V

Capítulo 5.

Me animé a levantarme de la cama de Noodle, harta de seguir fingiendo que podría dormir, e intenté hacerlo por mi propia cuenta, cosa que me dolió como los mil demonios, por lo que caí de bruces en la alfombra.

“-¡Eres una maldita perra, Ella!- gritó Sean desde la puerta del departamento. Me levanté con velocidad, dejando mi computador en el sofá, asustada por la forma tan amenazante en que se apresuraba a mí.

-Prometiste no volverlo a hacer, Sean…-dije, guardando mis distancias de él.

-No digas estupideces, no es mi culpa si tú me provocas…

Procuré tomar una carrera hacia la habitación pero, mientras yo me adentraba, él cerró la puerta de golpe, atrapando mi tobillo en el camino y haciéndome gritar del dolor.

-Cállate, maldita zorra.- Me levantó tomándome del brazo por la fuerza.

Ahí comenzó mi martirio.”

-¡Ella! Debes permanecer en la cama…Por favor, Ella, intenta descansar…-Noodle me regañaba mientras me levantaba del piso. En estos momentos solo me encuentro capaz de acariciar la orilla de la camisa tan curiosa que me presto luego de haberme dado un baño hace un par de horas. Noodle me vio con preocupación y se dio la vuelta para poder salir de la habitación- Te voy a traer el desayuno…

Le otorgue una mirada de arrepentimiento y vi como desapareció detrás de la puerta. Rodé en la cama, sintiendo como aparecían de nuevo las lágrimas, resbalando lentamente a través de mis mejillas y causando un fuerte dolor punzante en mi cabeza. Noodle regresó luego de un rato con una bandeja de comida.

-Aquí tienes, Ella. Russel me dijo que su sopa lo cura todo, así que te traje un poco…

Sorbí la nariz y me senté en la cama, mientras que veía a la joven japonesa caminando lentamente para luego colocar la bandeja en mis piernas. Ella se sentó a un lado, esperando a que comenzara a comer.

-¿Por qué eres tan buena conmigo, Noods? Fui una horrible amiga…No merezco nada de esto, ni siquiera el que me fueras a sacar de ahí…

Ella se encogió de hombros- Eres mi mejor amiga, Ella. No podía dejarte en un lugar tan feo y peor aún, en una situación tan peligrosa.

Lloré con intensidad. Ella aún me considera su amiga…

-Perdóname… fui tan estúpida-dije, abalanzándome a ella y abrazándola con intensidad. Ella me tomó por los hombros, separándose un poco.

-Sí, fuiste bastante estúpida, pero ¡hey! alégrate de que saliste de esa mala jugada…por lo menos ahora tenemos algo de que reírnos dentro de algunos años…-lloré un poco más, aun disculpándome. Noodle limpió con ternura mis mejillas- tranquila, Ella. Si con eso vas a dejar de llorar, te perdono esta por ser la primera vez, ¿Va?

Me reí levemente y volví a abrazarla. Compartimos el plato de sopa y comenzó a contarme algunas de sus historias con los chicos, haciéndome reír, hasta que escuchamos fuertes pasos afuera de la habitación de Noodle. La puerta se abrió de golpe, dejando ver a un tenebroso hombre de piel verdosa, con un tipo más grande moreno de ojos blancos y 2D observándome desde el pasillo. Murdoc y Russel…De pronto, Murdoc me vio con grandes ojos llenos de sorpresa y comenzó a gritarle a Noodle entre pisotones y manotazos.

-¡¿Qué se supone que esto, nipona?! ¡No somos un maldito hospital, niña! ¡Ahora mismo tomas a esa chica y…!

Noodle, molesta, lo sacó de la habitación con empujones, callándolo con cada paso y disculpándose de esa escena tan incómoda.

-Cállate, Mudz, ella es Ella, mi mejor amiga y acaba de pasar por una terrible situación. Necesita de mí, se quedará hasta que se recupere.

-Ni lo pienses…

-¿Por qué no? Hay espacio de sobra y…

-¡Tiene que irse, no somos una maldita guardería!

-¡Se queda y punto!

-Espera, nipona. Debes entender el punto de Murdoc…-dijo tranquilamente 2D.

-Tu cállate, Face-ache, no necesito que un idiota me ayude… ¡Noodle, vas a sacar a esa chica de aquí o…!

-¿O qué, Murdoc?

-¡O ya verás!

-Ey, Mudz, ¿Qué tratas de decir?-dijo Russel.-No estarás insinuando que te meterás con Noodle, ¿o sí?

-El dueño de esta casa soy yo…

-Lo somos todos, desde que nos reunimos como banda, y lo sabes, Mudz.-dijo la nipona.–Déjala quedarse.

Hubo un silencio glacial y pude oír como Murdoc comenzaba a refunfuñar entre dientes, pronto oí un grito de parte de 2D y diversos insultos que le dirigía el verde. Demonios, ahora se desquita con él…Maldición, Ella, solo causas problemas…Diversos pasos se dispersaron a través del pasillo y Noodle volvió a entrar, disculpándose por lo ocurrido.

-Murdoc tiene razón, Noods, debería de irme… Además, tengo que ir a la universidad, aún estoy en curso…

-Vamos, Ella, debes recuperarte primero. Estoy segura de que puedes enviar algún justificante por correo…ahora que lo pienso, lo que si deberías hacer es llamar a Charles, la dejaste muy preocupada…

Noodle me prestó su teléfono y llamé a diversidad de personas para decirles que me encontraba bien: Mi tutora universitaria, a quién también le pedí ayuda y apoyo una vez que le conté mi situación; Charles y Ely, quienes me regañaron por ser tan irresponsable y estúpida; Kumiko y aquellos pocos amigos que he formado en mi curso, una pelirroja llamada Anne, su novia, Livy y Oliver, mi compañero de estudios.

Pronto, la noche dio por terminado el día.

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