Impostora.
La alarma de Dipper sonó una hora antes de la hora acordada.
Finalmente habían determinado verse en su casa ya que ésta era la más cercana a la carretera que tomarían, así que a las 9 de la mañana, los otros 6 estarían llegando a su casa para separarse en dos grupos y finalmente emprender su camino a las montañas.
El castaño se levantó a las 8, debido a que sabía que una hora era más que tiempo suficiente para darse un baño y desayunar algo rápido, después de todo había dejado todo preparado la noche anterior e incluso lo había subido a su auto, así que no estaba preocupado.
Cuando escuchó el particular e irritante sonido que su teléfono emanaba para despertarlo, simplemente estiró su brazo para detenerlo de mala gana y abrió los ojos, notando que poca luz era la que entraba por su ventana, a penas lo suficiente como para poder ver a su alrededor.
Dipper se sentó sobre la cama estirándose al hacerlo y debido al movimiento notó algo levantarse junto a sus pies.
—Buenos días princesa —le dijo a su mascota.
La pequeña gata se estiró llamando la atención de su dueño, quedando boca arriba con las patas estiradas por toda la parte inferior de la cama, el castaño se acercó a ella moviéndose con cuidado para no despertarla y comenzó a acariciarla en el estomago, lo que provocó que la gatita empezará a ronronear, el chico comenzó a acariciarle la barbilla puesto que sabía que amaba eso.
No tardó mucho acariciándola y se levantó para ir al baño de su habitación, dispuesto a iniciar su día.
Cuando la dejó de acariciar, Victoria se volvió a estirar y bajó de la cama, siguiendo a su dueño hasta el baño y la rutina de todos los días empezó, ella empezó a maullar, pidiendo comida.
—¿Qué pasa, mi amor? —Le preguntó con dulzura, una dulzura que sólo usaba con ella.
Otro maullido.
—¿Qué es? —volvió a preguntar, incluso aunque sabía que, en primera, no le contestaría y en segunda qué era lo que la pequeña quería.
Dipper se lavó la cara mientras sentía como la gata se untaba en su pierna y seguía maullando.
—Ya voy, mi cielo, espera un momento—le respondió nuevamente.
Otra insistente ronda de maullidos.
—Tienes que aprender a ser un poco más paciente, ¿no crees, princesa? —la gata siguió maullando.
Una vez que terminó con sus necesidades, salió del baño, escuchando algo de alboroto abajo, pero ignorándolo, supuniendo que su hermana había olvidado algo o estaba revisando todo, en cualquier caso, no le importaba.
Otro maullido.
—De acuerdo —dijo saliendo de su habitación y escuchando otro maullido—, vamos.
Dipper salió de su habitación mientras empezaba a bajar las escaleras, aun en pijamas dirigiéndose a la cocina.
Abajo seguía escuchando voces, seguramente se trataba de su tío, lo cual era excelente porque quería repasar algunas cosas sobre el cuidado de Victoria con él.
A medio camino, Victoria maulló de nuevo.
—Ya estoy yendo princesa, ven acá —dijo tomándola con cuidado y recogiéndola del suelo para cargarla como bebé—, ¿quieres un sobre? Te lo mereces por ser una buena niña.
Escuchó una pequeña risa y al alzar su mirada vio a su hermana, con la sonrisa más irritante que alguna vez le había visto en la vida, no estaba sola, por supuesto que no.
Eso sería demasiado bueno para él.
A su lado, se encontraban Pacífica y Will.
Genial.
Dipper sintió la vergüenza invadir su ser, no sabía si subir de regreso e intentar recuperar parte de su dignidad o continuar y pretender que no le importaba.
Decidió caminar e ignorar la existencia de los demás mientras seguía acariciando a su gata, después de todo, aun debía darle de comer y las necesidades de su princesa eran más importantes que su dignidad.
El castaño camino junto a ellos, con su pijama casual y lo que ahora sentía que eran las pantuflas más ridículas del mundo de gato que su hermana le había regalado a modo de broma, pero que realmente le habían gustado, mientras caminaba en silencio con la expresión más estoica que pudo hasta la cocina.
Al llegar volvió a respirar, bajo con cuidado a Victoria y le dio de comer.
Oficialmente sabía que sería un viaje muy abrumante.
[...]
Los hermanos Cipher habían tomado un taxi hasta ahí y habían llegado a la hora que Mabel les había dicho, ambos hermanos se encontraban afuera de la casa de los Gleeful, habían pasado la puerta exterior y se dirigían a la puerta de la casa cuando Bill recibió una llamada de su amigo.
—¿Pino? —preguntó al teléfono mientras se alejaba unos pasos.
