XV.

Capítulo 15. 

Era poco más de las 11 de la mañana y yo me encontraba sola en el estudio, terminando de componer White Light cuando Toochi entró, dando grandes zancadas, molesto hasta las orejas. Tomó una guitarra y comenzó a rasgar, jugando con las cuerdas.

- Hey, Toochi...-él solo me lanzó una mirada vacía, confirmando su enojo.- Oye, hoy es 1 de abril...

-Sí me sé la fecha, nipona, gracias... -contestó, cortante, mientras aun jugaba con las cuerdas de la guitarra.

-Toochi, no estoy intentando decirte nada malo, sabes a lo que me refiero...

-¿A qué es jueves? No necesitaba que me avisaras, tengo un calendario para eso, Noodle.

Me cansé de sus contestaciones groseras y cortantes, por lo que me paré dando un golpe al suelo, asustándolo por consecuencia. Casi al instante pude ver su arrepentimiento de haberle contestado de mala forma a la persona equivocada. Es obvio que soy la peor persona para tratar mal...

-Amayakasa rete sodatta kodomo, watashi ni kiite kudasai. Anata wa watashi o son'nani yūgaina hōhō de atsukau hitode wa arimasen, anata wa watashi ga anata ni nani o iou to shite iru no ka sae shirimasen, soshite anata wa sudeni warui hōhō de watashi ni kotaete imasu, Toochi. Doko kara kite mo baka ni natte iru no wa watashi no mondaide wanainode, baka ni shinaide kudasai.

(Escúchame, niño malcriado. Tú no eres nadie para tratarme de esa forma tan hiriente, ni siquiera sabes que te voy a decir y ya me estás contestando de mala forma, Toochi. No es mi problema que vengas enojado de donde sea que vienes, idiota, así que no trates de desquitarte conmigo. )

-Cielos, nipona. Lo siento, yo... No quería desquitarme contigo, es solo que... Ella y yo discutimos hace unos días por una estupidez y por lo empecinada que es... ¡Dios! Es tan terca...

-¿Qué sucedió?

-Hubo un fallo con el banco por un trámite que hizo, por lo que no le permiten retirar dinero y con el sueldo que acaba de cobrar no logra tener lo suficiente para el alquiler y las cuentas del mes. Yo me ofrecí a pagárselas y se enfureció..." ¡No eres mi banco, Stuart! ¡No necesito tu ayuda para solucionar mis problemas!"... Yo solo lo dije como opción, un préstamo y nada más... Incluso se lo ofrecí como una inversión pero nada... Estaba tan furiosa, que mejor me fui de ahí. No hemos hablado desde entonces y ¡Por un carajo! La extraño...

Reí ante su relato. Esa no es la peor mirada de Ella... Pobre Toochi...

-Lo siento, Toochi... Pero trata de comprenderla, se fue de casa de sus padres para procurar hacer las cosas por su cuenta, que provengan de su propio esfuerzo y no quiere tener que "deberle" a alguien...

-Pero yo no le estaba regalando el dinero, solo era un préstamo ¡Se lo doy ahora y me lo paga luego! Así de simple, en vez de que tenga que tomar horas extra que la dejan exhausta...

Suspiré algo cansada. Ambos son tan empecinados...

-Okay, no debería decirte esto, pero seguramente tiene miedo de que esto se transforme en sus relaciones anteriores... Ya sabes, Sean y Oliver...

-¿Qué...? Nunca podría...

-No, no me refiero a la violencia y el chantaje, me refiero a... Sean la convenció de que se mudara con él, solucionándole la parte del alquiler, los servicios y la comida, ella solo debía se asegurarse de cocinar y limpiar, y Oliver hizo prácticamente la misma jugada, ella perdió la libertad de hacer lo que quisiese en su departamento porque no era suyo, ella no estaba pagando el alquiler; sintió que no podía aprovecharse de los servicios porque ella no se había esforzado por ellos... Ella entró en una lucha interna muy fuerte, no sé si me doy a entender. Seguramente por eso que se puso como una fiera, porque apenas está tomando el control de todo lo que había perdido y cuando se lo ofreciste, seguro que ella sintió que le podrías arrebatar esa libertad...

-Creo que comprendo el punto al que quieres llegar... Pero no se me hace justo...

Reí una vez más, a lo que él me vio con el ceño fruncido. Le pedí que se olvidara de ello y cantara lo que ya tenía de White Light. Continuamos componiendo la canción, hasta que quedó lista y le mostré como había quedado Dare, luego de que jugase con People.

