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-¿Es mi cumpleaños?- Chaewon preguntó en voz baja desde el asiento trasero del coche de Yerim. Después de haber calmado a Chaewon, la niña más pequeña había estado en éxtasis de que fueran a ir a comer pizza.
Hyejoo le había explicado que era su cumpleaños, pero Chaewon todavía no podía creerlo. Ella asumió que debería recordar automáticamente cuando era su cumpleaños. Se sentía fuera de lugar.
-Es 19 de noviembre, Wonnie, es tu cumpleaños-, Hyejoo se rió suavemente, colocando su mano sobre la rodilla de Chaewon y distraídamente trazando círculos en sus pantalones vaqueros.
-¿Estás segura?- Chaewon inclinó la cabeza hacia un lado.
-Sí, boba,- Hyejoo se rió y negó con la cabeza. -¿Por qué deberíamos estar mintiendo sobre eso?-
-Yo no lo recuerdo,- Chaewon bajó la mirada hacia el suelo y suspiró. -No sabía mi cumpleaños.-
-Bueno, ahora lo haces,- Yerim habló desde el asiento del conductor. -Naciste el 19 de noviembre. Que es hoy. Eso hace hoy tu cumpleaños-.
-Oh,- susurró Chaewon. Hyejoo se acercó y tomó la mano de su novia, presionando un beso en el dorso de la palma.
-No es un gran problema-, dijo Hyejoo suavemente. -Ahora lo sabes, eso es todo lo que importa. Ahora sólo vamos a celebrar-.
-Con pizza,- Chaewon murmuró, una pequeña sonrisa se arrastró sobre su cara. Hyejoo no pudo dejar de reír.
-Hablando de pizza,- Heejin señaló por la ventana mientras Yerim entró en el aparcamiento del restaurante. El rostro de Chaewon se iluminó, y Hyejoo tuvo que agarrar su mano para evitar que ella saltara del coche en movimiento.
-Alguien más va a cenar con nosotros también,- Hyejoo sonrió, notando la camioneta negra de Jaesoo en la esquina del estacionamiento. Chaewon se detuvo, dando a su novia una mirada de confusión.
-¿Quién?-, Preguntó. Todas las chicas se desabrocharon el cinturón de seguridad y salieron del coche una vez que Yerim se estacionara. Hyejoo señaló en dirección a la camioneta de Jaesoo, donde Juri estaba saliendo del lado del pasajero.
-¡Ten cuidado!- Hyejoo llamó a Chaewon, que ya había despegado a través del estacionamiento. Por suerte, Juri la vio venir, y prácticamente tuvo que atrapar a la niña cuando ella la envolvió en un abrazo.
-¡Es mi cumpleaños!- Chaewon sonrió ampliamente cuando se alejó del abrazo. Hyejoo corrió a reunirse con ellos, indicando a sus compañeros que siguieran.
Jaesoo chocó el puño con Chaewon, causando que ambos hicieran ruidos de explosión. Hyejoo y Juri hicieron contacto visual, y la morena más pequeña rodó sus ojos.
-A veces es como criar a un niño- Juri bromeó, haciendo que Hyejoo estallara en carcajadas.
-Yo sé lo que quieres decir,- la chica se acercó y fijó el beanie en la cabeza de Chaewon, justo cuando sus tres compañeras se acercaban a ellos.
-Eh, chicos, ellos son Juri y Jaesoo,- Hyejoo se volvió para introducir a sus amigos. -Están en nuestra clase de arte.-
-Y estas son mis compañeras de piso-, se volvió a Juri y le dio una suave sonrisa. -Hyunjin, Yerim y Heejin-, señaló a cada chica. Chaewon se rió detrás de ella.
-Hyunjin es mala- Chaewon susurró a Jaesoo, ganándose una mirada juguetona de la muchacha pelirroja.
-Tengo hambre-, Heejin anunció, empujando a Chaewon en la dirección de la entrada. La niña más pequeña se echó a reír, corriendo al lado de Hyejoo para que pudiera tomar su mano y llevarla al restaurante.