El menor de los Cipher tocó suavemente la puerta de la casa.
—¿Por qué no me sorprende? —preguntó el rubio rodando los ojos mientras reía—, ponlo al teléfono, yo lo guío, sí, sí, ya sé que esto no hubiera pasado si tú condujeras —Bill rió aun más ante eso último—, ahora pásame al inútil, tienes razón, lo siento, mejor ponlo en alta voz.
Mientras que el más bajo de los dos escuchó como alguien se acercaba a la puerta.
—Xólotl, dime por donde estás —continuó el rubio y su hermano no pudo evitar soltar una risa—, Will voy a ir a esperarlos en la puerta.
El mencionado asintió mientras Pacífica le abría la puerta.
—Hola —le habló la rubia.
—Hola —contestó Will con una sonrisa tímida.
—¿Y tu hermano? —preguntó con curiosidad mirando detrás de él.
—Creo que Xólotl se perdió —explicó Will algo divertido debido a la platica de su hermano—, así que lo esta guiando por teléfono y esperandolos en la puerta.
—De acuerdo —respondió Pacífica haciéndose a un lado de la entrada—, adelante, supongo, Mabel fue a la cocina por agua.
—¿Y Dipper?
La rubia lo miró con curiosidad, pero no dijo nada al respecto.
—Creo que está arriba, no lo he visto desde que llegué.
—Oh —contestó algo nervioso—, de acuerdo.
Will se quedó parado junto a su amiga, ansioso... no sabía como les diría que el club estaba cancelado, especialmente con las pocas respuestas que podía darles. Tal vez, después de todo, realmente era una mala idea... aún podría detenerlo, pero sabía que al menos debía intentarlo.
—¿Nervioso por el viaje? —le preguntó su amiga, notando que se encontraba jugando con sus manos.
—Eso creo —contestó Will preocupado, aclarándose la garganta y separando sus manos, sabiendo que eso delataba su nerviosismo.
Mabel salió de una de las puertas de la derecha de la casa, con un vaso lleno de agua para Pacífica.
—Hola William —le dijo la castaña con una sonrisa amable, al tiempo que le entregaba el vaso a su novia—, ¿quieres uno también?
—¿Uh? —preguntó el mencionado, confundido.
—Está algo perdido —explicó la rubia con algo de diversión, Mabel soltó una pequeña risa.
—Agua —continúo la castaña, con una extraña amabilidad.
—Sí, por favor —soltó saliendo de sus pensamientos.
Hasta que escuchó algo que llamo su atención, la de los tres en realidad.
—Ya estoy yendo princesa, ven acá —se escuchó desde las escaleras del fondo—, ¿quieres un sobre? Te lo mereces por ser una buena niña.
Vio a Dipper bajando las escaleras, quien se quedó quieto por un instante al verlos y luego siguió caminando hacia la cocina como sino hubiera nadie, pero con las mejillas ligeramente sonrojadas.
Will no pudo evitar pensar que se veía adorable con su pijama y sus pantuflas de gato.
—Supongo que Dipper se puede encargar de eso —dijo la castaña, refiriéndose al vaso de agua de Will.
—¿Puedo ir por el agua yo? —preguntó Will.
—Adelante —le contestó apuntándole la cocina con ambas manos.
—Gracias —dijo el chico al tiempo que dejaba su maleta en el suelo.
Con algo de nervios camino en la dirección que había visto al castaño irse, hasta que llego a una puerta blanca, con cuidado la abrió.
—Eres una consentida —escucho al entrar.
Vio a Dipper observando a su gatita mientras ésta comía, Will sonrió ante la escena y se aclaró la garganta para anunciar su presencia.
—¿Ahora qué quieres? —preguntó de mala manera el castaño.
—Agua —respondió Will asustado por su respuesta.
El castaño alzó la mirada y vio al chico, su mirada cambio por completo puesto que abrió los ojos lo más que pudo por la sorpresa y lucía angustiado.
—Will yo... —empezó nervioso—, creí que eras Mabel.
—Me imaginé —respondió algo apenado.
—¿Agua, correcto? —Will asintió, al tiempo que el castaño abría una alacena y tomaba un vaso de cristal.
En silencio camino hasta el refrigerador y le echo agua al vaso, manteniendo la mirada lejos del otro chico. Will comenzó a jugar con sus manos, preocupado.
Realmente era un tonto.
—Lamento lo de ayer —soltó sin más.
Dipper pareció tensarse, pero Will no estaba del todo seguro.
—¿Qué de ayer? —contestó con tranquilidad dándose la vuelta y entregándole el vaso con agua al más bajo.
