¿Concurso?

Will caminaba hasta el auto de su hermano, donde sabía que el rubio estaría, cuando notó que no estaba solo; Mason Pines estaba parado junto a él fuera del auto, y parecían estar riendo de algo, mientras tenían sus manos entrelazadas disimuladamente sobre el auto.

Will negó con la cabeza, esos dos eran un verdadero caso.

—¡Willcito! —le gritó Bill—, ¿qué haces aquí?

—Vine a dejarte mi mochila —respondió quitándosela—, no quiero estarla cargando.

Bill rápidamente abrió el automóvil y Will lanzó su mochila a la parte trasera, mientras los chicos se separaban ligeramente.

—¿Irás a lo del diario? —le preguntó a Mason.

—Ahí me dirigía ahora —respondió el castaño—, justo me estaba despidiendo de Bill.

—Supongo que tendré que esperarlos todo este tiempo —dijo el rubio haciendo un puchero—, ¿no?

El castaño se enterneció ante la expresión del mayor de los Cipher, pero él se lo había buscado.

—¿Nos vas a esperar? —preguntó Will a su hermano, curioso por el plural de su oración.

—Sí, Pino y yo tenemos pensado salir después de su reunión, así que te dejaré en la casa y luego me iré con él —explicó Bill con una sonrisa.

—Trataré de no tardar —respondió Mason correspondiéndole esa sonrisa—. Aunque supongo que eso depende de Will.

El rubio miro a su hermano y frunció el ceño.

—No me importaría cuanto tardan si Will me dejara participar.

—No me importaría dejarte participar si supieras comportarte —le contestó con una sonrisa.

—Es que me aburría —le dijo, intentando convencerlo de dejarlo volver al club por milésima vez—, por favor.

—No, y no insistas, que aún estoy enojado contigo por eso —respondió rodando los ojos—, aun no puedo creer que traicionaras mi confianza para burlarte de una persona que debe estar pasándosela mal, imagínate que horrible fuera que alguien se burlara de... su secreto.

—De acuerdo —respondió algo avergonzado, tal vez si se había pasado del límite.

El castaño se despidió de Bill con un gesto de mano.

—Entonces, después de la escuela, ¿verdad?

—Seguro —respondió.

—Mejor vamos, hay que regresar antes de que todos lleguen —dijo Will, interrumpiéndolos.

—Adiós, Bill —habló el castaño.

—Adiós Pino, adiós Willcito.

Los mencionados comenzaron a caminar en silencio hacia el salón, el castaño se sentía tentado de hacerle un montón de preguntas a Will para ayudar a Dipper, pero sabía que si las hacía sería terriblemente obvio, y no era tan malo como para hacerle eso al menor de los Gleeful, suficiente debía tener con soportar la idea de saber que alguien más estaba tras del de cabello azul, alguien que era capaz de hacerle un diario... definitivamente no sería fácil para él.

Cuando Will y Mason finalmente llegaron al salón, el resto de los chicos ya se encontraban ahí. Que básicamente consistían en Dipper, Mabel y Pacífica, estás últimas dos se encontraban bastante melosas algo apartadas mientras que el castaño se encontraba leyendo con una expresión seria en una de las sillas del salón.

Will no pudo evitar preguntarse si es así como pasaba la mayor parte de su tiempo en la escuela.

—Supongo que es hora de empezar —dijo al entrar.

Y así inició la sesión de ese día. Los 5 chicos se encontraban en el salón de clases, pensando en su siguiente movimiento en su búsqueda de la autora del autora.

—Necesitamos pensar en una manera de averiguar qué chicas tienen hermana —dijo Pacífica—, pero no sé cómo podríamos hacerlo, las secretarías se rehúsan a dar la información y pensándolo bien eso no cubre a las que tienen hermanas fuera de la escuela.

—Lo único que se me ocurre es preguntarles directamente a todas las chicas de la escuela —dijo Mason—, y eso podría llevarnos días.

—Podemos hacer algo más mientras tanto —dijo la rubia.

—Supongo que podríamos concentrarnos en el cifrado hasta encontrar una manera de averiguar a las chicas con hermana —habló Mason.

—Según lo que hemos estado investigando los que podrían ser son Cesar, atbash o Vignere —dijo Will—, en vista de que no contiene ningún número o símbolos, aunque eso es complicado de resolver...

—¿Por qué? —preguntó Pacífica.

—Porque si es Cesar debemos saber cuál es su rotación de letras, que literalmente pueden ser 26, 27 o más posibilidades, dependiendo si toman en cuenta la ñ, atbash no es tan difícil de descartar, pero el verdadero problema sería si es Vignere —dijo Dipper.

—¿Por qué? —Preguntó Mabel, algo confundida.

—Porque no tenemos la llave —explicó Mason como si fuera lo más obvio del mundo—. Hay algunos programas de descifrado que podríamos intentar, pero ni siquiera sabemos la longitud de la llave y eso puede ser un problema, tendríamos que ir probando y podría tener alguna rotación diferente.

