpiando los baños... y ¡preguntándole a Dipper si necesita toallas limpias como si estuviera en un hotel! —explicó ansioso—. O luego estamos viendo una película y entra a limpiar y para Dipper es como si no hubiera nadie, pero yo me siento raro, no puedo pretender que no están ahí.

—Eso suena a un problema tan privilegiado —soltó extrañado.

—Yo sé —respondió decidiéndose por el humectante labial con color, para verse mejor—, sólo quiero una tarde con... —se detuvo, quería decir novio, pero no era su novio—, con Dipper, tranquila, romántica y sin interrupciones, si para eso tengo que limpiar mi habitación, pues lista está.

—¿Cuándo lo vas a invitar? —preguntó con curiosidad antes de soltar un quejido—, tienes suerte de que todavía haya frío como para que ande en bóxer por la casa.

—Aún no sé, pronto, supongo que por eso tengo que aprovechar el clima —le dijo rodando los ojos ante el comentario de su hermano, recogiendo la mochila que había preparado para esa noche—, tal vez la próxima semana, pero eso no importa ahora, ¿estás listo? Ya hay que irnos.

—¿Tengo que ir? —murmuró haciendo una mueca de incomodidad.

—Por favor, Bill —le suplicó Will acercándose al sofá donde estaba—, no quiero ir solo.

—Pero no estarás solo, estarás con tu casi novio —le respondió rodando los ojos.

—Pero no es lo mismo sin ti —replicó haciendo un puchero.

—Pero no quiero ir, seguramente estará Mason y no quiero verlo, si está ahí seguramente lloraré, ¿acaso quieres que llore? —se quejó el rubio incorporándose del sofá.

—No va a estar Mason —mintió Will, recordando que le había prometido a Dipper que haría lo que sea para que vaya Bill—, le pedí a Dipper que lo des-invitara.

—¿En serio hiciste eso? —cuestionó sorprendido, Will asintió—. ¡No! ¿Por qué hiciste eso? —se quejó el rubio alterado—, no quiero que Mason piense que me importa... ugh, genial, ahora sabe que no quiero verlo.

—Bill, sólo vamos —le pidió con un puchero—, a lo mejor te sientes mejor si estamos con nuestros amigos y te distraes un poco.

—¿No prefieres disfrutar el día con Dipper sin estarte preocupando por tu hermano deprimido? —preguntó desviando la mirada.

—No —respondió el menor y suplicó—, por favor, acompáñame sólo un rato, después puedes regresar, ya te había dicho que me voy a quedar a dormir, así que apenas te sientas incómodo te puedes ir, pero necesito tu apoyo emocional, aunque sea un rato, hoy le voy a preguntar eso.

—¿Qué? —soltó confundido.

—Le haré la pregunta —le contestó Will con nerviosismo.

—¿Qué pregunta? —cuestiono el rubio.

—La de: "¿Qué somos?"

Bill soltó otra risa al escuchar eso.

—No te rías —le dijo sonrojándose—, es en serio, no quiero que piense que lo estoy presionando, pero al mismo tiempo no quiero ser nada más algo casual, ¿sabes? Quiero que sea algo serio y siento que es momento de que lo hablemos, pero me pone muy nervioso, ¿qué tal si él no quiere algo serio? ¿Qué tal si se da cuenta de que no soy lo que quería y me dice que siempre no?

—¿Es en serio? —le preguntó levantando una ceja bastante sorprendido por la ingenuidad de su hermano.

Will asintió haciendo un puchero.

—Sabes que podría pasar —le respondió el menor—, me pasó una vez.

—Esa vez no se te declararon y te dijeron que tiene media vida con un crush contigo —contestó como si fuera obvio.

—No, pero me dijo que le gustaba y me dejó de hablar y sabes que los otros crushes que he tenido han terminado mal —añadió preocupado—, no quiero que termine mal con Dipper.

—No va a terminar mal Will —le aseguró el rubio—, realmente le gustas mucho.

—¿Pero le gusto lo suficiente para que quiera ser mi novio? —cuestionó paranoico.

—Estoy bastante seguro de que sí —le contestó con seriedad.

—Pero no lo sabes, así que necesito tu apoyo moral porque planeo averiguarlo hoy, ¿puedes hacer eso por mí? ¿Por favor?

Bill lo miró seriamente, considerando su petición y tras analizarlo unos minutos respondió:

—Está bien —contestó levantándose del sofá—, pero sólo iré una hora, después de eso, se va tu apoyo moral y estás por tu cuenta.

—Muchas gracias —le dijo con una sonrisa.

El rubio se miró en el espejo en el que su hermano se había visto minutos antes, se había vestido a petición del chico hacía bastante rato, pero no es como que se hubiera esforzado mucho en su apariencia, después de todo, no importaba si no vería a Mason, eso no significaba que fuera en fachas, pero no iba tan producido como usualmente.

