C2. Concepto de diversión.
Si alguna vez has tenido la duda o por la certeza de que tu vida es una completa mierda, te invito a que me conozcas. Soy Lily Jane Braun, y mi vida más que ser una mierda: es una desgracia.
Mis ojos siguen la figura del hombre delante de mí que va y viene de un lado al otro mientras habla sobre la política de calidad de la empresa y por más que trato de seguir el hilo de sus palabras simplemente la tarea me es complicada pues lo he dejado de escuchar hace ya unos minutos.
No puedo terminar de creer la desgracia que envuelve mi vida en este momento –como el drama más grande de la historia-, ¿quién mierda quiere trabajar con Axel Evenson? Es decir, sé que muchas chicas –en realidad muchas más de las que podría contar con los dedos de mis dos manos- quieren hacerlo, pero ese no es el punto. El punto es que yo tengo que hacerlo y, oh, sí, soy yo la que no quiere hacerlo.
¿Cómo alguien puede trabajar con este hombre?
—¿Estamos?—pestañeo un par de veces pero asiento. Asiento a pesar de que no tengo idea de qué mierda me están hablando. Asentir es la mejor opción cuando no sabes una mierda.—Entonces si todos los puntos han quedado claro, puedes marcharte.—anuncia ofreciéndome una amplia sonrisa.—Nos vemos el lunes.
—Claro, nos vemos el lunes...
(...)
—Por favor dime que ese trabajo es tuyo.—pide Ethan en cuanto subo a su auto. Los ojos azules de mi hermano me contemplan fijamente y soy capaz de ver la emoción enmarcando su rostro.—Joder, Lily... ¿qué pasa?
—¡El trabajo es mío!—anuncio.
—¡Joder, lo sabía!—exclama y un momento después, sus brazos están envolviendo mi cuerpo en un gran abrazo que me hace estremecer.—Estoy demasiado orgulloso de ti, bruja.
—¿De verdad?—pregunto.
—Sí.—asiente.—¿Lo dudas?
—No.
—¿Qué es lo que pasa?—cuestiona.—Pensé que esta mañana dijiste que este trabajo era de suma importancia y estabas toda histérica porque pensaste que llegabas tarde...
—Sé lo que dije.—respondo en voz baja.
—¿Entonces por qué ahora parece como si te acabasen de decir que tienes una sentencia de muerte que cumplir mañana a las ocho de la mañana...?—me rio un poco y luego niego.—Lil... ¿todo bien? Esta mañana parecías haberte bebido cien latas de red bull y ahora parece que te hayan drenado cualquier tipo de emoción... ¿qué es lo que pasa? Me preocupas, esto no es para nada común en ti.
—Axel Evenson.
—¿Axel Evenson?—repite mi hermano alzando una de sus cejas.—¿Qué tiene que ver ese chico?
—Voy a trabajar con Axel Evenson—suelto—pero ese no es el jodido problema, el jodido problema es que es un cretino idiota que no soporto ¿ahora cómo rayos hago para trabajar juntos?—hago una pausa y cuando soy consciente que Ethan está por responder, sigo hablando.—Lo primero que hizo hoy cuando nos conocimos antes de entrar a la sala de juntas fue ser un engreído insoportable y sabes muy bien que odio a los engreídos que son insoportables pero eso no es todo—me detengo un segundo—¡él es su papá!
—¿Quién es su papá?—pregunta en voz baja. Sus ojos azules todavía están contemplándome fijamente esperando a que termine de hablar sobre lo pésimo –en mi perspectiva de chica dramática, la cual su vida está por terminar por tener el jodido trabajo de sus sueños, ¡lo normal!-.—¿Lily?
—¿Podemos ir a comer lasaña?—inquiero posando mis ojos en los suyos.
Ethan me ofrece una sonrisa con la cual pareciera que me hace saber que está conmigo en mi travesía por esta vida tan jodidamente desgraciada pero no dice más y yo lo agradezco. En su lugar sólo se dedica a asentir, a colocar música poco en el radio del auto –porque vamos, cualquier mal se cura con una buena canción acompañada de la melódica voz de Taylor Swift- y a conducir hasta nuestro restaurante favorito. Llevo mis ojos a mi hermano y dejo escapar un largo suspiro admirándolo mientras se mantiene en completo silencio, verás ¿puede alguien pedir algo mejor que un hermano como lo es él?