—No estoy entendiendo nada —dijo la castaña.

Dipper rodó los ojos.

—Es decir que nos puede tomar mucho tiempo estar probando una por una —le explicó a su hermana con fastidio—, hay tantas combinaciones que si es vignere es prácticamente imposible que la descubramos sin la llave, literalmente sólo podríamos intentando adivinarla y eso sería enteramente suerte.

—Perdón, sólo estaba preguntando —contestó algo irritada.

—Entonces pongamos en marcha —dijo Will tratando de alejar la tensión de esos dos—, empecemos por el César, que es el más fácil.

—¿Cómo sabes eso? —Preguntó Pacífica.

—Dipper me explicó —respondió con una sonrisa.

[...]

Will estaba frustrado, la tarde anterior no habían avanzado absolutamente nada y no se le ocurría que más podría hacer para encontrar a la persona y poder regresarle el diario a la chica.

—Xólotl y yo estuvimos preguntando a las chicas, porque quiero probar que merecemos volver y creemos que tenemos una idea, no son tantas como creímos —dijo Bill sentándose en la mesa y sacando a Will de sus pensamientos.

—¿Cuantas son? —Preguntó Pacífica.

—Como 40... a lo mucho —respondió Xólotl.

—¿De verdad? —Preguntó Mabel quien estaba sentada junto a su pareja—, pensé que serían más.

—Si lo piensas sólo son 3 salones por grado, son 3 grados y cada grupo tiene un promedio de 20 estudiantes, eso da un total de 180 estudiantes aproximadamente —comenzó Xólotl—. Somos relativamente pocos.

—Igual, 40 de 180 es poco, ¿no creen?

—Algo, pero es una escuela pequeña —dijo Will, quien hasta el momento sólo había estado escuchando—, además no todos tienen hermanos y algunas podrían tengan únicamente hermanos y no hermana, por ejemplo Mabel tiene hermano y Pacífica también.

—¿Cómo investigar a las 40 chicas con hermana? —comentó el castaño sentado junto a Bill—, no podemos simplemente ir y preguntarles si están enamoradas de Will o algo así.

—Podríamos hacer un filtro rápido y descartar rápidamente a las que no conoces —dijo Pacífica—, eso debería reducir el número considerablemente.

—¿Y cómo lo haremos? —dijo Dipper, quien había sido invitado a comer ahí por su hermana, con la excusa de que estarían viendo asuntos del diario—, primero tendríamos que saber exactamente quienes son las 40 chicas que tienen hermana.

—Podríamos hacer un concurso —dijo Xólotl.

Todos lo miraron extrañado.

—Piénsenlo —continuó el chico—, ponemos un premio y decimos que para ganarlo tienen que contestar una encuesta, ahí preguntamos si tienen hermana, de las que participen, reunimos a las que conoces y decimos que son las que pasaron a la siguiente etapa.

—Eso... no es tan mala idea —admitió Will—, incluso con las encuestas podríamos comparar las letras de las chicas que participen.

—Gracias —contestó Xólotl con una sonrisa.

—¿Y cuál sería el premio? —Preguntó Mabel—, tendría que ser uno lo suficientemente tentador para que la mayoría de las chicas con hermana participen.

—No necesitamos que participen todas las chicas, sólo la que escribió el diario —dijo Bill.

—Entonces necesitamos un premio que tenga que ver con Will —comentó Mason.

—Podría ser una cita —soltó Xólotl y algo dentro de Dipper se removió—, que la ganadora se reúna con Will en una cita y que él le pregunte directamente sobre el diario.

—Funciona para mí —dijo Pacífica.

Para Dipper no, la idea de una chica teniendo una cita con Will no funcionaba para él, al contrario, lo arruinaba.

—Dudo que la chica participe si le ofreces una cita tan directamente con Will —dijo por instinto, incluso aunque le beneficiara que se distrajeran con la idea de la chica y el concurso para poder recuperarlo—, es decir, si teme que se sepan sus sentimientos y recurre a un diario no creo que se exponga tanto como para participar por una cita con Will tan abiertamente.

—Además, después de reunir a las "finalistas" ¿qué? —dijo Mason—, tendríamos que pensar como sabremos quien de ellas fue quién escribió el diario.

—Podemos hacer que las finalistas pasen una prueba más —continuo Bill, intentando ganarse el derecho a regresar al club y no seguir esperando por su hermano y Pino los martes y jueves.

—Es buena idea —dijo Will y Dipper debía admitir que le incomodo un poco, estaba aceptando a tener una cita con una extraña... aunque suponía que cualquiera de ellas tenía más de oportunidades que él, así que no sabía porque se decepcionaba por algo que supo desde hace tiempo, esa era la razón de que el diario existiera en primer lugar, porque sabía que no tenía oportunidad—, aunque Dipper tiene razón, eso no resuelve lo del premio, dudo mucho que se inscriba si somos tan directos.