Will tomo el vaso con la mirada abajo, respirando profundamente y continúo.
—Lo de... —empezó tartamudeante—, ya sabes, eso... lamento si te hizo sentir incómodo, no sé porque lo hice, yo...
—Oye —le interrumpió el castaño, mirándolo por primera vez desde que entró a la habitación—, tranquilo... no pasa nada, no tienes que explicar nada.
—Perdón.
—No tienes que disculparte Will —le afirmó mientras llenaba otro vaso con agua y rellenaba el tazón de Victoria—, es una tonta tradición después de todo, no te preocupes —le sonrió al verlo nuevamente.
—Pensé que estarías molesto por eso —le confesó y Dipper rió ligeramente.
—Pensaba que eras el único que no me veía así —replicó el castaño.
—¿Así?
—Irritable y malo.
—Uno tiene que prevenir —respondió encogiéndose de hombros.
—Oye.
—Estoy bromeando —contestó con una risa pequeña—, no te veo así... pero quería asegurarme de que todo estaba en orden.
—Bueno, todo está en orden —le respondió.
Will sonrió ligeramente.
—Por cierto —Dipper lo miró nuevamente—, tus pantuflas son bonitas.
Dipper se miró a si mismo, recordando que aun seguía con su pijama, sintió su rostro enrojecer y esta era la primera vez que Will lo notó mientras soltaba una pequeña risa.
—Ni me lo menciones —contestó rodando los ojos—, no sé que diablos pasó, pero a esta hora no debería estar así, ¿llegaron temprano?
—Mabel nos dijo que querían cambiar la hora.
—¿Por qué no me sorprende? —respondió el castaño—, sólo mi hermana se encarga de hacerme esto.
—¿Qué cosa?
—Humillarme —respondió cruzándose de brazos—, especialmente frente a —Dipper se interrumpió a si mismo... decir frente a ti era una muy mala idea—, gente que conocemos —finalizó sonrojándose.
—¿Ibas a decir amigos? —comenzó el menor con la intención de molestarlo.
—No —replicó.
—A mi no me engañas —le dijo Will a modo de broma—, yo sé que consideras al club tus amigos.
Dipper sólo rodó los ojos.
—Seguro —contestó con ironía.
—Entonces, ¿crees que lo hizo a propósito? —le preguntó.
—No —respondió con seguridad—, estoy seguro .
En ese momento su gatita volvió a maullar.
—A ti tampoco te aviso, ¿verdad? —le preguntó a su gata mientras que ésta se le untaba en la pierna a Will.
—¿Es ella la famosa Victoria? —cuestionó el chico.
—La misma —contestó Dipper, la mencionada maulló nuevamente—, eres una mimada —continuó el castaño negando con la cabeza—, perdónala, siempre que ve a alguien nuevo piensa "más mimos" o algo así.
Will rió hinchándose un poco.
—¿La puedo acariciar?
—Por favor —bromeó el castaño—, o podría darle algo.
Will sonrió al tiempo que comenzaba a acariciar a la gatita en su cabeza, lo que provoco que se alzará.
—Que linda —dijo el chico.
Después Victoria se tiro al piso, mostrándole su estomago y Will continuó a acariciarla ahí, la pequeña comenzó a ronronear.
Dipper sintió su corazón palpitar con fuerza mientras sentía algo de calor en sus mejillas y se le formaba una sonrisa en el rostro, ver al chico del que llevaba media vida enamorado acariciando a la luz de sus ojos definitivamente le derretía el corazón.
—Eres una vendida, Victoria —le dijo el castaño, intentando calmarse.
—¿Quién la va a cuidar mientras no estés? —inquirió Will levantándola del piso.
—Mis tíos y... Vanessa —contestó notando como su mascota se dejaba acurrucar por el chico.
—¿En serio? —Dipper asintió.
—Sí, obviamente a Vanessa le voy a pagar, pero me alegro de que aceptara, ninguno de mis tíos hubiera limpiado su caja de arena y no sabía si dejarla en una pensión porque podría estresarse si se sale de su entorno, además de que ella es muy especial con la comida... bueno con todo en general, es una niña muy mimada.
—Y tú eres un padre muy preocupado.
Dipper sonrió, era una de las primeras personas que no lo trataba de loco y que si consideraba a Victoria como una hija.
—Supongo que lo soy —le contestó sonriendo.
Hubo un momento de silencio.
—Creo que debería ir a mi cuarto a cambiarme, antes de que lleguen los demás.
—Oh si, creo que están cerca —respondió el más bajo—, aunque aun tienes unos minutos, Xólotl perdió a los Pines.