Nuestra historia de vida comenzó a los dos años. Mamá se enamoró de papá cuando Ethan tenía dos años, pasó lo que tenía que pasar y nací yo. Una historia corta pero encantadora. Risas mentales, sí, sí, pero desde entonces el ser malhumorado y despistado que conduce a mi lado ha sido la persona que más me ha amado en el mundo y es probablemente la persona que más amaré, Ethan Wade Braun puede ser cien millones de cosas pero cuando se trata de su familia se vuelve un escudo protector tan férreo que ni un misil podría derribarlo y yo lo amo.
—¿Entonces no me vas a contar?—quiere saber. Lleno de aire mis pulmones y luego lo dejo salir de golpe.—Lily, me estás asustando, sabes bien que el silencio en ti no es algo normal...
—Tengo el trabajo.—vuelvo a decir, su boca se abre como si quisiera decir algo pero mi voz lo interrumpe de nueva cuenta.—Y antes de que digas que eso es algo genial, lo sé, es un sueño hecho realidad pero...joder, —farfullo—antes de que me dijeran que el trabajo era mío tuve...un pequeño encuentro con Axel Evenson...
—¿Qué?—jadea.—¿Qué tipo de encuentro?—pide saber.
—No ese tipo de encuentro—me quejo de inmediato y luego le cuento todo. Ethan detiene el auto en un semáforo y finalmente sus ojos azules se encuentran con los míos, aprieta sus labios y niega lentamente—anda, ríete...—replico. Una carcajada escapa de su garganta al tiempo que niego lentamente.—Era una broma, no debías reírte...
—Es que estas cosas solo te pasan a ti, Lily—se burla—A ti y en las películas claramente.—añade sin dejar de reírse—pensé que como aficionada a las películas clichés ya deberías de saber que nunca, escúchame, nunca debes de hacer ese tipo de cosas sobretodo sino tienes idea de con quién estás hablando...
—No te soporto.—reclamo y se vuelve a reír.—¡Eres de lo peor, Florian!
—Oh, vamos—exclama frunciendo sus cejas—¿Así que vas a trabajar con Axel Evenson, piénsalo bien, en otras circunstancias podría haber sido jodidamente increíble...—pausa—ya sabes, en otras circunstancias como...donde no le dijiste cretino e insoportable, donde podrías haber sido su fan o por lo menos donde podrías soportarlo...
—¡No te soporto!—repito de nueva cuenta.—¡Y a él tampoco lo soporto!
—Pues soporta y patéale el trasero porque es tu nuevo compañero de trabajo...
—Solo quiero que el Lunes no llegue...por favor, es lo único que pido...
—Sí, la vida te odia...—se burla—Como si eso fuese a pasar alguna vez, Lily...
—Como te odio por insoportable, Ethan...—decido finalmente.
Ethan se ríe de nueva cuenta al tiempo que pone en marcha el auto.—¡Me amas, Bruja; y mientras más rápido lo aceptes, será mucho mejor!
—¿Y esa cara de tonto?—pregunta papá entrando en la sala. Despego la mirada de la estatuilla que funge de adorno en el mesón de la sala y niego lentamente.
—¿Qué cara de tonto?—cuestiono alzando una ceja.
—No se responde una pregunta con otra—musita lanzándome una mala mirada. —Déjame adivinar, estás pensando en Lily Jane Braun ¿no?
—No.
—¿No?—niego.—¿Ni un poquito?
—No sé de qué estás hablando, papá—anuncio encogiéndome de hombros de manera despreocupada.
Fingir que no estoy pensando en ella es mejor que aceptarlo. Y no es que me guste, es implemente la impresión de saber que hay una mujer en este país a la que parece darle igual mi existencia y no, tampoco es porque me crea superior o algo parecido, es algo simplemente extraño. Las personas que te retan al primer segundo de conocerte siempre son las que me te marcan y marcas es lo último que necesito...o quiera.
—¿La conoces?—pregunta juntando sus manos.
—No.—niego.
—Me pareció que no era la primera vez que se veían ustedes dos.
—Bien, sí.—acepto finalmente—Nos encontramos en la oficina unos minutos antes de que ella entrase para verte pero eso fue todo, en todo momento no dejó de ser una chica altanera así que antes de que te atrevas a decir cualquier cosa, no es mi tipo.—decido.
—Pero si yo no iba a decir nada...—se burla lanzándome una mirada llena de burla.
—Que va—entorno mis ojos.—Mira de todos modos esta charla no tiene sentido; mejor me voy a duchar, más tarde saldré con Summer...