-Es fantástica, nipona.

-Lo sé. Pienso pedirle a Shaun Ryder que la grabe conmigo, ya sabes, que le dará un buen toque con ese acento...

Cuando llegó la hora del almuerzo, mi teléfono sonó. Era Ella.

-Seguro ya te contó Stu...

-Claro que ya lo hizo, no puede evitarlo, su cuerpo no tiene la capacidad. Lo adiestre para que no me oculte nada...

Ella rió, algo decaída.

-¿Él está ahí?

-No, salió por el almuerzo... 2D no es Sean ni Oliver, él no planea quitarte nada, Yokina, solo lo dijo de buena fe...

-Lo sé...-dijo, en forma de reproche.- Me di cuenta justo cuando se fue y luego mi mente se encargó de hacerme sentir mal durante los últimos tres días que no le he visto... Pero realmente no quiero su dinero, yo quiero hacerme cargo de mí misma... Ayúdame a que me perdone, nipona...

-Solo debes hablar con él.

-¿Pero con qué cara? Lo traté pésimo...

-Él igual te extraña a montones...

-¿Ah, sí?

-Sí... se puso de romántico hace un rato, casi me hace perder la concentración...

Ella chilló a través del teléfono, emocionada ante mi comentario.

-Aun no le he presentado a Anne y Livy... ¿Crees que se enoje conmigo?

-Ella, Toochi está perdido por ti, podrías ponerle a hacer tus deberes de la universidad y él los haría aunque no tenga ni idea de ello, solo con tal de verte feliz...

Sé que está sonriendo por el silencio que inunda la línea, ella está igual de perdida en la ciudad del amor que 2D.

-Bueno, quitando al peli azul de la conversación, te llamaba para preguntarte si quieres venir con Charles, Anne y Livy y yo, por supuesto, a pasar este fin de semana en el parque acuático que hay a las afueras de la ciudad... Livy consiguió cinco boletos pensando en todas nosotras... ¿Qué dices? ¿Vienes? Anne nos llevaría en su auto...

-Claro que sí, ¿Está bien si me quedo en tu casa el viernes?

-Por supuesto, así nos podemos organizar juntas y pueden pasar por nosotras el sábado por la mañana... Bien, le voy a decir a Livy que todo quedó listo... Te veo el viernes, nipona...

-Nos vemos, Yokina...

Toochi regresó al poco tiempo, aun con el mal humor en el rostro pero mucho más tranquilo que esta mañana. Almorzamos juntos y continuamos puliendo algunas letras que ya tenía listas. Cuando llegó la noche, Russel se nos unió con unos Ssacks y Mudzie llegó poco antes de la media noche.

-Chicos, escribí dos canciones que quiero que practiquemos, creo que deberían ser los sencillos...

Les pasé los acordes de Feel Good Inc. y El Mañana. Ellos leyeron detenidamente la letra y los acordes, luego nos aventuramos a tocarlas. Feel Good Inc. me gusta, el bajo de Mudz y la batería de Russ me envuelven, haciéndome sentir orgullosa de la intensidad que toma la canción, especialmente con la voz de Toochi. La parte acústica resuena como una brisa de libertad, justo como quería que sonase, y me genera un aire de esperanza, como si pudiese hacerlo todo. Russ improvisa los raps que escribí y cuando terminamos, comenzamos a sugerir quienes podrían interpretarlos.

-Eminem...-sugiere Murdoc. Hago una mueca.

-Snoop Dog.-dice Toochi, a lo que no puedo imaginármelo en esta canción.

-En la fiesta que hicimos, los chicos de De La Soul me dijeron que querían participar en cualquier proyecto que tuviéramos trabajando... Me gustan sus risas, creo que le darían un toque agridulce a la canción, ¿Qué piensan? –sugiero. Los tres me ven, expectantes, y Russel se acerca a mí e inserta un beso en mi frente.

-Es tu disco, tú mandas, Noods...

(♦♦♦)

-Extraño a mi novio... Extraño a mi novio...- Canturreo, mientras hago la lavandería.

-Ella, basta... Llevas así toda la semana, creo que hasta puedo escucharte lamentarte en mis sueños...-dice Ely con un escalofrío. Ely también está haciendo la lavandería puesto que perdió una apuesta con su novia y ahora debe hacerle la lavandería por dos semanas.