Ambos Cipher caminaron hacia la puerta principal, dispuestos a irse.

Will se sentó en el lado del conductor dejando su mochila en el asiento trasero, temiendo que Bill se arrepintiera de ir y se negara a conducir hasta la ya muy familiar casa de Dipper.

Aunque aún no podía sacudirse el sentimiento de que había algo raro con Mason pidiéndole sus cosas, ¿por qué lo había hecho si se suponía que le iba a pedir perdón hoy? Era extraño, no tenía sentido.

Will no estaba seguro de que era, pero sabía que algo raro estaba pasando.

Sin embargo, decidió no preocuparse por eso, tenía cosas más importantes de las cuales preocuparse en el momento, como que tenía que asegurarse que Bill llegará a la fiesta para que Mason hiciera lo que sea que quería hacer para intentar hablar con él y que él necesitaba hablar con Dipper seriamente de lo suyo.

De verdad necesitaba aclarar que iba a ser de ellos, pero la sola idea de hablar con él lo ponía ansioso, seguía sin poder creerse que pudiera tener sentimientos por él, no le hacía sentido. No tenía sentido, sin importar cuantas veces dijera que le quería, que lo había hecho por mucho tiempo, algo de él no lo creía en su totalidad. Tal vez debería posponer la plática, después de todo estaba tan enamorado de él, que sentía que incluso si le decía que quería algo casual, lo consideraría y no quería perder su dignidad tan pronto.

Podía sentir sus manos sudar en el volante, pero trato de calmarse, el castaño siempre era tan tierno, dulce y romántico con él, no se veía como la clase de persona que le fuera a decir que no quería algo más formal, sólo necesitaban que alguno de los dos diera el primer paso para hablar las cosas, no tenía que caer en su espiral de pensamientos fatídicos, Dipper no le había dado ningún motivo para hacerlo.

Antes de que Will tuviera tiempo de ponerse más nervioso, llegaron a su destino.

—Mmm, tengo que avisarte que la hermana de Mason sí vino —le advirtió el menor de los Cipher antes de que su hermano tuviera tiempo de protestar—, no te alarmes si la ves, vino con Xólotl.

—Siento que me estás trayendo a una trampa —se quejó el rubio bajándose del automóvil.

—Soy incapaz —contestó, alejándose de él, tratando de ocultar su culpabilidad.

Bill caminó junto a él hasta la puerta principal bastante incómodo, él en serio no quería estar ahí, pero haría lo que fuera para apoyar a su hermano cuando lo necesitara, incluso si eso incluía caer directo en una trampa, cuando Will tocó el timbre la castaña de ojos azules los recibió abriéndoles la puerta.

—Genial, el nerd de tu novio está en el patio trasero —le dijo a Will, quien no se molestó en aclarar que técnicamente, no eran novios... aun—, creo que su banda va a tener un pequeño show, llegan justo a tiempo para verlo.

—Gracias —respondió el chico, entrando a la casa que empezaba a conocer mejor.

El rubio siguió a su hermano arrastrando sus pies, no muy animado. Sin embargo, ambos chicos rieron al notar el cartel que establecía el tema de la fiesta y Will se sintió aliviado, al menos se rió.

Los Cipher continuaron su camino hasta atravesar unas puertas de cristal que llevaban al jardín trasero, donde notaron un pequeño escenario montado, pero no había nadie en él. A su lado estaba Xólotl y su novia, acercándose a ellos.

—¡Bill! —le dijo la castaña abrazándolo con fuerza—, hace un montón que no te veo, te he extrañado como no tienes idea.

El chico recibió el abrazo sin muchas ganas, verla era increíblemente doloroso y aunque la quería muchísimo, lo último que necesitaba era un constante recordatorio de su ex, Bill intentó ocultar lo mucho que este gesto le había dolido, pero Will había logrado notar la mueca de dolor que su hermano había hecho.

—Ya sé, lamento no haber ido a visitarte últimamente —le respondió intentando sonreír—, pero aquí estoy, Will me obligó.

El mencionado sonrió buscando con la mirada a Dipper, pero por más que había intentado no lo veía por ningún lado, ¿dónde podría estar?

Lo que no sabía es que ambos castaños estaban detrás del pequeño escenario improvisado, con el de ojos azules tratando de tranquilizar a su amigo.

—No puedo, Dipper —soltó el castaño viendo a Bill, sintiendo como el aire dejaba sus pulmones de solo ver a su hermana abrazarlo—, deberíamos retractarnos, me puedo escabullir por la puerta de atrás, pretender que de verdad no vine y-.

El mencionado no dudó mucho en soltarle una bofetada al chico, obligando a Mason regresar a la realidad.

—Auch —soltó indignado sujetándose la mejilla, algo adolorido.

—No te puedes retractar ahora —dijo de mala gana viéndolo seriamente—, ya di mi casa y Bill ya está aquí, no tendrás otra oportunidad así para hacer lo que quieres.

