La Orden De Magos (Parte 1)

Una carreta transportaba a un decaído Darren y a Faustus, este miraba el despejado cielo, su mente estaba perdida en diversos temas, ellos iban a la Orden De Magos listos para declarar lo ocurrido en la misión de Darren, los hechos eran apremiantes, el reino de Neruma estaba por volver a cambiar.

—Necesito buscar a Tod, no sé cómo me convenciste en seguirte a la Orden De Magos — se lamentaba Darren luego de estar buscando en los alrededores de la villa enemiga — Felicia debió llevarselo, pero no tengo idea de a dónde lo ocultaría.

—Por eso vamos a la Orden, algún mago sabrá de ella — aseguraba Faustus, quien no le quitaba los ojos de encima a Shergell.

El hombre no ofrecía resistencia, tenía las manos amarradas y la cuerda la llevaba el heredero del conocimiento de Stone Mage, sus armas las traía Darren, las cosas les había ido bastante bien, siendo una alarma para Faustus quien sabía que nada relacionado con el último mago del fuego azul sería “sencillo”.

—No te confíes, no estamos ya muy lejos de la capital, no deseo que nuestro informante cambie repentinamente de decisión — el mago le murmuró al oído.

El grupo llegó sin ningún contratiempo a la capital, una ciudadela con una gran cantidad de casas fuera de sus muros, estos eran fuertemente vigiados por guardias, quienes poseían arcos en mano para cualquier disputa ocurrida en las afueras, allá afuera apartado del castillo principal y si estricta vigilancia estaba el castillo de la Orden De Magos, era amplia, contaba con guardias pero no tan numerosos como del otro lado, el moho empezaba a presentarse en las instalaciones.

—Ciertamente este lugar se ve peor cada que vuelvo — Darren expresaba su descontento con el estado del castillo, sin notar que un hombre de ropa café iba en su dirección.

—Si no te gusta no vuelvas, yo y mi familia somos el sello de esta Orden — señaló un hombre pelirrojo quien surgió del bosque, su cuerpo estaba cubierto por su clara capa.

—Perfecto un Le Piro, ¿Cómo está tu familia? ¿Ya sabes cuándo vendrán por tu alma los demonios? Me enteré que a ustedes los tienen allá para servirles — se burlaba Darren sin tener intención de soportar al tipo.

—¡Maldito engreído!

—¡¿Perdón te mordiste la lengua?! — le interrumpió antes de seguir.

—¡Eres un desastre! Creo que me felicitarían por llevarles tu cabeza a los archimagos — el Le Piro libero un par de orbes rojos, llamando la atención del hombre cautivo.

—¡Basta Virgilius! Nos pones en ridículo a todos nosotros por tus acciones descerebradas — señaló otro hombre pelirrojo de larga melena, de mirada serena y ropa fina, pero holgada.

—¡Thadeus, ellos iniciaron! — los señaló en el acto, Faustus levantó las manos en señal de buena fe.

—Hermano ¿Tu crees que eso hace que tus acciones no se vean nefastas? Nosotros no tenemos la suerte de ser magos, pero tampoco somos seres impuros o menos humanos — le dejaba en claro a su hermano dándole un brusco empujón.

—¿Le Piro? ¿Ustedes son de esa familia? — Shergell al solo mención de ese apellido su cuerpo se estremeció involuntariamente.

—¡Cuidado! ¡El solo se dejó atrapar para esto! — señaló Faustus presintiendo el altercado.

—¡Es hora! ¡El momento de la venganza! — exclamó estirando sus brazos a sus espadas, estás le fueron arrebatadas a Darren, cortando los amarres de su dueño — ¡Los Le Piro deben pagar! ¡Les quitaré a tantos de los suyos que comprenderán mi dolor!

—¿Ese tipo habla enserio? ¿Quiere pelear conmigo frente a la Orden De Magos? — les preguntaba a Darre y a Faustus.

El joven se arrojo contra los dos pelirrojos, las orbes de Virgilius salieron disparados contra el agresor, dos fueron parados por el movimiento de una espada, el tercero fue cortado por la otra espada, Thadeus aproximo su brazo, en el cual el fuego giraba, tomando la apariencia de un tornado.

