Biblioteca.
El lunes había llegado y con él, el plan de los Gleeful para hacer que Dipper vaya a casa de los Cipher y así lograr que de alguna misericordiosa manera recuperará el libro había iniciado.
Mabel sólo tenía que esperar al momento perfecto para efectuar su muy elaborado plan, del cual, estaba bastante orgullosa.
—Entonces —le preguntó su hermano ligeramente preocupado por el plan de la chica—, ¿ya sabes que dirás?
—Sí —asintió la castaña con orgullo—, tú confía en mí.
—Te conozco lo suficiente como para saber que no debo confiar en ti —continúo preocupado—. Así que dime, ¿qué dirás con exactitud?
Estaba bastante seguro de que haría alguna tontería, pero la verdad era que estaba demasiado desesperado como para negarse a la más mínima posibilidad de recuperar el diario.
—Diré que los vi comiendo —la chica le sonrió ampliamente con seguridad.
—¿Eso funcionará? —preguntó escéptico.
—Sí, te lo digo por experiencia, la vez pasada me negaron el acceso dos semanas por lo mismo, así que está bien, no hay muchas consecuencias —le dijo con una sonrisa.
—De acuerdo, entonces ¿debo comer algo o tener comida? —cuestionó Dipper.
—No, no —le dijo con velocidad, una casi sospechosa—, nuevamente no te preocupes por eso.
—¿Y no crees que Will lo negará? —cuestionó otra vez el plan de su hermana.
—A Tad realmente no le va a importar si lo quiere negar, igual los va a sacar —le respondió la castaña.
—De acuerdo... —murmuró rindiéndose, era su única opción—, supongo que tendré que confiar en ti.
—Exacto, ahora ve y pretende ser normal por unos 20 minutos hasta que todo progrese y procura... —la chica se detuvo algo sospechosa—, procura que vayan a una parte apartada.
—¿Para qué? —inquirió dudoso.
—Para que sea más creíble, nadie comería a plena vista, tú sólo dile a Will que quieres buscar libros en la parte de poesía para referencias, nunca hay nadie ahí y es la excusa perfecta.
—De acuerdo.
[...]
Habían pasado tan solo 10 minutos en la biblioteca solos y Dipper no podía sentirse más nervioso de lo que ya estaba, especialmente porque no sabía exactamente cuándo Mabel actuaría.
—Will —le dijo el castaño—, ¿no crees que necesitamos más libros de referencia? Creo que necesito ayuda con mi parte.
—¿De verdad? —preguntó el chico.
—Sí —Dipper tosió ligeramente incómodo, no tenía idea de cómo mentir para llevar a Will hasta la zona establecida—, estoy teniendo problemas con las rimas, creo que iré por un libro de poesía o uno de rimas, ¿vienes? —Dipper preguntó, rogando internamente que aceptará, Mabel había dicho que era importante que ambos estuvieran juntos para que la suspensión sea para ambos.
No tenía idea de que haría si Will le decía que no en esos momentos, especialmente porque ya se encontraba de pie viendo con ojos expectantes al menor de los Cipher.
—Sí, necesito uno también, pensaba pasar por él ahora que terminará con este verso, pero si irás de una vez, iré contigo —le respondió con una pequeña sonrisa levantándose se su lugar—, vamos.
A veces tenía algo de suerte.
—Seguro.
Dipper suspiró con alivio, todo parecía ir en orden.
Ambos chicos caminaron hasta la sección acordada, así que cuando llegaron, el castaño comenzó a revisar los estantes pretendiendo buscar un libro que le sirviera, Will estaba detrás de él, buscando en el estante detrás de él.
—¿Cómo que poemas buscas de referencia? —le dijo Will con un tono amable—. ¿O qué libro de rimas buscas en específico? Si quieres te puedo ayudar a buscar.
—¿Específico? —cuestionó confundido.
—Bueno, hay como tres libros de rimas frente a ti —le dijo riendo—, así que o eres un mal buscador o estás buscando uno en específico y prefería arriesgarme por la segunda.
—Oh, claro, claro —le dijo sonrojándose ligeramente—, ese es el problema, no recuerdo al autor, pero era uno que me gustó mucho... Mason me lo recomendó una vez, era un libro... —y ahí tuvo que empezar a improvisar—, rojo quemado con algunos detalles en dorado, algo grande y... recuerdo que estaba por aquí.