—No tenías que ser tan violento —se quejó haciendo un pequeño puchero.

—Will realmente tuvo que convencerlo de venir y por lo que me dijo no fue nada fácil —le explicó—, no puedes desperdiciar tu oportunidad con él.

—¿No crees que es estúpido? —le preguntó con nerviosismo.

—No importa lo crea —respondió tratando de ocultar las muchas opiniones desagradables que tenía sobre el plan de Mason.

—Sí crees que es estúpido —afirmó el castaño de ojos cafés, leyendo la reacción del otro chico.

—Claro que pienso que es estúpido —contestó como si fuera obvio—, pero ¿desde cuándo te importa lo que pienso?

—En eso tienes razón —concordó Mason, tomando una bocanada de aire—. Entonces ya voy, yo puedo con esto, ¿qué tan difícil puede ser?

—¿Estás seguro que así es como quieres hablar con Bill? —le cuestionó el de ojos azules—. ¿No prefieres hablar con él y ya? ¿No es más fácil? Creo que te humillarías menos de esa manera.

—Dipper —le interrumpió su amigo—, sólo hay una persona que me puede ayudar en este momento y es ella.

—Entonces hazlo —le respondió encogiéndose de hombros.

Si quería humillarse de esa manera, ya no era su problema, él cumpliría con su parte de estar ahí para él si lo necesitaba, después de eso, Mason estaba por su cuenta.

—Allá voy —le avisó viendo el escenario con determinación.

Mason haría lo que fuera para poder recuperar a Bill.

Dipper camino hasta el escenario, tomando un largo suspiro y rodando ligeramente los ojos empezó con el sonido de un piano, causando que ambos Cipher se giraran para verlo, encontrándose a un castaño en el escenario.

—No esa canción por favor —suplicó Bill haciendo un puchero.

Dipper estaba tocando un pequeño teclado al fondo del escenario improvisado, tocando cada nota a la perfección, mientras Will pensaba que era el hombre más hermoso y talentoso que había visto en su vida.

Notice me, take my hand, why are we... strangers when our love is strong? Why carry on without me? / Fíjate en mí, toma mi mano, ¿por qué somos... extraños cuando nuestro amor es fuerte? ¿Por qué seguir sin mí? —se escuchó una voz fuera del escenario y lentamente el dueño de aquella voz camino hasta el centro del escenario, era Mason, con un micrófono en manos.

Bill lo miró sin ninguna expresión clara en su rostro y Mason continuó cantando con la voz ligeramente temblorosa.

¿Era esto lo que habían planeado?

And every time I try to fly I fall without my wings, I feel so small, I guess I need you baby / Y cada vez que intento volar me caigo sin mis alas, me siento tan pequeño, supongo que te necesito bebé.

Mason se bajó del escenario y comenzó a caminar con algo de nerviosismo hacia el rubio, quien seguía totalmente serio, a pesar de que la expresión en su rostro reflejaba bastante seriedad era algo confusa, incluso para Will.

¿Estaba molesto? ¿Feliz? ¿Confundido? ¿Qué era?

I may have made it rain, please forgive me / Puede que haya provocado que llueva, por favor perdóname —cantó con dolor en su voz estando frente al chico—, my weakness caused you pain, and this song's my sorry / Mi debilidad te causó dolor, y esta canción es mi perdón.

La voz Mason temblaba ligeramente cada vez que se encontraba viendo los ojos tan intensos del rubio, pero trató de cantar con bastante determinación esas líneas, él quería que Bill sintiera la honestidad en cada una de esas palabras, que supiera lo muy arrepentido que se encontraba de dejarlo ir.

La canción terminó poco a poco, con el castaño justo frente a Bill, el chico se encontraba suplicando al universo que lo dejaran entender la expresión en el rostro del rubio, alguna señal de que lo que había hecho no era lo más estúpido que había hecho como Dipper pensaba y que el mayor aún lo quería.

—Perdóname Bill —le dijo con sinceridad, soltando el micrófono.

—¡Oye el micrófono es caro! —le gritó el castaño desde el escenario, Will recogió el micrófono y le lanzó una mirada de silencio.

—Sé que te lastimé y lo siento mucho, de verdad, no hay nada de lo que me arrepienta más que haberte hecho tanto daño —se disculpó viendo fijamente los ojos ambarinos del chico—, te prometo que si me das otra oportunidad ya no tendremos que esconder lo nuestro con nuestros amigos, que técnicamente ya saben desde que me terminaste —aclaró algo nervioso—, y quiero que me tomes de la mano en la escuela, no me importa si todo el mundo se entera... yo sólo quiero estar contigo y que me perdones, porque Bill, yo en serio te amo, no hay día en el que no piense en ti y en como lo que teníamos era lo mejor que me ha pasado, yo sé que probablemente no merezca tu perdón, pero en serio quiero estar contigo.