—¿Summer?—repite.
—Summer Gabrielson.—asiento.—¿Hay algún problema con eso?
—No, ninguno.—responde encogiéndose de hombros.—Pero en vista del escándalo que se armó hace unos días; no lo sé, pensé que ustedes no estaban saliendo o que todo había sido un malentendido, de hecho, pensé que ella sólo estaba saliendo contigo para dar algo de qué hablar, después de todo se viene el estreno de su película y publicidad buena o mala sigue siendo publicidad.
—Papá...no todos tenemos la mente tan fría como la tuya.—le recuerdo—No estamos en algo oficial pero tampoco estamos tan alejados el uno del otro, tenemos buen rollo y hay buen sexo, eso es suficiente por ahora.
—Dios, que cínico eres—se queja al tiempo que niega lentamente.—Pero eres un adulto hecho y derecho así que lo que sea que te haga feliz mientras seas responsable todo está bien...
—¿Cuándo viene mamá?—pregunto desviando el tema. Dejar que mi padre se acerque tanto a mi vida personal es un campo minado, uno por el cual definitivamente no tengo ganas de caminar, no ahora.
—En un par de días.
—¿Los niños de África dejaron de tener hambre?—ironizo.
Los ojos azulados de papá me miran con reprobación, elevo mis manos en señal de inocencia y aprieto mis labios mientras él vuelve a negar con su cabeza lentamente. Deja escapar un largo suspiro antes de llevar su vaso de whisky a su boca.—Eso es grosero, Axel.
—Bien, perdón.—musito entornando mis ojos.—La echo de menos, eso es todo.
—Pronto estará de vuelta...—susurra.
—Como sea—respondo poniéndome de pie.—Iré a ducharme y después iré a buscar a Summer.—añado antes de comenzar a caminar en dirección a las escaleras de la casa porque simple y sencillamente es mejor estar en la soledad de mi habitación que con la compañía de mi padre charlando de temas que me incomodan –mamá, Lily Jane Braun y Summer- o de los que simplemente no quiero hablar.
—Axel...—me llama. Detengo mis pasos y me giro para mirarlo.—Sólo ten cuidado...
—No te preocupes, papá—decido.-No hay nada de qué preocuparse.
(...)
—Hola, guapo—saluda Summer al tiempo que deja un largo y ruidoso beso sobre la comisura de mis labios.
—Hola, guapa—respondo lanzándole una pequeña sonrisa.
—¿Puedo saber a qué se debe el honor de tu llamada?—pregunta tomando asiento en el taburete a mi lado.—Aguarda, ¿es por todos esos chismes que han estado circulando en redes sociales sobre nuestra pequeña aventura?—me río.
—No, no es por eso.—anuncio.—No es por nada en especial, simplemente tenía ganas de verte y de charlar contigo—los intensos ojos azules de Summer me miran por un largo segundo antes de hacerle una pequeña señal al bartender. Me quedo en silencio observándola fijamente hasta que su atención vuelve a mí.—¿Qué?
—No te creo.—decide.
Me echo a reír de nueva cuenta y niego un poco.—¿Por qué no?
—¿Desde cuándo Axel Evenson Stenberg se ha vuelto tan blandito?—cuestiona con diversión. Sus ojos enmarcados por una bien definida línea negra me observan fijamente. Niego un poco antes de llevar mi propia copa a mis labios pero Summer no parece querer darme tregua alguna.—Me hago vieja, Axel...
—No sé de que estás hablando.
Ella suelta una pequeña carcajada y niega lentamente.—Pensé que eras más divertido.
Enarco mi ceja y ladeo un poco mi cabeza.—Define diversión.
—De unos meses para acá has cambiado mucho.—responde.—Antes tu concepto de diversión nos incluía a los dos, a una cama y por supuesto, la ropa estaba de más...—anuncia encogiéndose de hombros.—ahora tu concepto de diversión nos incluye a los dos, sentados en la barra de un bar, bebiendo una copa y con dos metros de distancia...
—¿Y quién dijo que esto no es solo la ceremonia inicial para lo que realmente se viene?—pregunto.—La noche es joven, Summer...
—Me hago vieja esperando, Axel.—me sonríe ampliamente.
—Pagaré estas mierdas y te mostraré mi verdadero concepto de diversión.—ella asiente.
—¿Tu apartamento o el mío...?
—El auto.
Summer jadea por lo bajo y alza su ceja.—Prometedor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top