—Entonces, empecemos a buscar —le contestó con una sonrisa.
El chico se dispuso a buscar el libro y el castaño se preocupó.
Mabel apresúrate, empezó a rogar.
—Aunque probablemente este prestado, ya sabes, de seguro no somos los únicos que están avanzando con el proyecto —mintió, ni siquiera sabía si ese libro existía.
—No importa, hay que estar seguros de que no está aquí —le respondió siguiendo con su búsqueda.
Dipper soltó un suspiro, fingiendo buscar un libro que jamás iban a encontrar porque se lo había inventado, se sentía algo culpable, debido a que Will estaba haciendo su mejor esfuerzo para ser amable con él y aunque sabía que lo había estado intentando, tal vez debería hacer algo lindo por él.
Después de todo, iba a hacer que lo banearan de la biblioteca.
—Lo encontré —Will lo saco de sus pensamientos, al voltearse con el libro en las manos y una sonrisa orgullosa.
Dipper se volteó, sorprendido por lo que había dicho, quedando justo frente a él en el pequeño espacio del corredor.
Will se sonrojó, lo que provocó que Dipper se sonrojara, ¿por qué se estaban sonrojando?
Tal vez la cercanía se sentía algo comprometedora.
—Así los quería atrapar puercos —escucharon una tercera voz.
Dipper se apartó velozmente del chico, queriéndose morir, nada le salía bien.
—¿Así como? —Will preguntó confundido.
—In fraganti —dijo Tad.
—¿De qué está hablando? —preguntó el castaño confundido, no los había atrapado comiendo... ¿por qué diría eso?
—No está permitido besarse en la biblioteca —les dijo cruzándose de brazos.
—No, nos estábamos besando —habló Will, sonrojándose por completo.
—No es lo que los reportes me informaron —añadió el bibliotecario con severidad.
—¿Qué? —Preguntó Dipper, empezando a hilar los hechos—, ¿de qué reporte hablas?
—Nos llegó una queja de una pareja besándose en esta zona y como sabrán, eso no está permitido.
Fue ahí que Dipper entendió todo.
Esa perra.
—Sí lo sabemos —dijo Will totalmente sonrojado, el rostro del castaño era prácticamente igual o incluso más intenso—, pero no éramos nosotros, sólo estábamos haciendo tarea y vinimos por un libro.
—Exacto —dijo el castaño, intentando justificarse, quería que lo sacaran, no que creyeran que se besaba con Will... eso podría hacerlo un sospechoso—, yo quería tomar el libro, pero me detuve porque se giró en ese momento.
—Que coincidencia —dijo con sarcasmo el bibliotecario—. ¿No creen? Justo una persona me reporta de una infracción de este tipo, en este lugar y en ese preciso momento se encuentran en una posición comprometedora, pero que mala suerte deben tener ustedes.
El color en las mejillas de ambos chicos era una prueba más para el bibliotecario de su culpabilidad.
—Lo siento chicos, mala suerte o no, es una infracción a las reglas, no me queda más que suspenderles su acceso a la biblioteca por dos semanas —les dijo con una mirada seria.
—Pero... —protestó Will de inmediato.
—Sin excepciones —lo interrumpió Tad, ignorando por completo lo que iba a decir y continuo—, si prestaron algún libro lo pueden devolver el día que estaba programado para devolverse, pero no podrán prestar ni ingresar hasta dentro de 15 días hábiles.
Dipper sentía que iba a vomitar del nerviosismo.
—Pero —continuó, intentado explicarlo—, nosotros realmente no hicimos nada.
—Lo siento —dijo encogiéndose de hombros—, reglas son reglas, no quiero oír ni un pero más o extenderé su expulsión, ¿quedó claro?
Will parecía querer abrir la boca para replicar nuevamente y para el castaño no pasó desapercibido. Respiró profundamente y puso en orden sus emociones, luego lidiaría con ellas... y con su hermana.
—De acuerdo —contestó Dipper—, sólo iremos por nuestras cosas, ¿notificará a nuestros tutores?