Bill apartó la mirada unos segundos, pensando en una respuesta para todo lo que el chico le decía y que definitivamente debió arreglarse más, luego lo miró seriamente.

—No necesitaba que me cantes Everytime de Britney Spears —le aclaró algo nervioso—, yo sólo quería que no me trataras como si te diera asco estar conmigo, como si quererme fuera lo peor que te pudiera pasar.

—Lo sé —le respondió avergonzado, y con cautela intento tomarlo de la mano, cuando Bill no la apartó sintió el aire lentamente regresar a sus pulmones—, y te prometo que nunca más haré eso.

—Podría perdonarte por ocultarme —dijo frunciendo el ceño—, pero sigo molesto de que me mintieras tan descaradamente Mason.

—¿Cuándo? —preguntó confundido.

¿Cuándo había pasado eso? ¿Qué había hecho?

—Cuando me dijiste que Mabel y Pacífica no sabían —le aclaró, sintiendo la molestia regresar a él cuando el castaño lo volvió a negar—, incluso ahora, sigues diciendo que yo les dije cuando te terminé, cuando no es cierto, ellas lo sabían desde la fiesta de Xólotl y lo sabías y aun así me mentiste cuando te pregunté.

Mason se volteó a ver a las chicas, completamente desconcertado. ¿De qué estaba hablando?

—¿Lo sabían? —preguntó sorprendido el castaño.

—Lo sospechábamos desde mucho antes —respondió la rubia—, pero ese día lo confirmamos.

—No te mentí Bill —le dijo el castaño regresando su mirada al rubio, bastante alterado—, yo no sabía que sabían, te lo juro.

—Ellas me dijeron que sabías que sabían —contestó el mencionado.

—No te dijimos eso —replicó Mabel rápidamente—, es posible que Mason no supiera que sabíamos, estaba muy ebrio.

—Sí —añadió la rubia—, realmente no hablamos mucho de lo que pasó, sólo empezó a vomitar cuando nos vio.

—¿Pero cómo supieron? ¿Cómo se enteraron? —cuestionó confundido y ansioso el castaño.

—Mason no somos tontas, estabas lleno de chupetones y mordidas —le explicó la castaña.

—¡Pero me cubrí con mi playera! —soltó sonrojado.

—Tu espalda estaba igual o peor —respondió Pacífica divertida.

—Además vimos a Bill salir del baño segundos antes y esconderse en su cuarto —continuó Mabel—, realmente no fue un misterio tan grande.

—¿Entonces no le dijeron a Mason que sabían? —preguntó Bill.

—Creo que Mabel sólo le dijo algo como: "Que asco", cuando empezó a vomitar y nos fuimos —le respondió colocando una mano en su mentón, pensativa.

—Entonces no lo terminaste por mi culpa —intervino Xólotl, uniéndose a la conversación—, ¡sino por la culpa de ellas!

—Cállate Xólotl —le regañó el rubio—, eso no quita que si no hubieras dicho tus tonterías Mason no me hubiera negado ese día, el día que terminamos estuviste insoportable y no tientes tu suerte que me puedo volver a enojar contigo.

—¿Y te tendré que cantar para que me perdones? —Bill lo miró de mala manera y al instante Xólotl se arrepintió de sus palabras—. de acuerdo, me quedaré callado, ustedes sigan con su reconciliación.

—Creo que deberíamos darles un espacio para que platiquen bien las cosas —dijo Will, tratando de ayudar a su hermano—, mientras deberíamos entrar.

—Pero yo quiero el chisme —se quejó Xólotl y su novia le dio un golpe, advirtiendo que se detuviera.

—Will tiene razón, tienen cosas de que platicar —le contestó la chica arrastrando a su novio dentro de la casa—, y tú tienes que aprender a controlar lo que dices.

—Recuerda —le dijo Dipper a Mason antes de empezar a caminar hacia dentro de la casa.

—Sí —le interrumpió su amigo rodando los ojos—, no seré estúpido, gracias.

Dipper le sonrió.

—No era eso lo que te iba a decir —aclaró divertido—, pero me alegra que no olvides eso.

—¿Y qué debo recordar? —cuestionó confundido.

—Regresar el micrófono a su lugar —le recordó como si fuera obvio.

—Eres lo peor —se quejó el castaño—, Will, ¿puedes llevarte a tu novio de acá?

El mencionado se sonrojó, era la segunda vez que decían que era su novio sin serlo y supo que definitivamente no podían seguir más tiempo así, sin decir mucho más lo tomó del brazo y lo metió a la casa.

—Entonces... —empezó el rubio con cautela, una vez que estuvieron solos en el jardín—. Quiero creer que no esperas que la canción de Britney lo resuelva todo.

—Claro que no —respondió Mason, sonrojándose—, ¿tan poco crees de mí?

Bill lo miró con algo de diversión.

—Soy todo oídos, entonces —le dijo sentándose en una de las sillas de jardín de los Gleeful.

