—Retrocede no quiero herir el cuerpo de mi aprendiz — le advirtió Darren al ente quien controlaba al infante.

—No eres de fiar, quizás le engañaste pero a mí no Darren — señaló la entidad dispuesta a batallar contra el mago.

—Dime que es una mala broma, ¿Quieres que lidie contigo y este mago retirado? — miro como sus dos oponentes le tenían rodeado.

—¡Oye chico! ¡Si me ayudas con Darren prometo que te dejaremos ir! ¡Yo solo busco tener la fuente llena! ¿Qué dices? — Osmir aprovecho la diferencia entre estos dos.

El ente en control del cuerpo de Tod lo señaló teniendo una expresión seria, nada grata tras la propuesta del antiguo mago de la Orden De Magos.

—Tampoco eres alguien confiable, puedo ver a leguas tu ambición de poder no te contienes por nada ni nadie — las duras palabras golpearon contra el ego del mago mayor.

—¡¿Quien te crees?! ¡Tu no eres nadie! ¡¿Sabes con quién hablas?! ¡¿Entiendes a quien le hablas?! ¡¿O es que sabes quién o qué eres tú?! — vociferaba exaltado al sentirse ofendido ante tanta falta de respeto.

—¡Eres un mero parásito! ¡Un vividor sin poder propio! ¡Una abominación! ¡Tu quien ni siquiera tienes el derecho propio para vivir tienes el descaro de hablarme de tal forma! — su mente lo tachaba sin tenerle una pizca de misericordia ante el rechazo el cual le era imposible aceptar.

Dos pares de orbes aparecieron a los costados del hombre enfurecido. Darren sentía como el deseo violento de su oponente se iba más allá de lo normal, estando seguro que un ataque de daría con toda la intención de asesinar esto lo hizo llegar a un conflicto.

—¡Quítate de en medio! — fue lo primero en su mente, su pie izquierdo se movió ligeramente listo para darle el impulso para salir del posible fuego cruzado, sin embargo otra parte suya le retenía — ¡No! ¡Pueden herir a Tod! ¡Debo lidiar con la hostilidad del extraño y doblegar a Osmir! — el mago peliblanco sintió la cantidad obscena en poder del mago era fácilmente comparable con su amigo Faustus — ¡Imposible! ¡Una cosa es una pelea pareja, pero esto es casi suicida!

La imagen descuidada de Tod al verle por primera vez vino a él, un menor débil, fastidiado por el mundo a su alrededor, unos ojos cargados de cansancio y resignación a su devastadora realidad, este recordatorio le provocó un nudo en la garganta a Darren quien no podía quedarse inmutado o simplemente ignorante de esto.

Ignorando por completo su sensatez se lanzó al ataque con tres orbes azules a su espalda, el otro al notar está acción quedó anonadado con su respuesta, a esto Osmir intento ocultar su sonrisa al ver cómo su oponente caía completamente en su jugada.

—¡Eres un tonto! ¡Solo tenías que esperar a que el otro me atacará! ¡Si solo no fueras tan protector me habrías superado! — festejaba anticipadamente el hombre con cicatrices en el pecho.

—¡Acabaré esto de un golpe! ¡No puedo darme el lujo de prolongar una pelea con esta clase de oponente! Aún si esto es peligroso — la palma del egoísta se envolvió de fuego azul desdibujando allá silueta de su extremidad para enseguida las llamas formarán una zarpa.

—¡Si! ¡Con esto has perdido! ¡Solo debo usar mi magia como escudo y tomaré tu fuerza mágica con mis “Aras”! — su satisfacción era obvia pero su dicha fue interrumpida por un golpe contundente en sus costillas, el impacto fue tan severo que lo llevo a impactar contra la estructura sacudiendo el podio donde estaban sus compañeros.

—¿Qué significa esto? — cuestionó el suceso tan inesperado.

El otro miro a Darren como si lo hecho no se tratase de nada, Angora se levantó de su asiento disgustada de lo sucedido.

—Tod no me perdonaría si te dejará morir — explicó dándole la espalda a Osmir como si no tuviera importancia.

—¡Mejor déjale volver, si sigues en control lo asfixiaras! — le pedía viendo como la fuerza mágica de Tod era poco a poco extinguida por el gran fuego del otro.

—Si eso significa que le tendrás me niego, es mejor que se quede en el eterno sueño — exclamó sin dudas ni dolor algo que conmocionó a Darren.

—Aras a sido activada por el otro, no es lo buscado pero con ese golpe dejo muy en claro la amenaza que es él — el lado castigado estaba morado con un terrible aspecto, siguió pensando — si no hubiera puesto toda magia en mi protección podría haberme casi partido a la mitad, es un monstruo, uno que no puede llegar a la adultez.

Tres puntos azules aparecieron los cuales crecieron exponencialmente volviéndose en lanzas adornadas con el intenso fuego cercas de su filo, su aparición alertó al par quienes creyeron se trataba de una convocación del herido Osmir.

—Si eso es lo mejor de ti me tienes bastante insatisfecho — declaró sin darle la cara a su magia, desconociendo la naturaleza de “Aras”.

—¡La soberbia será tu perdición! — se dijo para si mismo al ser mandado la primera lanza.

El otro parecía dispuesto a quitarse del camino pero recordó a Darren tomando la decisión de parar el ataque de frente extendiendo su brazo.