Todos ellos se deslizaron en una cabina circular, con Chaewon aplastada felizmente entre Hyunjin y Hyejoo. Ella miró el menú que ella y Hyejoo compartían, pasando los dedos sobre la letra pequeña.
Cuando la comida llegó a la mesa, Hyejoo tuvo que agarrar a Chaewon para que se dejara de quemar la mano en el pan caliente. Riendo, la chica mayor cortó a ambas una rebanada de pizza y volvió a sentarse.
-Feliz cumpleaños a mí-, Chaewon murmuró con la boca llena de comida. Riendo, Hyejoo besó la mejilla de Chaewon y asintió con la cabeza.
-Feliz cumpleaños a ti, boba- ella arrugó la nariz y le dio un mordisco a su propia pizza.
-¿Qué se siente tener 19?- Juri habló desde el otro lado de la cabina. Chaewon frunció las cejas, pensando por un momento.
-Me siento... igual-, Chaewon se encogió de hombros. -Simplemente feliz.-
-Creo que eso es bastante bueno entonces,- Hyejoo dio un codazo a la niña más pequeña. Chaewon sonrió y se apoyó contra Hyejoo, tomando un sorbo de agua y suspirando contenta. Estaba rodeada de sus personas favoritas, y le encantaba la sensación.
-Extrañaba este sentimiento,- Chaewon confesó en voz baja. Todo el mundo ya se había trasladado a diferentes conversaciones, y Hyejoo era la única que oyó las palabras silenciosas de Chaewon.
-¿Extrañabas qué?- Susurró Hyejoo, acariciando el cabello de Chaewon. La pequeña niña sonrió a Hyejoo, dándose cuenta de que había hecho un esfuerzo por escucharla.
-Esto. Amor, -Chaewon señaló alrededor de la mesa. -Me gusta esta gente, y creo que les gusto. Se siente bien.-
Hyejoo no pudo evitar una pequeña sonrisa en sus labios. Se alegró de que Chaewon fuera poco a poco conociendo ese sentimiento. La chica se lo merecía más que nadie en el mundo.
-Me gusta ese sentimiento también,- susurró Hyejoo, empujando de lado a Chaewon y haciendo a la niña reír.
El resto de la cena transcurrió sin problemas, por lo menos, hasta el final. Mientras que la camarera se estaba llevando sus platos vacíos, un plato diferente fue colocado delante de ellos. Chaewon frunció las cejas y miró hacia arriba.
-Nos dijeron que era el cumpleaños de alguien,- la camarera sonrió, tomando un encendedor de su bolsillo e iluminando la vela en la parte superior de la pequeña rebanada de pastel. Todo el mundo se giró a Chaewon, y al pastel frente a ella. Hyejoo agarró la mano de la niña más pequeña para hacerle saber que estaba bien.
-Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti-
Chaewon no vio quien comenzó a cantar, porque en el minuto que la canción comenzó todo su cuerpo se congeló. Eso fue demasiado familiar. Su apretón en el brazo de Hyejoo apretó justo cuando fue arrastrada.
[ADVERTENCIA - violencia/abuso - Saltarse al final de la cursiva si prefieren no leer]
-Feliz cumpleaños a ti...-
Chaewon sonrió suavemente y levantó la vista del pastel improvisado frente a ella. Cuando Yeji se había enterado de que Chaewon iba a pasar en su casa su cumpleaños sola, la chica había acudido inmediato. Todo lo que tenían disponible era un trozo sobrante de pastel de manzana, pero las dos chicas habían puesto una vela en ella e hizo que funcionara.
-Realmente no tienes que cantar,- Chaewon rio, cruzando las piernas en el sofá y mirando a su amiga que estaba sentada a su lado. Yeji se encogió de hombros y siguió cantando.