—Lo siento tanto —se disculpó Mason nuevamente—. Lamento no sólo haberte tratado como si me diera asco nuestra relación, sino por no... no saber comunicarme de la manera correcta contigo, me he dado cuenta de que muchos de nuestros problemas crecían y empeoraban porque no hablaba de las cosas contigo, por ejemplo, nunca te dije la verdadera razón de porque no quería que supieran nuestros amigos.

—¿Hay una razón secreta? —preguntó algo indignado y Mason asintió avergonzado.

—La verdad es que fue mi mejor amigo de ahí, quien le dijo a todo mundo que... bueno, que me gustaba —explicó con cierto temor en su voz.

—Eso explica muchas cosas —le respondió atando hilos en su cabeza—, excepto por qué no querías decirme, ¿por qué sentiste que debías ocultarme algo como eso? ¿No crees que lo hubiera entendido?

—Porque me sentía culpable de que me hubiera gustado alguien más esos años que me mude —soltó bajando la mirada con bastante vergüenza.

Bill rió ligeramente, sin poder controlarlo.

—No te rías —le reclamó Mason.

—Perdón —se disculpó tratando de detener su diversión—, pero no entiendo, ¿por qué te sentías culpable por eso?

—Porque me dijiste que a ti no te gusto nadie más —aclaró viéndolo fijamente—, me sentí muy culpable de que no fuera mi caso, de que no te espere todos esos años como tú.

El rubio apretó sus labios viendo al castaño frente a él y tras unos segundos una sonrisa se cruzó por su rostro. Mason sintió su estómago revolverse, extrañaba tanto ver a Bill sonreír.

—Eres muy tierno, me es difícil mantenerme ofendido contigo —soltó finalmente—, claro que me gustaron más personas en ese tiempo, sólo que ninguno me gustó en serio, además y más importante, ¿por qué me molestaría que te guste alguien cuando no éramos novios? En ese entonces ni nos hablábamos.

—Pero yo creí que te haría sentir mal —le explicó sintiendo sus mejillas enrojecer.

—¿Más mal que negarme? —replicó levantando una ceja.

—Supongo que no lo pensé de esa manera —confesó bajando la mirada levemente—. Lo siento.

—Yo también te debo una disculpa —empezó Bill algo nervioso, y Mason lo miró confundido—. Nunca hablamos realmente de cuán mal me hacía sentir las cosas hasta que explotaba y peleábamos, debí hacerte saber cuándo mis límites cambiaron, cuando dejé de estar cómodo con nuestro arreglo y debí haber sido honesto contigo y hablar de esas cosas, especialmente cuando tú habías sido claro desde el principio con los tuyos.

—Sí —murmuró débilmente, aliviado de escuchar esas palabras—, yo creí que todo seguía bien hasta que comenzabas a enojarte e ignorarme... era horrible.

—No debí hacerte eso, me deje llevar por el dolor que sentía y al hacerlo te hice daño a ti, en serio lo siento, Mason —contestó arrepentido, tomándolo de la mano—, es sólo que, al principio genuinamente no me importaba que la gente supiera e incluso ahora, no me importa que la escuela sepa, en serio no lo hace, pero al menos frente a la gente que definitivamente nos está espiando por alguna ventana de esa casa, me gustaría poder estar contigo bien, como novios, y que frente a los demás al menos no te quites como si fuera lo peor del mundo estar conmigo, quiero dejar de preocuparme constantemente sobre lo que debo decir o hacer frente a mis amigos, quiero poder decir lo mucho que te quiero sin tener que detenerme cuando alguien se acerca, quiero estar contigo... todavía podría mantenerlo en secreto para la escuela si eso quisieras.

—No —le dijo Mason con seriedad, tomando la mano de Bill entre las suyas—, ya no quiero esconderme, yo también quiero hacer todas esas cosas contigo Bill, daría todo por estar contigo bien y estuve platicando mucho con Dipper, lo que me hizo darme cuenta de algo.

—¿Con Dipper Gleeful? —preguntó sorprendido.

—Concéntrate, pero sí Dipper Gleeful —aclaró con rapidez—, me hizo darme cuenta de que... ahora no estoy solo.

—¿A qué te refieres? —soltó confundido.

—En mi otra escuela, estaba completamente solo, no tenía ni una sola red de apoyo —le explicó—, fuera de mi "amigo", así que cuando todos comenzaron a molestarme no había ni una sola alma que me acompañara y me di cuenta que aquí, estás tú... está mi hermana... y por mucho que odié aceptarlo, también está Dipper y los miembros del club.

—Incluso si hubiera alguien intentará hacerte daño, encerrarte, golpearte o lo que sea... no permitiremos que eso pase —concordó el rubio con una pequeña sonrisa—, jamás permitiría que alguien te lastimara.