—Este ser es algo casi imposible, hirió gravemente a Osmir y no dudo que eso no fue toda su fuerza, incluso parece bastante seguro de poder detener su ataque — los hechos helaban desde sus adentros a Darren quien parecía comprender un poco mejor las capacidades de este peculiar ser — si hubiéramos chocado podría estar en peores circunstancias que Osmir al haber desconocido su fuerza.

—Se acabo — musito al ver la renuencia del confiado enemigo, la lanza se detuvo por un instante al entrar en contacto con la barrera pero el fuego cerca del filo envolvió al arma pasándola con mayor velocidad explotando.

—¡TOD! — Darren grito atemorizado al ver cómo la existencia de Tod era consumida por la del otro quien se manifestaba usando su cargada fuerza mágica.

Ni medio segundo paso cuando un segundo impacto se dio, el cuerpo de Tod no pudo eludirlo pero empleando la magia pudo evitar un golpe de lleno dándole en el hombro, el otro quedó sorprendido al notar como no existía herida o dolor alguno luego de la explosión más que raspones y la ropa hecha tirones.

—¿Qué significa esto? — se preguntaba el otro mientras intentaba analizar su estado.

La tercera lanza salió disparada en su momento más vulnerable, en este caso iba directo por su cabeza, ante el predicamento tan alarmante Darren se involucró llamas azules se manifestaron delante del infante formando al mago peliblanco quien recibió la embestida, intento parlante sujetando su filo pero fue lento siendo atravesado.

—¡Falle! — pensó inmediatamente alarmado, pero la fuerza vino a sus brazos evitando la completa derrota — ¡No! ¡Fallaré si la dejo pasar! ¡¡TÚ NO PASARAS!!

Sus manos tomaron la base del arma, acto seguido la lanza comenzó a girar sobre si misma causándole mayor dolor y expulsando la sangre del mago, una gota cayó sobre la mejilla del menor haciendo que uno de los ojos volviera a su tono marrón.

—¿Maestro? — hablo nuevamente el niño aún sin el control de su propio cuerpo.

—¡Si! ¡Necesito que regreses! ¡Si no vuelves..! — Darren hacía un esfuerzo apretando los dientes para no soltar algún alarido al tener parte de sus órganos salidos — ¡Tienes que estar aquí! ¡Te necesito..!

—¡No! Tod confía en mí, descansa yo me encargo — apelaba el otro al infante temeroso de perderlo.

—¡Darren quítate! ¡Es mejor para todo el mundo que ese monstruo no se desarrolle! ¡Su magia será un peligro para todos! — le pedía Osmir desesperado al ver como interrumpía su Aras — ¡Esto que haces es llevar al mundo al peligro! ¡¿Puedes hacerlo?! ¡¿Puedes dormir tranquilo por lo que estás haciendo?! ¡¿Puedes asegurarme que él no será una amenaza?! ¡Dime!

Las palabras del mago golpeaban duramente la cabeza del mentor comprendiendo que ningún niño podría hacer ni en sueños lo que Tod le hizo a un mago experimentado, sus manos parecían perder la firmeza de su agarre, el filo paso a mayor sobre su cuerpo haciéndole gritar de una forma brutal, Edgardo quien se encontraba a una distancia prudente se doblegó ante estos aullidos mortales, incluso Rimerio se retorció al oírlos aún cuando estaba por tomar al sobrino de Felicia para unirlo Mirindio, Angora volvió a sentarse sin sentir empatía por el forastero, ella parecía estar aburrida de la situación tapando su boca con su mano.

—¡No! ¡No puedo asegurarte nada Osmir! ¡Pero haré lo mejor por ese niño! — exclamo volviendo a tomar con todas sus fuerzas el arma, en esta ocasión sus manos volvieron a ser transformadas por su fuego azul, así rompió la lanza, esto provocó que desapareciera y con ello el mago cayó muerto.

—Que triste Darren, eres tal cual cuentan las personas un mero fracaso de mago — le dijo al volverse a poner de pie pero sujetando su costado herido — no puedes seguir las simples órdenes de la institución y menos del sentido común.

Osmir volvió su atención al otro quien parecía estar lidiando con Tod por el control, esto le daba gozo al mago.

—Tal parece que “Aras” te dio con la segunda lanza, una pena eso hace que una parte de tu magia sea por un tiempo mía y ahora te veo susceptible a mi — Osmir disfrutaba la situación tan cambiada a su favor.

—Soy capaz de hacerme cargo de.. — intento ir por el mago pero quedó paralizado al perder el control cayendo de rodillas.

—No, no puedes — siguió Osmir aproximándose — tienes que saber yo no hago esto por mi propio beneficio — hizo una pequeña pausa replanteándoselo — bien si gano con esto lo sé, pero tú eres algo de temer y contigo como suministro saldare una deuda.

—¡Cállate! ¡Solo necesito un..! — farfullaba molesto al no poder lidiar con él por su perdida de poder.

—Solo échale un último vistazo al mundo, te lánzate al Mirindio — Osmir tomo de los harapos al menor listo para acabar con la molestia.

Rimerio fue arrojado contra la estructura, apareciendo Felicia y Edgardo con una actitud bastante retadora.

—¿Felicia? — pregunto Osmir dudoso de verla fuera de su prisión.

—Mi primogénita vuelve por una última lección — mascullo Angora poniéndose de pie.

—¿Dijiste que podía dejarme llevar verdad? — le volvió a preguntar el niño antes de tener un regaño.

—Si, no te contengas — remarcó Felicia quien no dejaba de ver a Angora.

—Perfecto — contesto estirando sus brazos al frente.