—¡¿Cómo es posible?! ¡Las corto! — Virgilius se sobre exaltó ante este hecho, nunca antes conoció a un hombre consiguiendo tal logro.

—¡No le mates! ¡El es una evidencia! — Darren intentaba persuadir a su compañero antes de que le dieran muerte.

El fuego en su brazo se extinguió como respuesta a las palabras del mago azul, el Black Hound al percibir la presencia de Thadeus lo aparto de una patada.

—¡¿Qué rayos es este tipo?! ¡¿Y que se trae con mi familia?! — todo el asunto le parecía muy sospechoso a Thadeus.

—Es una clase de cazador de magos, fue formado por una secta, pero no tengo la menor idea de que tiene en su contra — le contaba Darren quien se disponía a apoyar a sus compañeros.

—¡Suficiente charla! ¡Quiero mi venganza! — Shergell se preparó para ir por la cabeza de Virgilius, pero es retenido por unas manos de piedra salidas del suelo.

—No teman, lo tengo cubierto — aseguro Faustus, olvidando un hecho importante.

Sus espadas podían intervenir en su uso de los golems, de inmediato Shergell corto las manos para ir nuevamente por Virgilius.

—“Holly lights” — exclamó Darren, señalando al agresor, en ese momento varios ases de luz caían del cielo en dirección al cazador.

Con una presión inhumana logro eludir el golpe de estás columnas de luz sin siquiera mirarlas, pero si llegando a su objetivo en el proceso.

—Debe ser obra de su singular percepción de la fuerza mágica, la magia a distancia es lo peor que puedo usar en su contra — el mago azul se daba cuenta demasiado tarde de la realidad.

—¡Tu eres el primero! — vocifero el sabueso negro antes de emplear sus armas.

Una ascua apareció entre el mago y el cazador, en un principio Shergell no le tomo importancia, hasta ver qué justo debajo de ella estaba Thadeus, en sus piernas ahora estaba lo a semejante a un tornado, justo de ello salían las ascuas, en un abrir y cerrar de ojos el mago conecto un golpe en su mentón mandándole por los aires y dejando caer su paliacate, revelando la mandíbula expuesta a los elementos, una imagen cruda de su estado luego de su encuentro con Tod.

—¡Eso fue increíble hermano! Usaste la magia para mejorar tus movimientos, eso sin mencionar tu.. — Thadeus le callo con una mirada poco grata.

—¿Tu se lo hiciste? Veo que no te apiadaste de él — le pregunto Thadeus a Darren, reconociendo un trabajo por la magia de fuego.

—Si, el tipo es bastante irritante — mintió el mago, Faustus no dijo nada de esto.

—No te imaginaba capaz de ello — Thadeus le miro atentamente para culminar con una advertencia — solo no lo repitas su clase ya nos detestan.

—¡No sé atrevan a subestimarme! — vocifero el cazador al incorporarse, no parecía contemplar su precaria situación.

—Este tipo perdió la cabeza — Darren hablo para si mismo.

Shergell arrojo una de sus espadas contra los magos, ellos no lo vieron venir, hasta que el cuerpo de Virgilius fue atravesado por el arma, sumido en un éxtasis ante su hazaña se arrojo al combate contra sus enemigos, un par de golems se interpusieron en su camino, un tercero fue usado como plataforma por Faustus para tener mejor visión y terreno sobre su imparable perseguidor.

—¡Hermano! ¡Tienes que resistir! — le pedía Thadeus quien lo tomaba para llevarlo al castillo.

—¡No escaparan! ¡Los dos morirán aquí! — con esta advertencia esquivaba los disparos de los golems.

—¡¿Puedes traer a tu mejor trabajo aquí?! — le pregunto Darren notando que no tenían muchas maneras de pararlo sin causarle una herida fatal.

—No a tiempo, el pelirrojo herido fallecería antes de poder traerlo — señaló Faustus con desgana.

—Lo siento Darren, no puedo mantener mi palabra de no matarlo, intentaré no causarle una muerte rápida, espero lo entiendas — la apacible cara de Thadeus cambio por una completamente opuesta, sus brazos se vieron envueltos por flamas carmesí, estás rotaban.