-Feliz cumpleaños a ti...-
Chaewon se congeló cuando oyó abrirse la puerta del garaje. Su tío se suponía que no tenía que estar en casa hasta unas horas más. Su corazón de inmediato cayó en su pecho y ella miró a Yeji con una mirada de pánico en su rostro.
-Feliz cumpleaños, querida Chae-
Chaewon saltó del sofá, ahuecando la mano sobre la boca de Yeji y sacudiendo la cabeza. Cuando Yeji abrió la boca para cuestionar a la chica, ambas oyeron el eco de la puerta al cerrarse.
-No puedes estar aquí-, susurró Chaewon, agarrando la mano de Yeji y prácticamente la arrastró por el pasillo. -Quédate aquí-, empujó a su amiga en el baño y le entregó a la chica una mirada suplicante.
-¡¿Chaewon?!-
Chaewon se estremeció, negándose a mirar los ojos de Yeji mientras cerraba la puerta. Esto no iba a terminar bien. Ella prácticamente corrió de nuevo a la sala de estar, soplando la vela y tirándolo detrás del sofá.
-¿Sí?- Ella llamó tan casualmente como pudo, sentándose en el sofá. Pero tan pronto como él entró en la habitación, se puso de pie. Ella podía decir por la forma en que caminaba que estaba borracho. Excelente. Feliz cumpleaños a ella.
-Pensé que te había dicho que limpiaras esta casa- Escupió, avanzando hacia ella. Chaewon se estremeció, y él no perdió tiempo en agarrarle el brazo, lo que la hizo ponerse quieta.
-Lo-lo hice-, Chaewon se mordió el labio y miró detrás de él. -Limpié toda la cocina y todo el piso de abajo... Yo-
-El garaje es un desastre,- gruñó, empujándola contra la pared. Chaewon se maldijo internamente a sí misma.
-No pensé que el garaje contaba como parte de la casa- ella medio susurró, apretando sus ojos cerrados cuando él se inclinó aún más cerca de ella. Podía oler el alcohol en su aliento.
-¿Eres una jodida estúpida?-, Susurró entre dientes, tomando su tiempo para pronunciar plenamente cada sílaba. Chaewon contuvo la respiración, preparándose para lo que estaba por venir.
Cuando la niña más pequeña no respondió, una botella de cerveza se estrelló contra la pared al lado de su cabeza. Chaewon respiró hondo cuando el vidrio cayó a sus pies y sintió lo que quedaba del líquido ahora chorreando por su lado y ensuciando su ropa.
-Límpialo-, gruñó, soltándola y dando un paso hacia atrás. Chaewon al instante se inclinó, mirando a su alrededor con nerviosismo antes de tratar de recoger los fragmentos de vidrio junto con sus manos. Él se puso de pie por encima de ella, riéndose del estado nervioso de la chica.
-Deprisa- se rió entre dientes, pisoteando y haciendo a Chaewon saltar. Antes de que pudiera reaccionar, ella estaba siendo empujada hacia atrás. Chaewon fue hacia atrás en su trasero, la espalda golpeando la pared.
-Puedo limpiarlo mañana-, rápidamente se puso de pie, maldiciéndose cuando sintió el crujido de cristal debajo de sus zapatos. -O... o puedo hacerlo esta noche, yo-yo...-
-Vas a hacerlo esta noche-, dio un paso hacia delante, presionando la punta de la botella rota justo debajo de su clavícula. Chaewon gimió, inhalando bruscamente y tratando de permanecer lo más quieta posible.
Su camisa se rasgó mientras la droga del hombre en cristal nítido atravesaba su piel, dejando un corte en forma de media luna directamente debajo de la clavícula. Chaewon se mordió el labio tan fuerte como pudo, sintiendo el dolor a través de su cuerpo.
-Odio hacerte esto, Chaewon, pero tú nunca aprendes-, dijo arrastrando las palabras, inclinándose hacia adelante y dejando que la última pieza de vidrio cayera al suelo. Chaewon podía sentir la sangre que se filtraba a través de su camisa, pero ella no se atrevía a mirar por el miedo de que la enfermara.
