IIII

Capítulo 4.

-Niña, sal de ahí. Puede que se nos ocurra algo que hacer con “People”, no es un caso del todo perdido-Dijo Mudz desde el otro lado de mi puerta.

-Ya te dije que no saldré de aquí hasta que haya terminado de escribir algo funcional ¡Y no te atrevas a entrar en mi habitación, Murdoc!

Le oí gruñir y refunfuñar un poco más, mencionando lo que Jamie y a Damon habían dicho sobre la preparación del álbum y su tiempo de salida. Me negué nuevamente y luego de más refunfuños, pude oír como sus botas repiqueteaban en largos pasos, alejándose de poco en poco hasta desaparecer.

     “I lost my leg like I lost my way
      So no loose ends
      Nothing to see me down
      How are we going to work this out?...”

Escribir es algo difícil si no tienes un espacio adecuado, pero siempre que estoy con Ella me siento en plena serenidad por lo que cuando ella me contó sobre su familia, no pude evitar profundizar los sentimientos del ‘¿Qué hacer cuando ya todo está hundiéndose, cuando todo está tan contaminado? ¿Cómo amar en una situación tan profunda?’

Toochi se asomó a través de la orilla de mi puerta.

-¿Puedo pasar, Noods? Necesito contarte algo…

-Por supuesto, Toochi, pero que no lo note Murdoc, realmente necesito concentrarme.

-Entonces creo que mejor regreso luego…

- Vamos, Toochi, sólo pasa.

Él me hizo caso y se acostó en la alfombra boca arriba, suspirando con fuerza y tapándose el rostro.

-Hay una chica… Una chica que me gusta mucho y… No sé… me gusta mucho…

-Ay, no, Toochi. La última vez te fue muy mal… No me gusta escucharte llorar, me duele mucho…-Él evitó mi mirada con el rostro aún tapado.

-No me irá mal…-dijo en un susurro- Me gusta muchísimo, ¿Qué haré, qué haré?... Apenas y puedo dormir por las noches, no paro de pensar en ella…

     “Dreams are bad, our heads are mad
      I love the girl
      But God only knows it's
      Getting hard to see the sun coming through
      I love you...
      But what are we going to do?”

Esta canción será mejor de lo que pensé…

- Toochi…-Descubrí su rostro, quitando su brazo del camino y no pude evitar sorprenderme por lo sonrojado que estaba ¡Incluso las puntas de sus orejas están coloradas!- oh, Toochi. Sí que estás en un aprieto… ¿Puedo saber cómo se llama?

-No lo creo… apenas y he hecho contacto con ella…

-Vamos, Toochi, dime.

-Lo siento, nipona…

Hice un puchero, pero solo logré hacerle sonrojar más. Toochi permaneció ahí, ayudándome a componer hasta que fueron más de las tres de la mañana, que fue cuando caí dormida pero pude escuchar a Toochi desearme las buenas noches, salir de mi cuarto pero no dirigirse al suyo, sino ir en dirección al elevador. 

Desperté justo cuando los pasos de las botas de Toochi regresaban a su habitación. 9a.m… Él no es así, realmente está picado…

-¿Puedo pasar?- Le pregunté mientras tocaba a su puerta.

-E-espera U-un M-momento, nipona…

-¡Iugh, Toochi!

-¿Qué…? ¡N-no es eso, nipona! ¡Qué sucia eres!

Reí al notar toda la situación. Me senté en la orilla de su cama, mientras él estaba plenamente tumbado.- Perdón…Solo venía a decirte que si quieres venir a desayunar conmigo…

-¿A la cafetería de Ella?

-Sí, solo que ella comienza su turno hasta la tarde… ¿No hay problema con eso?

He comenzado a pensar que a él no le cae del todo bien Ella. Siempre se pone incómodo cuando me recoge, se la pasa ansioso durante todo el camino a casa y cuando intento hablarle de Ella, él siempre cambia el tema.

-¿Por qué no mejor pedimos comida? Debemos comenzar a trabajar con el álbum…Yo invito.