—Y ahora lo sé o al menos soy un poco más consciente de ello —le respondió con cariño, acariciando suavemente las manos de Bill entre la suyas—. Creo que estoy listo para empezar a ser públicos, no te prometo que te besaré en la cafetería el lunes, pero tomarnos de la mano mientras caminamos no suena tan aterrador como antes.

—Entonces... —comenzó el rubio con cautela—, ¿estás diciendo que no será secreto? ¿Estás seguro de eso?

—Sí, ya no quiero que sea secreto, ni para nuestros amigos, ni para la escuela... empezando ahora —le dijo soltando las manos del rubio para llevarlas hasta las mejillas del chico, acercándolo más a él—, ¿puedo?

Bill sonrió y asintió delicadamente, enternecido ante el gesto del chico.

Mason acortó la distancia entre ellos, cerrando los ojos y besándolo tímidamente, sabiendo que todos sus amigos miraban desde sus escondites, pero ya no le importaba, él en serio había extrañado tanto hacer eso y ahora que podía hacerlo de nuevo nada lo detendría, al separarse vio la sonrisa en los labios del rubio y eso fue suficiente para hacer su corazón acelerarse, sabiendo que había tomado la decisión correcta.

—Sólo te pediría que fuera poco a poco —añadió algo temeroso—, ¿está bien? Todo esto es nuevo para mí.

—Me parece bien, soy demasiado feliz con saber que podré besarte cuando estemos en las reuniones con esos tontos —le respondió señalando con la cabeza a sus amigos que no eran nada disimulados desde las puertas corredizas—, las cuales parecen ser a cada rato, ¿no nos cansamos de reunirnos?

Mason rió tontamente.

—Esta fue 100% mi culpa, no sabía cómo hablarte y quería hacer algo más que solo pedirte las mismas disculpas de siempre, quería demostrarte que puedo ser valiente por ti —le confesó sonrojado y Bill sintió su corazón derretirse antes sus palabras—, ¿te digo algo aunque sea la cosa más cursi que vas a oír? —el rubio asintió, ¿había algo que pudiera decir más lindo que eso?—, estar sin ti estas semanas fueron mucho peor que más de la mitad de las cosas que me hicieron, jamás me sentí tan atemorizado que cuando pensé que nunca más podría estar así contigo, no tienes ni idea de cuanto te extrañe, lo mucho que extrañe tu risa y verte sonreír, lo mucho que extrañe tomarte de la mano y besarte, no quiero perderte nunca más, no quiero estar sin todas esas cosas jamás.

Bill escuchó atentamente cada una de sus palabras acariciando con cariño las mejillas de Mason, ¿acaso había un ser más adorable que aquel castaño? Cuando el chico terminó de hablar, el rubio lo besó nuevamente por unos segundos, demasiado feliz como para contenerse.

—No lo harás, Pino —le dijo usando su apodo de nuevo, con la voz más cariñosa que había escuchado—, está vez hablaremos las cosas a tiempo y las resolveremos, no permitiré que nada de esto pase otra vez, ¿te parece? No quiero volver a perderte.

El menor asintió lentamente con una sonrisa en sus labios.

—No sabes cuánto extrañaba escuchar ese apodo —comentó con las mejillas sonrojadas.

Bill soltó una pequeña risa al escuchar aquello, juntando brevemente su frente con la del chico.

—Y yo te extrañe tanto a ti —le confesó con algo de timidez, bastante inusual en el rubio.

Mason sonrió tontamente cuando se separaron, extendiéndole una mano al castaño.

—¿Entramos? —preguntó el rubio con la sonrisa más cálida que había visto—, muero por presumirle a todos nuestros amigos que estamos juntos, si eso está bien por ti.

Mason asintió tomando la mano de Bill con felicidad, siendo guiado hacia la casa con los demás, sin poder ocultar su sonrisa atontada y las mejillas sonrojadas en su rostro.

El plan podría haber sido la cosa más estúpida que se le había ocurrido jamás, pero ese plan lo tenía de vuelta al lado del rubio y nada podía hacerlo más feliz que eso.

Bill lo guio hacia la puerta con bastante emoción, donde Xólotl, Pacífica y la hermana de Mason se alejaron de la puerta, tratando de disimular que no los habían visto todo el tiempo.

Ambos chicos soltaron una pequeña risa rodando los ojos.

Una vez que entraron, vieron a Will y a Dipper sentados lejos de la puerta, ellos realmente habían ignorado todo lo que habían hablado por estar perdidos el uno en el otro, de hecho, Mason alcanzó a ver como el más bajo le daba un bocado de lo que sea que estuvieran comiendo en la boca al más alto.

Will miraba a Dipper con vergüenza, no se explicaba por qué había hecho eso o de donde había sacado el coraje para hacerlo, pero no había marcha atrás, el castaño tragó el bocado y al notar el nerviosismo del chico a su lado lo rodeo de la cintura con su brazo y lo acercó a él, regalándole una pequeña sonrisa de complicidad.