-Lo-lo siento,- susurró Chaewon , sintiendo las lágrimas formándose en sus ojos. Ella no podía llorar. Ni ahora, ni nunca.
-No digas eso si no lo dices en serio-, él dijo entre dientes, empujándola hacia atrás contra la pared. Chaewon cerró los ojos, pero suspiró de alivio cuando oyó sus pasos pesados desaparecer por las escaleras.
Lo primero que se le pasó por la mente cuando ella abrió los ojos fue el cristal en el fondo de sus zapatos. Rápidamente agarró el recogedor al lado del sofá, haciendo una mueca cuando el dolor se disparó al brazo cada vez que movía su torso.
Justo cuando ella se levantó para tirar el vidrio roto, vio un movimiento por el rabillo del ojo. Lo segundo que Chaewon vio fue a Yeji mirándola desde el pasillo, ella dejó caer el recogedor y rápidamente cruzó la habitación.
-Tienes que irte-, dijo entre dientes, negándose a mirar los ojos de la niña. Ella agarró la mano de Yeji, tirando de ella hacia la puerta de atrás.
-Oh, Dios mío... Chaewon, ¿qué acaba de suceder?- Yeji susurro-gritó agarrando el brazo de Chaewon, una vez que llegaron a la puerta. Chaewon miró hacia delante, abriendo la puerta.
-Tienes que irte Yeji- la voz de Chaewon creció baja en la parte posterior de su garganta mientras trataba de contener las lágrimas.
-Mierda, estás sangrando,- Yeji señaló la herida en la camisa de Chaewon. La niña se tambaleó hacia atrás y sacudió la cabeza. -Hay que llamar a la policía o algo,- Yeji comenzó a mirarla con los ojos muy abiertos.
-¡Tienes que irte!- Chaewon espetó, gritando en pánico a la chica delante de ella.
-Chaewon , tú-
-¡¿Qué fue eso, Chaewon?!- la voz del hombre resonó por toda la casa una vez más. Los ojos de Chaewon se agrandaron y su piel casi se volvió blanca.
-Ve- Chaewon susurró en voz baja, dando vuelta a Yeji. La chica abrió la boca para protestar, pero dudó cuando vio la mirada angustiada en los ojos de su amiga.
Su tío giró la esquina justo a tiempo para ver a Chaewon empujando a Yeji al exterior y cerrando la puerta detrás de ella. Una expresión de pánico cruzó el rostro de la chica cuando se dio la vuelta y se encontró cara a cara con el hombre borracho.
-¿Quién era?-, Gruñó, su voz casi sin emociones. Chaewon intentó retroceder, pero sólo fue capaz de dar un paso hasta que golpeó la pared.
-Yo dije, ¿quién era?-, Él dio un paso adelante para igualar su paso.
-Yeji-, Chaewon confesó, apretando sus ojos y mirando hacia abajo.
-Ella no está permitida aquí de nuevo-, levantó la voz. -¿Me escuchas?- Chaewon se llevó las manos para secarse los ojos, sin saber qué decir.
-Dije, ¡¿me oyes?!-, gritó, agarrando la parte delantera de la camisa de la chica más joven y prácticamente levantándola del suelo para igualar su altura. Su otra mano la utilizó para aterrizar una bofetada con fuerza contra su cara, haciendo que Chaewon aullara de dolor.
-¡S-sí señor!- Jadeó, luchando para tratar de plantar sus pies en el suelo. Ella fue enviada tropezando hacia atrás momentos más tarde, con lo que de inmediato colocó sus manos en su mejilla.
-Le dije a tu madre que ella debería haberte matado antes de que nacieras-, se rió con amargura. Chaewon observó mientras él trasladó la tormenta por el pasillo, pero tropezó con la mesa de centro, que envió un florero a estrellarse contra el suelo.