-Pero en verdad extraño a mi novio...Ha sido la primera semana que no lo veo en meses, no sé si comprendes lo intenso que es eso...

-Claro que sí, ¿No recuerdas la vez que tuve que ir a casa a cuidar a mis padres y no vi a Charles por casi dos semanas? Fue todo un martirio...

-No se veían pero si se llamaban, yo ni siquiera he escuchado su voz en cinco malditos, asquerosos días...

-Entonces llámale.

-No puedo, seguro me odia... Le traté muy mal...

-Sí, sí lo hiciste... Él solo se ofreció a ayudarte...

-Ya hablamos de eso, no quiero su ayuda, es mi novio, no mi banco... Y el hecho de que él tenga acceso al dinero me haría ver como una aprovechada...

-¿Y no lo eres?

-Claro que lo soy, pero no con su dinero, ¿Puedes imaginarte el tamaño de su pito? ¡Es enorme! Es lo más grande que he visto en mi vida, ¿Puedes si quiera pensar en que tan rico se siente eso?

-No, y no quiero hacerlo, tengo novia y una heterosexualidad bastante firme, gracias...-me reí ante su respuesta y mi mente volvió a los recuerdos de la calidez de mi novio justo cuando era hora de que me fuese a la facultad y él no me quisiese soltar.

"-Solo cinco minutos más, Ella... Déjame abrazarte cinco minutos más...

-Ya es tarde, cariño... Si no me apresuro voy a llegar terriblemente tarde a clase...

-Son cinco minutos, lo suficiente para conservarte en mi mente durante el día...

-Está bien, solo si me regalas un par de besos...

-Con gusto."

Le extraño mucho... Debo disculparme con él... Hoy es viernes, son cerca de las seis de la tarde y, como hoy no me tocaba turno en la cafetería, me toca cocinar la cena, por lo que Ely y yo terminamos la lavandería y nos dirigimos a la tienda de orgánicos que está a tres calles de casa. Me ayuda a conseguir las verduras necesarias para hacer una lasaña vegetariana, la favorita de mi roomie y de las pocas comidas decentes que sé preparar. Mientras estábamos pagando en caja, la dependienta nos ofreció queso vegano.

-Es de Almendras, de una nueva marca ecofriendly que apenas se está desarrollando, por lo que está en una oferta de dos por uno, ¿Desea comprarlo?

Ely estaba rechazándolo al instante, pero recordé que Stu no come productos de origen animal, así que mi amigo me cooperó para poder comprarlo, al igual que una botella de leche de almendras.

-¿Por qué no come animales?

-Es budista, uno de sus preceptos es la no violencia y eso incluye a los animales... Se supone que es "vegetariano", pero tampoco tiene la costumbre de beber leche o de comer queso...

-Pero eso es peligroso, ¿no? Digo, las proteínas y los nutrientes, ¿de dónde los saca?

-Pues de las plantas, bobo. Realmente, comer carne es más peligroso que comer solo verduras... ¿Sabías que lo único que no puedes encontrar en la carne es la vitamina B12? Se encuentra en la sangre de los animales, pero igual la hay sintética, así que nunca está en riesgo nutricional... En realidad, me gustaría que controlase un poco más su alimentación, a veces suele comer demasiado y acostarse a dormir u otras veces se salta comidas y hace ayunos innecesarios...

-Vaya, creí que mencionarías que fuma mucho...

-También, pero de alguna forma eso no me preocupa demasiado, pareciese que fue diseñado para fumar toda su vida...

Regresamos a casa y me puse manos a la obra, hice la salsa y la crema, utilizando la leche y el queso de almendras en la mitad de la lasaña, al poco rato ya estaba lista la cena. Como compramos un poco más de ingredientes, me alcanzó para poder hacer dos, una les dejé a Charles y Ely y la otra la llevé a los Kong's Studios, en forma de disculpa para mi novio. Avancé a través del cementerio, evitando a los gorilas y zombies que intentaban quitarme la lasaña de las manos, y toqué el timbre de la entrada. Murdoc atendió, con una toalla envolviéndole la cintura.

-Hey, bonita, ¿vienes a buscarme? Soy el mejor amante que podrás encontrar, tengo antecedentes que no se arrepienten de venir a mí cada tanto...

-No lo creo, vejestorio, soy muy feliz junto a Stu y no necesito más por el momento. Ahora, si fueras tan amable de dejarme pasar...