—Que tierno eres, William —le dijo el castaño de ojos azules, mientras que el mencionado se sonrojaba aún más, aunque sin dudarlo mucho le sujetó el cuello al sentir la cercanía del otro, quien le dio un beso en la mejilla.

El chico soltó una pequeña risa nerviosa.

—Son unos ridículos —soltó Mason rodando los ojos a su lado—. ¿No tienes manos o qué?

Dipper rodó los ojos también, separándose de Will, volteó a ver al castaño y a Bill notando como se encontraban tomados de la mano.

Una parte de él estaba molesto de que hubiera interrumpido su momento con el más bajo, pero debía confesar que otra parte de él, por muy pequeña que fuera, estaba feliz de ver a Mason junto a Bill.

—Mira quien lo dice —le respondió a su amigo—, ¿no le acabas de cantar una canción frente a todos? ¿No te da ni un poco de vergüenza?

Mason se sonrojo fuertemente, tratando de pensar en algo con lo que pudiera atacar de regreso al de ojos azules, pero se vio interrumpido cuando alguien habló.

—¿Así eran todas sus pláticas? —preguntó Will riendo un poco, sin separarse de Dipper, quien lo seguía sosteniendo de la cintura, ambos castaños asintieron—, eso explica mucho.

—¿A qué te refieres? —cuestionó Bill sin entender de qué hablaban.

Resulta que alejarse de Mason por un par de semanas había resultado en perderse de mucha información interesante.

—¿Sabías que realmente no hablaban de nada serio estos dos? —le preguntó Will sin esperar una respuesta—. Cuando decían que no eran amigos era porque sus únicas conversaciones eran para burlarse del crush del otro.

Bill se sonrojó ligeramente ante ese comentario, viendo al castaño junto a él.

—¿Le contaste? —le cuestionó Mason a Dipper, sintiéndose ligeramente traicionado.

—No pensé que le diría a Bill —contestó de igual manera.

—Te dije que hablan demasiado para nuestro bien —le soltó de mala gana.

—Le dije antes de que me dijeras eso —replicó rodando los ojos.

—Espera, ¿lo molestabas conmigo? —le preguntó el rubio a Dipper, queriendo asegurarse de que estaba entendiendo todo bien.

—Sí, todo el tiempo —le contestó el castaño—, pero siempre creí que no era mutuo.

—¿Y tú, lo molestabas con Will? —inquirió Bill viendo al chico junto a él, con bastante curiosidad.

—Lo molesto, en presente —respondió orgulloso—, porque no pienso parar.

—Pero no me molesta —le dijo de igual manera el de ojos azules—. No ahora que le gusto a Will, dime lo que quieras, ya nada de lo que digas puede afectarme.

Mason lo miró con burla, levantando una ceja, con bastante aire de superioridad.

—¿Estás seguro de eso? —preguntó divertido.

Dipper entendió a la perfección a lo que se refería, su tonto diario.

—Eres de lo peor —le contestó frustrado, rindiéndose con el tema... por ahora.

Mason sonrió victorioso, ¿había recuperado a Bill y le había ganado a Dipper? Ese era un muy buen día para él.

—¿Con qué? —preguntó el menor de los Cipher con curiosidad—. ¿Hay algo que Mason sabe?

—No te puedo arruinar la sorpresa Will, pero estate atento.

Will miró las mejillas de Dipper sonrojarse y se preguntó si tal vez, él también planeaba formalizar lo suyo.

—¿Entonces ya van a salir bien? —preguntó Xólotl uniéndose a la conversación.

—Yo creo —respondió Mason.

El rubio sonrió emocionado acercando aún más a Mason, entrelazando sus dedos con los de él, y es que él en serio estaba disfrutando de poder hacer eso frente a todos.

—De todos modos, creo que varias personas saben —les informó Mabel—, no es por alterarte, ¿pero sabes cuantas personas me preguntaron esta semana si habían terminado?

—¿Qué? —preguntó Mason, sorprendido.

—A mí también —confesó Will.

—Somos tres —añadió Dipper con cierta diversión.

—¿A todos les preguntaron si habíamos terminado? —preguntó Mason asustado.

—Sí —contestaron al unísono.

—A mí no —dijo su hermana—, bueno, mamá, pero creo que no cuenta.

—¿O sea que lo hemos escondido por nada? —cuestionó el castaño.

—Bueno chicos —interrumpió Xólotl—, así de que digan "esconder" pues tampoco, sólo Dipper no se había dado cuenta.

El castaño de ojos cafés se sonrojó bastante al escuchar esas declaraciones, normalmente se sentiría la persona más estúpida en la habitación, pero cuando escuchó la risa de Bill lo olvidó por completo.

—Es cierto —dijo el mencionado, rodeando al de cabello azul con su brazo con más fuerza, sin vergüenza alguna—, siempre pensé que Bill no te quería de vuelta, aunque en mi defensa, jamás había siquiera mirado a Bill.