-Limpia esto,- el hombre escupió, pateando las piezas rotas de la vasija a un lado y subiendo al piso de arriba. Chaewon se quedó congelado hasta que oyó el golpe de la puerta del dormitorio, que la lanzó a la realidad.
Chaewon se quedó sin aliento, de repente fue trasladada de nuevo a un lugar completamente diferente. Podía oír voces apagadas, pero sus oídos sonaban tan fuertemente que no podía entender lo que decían. Sólo había un pensamiento en su mente. Salir.
De alguna manera la niña logró trepar por todos y lucha por salir de la cabina. El momento en que sus pies tocaron el suelo, hizo una carrera a la puerta más cercana.
Hyejoo no oyó el pequeño comentario de la camarera, o los murmullos confusos de los otros asistentes del restaurante. No, la única cosa en su mente era llegar a Chaewon.
La mayor se metió debajo de la mesa, tomando a todos por sorpresa cuando ella casi derribó a los otros comensales mientras hacía una carrera hacia la puerta. En el momento en que se abrió paso entre las puertas de cristal, miró a su alrededor desesperadamente por Chaewon.
Sus ojos se posaron en la pequeña figura que se movía delante de ella, y ella la siguió.
-¡Chaewon!- Llamó a la chica más pequeña, prácticamente saltando. Sus dedos cerrándose alrededor de la muñeca de la chica contraria justo antes de que Chaewon saliera de la acera. Un coche pasó zumbando y envío a Chaewon tropezando hacia atrás a los brazos de Hyejoo.
-Chaewon-, Hyejoo se volvió a la niña pequeña para mirarla. Sus ojos se encontraron y Chaewon entró en pánico, tratando de alejarse. Hyejoo la sujetó.
-Chaewon, mírame,- Hyejoo agarró el hombro de Chaewon y la mantuvo en su lugar. La niña más pequeña se quedó inmóvil, buscando el rostro de Hyejoo por cualquier posible amenaza.
-No es real,- susurró Hyejoo, sintiendo que los músculos de Chaewon se relajaban un poco.
-Wonnie, respira-, Hyejoo inhaló lentamente, indicando a Chaewon que hiciera lo mismo. La chica más joven tomó una respiración profunda, le temblaba el labio inferior. Momentos más tarde, las rodillas temblorosas cedieron debajo de ella y cayó al suelo. Sin dudarlo, Hyejoo se arrodilló junto a ella y la tomó en sus brazos.
-No es real,- repitió Hyejoo, sintiendo los brazos de Chaewon envolverse alrededor de su cuello mientras que la niña más pequeña hundía la cabeza en el hombro de Hyejoo. -No es real-, continuó susurrando en voz baja.
Frotando círculos en la espalda de Chaewon, Hyejoo apoyó su barbilla en la parte superior de la cabeza de su novia y siguió susurrando las mismas tres palabras una y otra vez. Ella las diría por siempre si eso hacía que Chaewon las creyera.
Chaewon siguió llorando en el hombro de Hyejoo por un tiempo y Hyejoo saltó cuando sintió una mano en su hombro.
-¿Ella está bien?- Susurró Heejin, en cuclillas al lado de la chica. Hyejoo respiró hondo y miró a Chaewon antes de asentir con suavidad.
-¿Puedo...?- Hyejoo miró hacia el coche de Yerim. -¿Hay alguna manera de que ustedes puedan llegar a casa con Juri? Tengo que llevarla a alguna parte- Hyejoo asintió a Chaewon.
-Considéralo hecho,- Heejin le dio a Hyejoo una suave sonrisa antes de levantarse. -Asegúrate de que sepa que no arruinó nada, ¿sí?-
Hyejoo asintió, dando una sonrisa agradecida en dirección a Heejin antes de tocar el hombro de Chaewon.
-Tengo que enseñarte algo, Chaewon.-
Tarde pero seguro. Mi gente, loona 2nd win!! No nos tuvimos que cortar una teta jajaja, sigan guardando jellys que la semana que viene les damos el tercer win, faitin.
Lippie ✨
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