La espada de Shergell iba a hundirse en el pecho del Le Piro, los brazos del pelirrojo comenzaron a tomar velocidad acercándose al cazador, desde la perspectiva de Thadeus todo empezaba a alentarse con esta ventaja le dio una gran cantidad de puñetazos al agresor de su hermano, el joven se sacudía desenfrenadamente en el tiempo real, la sangre salpicaba ante tanto castigo, acompañado de un desagradable olor a quemado, su ropa se iba desprendiendo ante el calor y la fricción, tan rápido como ocurrió paro, quedando un Shergell inconsciente cayendo al suelo, de su cuerpo emanaba humo tras el castigo aplicado.

—Dudo que pueda ofrecer más resistencia, llévalo al castillo para que puedan interrogarlo — señaló Thadeus, el hombre ya había bajado la guardia, el cazador uso eso en su contra manteniéndose en pie extendió su brazo.

La espada en Virgilius salió girando para volver a su dueño, sin importarle que el otro pelirrojo estuviera en medio del camino, el Le Piro no pudo darse cuenta de ello, únicamente fue parado por el fuerte agarre de Darren, su cuerpo adquirió por un breve instante la composición del fuego mismo, bajo una tonalidad azul, el sabueso se desplomó en su totalidad, terminando la pelea.

—Llévate a tu hermano, yo me aseguraré que no cause más líos — aseguro Darren al ver cómo Virgilius perdía sangre.

Guardias que estaban en los alrededores se aproximaron para auxiliar al herido y someter al agresor, sin notar que este estaba inconsciente, los hombres platinados escoltaron a los magos junto al reprendido joven, ingresaron al amplio salón principal, dónde pasaban a toda prisa hombres, mujeres y jóvenes privilegiados por el Axis Vitae, algunos lucían más experimentados que otros, un pequeño grupo seguia al Le Piro herido, deseosos de saber lo acontecido, cientos de pinturas ilustraban a magos importantes, como una mujer con un parche en un ojo, portaba un vestido azul con detalles plateados, en una mano portaba su cetro, conocido por los enanos como “Tail Of Gaia”, [nombre dado por ellos al mover una montaña como primer acto de su creación, los artesanos trabajaron mucho en los detalles de los rubíes incrustados, tenía la apariencia de una serpiente, su dueña solía llamarle “La quisquillosa”, su clase de magia fue el aire, cosa que no les importo a los enanos forjadores] ella era Noeria, una de los primeros magos de la historia, otra pintura trataba de un par de magos gemelos cada uno parecía proteger al otro, su cabello alborotado les dio el apodo de “Los hermanos holocausto” sus ropas siempre rasgadas no les ayudaba a mejorar esa idea, [Portaron un derivado del elemento del fuego, la luz, sus descendientes cuentan con el don de una vida más larga que las personas normales, al igual que la otra pertenecían a los magos primigenios], otro cuadro mostraba a un mago encapuchado con un arco dorado, su flecha irradiaba un brillo, su semblante sereno lo destacaba del resto, fue Arlian “El mago arquero” “La flecha de luz” [Cuenta la leyenda que el arco fue hecho a partir de madera de roble por su dueño en la infancia y su magia le fue otorgando su singular apariencia, otro miembro de los magos primigenios, también conocidos como los cinco pilares] otro gran cuadro que llamaba la atención era de un hombre de color, tenía orejas puntiagudas y ojos blancos, vestía ropa elfica rojiza con acabados dorados, en su cuello relucía un collar mágico con forma de media luna, este hombre fue Erullin, conocido por los elfos como “La noche” [Se trato del primer mestizo de humano y elfo, por lo tanto fue objeto de burlas y desagrado entre su gente de raza pura, su collar fue hecho a partir del corazón de sus progenitores, quienes le pidieron ayuda a un creador de runas para crear tal artefacto tras sus muertes, para nunca dejar solo a su hijo, volviéndose para siempre en su luz. Se convirtió en el líder de los magos primigenios y fundador de la Orden De Magos]. Darren, Faustus y los guardias los llevaron por un pasillo, para dejar al herido joven en los calabozos de prisioneros primordiales, teniendo otro más amplio en las profundidades de la sede; fue abandonando en un pequeño cuarto sin luz, desagradables olores salían de allí, eso no conmovió el corazón de nadie, encerrándolo hasta nueva orden.

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