Dipper rió ante esto antes de salir de la cocina y Will fue detrás de él.
El castaño subió a su habitación justo a tiempo, porque la puerta principal se abrió nuevamente, Mason había abierto y entrado con el resto.
—Que no me importa —decía el castaño que entraba a la casa—, mientras no sea Xólotl quien conduzca hasta ahí, no me importa quien lo haga.
—¿Qué en tu casa no te enseñaron a tocar, Pines? —le contestó burlón el mencionado.
—Déjalo —dijo la castaña parada junto a Pacífica—, prácticamente está es como su tercera casa, así que no hay problema.
—¿Tercera? —preguntó el castaño confundido.
—Porque la segunda es la de Bill —dijo la hermana de Mason, terminando la idea que había empezado Mabel.
Tanto Bill como el castaño a su lado se sonrojaron ligeramente.
—Muy graciosa —le dijo el más bajo rodando los ojos antes de verla mal—, pero no es cierto.
—Lo que tu digas —continúo su hermana encogiéndose de hombros.
—¿Y el nerd? —preguntó Pines, intentando cambiar de tema.
—No sé —respondió Mabel—, pregúntale a Will.
—En su habitación —contestó el mencionado.
—¿Y tú como lo sabes? —le pregunto pícaramente Bill.
Will se sonrojó ligeramente.
—Porque me dijo —replicó a la defensiva—. ¿Se perdieron?
—¡Maps me confundió! —gritó Xólotl estresado—, me dijo "gira a la izquierda" tarde y ya no pude "girar a la izquierda" —comentó burlándose de la voz de la aplicación.
—Eso dice —comentó Mason escéptico.
—Tú tampoco hubieras "girado a la izquierda".
—¡Deja de hablar así! —le gritó con desesperación.
En esos momentos bajo Dipper, impecable, como si no hubiera estado en pijama tan sólo unos minutos antes.
—Supongo que podemos empezar a irnos —dijo Pacífica.
—Antes —empezó Will—, tengo algo que decirles.
Bill rodó los ojos.
—Ajá —le animo su rubia amiga a seguir.
De repente el chico sintió 7 miradas sobre de él y se preguntó si realmente debía seguir con eso... tal vez podría decirles luego... o nunca y cancelar todo. Tal vez debía seguir su instinto en vez de escuchar a Joy... sin embargo, ignoro todas sus dudas y respiró profundamente.
—Ya no tendremos más reuniones del club.
—¿Por qué? —cuestionó Mabel alterada.
—Porque encontré a la persona que escribió el diario —soltó con una sonrisa forzada.
Dipper sintió su alma caerse al piso, ¿lo había descubierto? ¿A eso se debía que actuará raro con él recientemente?
No... era mucho pedir, ¿verdad?
—Y se lo regrese —continúo el chico mientras todos lo miraban confundido—, así que ya no tendremos que seguir con el club.
—¿Y quién es? —inquirió Xólotl con extrema curiosidad.
—No les diré —respondió Will con excesiva obviedad—. Pero les puedo asegurar que ella ya lo tiene en sus manos.
En ese momento su alma sí cayo al piso... eso era definitivamente peor a que lo descubrieran.
[...]
Dipper camino hasta su automóvil arrastrando a su hermana con él y aunque quería reclamarle por el cambio de hora, había cosas más importantes en ese momento.
—¿Te lo dio? —le preguntó Mabel a Dipper mientras subían las cosas al maletero, lejos de los demás.
—¿Tengo cara de que me devolvió, estúpida? —hablo el castaño con agresividad—. ¿O de ser una ella?
—No tienes que ser grosero —le reclamó su hermana al tiempo que encogía los hombros inocentemente—, pensé que lo dijo para disimular o algo.
—Pues no lo hizo —dijo con sarcasmo.
—Esto es malo —la castaña decidió ignorar el tono de su hermano y continuo—, muy, muy malo.
—¿Tú crees?
—Dipper... —le dijo con algo que parecía ser dulzura.
—Perdón... —Dipper se sintió culpable, no era culpa de su hermana que todo eso pasara—, no debo hablarte así, pero estoy algo alterado.
—Lo entiendo —le sonrió con preocupación—, pero ahora lo importante es pensar qué haremos.
—¿De qué hablas?
—¿Lo vas a intentar recuperar?
—Obviamente —contestó como si fuera lo más evidente.
—Pero —empezó, intentando darle una solución temporal a su problema—, si alguien esta fingiendo ser el autor dudo que le diga a Will que eres tú si se da cuenta.
—¿Entonces debo dejar que un extraño se quede con mis pensamientos más íntimos sobre Will?