-Va, pero yo elijo.

-Hecho.

Pedí comida tailandesa y nos dirigimos al estudio para empezar a componer, cosa que nos llevó toda la mañana y a la cual se nos unió Russ luego de unas cuantas horas, por lo que todo comenzó a fluir como si de agua se tratase. A eso de las tres de la tarde mi estómago comenzó a rugir y, casi inmediatamente, Ella me envió un mensaje.

“¿Todo bien?”

“Si, ¿Por?”

“Lo siento, es que creo que esta es tu hora de desayuno…”

“Toochi invitó comida tailandesa. Estamos componiendo”

“Ups, perdón por interrumpir. Tengo algo que contarte, ¿hablamos más tarde?”

“Sip…”

-Russ, muero de hambre…

Toochi estaba abriendo su segunda cajetilla y se tomó un par de pastillas al tiempo de que encendía otro cigarrillo.

-Sí, Russ, ¿Qué tal si nos invitas algo de comer?

El grandote solo gruñó y, otorgándome una sonrisita, salió de la habitación. Toochi carraspeo.

-Creí que irías a la cafetería.

-Me gustaría ir, pero quiero enfocarme un poco más en el álbum. Es ahora o nunca…-le vi un poco ansioso.- Tranquilo, la próxima vez que vaya te traeré un té de menta.

Él me sonríe, algo nervioso. Continuamos componiendo hasta que Russ nos llama para poder comer y luego seguimos con el trabajo un par de horas más hasta que comenzamos a bostezar, que fue cuando nos fuimos a dormir.

(•••)


-¿Noods?

-Hola, Ella.-canturree.

-Hola, pequeña, solo quería saber si estabas bien, hace mucho que no nos vemos ni que hablamos… Perdón, me preocupé.

Reí despacito-Tranquila, solo estamos componiendo… las cosas ya fluyen de una muy buena manera.

-Me alegra oír eso… Procura no desgastarte tanto.

-Te preocupas mucho, Yokina. Ya estoy en las ligas mayores, esto no es para tanto…

-Perdón, Noods…

Sonreí para mí misma, mientras mis mejillas se sentían calientes.

-Si quieres, puedes venir… No nos vendría mal una opinión externa.

-No quiero incomodar…

-Te mandaré la dirección de los Kong's. Llámame cuando ya estés cerca.

-¿Cómo sabré que ya estoy cerca?

-Ya verás…

Ella colgó.
Comprendo su preocupación pues hace más de dos semanas que no nos vemos y las llamadas que nos hacemos son realmente cortas porque Mudz ya se ha emocionado con los resultados que hemos obtenido, sobre todo por “Murdoc is God”. Esperé con ansias a que Ella me llamara pero para ese entonces ya eran las tres de la mañana y yo me encontraba durmiendo…

Ella me llamó de nuevo al día siguiente, disculpándose por no haber venido.

-Lo lamento tanto, Noods. Te insistí tanto y simplemente no fui… soy realmente malvada, por favor, perdóname…

No estaba tan molesta por ello, así que la perdone y, como enmienda, agendamos una visita a los Kong´s para el fin de semana, cosa que tampoco sucedió, pues lo postergo y luego aplazó la postergación.

Ha pasado poco más de un mes y medio después de su cumpleaños, y Ella y yo no nos hemos visto… he ido a la cafetería, pero Kumiko no supo decirme dónde se encontraba mi amiga.

-Habíamos tenido un par de problemas por unas vajillas rotas, pero, simplemente un día vino y me dijo que quería que renunciar, hicimos el papeleo y le di su último sueldo… si sabes de ella, dile que no estoy molesta por la vajilla y que siempre tendrá espacio en la barra para poder regresar a su puesto…

En ese momento me preocupé muchísimo y me dirigí a su edificio de inmediato. Ella no llegó esa noche a dormir. Charles me dijo que tampoco sabía de ella desde hacía mucho pues, las pocas veces que lograba oírla llegar a casa, la oía llegar a altas horas de la madrugada, tan solo a recoger sus cosas o a bañarse e irse nuevamente. Intentó hablar con ella en esos momentos en los se encontraba en la ducha pero lo único que obtenía eran evasiones de parte de Ella.