Murdoc me vio con mala cara, pues sé con claridad que detesta que le digan apodos en referencia a su edad, pero aun así me permitió entrar, refunfuñando hasta llegar al ascensor.

-Vamos, Russel ya ha preparado la cena... ¿Qué traes ahí?

-Lasaña del perdón... Traté muy mal a Stu la última vez que nos vimos...

-Ah, eso explica su mal humor... Créeme, nunca había querido partirle tanto el rostro como en estos últimos días...-me reí de su comentario, aunque sé que este lleva cierta parte de verdad, también tengo la sospecha de que Murdoc tiene algún tipo de amor platónico hacia mi novio. Lo veo en sus ojos, cuando ve de reojo a Stu mientras canta o en el tono de su voz, cuando se refiere a este en su ausencia. Algún día lo sabré...

El ascensor nos dejó en el pasillo que nos daba al comedor, el cual recorrimos en silencio. Noodle, quien al parecer ponía la mesa, y Russel conversaban plácidamente sobre las notas de alguna canción, por lo cual no notaron nuestra presencia al instante, mientras que Stu estaba concentrado con su melódica verde, con una mala cara y un humor de perros que hacía que las vibras del lugar se sintiese más pesadas y algo tensas.

-¡Yokina!-exclamó Noodle viniendo a mí, a lo que el peli azul levantó el rostro, sorprendido.

-Les traje algo para la cena, pero creo que llegué tarde...

-Para nada, Ella, ven, acompáñanos.-decía Russel. Murdoc se sentó en la mesa, exigiendo su plato de comida. Noodle tomó el refractario de mis manos, llevándoselo a la cocina para que Russel lo sirviese. Stu se me acercó con un paso algo apenado y abrió la boca para comenzar a hablar, pero le arrebaté la palabra.

-Lo siento tanto... Actué muy a la defensiva cuando tu solo querías ayudar y te traté tan mal... ¿Podrías perdonar a esta humilde idiota?

-No, no, cariño, tú deberías perdonarme. Debí comprender tus razones... aunque me las pusiste algo complicadas.

Reí poquito. Él tomó mis manos, acariciando mis nudillos y acercándose a mí.

-La lasaña es vegana. Se supone que es una lasaña de disculpas... Una ofrenda de paz...

Stu acaricio mi mejilla, acunando mi rostro y acercándome a él.

-Gran estrategia...-nos besamos lento, disfrutando de nuestras esencias. He extrañado tanto su delicioso sabor... Noodle nos llamó a sentarnos en la mesa para la cena, haciendo que nos separemos. Cenamos, uno a lado del otro, y posteriormente le ayudé a cumplir con su labor social de lavar los platos, secando y guardado aquella vajilla que él va lavando. Le conté sobre lo más relevante de mi semana y él me habla de las canciones que ya han practicado y que es lo que más le emociona grabar. Cuando terminamos, nos dirigimos a su habitación y nos recostamos a ver la televisión hasta que dan las diez de la noche, que es cuando recibo un recordatorio de parte de Anne, confirmándome que pasará por Noods, Charles y por mí mañana a las 8:30 en nuestro apartamento.

-Debo ir a casa.-le digo, dándole un pico.

-Te llevaré mañana temprano, luego del desayuno, lo prometo.

-No, cariño. Este fin de semana Noods, Charles, Livy, Anne y yo iremos al parque acuático que está en las afueras de la ciudad.

Me otorgó cara de pocos amigos, atándose a mi cintura.

-Pero no te he visto en toda la semana...

-Lo sé, pero esto lo planee desde hace varios días, no puedo cancelarlo...-Mi novio escondió su rostro en mis pechos, atándose a mí y haciéndome cosquillas en el proceso.- Prometo venir a dormir contigo cuando regrese, ¿está bien?

-Es un trato... -me besó con amor, acariciando mi cintura. Hundí mis dedos entre sus cabellos, tirando de ellos e intensificando el beso.

Cuando por fin logré reunir fuerzas para salir, me dirigí a la habitación de Noodle, tocando antes de abrir la puerta.

-Nipona, ¿Estás lista? -Noodle se encontraba abrazándose a sí misma envuelta en su edredón.- Nipona, ¿Qué sucede te duele algo, te sientes mal?-No hubo respuesta, a lo que me acerqué a ella, la japonesa se encontraba llorando del dolor.

-Duele mucho, Ella...

Oh...