—¿Cómo ibas a hacerlo si siempre estoy con Will? Es más que obvio a dónde se iba tu atención —se burló el rubio.

El mencionado se sonrojó ante ese comentario.

—Puede que tengas un punto —contestó provocando que el de cabello azul se sonrojará aún más, quien se giró y escondió su rostro en el pecho de Dipper.

—Eres un tonto —le susurró al castaño que lo abrazaba.

Dipper rió y el chico entre sus brazos sonrió, disfrutando de la vibración que provocaba la risa en el pecho del castaño, Will podría acostumbrarse a eso.

Xólotl puso la mano en su barbilla, analizando seriamente a Mason y a Bill de arriba a abajo.

—No creo que vayan a estar bien, a ver bésense para probarme lo contrario—les retó el de cabello oscuro—, por fines científicos, ya saben.

El rubio notó la molestia en Mason crecer cuando su amigo dijo eso, y su estómago no pudo evitar revolverse un poco ante esa reacción, pero para su agradable sorpresa, el castaño sólo miró con bastante disgusto al novio de su hermana y sin dudarlo mucho se giró para ver a Bill, sujetando del rostro al chico y plantando un beso en sus labios.

Un beso que duró un largo rato.

Una sonrisa se cruzó por los labios del rubio a mitad del beso, y sin dudar acercó aún más al castaño, eso era nuevo...

Mason y él en serio se estaban besando frente a todos sus amigos.

Y vaya que se sentía bien.

—Consíganse un cuarto —les gritó Dipper, con bastante burla en su voz.

El de ojos castaños lo ignoró por unos segundos más, pero finalmente se separó viendo con irritación a su amigo.

—Cállate, nerd —le respondió Mason rodando los ojos.

Dipper rió ante eso y una pequeña sonrisa se escapó de los labios del otro castaño.

Su grupo de amigos estaba frente a él, sonriéndole, bastante felices por ellos, Bill estaba a su lado, con las mejillas sonrojadas y una sonrisa deslumbrante que nada, ni nadie podría quitarle de su rostro.

El castaño lo miró completamente enternecido, con un cálido sentimiento alrededor de todo su pecho sin poder contener ni un segundo más la enorme sonrisa que se había formado en su rostro.

Y por primera vez, Mason no tuvo miedo de que sus amigos lo vieran ser feliz. 



Y seguimos con buena racha, porque el siguiente capítulo ya esta como a la mitad, así que esperemos que ya esta sea la buena.

¿Que opinaron? ¿Les gustó?

¿Son o no son unos tiernos Bill y Pino?

Y ni hablar de Dipper y Will, mis bebés... aunque una pregunta prevalece... ¿que onda con el diario?

No se preocupen, pronto vendrán respuestas jajajaja

Ahora, tenemos una pregunta, sé que abandonamos los fics mucho tiempo, y nunca estuvo en nuestros planes no terminar esta historia, sin embargo la vida se metió y durante un tiempo temí no terminarla nunca, pero les seré honesta le quedan como 5 o 6 capitulos a este fic.

Tania y yo, en nuestra epoca dorada pensamos en escribir 800 fics y si vieran nuestros borradores de wattpad se asutarían tenemos muchas ideas que ya no haremos, algunas porque ya no nos gustan, otras porque no funcionan y otras que pasaremos a otras historias, esta vez con OC's y contenido original, porque eso sí, Tanoa y yo no planeamos dejar de hacer contenido... de hecho todo este tiempo hemos planeado hacer una serie animada y tal vez tomé tiempo pero esperamos que un día vea la luz, de hecho hemos estado trabajando en el guion del piloto y vaya que es dificil.

En fin, Blue Shakespeare y Mindscape podrían ser los últimos fics de la cuenta, pero, tenemos dos historias, dos ideas que no funcionan como otro tipo de contenido, que definitivamente tienen que ser Billdip y que no queremos soltar por nada del mundo, uno sería un fic corto como de 10 partes y el otro podría ser de 25-30, y esos ya serían probablemente los últimos que haríamos, pero queríamos saber si les interesaría verlos? 

También tenemos unos one-shot que seguramente terminaríamos y subiríamos y PPLMM definitivamente se resubira en su totalidad.

Seguimos pensandolo (hacer las otras dos historias), aunque uno ya lo empezamos a planear porque nos clavamos muy rapido en lo que nos gusta jajaja pero nos interesaría saber su opinión.

Creo que son todos nuestros avisos, muchas gracias por acompañarnos, incluso si desaparecimos mucho tiempo, nunca nos olvidamos de ustedes y de los pendejos, sólo que no crezcan, la vida es más dificil cuando creces y trabajas y deudas y ahhhh regresenme a cuando tenía 17 y podía escribir todos los días jajaja

Los queremos mucho.

Atte: Los estúpidos de los Cipher jaja.

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