-Solo la he visto de reojo y no se ve muy bien que digamos… creo que ese chico, Sean, tiene algo que ver…

Procuré llamarle, pero no tuve buenos resultados. Buscarle en la universidad no era una opción por lo compleja que es su facultad. Lloré desoladamente cuando regresé a casa sin noticias del paradero de mi mejor amiga.

Mi bloqueo regresó una vez más.

(•••)


-¿Noodle?- 4:30 a.m. y lo primero que puedo escuchar es la llorosa voz de Ella.- Noods, perdóname… creo que me metí en un pozo muy hondo que, sin darme cuenta, me alejó de ti

-¿Ella? ¿Está todo bien?

-No lo creo… por si no salgo de esta…imploro por tu perdón, Noods…

-Ella, ¿dónde estás? Voy a ir por ti…

-No… no quiero que me veas así… Me lo merezco… Soy tan estúpida…

-Ella, por favor… ¿Dónde estás?

Pero Ella ya no hacía caso, solo le oía sollozar a través del teléfono. Corrí lo más rápido que pude hasta el estacionamiento y, tomando las llaves del Geep, me decidí a aventurarme a ir a buscar Ella a través de la ciudad.

-Ella, por favor… ¿Dónde estás?

-542 St. Jean Paul del Oriente, Edificio 12, departamento B4… Quedará abierta la puerta, solo saca a ésta perra de aquí…

La terrible voz de Sean resonó en mi oído, aún con los sollozos de mi amiga como sonido de fondo, y llenó con furia cada centímetro de mi cuerpo, pero cuando quise responderle, él cortó la llamada. Me apresuré a  intentar prender el auto, procurando no despertar a Murdoc, pero este no cedía. Terminé corriendo a través del cementerio, evitando zombis y demás, para poder tomar un taxi, el cual me llevó a la dirección que Sean me había dicho.

La puerta estaba abierta, tal y cómo lo había prometido aquel bastardo. Los sollozos, ahora casi inaudibles, me guiaron a través del violentamente desordenado pequeño departamento hasta el baño de la habitación, donde se encontraba mi amiga, sentada dentro de la tina, abrazada de un bate de beisbol y temblando como nunca en la vida. Su mejilla derecha se encontraba morada, su ceja izquierda tenía un pequeño corte que sangraba levemente y pronto pude observar que sus brazos también poseían algunos moretones. Tembló aún más en cuanto comencé a acercar mi mano a su rostro, la abracé con cariño, procurando transmitirle todo el amor que le tengo y que ni en un millón de años podría dejar de otorgarle. Ella sollozó aún más en mi hombro, implorando mi perdón y relajando un poco los músculos pero calló de repente, volviendo a estar alerta cuando escuchamos unos pasos afuera.

-No te pasará nada, Ella. No conmigo aquí…

Le quité el bate de entre las manos y le ayudé a salir de la tina pero al apoyar el pie izquierdo, Ella cayó, gimiendo del dolor.

-Mis cosas… no puedo dejarlas- dijo mientras salíamos del departamento, pude observar muchas de sus pertenencias a lo largo de nuestro recorrido, pero no nos detuvimos ni un momento.

-Ya podremos reemplazarlas…

El taxi en el que había venido aún se encontraba ahí afuera, esperando por mi regreso. Ella me insistió en que debía regresar por sus cosas.

-Por lo menos debo volver por mi laptop…Está en la sala, por favor, no tardaré nada…

-Iré por ella, espérame aquí.

Corrí de vuelta a ese feo departamento y busqué justo en donde me había dicho. La encontré en activa en el sofá, justo a un lado de un portarretratos roto con una foto que tenía algunas gotas de sangre. Eran Ella y Sean abrazados, dándose un beso. El coraje me tomó por sorpresa y destrocé la foto en pedacitos sin siquiera pensarlo. Regresé lo más pronto posible al taxi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top