—Únicamente porque es la primera infracción de ambos, no lo haré... que no haya una segunda vez o no seré tan compasivo, tienen 5 minutos para tomar sus cosas e irse.
—Gracias, Tad —le respondió el castaño—, nos iremos de inmediato.
El bibliotecario se dio la vuelta alejándose.
—No sé qué tienen los Gleeful con hacer estás cosas —murmuro mientras se alejaba.
Ambos fueron capaces de oír aquello.
Experiencia previa, había dicho la castaña.
Ahora entendía a que se refería, definitivamente iba a matar a Mabel.
Como pudo tomó de los hombros al más bajo, quién parecía ligeramente paralizado y lo alejó de ahí, antes de que pudiera salir de su trance y seguir quejándose.
—No es justo —dijo una vez que estuvieron lo suficientemente justo—, una pareja rompió las reglas y se salió con la suya, mientras nosotros somos castigados.
—Supongo —respondió Dipper, odiaba lo que había usado su hermana, pero al menos había funcionado... ahora tenía que hacer que Will lo invite a su casa—, pero tampoco podemos hacer mucho.
—Te ves muy tranquilo como para haber sido expulsado dos semanas de la biblioteca —señaló Will mientras tomaba sus cosas.
—Uno de nosotros dos debe mantener la compostura —respondió encogiéndose de hombros—, y aparentemente no serás tú.
El castaño había sido más duro de lo que sonó en su cabeza preocupándolo un poco, pero Will rió ligeramente y él corazón de Dipper martilleó contra su pecho.
—Había escuchado rumores de que lo estoico que eras, pero nunca lo había visto en persona —le dijo de vuelta.
El castaño no pudo evitar soltar una risa ante ese comentario.
—¡Shh! —les dijo Tad.
Ambos chicos se apresuraron a recoger el resto de sus cosas dispuestos a salir de la biblioteca y una vez que estuvieron fuera, aún quedaba un asunto por resolver... tal vez, la vergüenza había valido la pena si Dipper podía ir a casa de Will e intentar recuperar su libro.
El teléfono de Will vibró y lo saco por un momento, lo miró por unos segundos e hizo una mueca.
—Supongo que tendremos que buscar un nuevo lugar para terminar el proyecto —dijo Dipper tratando de sacar el tema.
—Supongo que sí —respondió Will con una sonrisa—, Bill me acaba de enviar un mensaje, me tengo que ir, así que creo... creo que podemos dejarlo por hoy y luego podremos resolver el resto, ver a donde ir y eso.
—De acuerdo, me parece bien —mintió se sentía algo decepcionando de dejarlo por hoy, pero suponía que era lo más lógico—, nos vemos mañana... ¿cómo te irás? —le preguntó, no queriendo que se vaya todavía.
—Creo que a pie o en autobús.
—¿Quieres que te lleve? —dijo por impulso el castaño.
—No quiero ser una molestia.
Dipper estuvo apunto de decir que era lo menos que podía hacer, pero no podía hacerlo sin tener que explicarle, así que simplemente opto por algo simple.
—No es molestia —le dijo sonriendo intentando ser más amable—, sería un honor.
ESO NO ERA ALGO MÁS SIMPLE. Le reprimió su cerebro, sólo esperaba no haber sonado tan ridículo como pensaba.
—Gracias —le contestó con una sonrisa Will.
Dipper se sintió tranquilo cuando notó la reacción del chico junto a él y ambos se encaminaron.
Will seguía algo confundido, pero no por la actitud amable que Dipper estaba teniendo con él, sino porque no le molestaba del todo la acusación que les habían hecho...
¡Hola!
¿Cómo están bbs? Ya nos repararon la laptop así que ¿adivinen quiénes van a seguir actualizando?
Esperamos actualizar pronto de nuevo y lamentamos tardar tanto en actualizar este fic, es sólo que entré a mis propedéuticos está semana y han consumido bastante de mi existencia. PERO MI EQUIPO QUEDÓ EN 3ER LUGAR A PESAR DE QUE ERA UN EQUIPO PÉSIMO.
Pero, cambiando de tema, ¿les gustó el capítulo? ¿Qué piensan del plan de Mabel? ¿Qué creen que pasará ahora?
Les queremos un montón.
Atte. Kala y Taña.💖
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