—Entonces que sea una cita con un miembro del club —dijo Bill como si fuera lo más obvio del mundo—, es decir, nosotros 5, Will estará entre las opciones así que no será tan obvio.

—Pensé que Xólotl estaba saliendo con la hermana de Mason —dijo Mabel.

—Sí, pero igual ninguno de nosotros 4 realmente va a salir con la chica —continuo el rubio—, sólo Will, así que, que este en las opciones no tiene nada de malo porque igual no tendrá la cita con nadie.

—Exactamente —acordó Xólotl con una sonrisa—, yo le soy fiel a mi chica.

—Podemos hacer que la prueba final sea hacer un pequeño escrito dedicado hacia uno de los chicos presentes, la que escoja a Will gana la cita.

—No creo que la chica participe, sigue siendo muy riesgoso exponerse a tanto —dijo Dipper—. Además, la escuela no permitirá un concurso así, no tenemos ninguna justificación para hacer algo así.

—Entonces justifiquémoslo como un acto noble —dijo Pacífica—, podemos decir que es para recaudar fondos para algo e incluso más chicas participaran, podríamos ofrecerle la excusa perfecta a la chica para participar.

—¿"No lo hago por la cita sino por la causa"? —Preguntó la castaña a su lado.

—Exactamente.

—Suena deshonesto —dijo Will, algo incomodo con la idea.

—Podemos donar el dinero de verdad —continuo la rubia—, y la escuela aceptará con mayor facilidad si es por una causa noble.

—¿Y qué causa noble sería?

—Puede ser para un refugio de animales —dijo Dipper, sorprendiendo a todos en la mesa—, hay uno en este vecindario que tiene cuida a perros y gatos callejeros y les busca un hogar, pero les faltan recursos, incluso podría servir para promocionar el lugar y que más personas adopten.

Todos se quedaron viéndolo extrañado, excepto su hermana que sabía que el castaño pasaba algunas tardes ayudando en el refugio.

Al sentir la mirada de todos sobre él, el rubor amenazo con subir a sus mejillas, así que simplemente se cruzó de brazos y continuo, intentando sonar lo más desinteresado posible.

—¿Qué? —respondió a la defensiva—, todos saben que estadísticamente hablando las personas son más propensas a ayudar y sentir compasión por los animales, especialmente las chicas, suena como una buena manera de hacer que la mayoría participe, si no es por la cita lo hará por los animales.

—En eso tiene razón —dijo Pacífica.

—Es perfecto —dijo Will—, creo que ya tenemos un plan.

—¿Eso significa que podemos volver? —Preguntó Bill.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Bueno, nos necesitas —le dijo a su hermano—, porque para empezar a nosotros se nos ocurrió lo del concurso y en segunda porque también podemos servir para atraer a más chicas.

—El punto es atraer chicas que quieran a Will, no atraerlas porque sí, idiota —dijo Dipper.

—Igual... —interrumpió Xólotl, ayudando a su amigo a recuperar su entrada—, tal vez la chica tenga una amiga que la obligue a acompañarla a inscribirse y ella se inscriba por nosotros, apuesto que no pensaste eso... pero las amigas son muy persuasivas.

—Además prometemos ya no hacer tonterías —agregó rápidamente Bill.

—No lo sé... —le respondió su hermano.

—Es que me canso esperando-... te —soltó el rubio, algo avergonzado, intentando pasar por desapercibido su casi error—, me canso esperándote Willcito. No es justo.

—Si Dipper acepta entonces sí —dijo Will con una sonrisa.

—¿Por qué él? —Le preguntó su hermano.

—Porque él es el capitán del club de lectura —continuo el de cabello azul, aun sonriendo, directamente al castaño, lo cual lo hizo sentirse extrañamente vulnerable.

Odiaba ponerse así.

Dipper apartó la mirada y tomó su libro, intentando ignorar la mirada de ambos molestos chicos y la de Will.

—Eres malvado.

—Lo sé.

—Gleeful podemos...

—No —soltó sin siquiera dirigirle la mirada.

—¿Will viste eso? Ni siquiera me dejo explicarme, ándale dile que me deje volver.

—Gleeful, por favor déjanos volver —pidió Xólotl—, prometemos que sólo queremos ayudar.

—Por favor —insistió Bill.

—Supongo que está bien... —dijo, con la vista aun en su libro, aunque no había leído nada, sólo quería algo para refugiarse de la mirada de Will sobre él—, sólo porque no los quiero insistiéndome todo el tiempo, pero una infracción más de ese tipo y serán expulsados definitivamente del salón, ¿de acuerdo?

—Sí señor —dijeron al unisonó.

Will no podía dejar de mirar a Dipper, intrigado en su reacción.

Había algo que le impedía apartar la mirada... no fue hasta notar sus mejillas sonrojadas, que Will pudo dejar de verlo.


¡Hola!

¿Les está gustando? 

Ya quiero que lleguemos a las partes más interesantes ksjssdjkd

Alguien digale a Tito que deje de hacer travesuras, gracias.

Atte. Cucarachona y delincuenta.

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