-¿Habías menstruado antes?- Ella negó, le acaricié la espalda, tratando de calmarle. Mientras ella tomaba un baño caliente, bajé a prepararle un té y un chocolate caliente. Cuando regresé a su alcoba, Noodle se encontraba en bata de baño.-Mira, tengo un tampón y una copa, ¿qué prefieres?-Noodle se encontraba callada, evitando mi mirada.-Nipona, tranquila. Es completamente normal y algún día verás que estarás agradecida por ello...

-Realmente quería ir a nadar...

-Podrás hacerlo, puedes ponerte la copa, es pequeña y ya está hervida, va a ser algo extraño al principio pero ya verás que te acostumbras rápido.

-Me duele muchísimo...

-Te traje algunas bebidas calientes y una pastilla, si duermes más de seis horas, mañana te sentirás como nueva, eh, ¿Qué tal te suena eso?

Noodle aún me daba pequeñas miradas llenas de desánimo.

-¿Cómo me pongo la copa?

Le expliqué como usar la copa de silicona y, tan pronto como lo logró, tomamos dirección a mi departamento, Ely nos recogió y nos llevó a mi casa. Tomamos una cena ligera y fuimos a dormir. Despertamos justo media hora antes, con el tiempo necesario para que tomáramos una ducha y preparáramos las maletas, la japonesa se quitó la copa y se puso un tampón, mientras que yo le hervía la copa. Cargamos lo necesario y al poco rato escuchamos un claxon sonar en la acera frente a nuestro departamento, Livy y Anne nos esperaban, relucientes, en su hermoso convertible Ford Mustang azul del '65. Charles, Noods y yo descendimos en un corto viaje en el ascensor, emocionadas a más no poder.

-¡Nos la pasaremos de puta madre, Noods!-exclamó mi amiga, agitando sus rizos rebeldes. Al salir abrirse las puertas, la japonesa se detuvo en seco.

-Un momento... Ella, ¿ellas saben quién soy?

Ups...

Al ver mi expresión, Noodle me dio una mala mirada, observando la situación Charles tomó la delantera, saliendo antes que nosotras.

-Lo siento, solo les dije que invitaría a mi mejor amiga... ¿Estás enfadada?

-Un poco... ¿Crees que les caiga bien?

-Por supuesto que sí, eres su jodida diosa, ya verás que te aman.-Ella solo asintió, respirando profundo. Salimos del edificio, Noodle se quedó detrás mío.-Chicas, quiero presentarles a alguien...

-¿Al fin nos presentarás a Stu?-dijo Anne, algo sonriente.

-No, eso será después... Ella es Noodle, mi mejor amiga.

La japonesa salió a la vista, algo temblorosa y saludando con nervios. Tanto la rubia como la pelirroja se quedaron atónitas para luego pegar un gritillo.

-¡Oh, por todos los cielos, no puedo creer que seas tú...! ¡Ambas somos grandes fans tuyas, enserio! -Exclamaba Livy, abrazándose a la japonesa.

-¡¿Por qué no nos dijiste antes, Brown?!-Anne me dio un empujón en el hombro a lo que solamente me encogí de hombros.

-Creí que me llamarían aprovechada...

Ambas chicas estaban atadas a Noodle, haciéndole todo tipo de cumplidos y mencionando cuánto amaban los álbumes y a la banda.

-Está bien, está bien, chicas, déjenla respirar-dijo Charles, alejando a la pareja de la japonesa. Noodle, en cambio, reía aún nerviosa.-Creo que deberíamos subir de una vez al auto, no queremos perder tiempo aquí cuando podríamos estar en el agua...

Le di la razón a mi roomie, por lo que comencé a subir nuestros bolsos al portaequipajes del auto en compañía de Anne, mientras ellas tomaban asiento en el auto.

-Lamento no haberles dicho, sabía que ustedes eran fans y me dio miedo que creyeran mal de, ya sabes, todo esto...

Anne, quien siempre se muestra borde e iracunda conmigo, me otorgó una mirada dulce entre sus cabellos rojizos y el millón de pecas de sus mejillas.

-Comprendo... Tranquila, tenías tus razones.

-Entonces... ¿Todo bien?

-Todo bien, Brownie... Un momento, ¿Esto quiere decir que estas saliendo con 2D?

Asentí, esperando que se enfureciera, pero en cambio, me dio un abrazo.

-Somos amigas, Ella, no deberíamos tener tanto miedo de decirnos las cosas...