—No es como si tuvieras muchas opciones —le contestó encogiéndose de hombros.
—¿Y si lo usa para chantaje?
—Lo dudo mucho —replicó la castaña—. Piénsalo, no le conviene... para que le funcione tendría que revelar que mintió y debe tener alguna razón por la que lo hizo en primer lugar, así que dudo mucho que lo haga.
—No, no puedo dejar mi diario en manos de una desconocida —le suplicó el castaño—, necesito recuperarlo.
Mabel lo miró tristeza.
—Entonces... —soltó finalmente—, necesitaremos averiguar quién lo tiene para poder recuperarlo.
Dipper le sonrió agradecido.
—Graci- —Dipper se detuvo al sentir a alguien parado junto a él.
—¿El Mustang azul es tuyo? —preguntó Xólotl interrumpiendo la platica de los Gleeful.
El castaño dio un salto por la sorpresa y luego miró a chico con incredulidad, ¿habrá escuchado algo?
—¿Disculpa? —soltó confundido.
Xólotl rió ligeramente.
—¿El Mustang? —Dipper asintió invitándole a continuar—, ¿es tuyo?
—Sí —dijo débilmente, aún preocupado por la platica que había tenido con su hermana.
—Yo quiero uno así o un Camaro —comentó Xólotl, admirando el automóvil del chico—, pero mi papá jamás me daría uno... incluso si mi hermano tiene un Corvette —dijo con algo de fastidio—, pero no soy mi hermano, ¿verdad? —soltó con un tono que nunca había visto en Xólotl... era como un reclamo dolido.
A Dipper le pareció curioso, probablemente no se llevaba bien con su hermano, pero decidió ignorar eso.
—Corvette suena como un auto bonito —comentó Will uniéndose a la conversación.
Pero por más que quisiera unirse a la conversación, no podía, tenía la mente en todo menos en automóviles en ese momento.
—Es muy bonito —le respondió Xólotl con una sonrisa.
—Aunque sólo tiene dos plazas —agregó Bill parándose detrás de su hermano.
—¿Y tú cómo sabes eso? —preguntaron al unísono Xólotl y Will.
—Por un videojuego —contestó Bill encogiéndose de hombros.
—Eso lo explica todo —comentó Mason y el rubio lo empujó ligeramente con su cuerpo.
—No, por favor, no —soltó Mabel con exageración—, no quiero oír su platica de autos, suficiente tengo con Dipper con sus caballos de fuerza y los cilindros y no sé que.
—No sabía que te gustaban los carros —le dijo Xólotl al castaño.
—Pues ya ves —respondió como pudo intentando seguir con la conversación, aún con la mente en su diario.
—Que cool —le preguntó con la misma emoción de un niño—, ¿puedo manejarlo?
—Lo pensaré —contestó intentando no mirarlo.
—Eso es un no —respondió Bill por él con diversión.
Dipper soltó una risa al escuchar aquello, mientras Xólotl soltaba un quejido tal cual niño pequeño.
Tal vez debía relajarse, de todas maneras no había nada que pudiera hacer en ese momento y él realmente quería divertirse en ese viaje.
Después de todo sabía que su gatita estaba en buenas manos, había dejado instrucciones más que claras para sus tíos y realmente confiaba en Vanessa para lo que sus tíos no hicieran.
Sin contar que podría pasar tiempo con Will... tiempo genuino, probablemente todos estarían con sus parejas y al final del día terminarían siendo ellos dos platicando y bromeando, él quería aferrarse a ese pensamiento.
Era lo único que le quedaba.
Y al volver, tendría tiempo de encargarse de la impostora.
¡Hola!
Perdonen la tardanza, pero regrese a clases y eso, por más que lo intente hace que las actualizaciones sean más lentas, sin embargo, haré todo lo posible para que no sean taaaan lentas.
Fuera de eso, ¿cómo están? ¿Les gustó el capitulo? ¿Que opinan del rumbo que esta tomando la historia?
¿A quién le habrá dado el diario Will? ¿Que creen que pasará en las montañas? ¿El frío los unirá como grupo o hará que quieran asesinarse? ¿Dipper y Will van a dejar de ser tan densoooooos?
jajaja yo sí sé, pero bueno espero que pronto lo puedan averiguar, rueguen que no me dejen mucha tarea uwu
Les queremos <3
Atte. Impostora y cortadora.
PS: a gladis que comentaba casi cada día x la actualización, lo ameeeeeeeee, juro que cuando los veía me daba mucha ternura (y mucha risa tambien la verdad) que alguien quisiera tanto una actualización de esto que comentará tanto jajaja en fin, espero que te guste la dedi <3
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