Me sentí a punto de llorar. Le devolví el abrazo, dándole la misma mirada de cariño que ella me había regalado. Cerramos el portaequipaje, Anne se dirigió al asiento del conductor y yo me uní a Charles y Noodle en los asientos traseros, tomando lugar en la ventana de la izquierda. Noodle conversaba con Livy, un poco más relajada, y Charles se encontraba escribiendo en su teléfono.

-...Estuve a punto de no venir...-mencionó la japonesa. Anne puso en marcha el motor, recorriendo las bacías calles de mi vecindario.

-¿Qué? ¿Por qué?-se exaltó la rubia.

-Pues anoche me bajó por primera vez y no sabía qué hacer, me dolía mucho...

-Uff, te comprendo. A mí también me bajó, es una jodida putada pero con un tampón y un analgésico todo se soluciona, ¿quieres unos?

-No, no, eso ya lo tengo solucionado, Ella me dio una copa y me tomé algo en cuanto desperté, pero coincido contigo, es una jodida putada, no puedo creer que tendré que sufrir esto unos días todos los meses de mi vida...

Livy rió jovial. Continuaron conversando hasta poco después, cuando Anne le pidió a su novia que se colocara el cinturón de seguridad, a lo que Livy atendió. Media hora después, nos encontrábamos a medio camino, escuchando a The Rolling Stones y disfrutando del aire veraniego a través de nuestros cabellos.

Al llegar, fuimos a registrarnos en el pequeño hotel del parque.

-¿Cómo conseguiste los boletos, Anne?-preguntó la nipona.

-Uff, fue fácil, mi cuñado trabaja aquí como gerente, solo tuve que hacer una llamada y listo.

Subimos a las habitaciones, Livy y Anne estarían en una y Charles Noodle y yo en otra. Prontamente nos encontrábamos recorriendo el parque, luego de un gratificante desayuno de buffet. Cuando ya estuvimos listas, nos lanzamos a nadar en la piscina más amplia, luego de un rato, Livy y Charles tomaron el sol, por lo que Noodle, Anne y yo tomamos camino a cada uno de los toboganes del parque y nos lanzamos desde las tirolesas que recorrían toda el área de punta a punta. Un par de horas luego del medio día, fuimos por fruta y helado, con la intención de acompañar a la rubia y la morena en sus bronceados.

-...En realidad, Mudzie solo da miedo cuando está muy de buenas, cuando está borracho es bastante manipulable y cuando está sobrio es más fastidioso y enojón de lo que puedo soportar.- relató la nipona, el resto de nosotras reímos.

-Aun así, pienso que ha de haber sido difícil crecer con solo hombres, ¿no? Yo tuve que vivir con papá y Maxon durante seis meses luego de que mamá se mudó a América y me sentí morir, eran unas bestias...-dijo la rubia. Noods solo soltó una risilla.

-Pues sí son unas bestias, a veces me sacan de mis casillas y me hartan hasta la coronilla pero la mayoría de las veces son bastante amables y condescendientes. Cuando llegué a sus vidas, tenía tan solo 10 años, así que son todo lo que conozco. Russ siempre se ha dedicado a llevarme a la cama cuando estoy tan exhausta que me quedo dormida en el estudio y a enseñarme la importancia de estudiar musicología, Toochi siempre supo cómo hacerme sentir mejor luego de rasparme las rodillas y me enseñó a ser compasiva, Mudzie siempre me ha enseñado a no temer, a ser segura de mí misma... Ellos no son tan femeninos como me gustaría pero siempre puedo confiar en que me ayudarán sin importar qué, además, creo que tengo a Ella para esa área...

Todas las chicas mayores guardamos silencio, enternecidas por el relato. Abracé fuertemente a la japonesa para luego ser acompañada por el resto.

Esa noche nos desvelamos charlando del millón de cosas que podían pasarnos a través de la mente, acompañadas de platos llenos de frutas y música relajante. Al día siguiente despertamos casi a medio día, por lo que tomamos un desayuno rápido y ligero y nos aventuramos por toda atracción del parque a la que se nos permitiese entrar. A la hora del ocaso, todas estábamos sentadas a la orilla de una de las piscinas vacías, contemplando la llegada da la noche en plena serenidad para horas después volver a casa en el auto de Anne. Cuando Noods, Charles y yo terminamos en el departamento, nuestra primera y única acción fue cenar juntas para después dormir hasta el siguiente día. 

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